MAS RAPIDO QUE NADA
Hace años...
Barry Allen no fue el primer hombre en asumir el manto de "Flash". Ese honor fue para un hombre llamado Jay Garrick, quien se convirtió en el hombre más rápido del mundo en 1940. Sin embargo, Barry logró alcanzar un nivel de fama y popularidad que Jay nunca pudo haber imaginado, aunque el propio Barry nunca pensó que podría estar a la altura de él. Jay y Barry siempre se llevaron bien, ya que se tenían un profundo respeto mutuo.
Por eso a Barry le rompió el corazón ver a Jay en su lecho de muerte así.
Cuando Barry miró hacia el suelo, Jay comenzó a toser bruscamente, lo que provocó que el primero saltara de preocupación.
-Barry... – Jay murmuró con su voz enfermiza y débil. Los ojos de Barry se abrieron con preocupación –
-¿Qué pasa, Jay? – Barry respondió con voz tranquilizadora –
-¿Alguna vez te he dicho... lo orgulloso que estoy de ti?
Barry dejó escapar una pequeña sonrisa y se sonrojó.
-Lo has hecho, Jay. Al menos una docena de veces...
-Bueno... lo voy a hacer una vez más, Barry. Honestamente, no podría haber pedido un mejor sucesor como Flash, pero como hombre, Barry... como hombre... realmente lo tienes a tu favor. Iris es una chica maravillosa. Espero que ustedes dos tengan una vida larga y feliz juntos – Barry se frotó tímidamente la nuca –
-Lo admito... pero aún necesito más entrenamiento – contesto Barry, casi sin poder hablar – No sé si este listo para dejarte ir.
-Has tenido un buen comienzo – Jay volteo la cabeza hacia el techo – ¿Sabes? En realidad nunca hablé de Hal contigo tan a menudo. Disfrute viendo cómo ustedes dos se llevaban tan bien, a pesar de que el viejo Hal no se lleva muy bien con los demás de tu Liga – Jay dejó escapar una risa débil y comenzó a toser, esta vez aún más bruscamente, mientras Barry solo lo miraba ansiosamente – Barry... antes de que me una a mi esposa, hay algo que quiero que hagas.
-Lo que sea, Jay.
-Prométeme, Barry... prométeme que no importa lo mal que se pongan las cosas, no importa lo difíciles que sean, siempre estarás en el buen camino. Estoy muy orgulloso de ti por hacer siempre lo correcto, y es importante que te quedes así. Tu heroísmo y valentía es algo que el mundo no puede permitir perder... ve en el pasado lo que puedas cambiar, y también ten la sabiduría para saber lo que debes de cambiar.
Jay comenzó a toser muy violentamente, y luego se quedó inmóvil en la cama... y de repente, Barry pudo escuchar el doloroso sonido de un corazón que se detenía.
Jay Garrick había fallecido, y entonces el Velocista Escarlata comenzó a llorar mientras miraba a su ídolo fallecido. Pensó en las últimas palabras de Jay: era una gran promesa que cumplir. Barry sabía que no podía decepcionar al Flash original. Jay tenía razón en eso a veces, podría ser difícil no ceder ante la tentación y el miedo, pero Barry creía que podía lograrlo. Tenía que hacerlo, por el bien de Jay. Entonces vio el casco clásico de Jay, que yacía junto a la ventana de la habitación del hospital, y una mirada decidida se mostró en su rostro.
***
En un futuro no tan distante...
¡Barry...Barry!
Una voz cansada pero fuerte despertó al Velocista Escarlata. Era la primera vez que descansaba lo suficiente desde que comenzó el apocalipsis, donde sintió que nunca podría dejar de huir de los demonios que lo perseguían. Tanto reales como interiores.
Barry se dio vuelta para enfocarse en el hombre detrás de la voz, Bruce Wayne, también conocido como Batman. Él y Bruce se habían juntado no hace mucho y pudieron encontrar un lugar seguro, tan seguro como podría ser en estos tiempos. Bruce había comenzado a trabajar en una máquina que le permitiría a Barry viajar al pasado usando su velocidad, para que pudiera advertir a los otros miembros de la Justice League de los eventos que vendrían pronto si no los prevenían a tiempo.
Les contaría sobre la muerte de Lois Lane y cómo Darkseid manipuló la ira de Superman y la usó contra la Tierra misma. Había pasado un año desde entonces, y el futuro se había convertido en una horrible pesadilla distopica. Todo lo que necesitaba hacer era correr.
-Barry.
Flash salió de su estado de pensamiento.
-Lo siento Bruce... solo estaba recitando el plan en mi cabeza. Espero que funcione, por el bien de todos.
-Funcionará – le respondió Bruce al momento de preparar su rifle Scar – Tiene que funcionar. No hay otra manera. Si esto falla, estamos todos como muertos.
