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-¿Teru?-dijo el joven Matsuda al sentir a alguien a su lado al despertar en su cama.
-Buenos días-respondió el nombrado
-¿Tu que haces aquí?-preguntó Touta tallandose los ojos aún adormilado-¿Como entraste?
-Pues entré aquí porque tu mamá me dejó entrar-se sentó en la orilla de la cama-Y vine pues....hoy tu cumples 9.
-¿Mi cumpleaños?
-Si hoy es tu cumpleaños tontito-tocó su frente para ver si tenía fiebre-Creo que el golpe que te dio ese chico te hizo perder la memoria.
-Claro que no, ¿qué hora es?-preguntó con un bostezo
-Las seis veinte.
-Es muy temprano-se tapó la cara con la almohada.
El otro niño jaló la almohada y las cobijas-Ya es hora de parase. Hoy hay un invitado sorpresa en la escuela.
-Está bien.
Matsuda se levantó de mala gana.
-!Apúrate¡-dijo Mikami lanzandole su uniforme
El chico se quitó la camiseta de su piyama, pero el otro lo miraba inocente, pero hizo que se sonrojára.
-¿podrías cerrar los ojos?-le pidió a su amigo.
-Oye, pero si no soy una niña.-Touta lo miró fulminante-Ok, ya, me volteo.
El niño terminó de vestirse y salieron al comedor donde su mamá les esperaba con dos almuerzos para la escuela.
-Arigato Sra.Matsuda-dijo Teru dándole un beso en la mejilla.
-Adiòs Mamá-dijo su hijo, al cual besó en la frente-Mamá...
-Está bien pequeño hombresito, no te avergozaré.
Teru jaló a Matsuda de la mano y le arrastró prácticamente hasta el autobús.
Cuando llegaron a su salón, la maestra estaba con un joven.
-Ohayo Tsugumi-san! -saludó el más travieso.
-Buenos días, Mikami-kun, Buenos días Matsuda-kun-dijo la profesora.
-¿Y este quien es?-dijo el niño señalando al joven.
-¡Mikami!-le regañó la Maestra.
-No hay problema, sólo es un niño-dijo el joven agachándose al nivel del niño.-Soy Yagami Soichiro.
-Yo soy Mikami Teru.
-¿Y tu como te llamas pequeño?-preguntó al otro.
-Yo.... Yo soy Matsuda Touta-dijo el niño sonrojado.
-¿Tu eres novio de la profesora?- inquirió el de lentes.
-Oh, no pasen a su lugar y sabrán que hago aquí-dijo Soichiro levantándose y parándose frente a la clase.
Los niños fueron hasta su pupitre-¡Ah, tu eres el invitado especial!-gritó Teru.
-Así es, yo soy el agente Yagami.-él comenzó a darles una platica sobre como evitar ser asaltados o secuestrados.
Los niños juguetean mientras tanto, pero Touta y Teru estaban atentos.
-¿Entonces si llamo a la policía, ustedes se van a encargar de que el malo vaya a la cárcel y no salga de allí en muchos años?-preguntó Mikami.
-No exactamente-respondió el agente-Los que se encargan de eso son los fiscales y jueces. Nosotros solo nos encargamos de buscarlos, atraparlos y llevarlos ante la justicia.
-Yo quiero ser policía al crecer-dijo el pequeño Touta con los ojos iluminados.
-Yo no-dijo el otro niño-Sería mejor ser juez, para darles un gran castigo a eso delincuentes.
-Pero para eso, tienen que estudiar mucho-dijo el policía.
-Bueno, el Agente Yagami, tiene que ir a hacer su trabajo, despidanse de él niños-dijo la maestra y los alumnos agitaron sus manos.
-Gracias chicos por su atención-se despidió Soichiro, sin saber que esa pequeña charla marcaría la vida de ciertos niños presentes.
Luego de clases los niños fueron a celebrar el cumpleaños de Matsuda en su casa con sus padres y la madre de Teru, disfrutando de un delicioso pastel.
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