UN LUGAR CONOCIDO
Fortaleza de la Soledad:
Clark abrió los ojos y descubrió que estaba en un lugar familiar. Trató de moverse, pero descubrió que estaba inmovilizado. Mirando a su alrededor, vio los rostros de las personas con las que había estado luchando, rodeándolo. En la habitación, estaba Lois, Batman, Detective Marciano, Starfire y Batgirl.
-Déjenme ir – suplico Clark –
-No hasta que veas la verdad.
Miró hacia el Detective Marciano, que puso su mano en su cabeza, tratando de ver que sucedía ahí y obligándolo a decir la verdad. Era la última esperanza de los héroes de restaurar la mente de Superman.
-¿Cuál es tu nombre?
-Kal-El... Clark Kent... Superman...
-¿De dónde eres?
-Kriptón... o Smallville en Kansas...
-¿Qué es lo más preciado de tu vida?
-Lois y mi madre... Martha...
-¿Quién es Darkseid?
-Un ser poderoso que quiere controlar a todos los seres vivos...
-¿Que te hizo?
-Me torturó... me mató... pero me mostró la verdad...
-¿Por qué estás aquí?
-Para luchar por la verdad y la justicia...
-¿Qué es la verdad y la justicia?
-Soy yo...
-¿Cómo se puede salvar a la humanidad?
-Al controlarlos. Al quitarles la libertad y asegurar de que no se destruyan a sí mismos...
J'onn volteo hacia sus compañeros héroes, sus amigos, con el rostro abatido.
-Está perdido. Realmente cree en lo que está diciendo. En su mente, es la verdad. Me temo que ha ido demasiado lejos.
-Pero creo que hay una manera...
Todos voltearon a Detective Marciano. J'onn respiró hondo, consciente de que debía de ser muy cuidadoso de lo que iba a decir.
-Dentro de su mente... vi que Darkseid lo torturo por tres años con formas tan crueles que me son imposibles de describir. Lo hizo porque él cree que Kal-El es la clave para reinar sobre este mundo. Él representa las posibilidades de la humanidad. Dejo que madurara su odio, para retorcer su mente. Así que lo mató. Una y otra y otra vez. Destruyó su cuerpo, retorció su mente. Cada muerte acercaba a Kal-El más y más al punto de ruptura.
Lois sintió que se le partía el corazón. Lloró cuando J'onn contó cómo Clark fue torturado sin descanso, su cuerpo roto, su sangre drenada. Volteo por un momento, mirando como Clark luchaba por liberarse de sus ataduras antes de escuchar de nuevo lo que J'onn tenía que decir.
-El hombre que conocemos como Superman se ha ido, enterrado en lo profundo de su subconsciente, aprisionado por los pensamientos venenosos que Darkseid puso en su cabeza. Clark cree que está haciendo lo correcto. Él cree que la humanidad está sufriendo por libre albedrío. Pero hay esperanza. Muchos han sido destruidos por Darkseid. Muchos han pasado por el infierno interminable de tortura en sus manos. Todos han caído. Pero Kal-El soportó más que nadie que hayan visto. Incluso cuando sus poderes fueron despojados, él luchó. Él resistió. Finalmente fue sometido, pero nunca he visto a ningún ser en todo el universo conocido soportar tanto como él.
-Dijiste que hay una manera de salvarlo... ¿cómo? – pregunto Batman –
-De hecho. Hay una fuerza oculta en él. Al principio pensé que se debía a sus asombrosos poderes. Pero me he dado cuenta de el por qué Darkseid le teme. Es su humanidad. El libre albedrío. Lo único que Darkseid desprecia. Él odia la noción misma de libertad. Él cree que es una plaga para la vida. Pero en Clark hay esperanza. Incluso ahora. En lo profundo de su mente y en su alma, se encuentra la clave para derrotar al mal que amenaza a este planeta. Debemos hacerle recordar quién es – concluyo el Detective Marciano –
-Lo hemos intentado... nada de lo que hacemos parece tener efecto – dijo Starfire –
-No se puede hacerlo por medios tecnológicos o místicos. Para restaurar su mente, debe restaurar su corazón – J'onn miró a Clark, aprisionado con tecnología kryptoniana, luego a Lois – El amor es la esencia misma del libre albedrío. Tú eres la única que puede salvar a Clark. Solo eso puede liberarlo. Habla con él.