El rostro de Barry se volvió hosco al recordar la gravedad de la situación.
-¿Has intentado contactar...?
-No, Barry. Lamentablemente no puedo tratar de ir yo – le respondió Bruce, recordando los días pasados – Por eso retrocederás en el tiempo y me contarás todo primero.
-¿Qué pasa si vuelvo demasiado pronto?
-Sólo significa más tiempo para prepararnos.
-Sí, supongo que tienes razón.
No se sentía seguro de entrometerse con el tiempo. Las ramificaciones de sus acciones podrían salvar a sus amigos de este destino, pero también podrían allanar el camino para un destino más grande y peor que el anterior. Pero era eso, o continuar su existencia como lo era ahora hasta que toda la raza humana sea aniquilada.
-¿Cuánto tiempo hasta que la maquina sea completamente funcional?
- Hmm... Debería estar en lo cierto sobre... ¡ahora!
Batman presiono algunos botones y se escuchó el sonido de la máquina cobrando vida. El equipo en el que Bruce estaba trabajando se parecía mucho a una caminadora anti estrés que le habían construido a Barry en los tiempos en los que la Justice League estaba en su máximo apogeo.
-Me sorprende lo que hiciste con la caminadora.
-Es una cinta de correr que viaja en el tiempo – Bruce se dio la vuelta para mirarlo con una sonrisa –
- Nunca pensé que alguna vez escucharía esas palabras pronunciadas por la boca de una persona – le respondió Barry, casi riendo –
-Súbete a la maldita máquina y empieza a correr, no tenemos mucho tiempo.
-Está bien, está bien.
Barry se subió a la "máquina" y comenzó a trotar a un ritmo acelerado. Bruce puso su mano en el manillar y se preparó para enviar a su amigo en el tiempo.
-¿Recuerdas el plan?
-Por supuesto.
Ambos se miraron, sabiendo que si Barry tiene éxito, esta línea de tiempo desaparecería. Bruce levanto el puño cerrado y Barry lo siguió mientras chocaron por última vez.
- A un futuro mejor.
-Y que la Speed Force te acompañe – le contesto Bruce mientras ponía una mirada solemne –
Barry sonrío ante la frase cursi de su viejo amigo, echando un último vistazo antes de mirar hacia adelante. Su velocidad comenzó a acelerarse cuando los rayos comenzaron a formarse a su alrededor. Pudo escuchar a Bruce en el fondo animándolo, diciéndole que fuera más rápido.
Corriendo como nunca antes, Flash comenzó a desvanecerse, captando destellos de Parademons irrumpiendo el complejo de la Resistencia y atacando a Batman y a lo que quedaban de sus soldados, antes de estallar en un violento estallido de luz brillante y desaparecer ante los ojos de su amigo.
Vio pasar por él los recuerdos lejanos; el comienzo del apocalipsis, la formación de la Justice League, el día del asesinato de su madre. La Speed Force rodeo a Barry y lo guío hacia el único hombre que podría tener la oportunidad de evitar todo esto antes de que sucediera: Bruce Wayne.
Estallando en una violenta erupción de luz brillante ante los ojos de un Bruce Wayne de una época pasada, Barry extendió su mano y comenzó a contarle todo lo que pudo.
-¡Bruce... escucha... Lois Lane... tienes que rescatar a Lois... ella es la clave! ¡Tenías razón sobre él... siempre tuviste razón sobre él! ¡¿Soy yo... o es demasiado pronto?!
Y antes de que se diera cuenta, Barry fue tragado nuevamente por la fuerza de la velocidad, desvaneciéndose lentamente ante sí mismo. Barry lo agradeció, sabiendo que hizo todo lo que pudo para hacer un mundo mejor. Y que solo el tiempo diría lo que el destino depararía para el nuevo futuro.
-Volveré a verte, Bruce... volveré a verte...
***
En la actualidad...
Solo dos años después del fallecimiento de Jay Garrick, tuvo lugar el Día Omega y todo el dolor y la miseria que le siguió. Barry no podía pensar en ese recuerdo sin morir un poco por dentro. Había roto la promesa de Jay: cuando Superman murió y Darkseid se apodero poco a poco se del mundo, Barry estaba allí. Iris West murió en el desastre de Central City, y aunque Barry siempre extrañaría a Jay e Iris, también se sintió aliviado de que no estuvieran presentes para ver el camino que tomó después de la batalla.
Desapareció de Central City y corrió rápidamente por la fuerza de velocidad, desapareciendo de esa dimensión. Al llegar a una más tranquila, decidió quedarse ahí y ahogar sus penas en vicios y licores, pero después de una intensa reflexión y una intensa borrachera de por medio, decidió que regresaría a su realidad y trataría de arreglar las cosas. Solo que ya era un poco tarde, pues usar por tantas veces la fuerza de velocidad, le había pasado factura a su cuerpo, al igual que ya no podía usar sus poderes con tal facilidad.