Lois se secó los ojos, respiró hondo antes de voltear y caminar hacia Superman. Sentada a su lado, permaneció en silencio mientras observaba a Clark intentar liberarse. Vio la ira en sus ojos, pero también vio algo más. Temor. Él tenía miedo.
-Clark... Clark... escúchame...
-¿Lois? – dijo un Clark casi suplicante – Quítame estas cosas, ¿quieres?
-No puedo... no hasta que entiendas lo que estás haciendo. Darkseid te está manipulando.
-No, te equivocas... él me mostró el camino. Me mostró cómo salvarte.
-¿Salvarme? ¿Cómo? ¿A través de la guerra? ¿Destruyendo a las personas que se preocupan por ti? – y entonces ella señalo a los héroes a sus espaldas –
-Algunos sacrificios son necesarios para un bien mayor. Ahora déjame ir.
-No... mírame Clark. Mírame a los ojos. Te amo. No puedo empezar a entender lo que te hizo, pero puedo ayudarte a superarlo si me dejas.
-No entiendes Lois. Cuando esta guerra termine, no habrá más peleas, no habrá más Lex Luthors, ni nadie que amenace este mundo. Estarás a salvo. Ahora, por favor, Lois... suéltame.
-Todavía no. Me has mantenido a salvo, Clark. Has mantenido el mundo a salvo... ¿No lo ves? Son personas como Darkseid quienes nos destruirán. Si dejas que esto suceda, ¿de verdad crees que podemos estar juntos?
-Por supuesto.
-No, Clark, el amor es lo que hace que la humanidad valga la pena. Si le quitas la libertad, entonces no hay nada a lo que aferrarse. Darkseid quiere controlarnos a todos. Si le dejas ganar... el amor y la esperanza van a morir... luego yo muero. Esto me está matando, Clark. Si no lo detienes... el hombre que amo se habrá ido para siempre.
-Lois, te lo prometo, eso no sucederá. No puedo volverme en contra de Darkseid. Él me mostró lo que sucederá si la humanidad no está controlada.
-No, Clark... te mostró una mentira. Te hizo creer que lo que le pasó a Krypton podría pasar aquí. No te mostró la verdad. No te mostró esperanza.
-¿Esperanza? ¿Qué esperanza tenía Krypton? Una gran raza que se destruyó a sí misma – el odio en los ojos de Clark se hizo presente – ¿Dónde estaba el amor?
-Estaba ahí, Clark – todos se sorprendieron al ver que Batman se acercaba a Lois y a Clark. Parecía que tampoco le tenía miedo al hombre que alguna vez fue su amigo – Estaba en un hombre y su esposa que tuvieron la esperanza de que su hijo pudiera sobrevivir entre las estrellas. ¿Recuerdas que caíste con unas personas que también te dieron amor? ¿Ya no recuerdas a Jonathan y a Martha Kent? ¿Ya no recuerdas lo que me contaste, lo que te dijo tu padre antes de morir? – Bruce hizo una pausa, y luego respiro hondo – "No se por que estas aquí, ni de donde vengas, pero sí sé que no es para cultivar maíz".
Clark no respondió. En su lugar, intentó liberarse de nuevo de las ataduras. Los rayos de energía alrededor de sus muñecas y tobillos no se movieron mientras tiraba de ellos desesperadamente. Lois lo miró, notando el miedo en sus ojos.
-¿Por qué tienes tanto miedo? Esto es por tu propio bien, Clark. Incluso si no puedes verlo.
-No tengo miedo, Lois... simplemente no puedo estar atado así...
-¿Por qué? Dime Clark... déjame entrar... ¿qué te pasa?
-Simplemente no me gusta estar atado... aprisionado... yo no soy un esclavo – Los ojos de Clark comenzaron a lagrimear. Una lágrima se deslizó por su rostro, seguida de otra. Pronto estaba llorando abiertamente mientras trataba de patear y abrirse camino. Cerró los ojos y gritó cuando los recuerdos de los métodos de tortura de Desaad llenaron su mente – Yo... no puedo... Lois por favor déjame ir... no puedo volver a pasar por eso... no puedo morir de nuevo... no de nuevo.
Todos se sorprendieron cuando Superman se derrumbó, ráfagas de calor salieron de sus ojos mientras trataba sin éxito de liberarse. Comenzó a temblar, el miedo se apoderó de él mientras lloraba. Inmediatamente, Lois estuvo allí, abrazandolo, diciéndole que todo estaría bien. En ese momento, sus ojos se encontraron. Clark vio el amor que sintió por él, el dolor en su corazón. Lois, a su vez, vio la agonía y la desesperación que llenaron a Clark, un hombre destrozado. J'onn miró, sonriendo ante la escena que tenía ante el.
-Suéltenlo – ordeno el Detective Marciano –
-¿Qué? – Batman se sorprendió –
-Debes dejarlo ir ahora, créeme – volvió a ordenarle el hombre verde –
A regañadientes, Bruce Wayne caminó hacia un panel de control de cristal, desactivando las vigas de contención, permitiendo que Superman se moviera. Kal-El se puso de pie y de pronto colapsó en los brazos de Lois, llorando contra su hombro. Finalmente levantando la cabeza, vio a los héroes de pie con cautela, preocupados de que pudiera atacarlos.
-Amigos míos... no les pediré perdón... no merezco ser absuelto. Destrúyanme... no voy a contraatacar – dijo al fin Clark, arrepentido de todas las cosas que había hecho en nombre de Darkseid –
Hubo silencio, todos sin saber qué hacer con la situación. Cuando Lois y Clark se besaron suavemente, fue J'onn quien habló primero.
-Está hecho... está libre de la influencia de Darkseid. Pero no está curado. Aún no ha sido salvo. El veneno en su mente ha sido reemplazado por miedo. Debe enfrentar su miedo si quiere sobrevivir.
En ese momento, Slade Wilson tuvo que entrar al recinto donde todos estaban con Clark. Tenía que decirle algo a Bruce.
-Wayne... los líderes de la Resistencia están solicitando una reunión – dijo Deathstroke –
Bruce tuvo que responder al llamado, por lo que salió de la gran habitación donde se encontraban. Sabía que eso solo significaba malas noticias.
***
Sala de reuniones de la Fortaleza de la Soledad:
Tras sobrevivir a la batalla en Metropolis, Batman no podía creer que tenía que soportar al alto consejo de la Resistencia debatiendo sobre si debían o no darse por vencidos y dejar que el Darkseid tomara control de la galaxia para siempre.
-No tenemos más remedio que rendirnos – dijo Lady Shiva desde Singapur –
A partir de esta declaración todos empezaron a hablar al mismo tiempo, unos a favor, otros en contra. Batman no los culpaba por estar asustados, después de todo, habían visto el mensaje de Darkseid y a un Superman enloquecido. Sabía perfectamente qué tan grande era la amenaza de Apokolips. Pero ¿rendirse inmediatamente, sin siquiera luchar? Desafortunadamente, ahora el consejo de la Resistencia ya no confiaba en la estrategia de Bruce, por lo que nadie le iba a dar a Batman la oportunidad de votar en el asunto.
-¿En verdad estamos de acuerdo en disolver algo por lo que hemos trabajado tanto por tres años? – Ben Turner, o mejor conocido como Bronze Tiger, fue el que intervino – Hemos recuperado cada ciudad en las que el Régimen tenía su poder. Es nuestra oportunidad de retomar nuestro planeta.
El Almirante Rick Flagg de la Novena Flota se le unió. Como antiguo militar estadounidense, ahora tenia un amplio control de la Resistencia en la flota en el Mar del Norte, al igual que un cargo importante en esta.
-No podemos rendirnos así nada más – suplicó Flagg – ¿Y entonces que sucede con todos los hombres que perdimos en nombre de la libertad?
-Es una tontería – Nabu, un antiguo guardaespaldas de Ra's Al Ghul y ahora líder de la Resistencia en Londres presento un argumento en contra – ¡Nos unimos a una resistencia, no a un pacto suicida!
-Hasta ahora es cuando logramos unir nuestras fuerzas – señaló Ben Turner –
-¿Unir nuestras fuerzas? – se burló Lady Shiva – Si no mal recuerdo, Batman tramo un estúpido plan donde tenia que atrapar a Luthor, y se le escapo.
Después habló el mismo Deathstroke. Como segundo al mando de la Resistencia, creía que tenia una obligación de sacar la cara por Bruce Wayne.
-¡Tenía que tomarse una decisión! – dijo Slade – Para cuando terminemos de hablar, ¡no quedará nada que defender!