Una versión más antigua y oscura de Bruce Wayne y Hal Jordan, en conjunto con Deathstroke fueron quienes tuvieron que ayudarlo a regresar a su tiempo, al lugar y tiempo precisos.
Solo así podría volver a salvar el mundo, y al fin cumplir la promesa que le hizo a Jay el día de su muerte.
Barry salió de la fuerza de la velocidad y aterrizo de rodillas, justo en la entrada de una especie de cueva. Antes de que pudiera reaccionar, hombres y mujeres cubiertos con ropas militares lo empezaron a rodear, y le apuntaron con sus armas.
-¿Quién se atreve a entrar aquí? – grito uno de los soldados –
Barry levanto la vista y vio a una mujer con un traje negro y rojo y una máscara blanca con un sol rojo en el rostro. En sus manos había una espada, que apuntaba directamente al cuello de Barry.
-No estoy aquí para pelear – Barry levantó las manos – Sólo estoy buscando a Bruce Wayne.
-Katana, baja tu arma – Barry miró hacia la entrada de la cueva y vio a Batman marchando hacia ellos, con la armadura completa del Murciélago – Tú... – Bruce desenvainó una espada atada a su espalda y lentamente caminó hacia Barry.
-Bruce, escucha, lo necesitamos – ahora el que hablo fue Dick Grayson, que venía llegando desde atrás – Si en serio es Barry Allen, lo necesitaremos para la batalla.
Barry se desmayó repentinamente y cayó hacia adelante. Si Bruce no hubiera olvidado su odio por Barry y lo hubiera atrapado, seguramente habría aterrizado en el suelo del patio.
-¿Qué le pasa? – preguntó Bruce –
-La fuerza de velocidad me está destruyendo – Barry apenas y recobro la consciencia. Entonces Bruce ordeno a algunos de sus soldados que lo llevaran adentro – Sé que me odias, pero no estaría aquí si no fuera necesario – Barry le dijo a Bruce. El asintió a regañadientes y se dio la vuelta –
-Te dejaré vivir... Por ahora – y sin decir más, Bruce también entro a la cueva –
Mientras Barry trataba de descansar, Slade Wilson y Bruce estaban conversando en la puerta de los aposentos, mirando a Barry de vez en cuando. Solo hasta un rato después, decidieron entrar a su cuartito, dispuestos a encontrar respuestas.
-Sera mejor que empieces a hablar, Allen – dijo Deathstroke – Se supone que desapareciste en medio de la batalla de Central City...
-¿Por qué apareces hasta ahora? – dijo Bruce – ¿Qué paso?
-Cuando los Parademons invadieron, llegaron con el señor de la guerra Steppenwolf. Él estuvo a punto de atraparme, pero corrí lo más rápido que pude y... – Barry estaba muy pensativo de lo que iba a decir. Creía que no le iban a creer su testimonio – Corrí lo más rápido que pude y llegue a otra Tierra.
-¿Cómo que otra Tierra? – Deathstroke se sorprendió – Eso no es posible.
-Existe un multiverso, por supuesto que es posible – Barry defendió su postura – En esa Tierra no pasaba nada, por lo que decidí quedarme ahí.
-¿Entonces corriste como cobarde? – el tono de Bruce había cambiado a algo mas agresivo – Usaste la Speed Force solo para tu propio beneficio... ¡¿Y nuestros amigos que?! – Bruce estallo en ira – ¡Por si no te diste cuenta, luchamos una guerra! Miles de personas murieron. J'onn murió, Clark murió, Shazam murió, Statick Shock murió, StarFire y los Teen Titans murieron – el ya no podía mas con lo que decía. Le enojaba la sola presencia de Barry Allen – Tu nos abandonaste. Jay Garrick estaría avergonzado de ti.
-¿Qué razones me das para que no te vuele la tapa de los sesos? – menciono Slade. Al ver que Deathstroke sacaba una pistola y la preparaba, Barry alzo las manos –
-Quieres una, ahí te va. Ustedes dos me enviaron aquí...
Bruce y Slade se quedaron viendo por un rato. Eso no podía ser posible, pues apenas llevaban seis meses trabajando juntos.
-Explícate – le ordeno Bruce –
-Cómo iba diciendo, hay muchas Tierras paralelas a esta. Hay una donde Superman es comunista, en otra te llamas Bryce Wayne y eres una chica, en otra hay un superhéroe llamado Miracle Man que lidera a unos vigilantes y no hay Justice League – Barry se quedó mirando al suelo y luego reunió el coraje para volver a hablar – En la tierra donde yo me quede no existe la gente con superpoderes, ni vigilantes, ni Darkseid ni nada de eso. Los superhéroes solo existen en los comics y en las películas, y nuestros "otros yo" son actores de Hollywood.