-Si lo que quieren es guerra, pelearán solos – prometió Nabu –
-Si así van a ser las cosas... – dijo Lady Shiva – ¿para qué tener una alianza en primer lugar? ¿Para que actúen solos como una banda de justicieros?
-Si ella está diciendo la verdad, ¡debemos actuar ya! – Con la misma impaciencia de Shiva, Rick Flagg señaló a Batman –
El desorden termino, pero la discusión no había terminado.
El comandante John Stweart, un marine afroamericano de rostro amable, saltó en medio del relativo silencio.
-Es muy simple Batman. Apokolips tiene los medios para una destrucción masiva. La Resistencia, no... ¿Cómo vamos a ganarles? – Bruce trató de negar que ese siquiera fuera el punto de la discusión –
Eso fue todo lo que Batman logró soportar. Tal vez la Resistencia ya no confiara en su liderazgo, pero eso no quería decir que no tuviera voz.
-¿Qué motivos tendría yo para mentir? – Se levantó y se paró frente a todos, llamando su atención –¿Qué beneficio obtendría de hacerlo? Lo único que quiero es llevar a las fuerzas de Apokolips a un último ataque contra nuestras tropas.
-¿Arriesgar todo? – dijo Nabu, igualmente escéptico – ¿Basándonos en qué? ¿En tus alucinaciones o en los cuentos de Wonder Woman? Que tal vez después de haber estado capturada tres años por el enemigo, ahora este de su parte.
Slade estaba de pie a un lado de los ahí reunidos. No mostraba ningún interés en llamar la atención, mucho menos en argumentar que el consejo lo debería de tomar en serio. Batman no podía creer el nivel de desconfianza que le tenían. Solo porque su estrategia se había desviado un poco, no quería decir que mentiría sobre algo tan importante.
-¡Barry Allen dio su vida para que tuviéramos una oportunidad de destruir esto! – argumento Batman –
-¡Eso es lo que tú dices! – dijo Rick Flagg –
-Si Apokolips tiene esta clase de poder...de enviar Parademons a cualquier parte del mundo... ¿con qué oportunidades nos deja? – protestó Ben Turner –
-"¿Con qué oportunidades nos deja?" – cito Batman. Ya había tenido suficiente – La pregunta es ¿qué elección? ¿Huir? ¿Esconderse? ¿Suplicar piedad? – Su tono no dejó espacio para que nadie más discutiera las absurdas opciones que daba. Nadie lo interrumpió, así que se fue un paso más lejos – Si le dejamos el campo abierto a un enemigo tan perverso, con tanto poder, van a condenar al mundo y posiblemente a la galaxia a una sumisión eterna. ¡El tiempo de pelear es ahora! ¡Cada momento que desperdiciamos es un paso más cerca a las cenizas del Día Omega! Lo único que necesito es que me manden a las tropas del Atlántico Norte a la Fortaleza de la Soledad. Mándenme a sus mejores pilotos y maquinas pesadas si es necesario. Nuestra única esperanza de destruir a Apokolips y a Darkseid es enfrentándolos aquí.
A través de la pantalla, Rick Flagg solo negó con la cabeza.
-Nos estás pidiendo enviar al grueso de las tropas a una trampa basándonos tan solo en una esperanza hueca.
-No hay esperanza – Lady Shiva no estaba de acuerdo – Sabia que no debíamos de darte el control de la Liga de Asesinos.
Batman miró a Slade Wilson para pedir su apoyo, para que hubiera algún tipo de resolución. En lugar de ello, vio que el mercenario se daba por vencido.
-Lo siento, Batman – dijo Slade negando con la cabeza – Sin el apoyo total de toda la Resistencia, no podremos hacer nada.
Batman se le quedó viendo con desconcierto, luego recorrió con la mirada al resto del consejo, quienes estaban en desacuerdo con el. Indignado con ellos y con la Resistencia entera, giró sobre sus talones y salió bruscamente de la sala, dejándolos a todos a que se pudrieran.
Cuando Dick Grayson se lo encontró en el pasillo, quiso detenerlo, pues la expresión apenas visible que Bruce traía era de pocos amigos.
-¿Qué sucedió en la reunión, Bruce? – le pregunto el joven –
-Nada... no ocurrió absolutamente nada, Dick – Batman apenas y se atrevió a mirar a Dick a los ojos – Estamos solos.
Y sin decir más, Batman se alejó. Por estos momentos, solo quería estar solo.
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