-No nos estas dando nada que nos ayude – menciono Slade –
-Solo esperen. Así que me di cuenta de que si podía usar la Speed Force para viajar entre el Multiverso, también la podía usar para regresar a mi tierra y remediar las cosas – Barry hizo una pausa y luego volvió a hablar – Jay Garrick, el Flash original, ya me había advertido de los peligros de viajar en el tiempo y alterar las cosas, pero no le hice caso...
-Así que intentaste detener la invasión en el pasado – comento Bruce, captando las palabras de Barry – ¿Y qué sucedió?
-Siempre que cambiaba algo... las cosas salieron mal. Mate a Luthor en el pasado, intente advertir al mundo de la invasión treinta años antes... siempre hacia cosas de las que no me sentía orgulloso y siempre terminaban mal – Barry parecía que quería entrar en llanto – La Justice League nunca se formó, Zod resulto victorioso en su invasión y destruyo a la humanidad... incluso llegue a detener el asesinato de tus padres, Bruce... y tú nunca te convertías en Batman...
Y sin decir más, Bruce Wayne estallo en furia y tomo a Barry del cuello de su traje, alzándolo de la cama y poniéndolo sobre la pared.
-¿Qué mierda estas diciendo? – Bruce parecía derrumbarse – No intentes provocarme.
-Lo siento – decía Barry, tratando de apartar sin éxito al hombre de casi dos metros que tenía ante el – Pero solo quería ayudarte – y solo así, Bruce lo dejo caer – Lo siento, sé que todo me salió mal, y siempre que eso pasaba tenía que reiniciar todo desde el momento en que lo arruine – y entonces Barry descubrió su manga, dejando ver que su piel estaba volviéndose blanca y se estaba agrietando. Bruce y Slade se quedaron asombrados – Me estoy muriendo. Usar tantas veces la fuerza de la velocidad me pasó factura.
-¿Hay alguna forma en la que podamos ayudarte? – pregunto Batman –
-Si... salvando al mundo – Barry volvió a incorporarse y se sentó en la cama – Supe que yo no podía detener los resultados de las cosas, por lo que solo me dedique a observar, y así encontrar el momento en el que los demás pudieran hacer algo.
-¿Y qué es lo que podemos cambiar? – pregunto Deathstroke –
-Después de repetir la historia por tantas ocasiones, observe el evento ya en la batalla final, donde las cosas se ponen feas. Sucederá dentro de poco... puedo decirles el momento en el que pueden hacer el cambio. Vi el punto de inflexión en el que todo se va a la mierda... yo lo detendré, pero de ustedes depende conseguir la victoria.
-Bueno... dínoslo – ordeno Bruce –
-No puedo. Si les digo, puede que vuelva a cambiar los sucesos en el presente, y esta vez ya no podría volver a revertirlos. Si vuelvo a usar la Speed Force para volver en el tiempo... moriré. Así que lo tendré que hacer en el momento oportuno para que las cosas se puedan arreglar a tiempo.
-Aun no nos dices la parte donde nosotros "te enviamos de vuelta" – Deathstroke aún estaba escéptico ante la revelación de Barry – No te creo del todo.
-Corrí tan rápido que llegue al futuro... en esta línea temporal, a dos años a partir de ahora. Ahí fue cuando conocí a dos versiones de ustedes más... rudimentarias. Solo puedo decirles que en ese futuro, Darkseid gano y la Tierra solo es un páramo desierto – Barry concluyo. Le dolía volver a pensar en esa época – Perdónenme por todo lo que hice. Por favor, quiero descansar.
Con más dudas que respuestas, Batman y Deathstroke salieron del cuartito de Barry. Aun le estaban tratando de dar forma en la cabeza a todas las cosas locas que él velocista escarlata les había contado.
-¿Crees que es buena idea confiar en Flash? – pregunto Slade – Por lo que a mí respecta, su lengua solo soltaba locuras.
-He visto antes cómo funciona esa Speed Force, y puedo decirte con algo de certeza que hablaba con verdad.
-No estás tan convencido...
-No Slade, no lo estoy.
-Mierda... ya casi ni reconozco este mundo – menciono Deathstroke –
-No hay que reconocerlo, solo hay que salvarlo – concluyo Batman –
Cuando Deathstroke se retiró, Bruce se quedó pensando en sus sueños, en el páramo desierto donde Superman vivía y la Tierra estaba bajo el control de Darkseid. ¿Qué tal y si no eran sueños? ¿Qué tal y si eran como premoniciones?
Eran algo más oscuro...
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