Capítulo 4: Secretos revelados
LONDRES
20 DE MAYO, 03:20 GMT
Ben Garrison vivía en Hampstead, la única zona del Reino Unido que contaba con más ciudadanos de clase alta que cualquier otro lugar del país. Vivía en una casa de dos pisos con solo su ama de llaves; Mary y su gran danés Reginald como compañía, ya que su esposa había muerto algunos años antes y sus hijos ya eran adultos.
Era probable que se sintiera afectado por la perspectiva de encontrarse con superhéroes, sin embargo estaba tranquilo con Superman. A pesar de eso, cuando la Justice League y Doctor Fate llamaron a su hogar, Garrison hizo que Mary abriera la puerta. Se sobresaltó cuando los vio por primera vez, ya que sentía que eran "dioses".
La Justice League entró en la casa y siguió a Mary hasta la entrada de la sala de estar donde el Dr. Garrison se había despertado y ahora estaba sentado tomando un té de hierbas con Reginald al lado de su silla. Seguramente encajaba en la imagen ideal de un hombre que se había marchitado con la edad, aunque no lo parecía tanto. Media un metro y ochenta centímetros y era bastante ágil a pesar de su físico delgado. Su cabello plateado estaba un poco cano y algunas arrugas estaban grabadas en su frente, pero sus ojos aún tenían el aspecto de un hombre con la sangre caliente de la juventud persistente como un día de verano que se negaba a dejar espacio para el otoño.
-Dr. Garrison, la Justice League está aquí – le aseguro su ama de llaves al entrar al estudio – Debe ser un asunto de gran urgencia, de lo contrario no habrían venido a esta hora de la noche.
-Sí, por supuesto. Sé quiénes son esos superhéroes y qué hacen. Hágalos pasar – dijo el doctor acariciando la cabeza de su perro. La Justice League entró en la habitación y el Dr. Garrison les hablo, aunque estaba tan sorprendido al verlos – Siempre supe que aun había súper héroes en el mundo. Solo desearía que más personas siguieran su ejemplo.
-Gracias, doctor – dijo Superman – Me temo que no nos quedaremos mucho tiempo. Vinimos aquí para obtener información.
-¿Cómo puede ser útil este viejo cazador de tesoros? – preguntó el Dr. Garrison –
-Necesitamos saber sobre el Espejo de la Luna – respondió Batman –
-Nunca pensé que nadie más supiera sobre ese viejo plato de hojalata – el doctor suspiro ante esa respuesta, cansado y confundido de lo que vendría – Pero no seré un mal anfitrión. Supongo que debería decírselo.
Después le ordeno a Mary que trajera sillas para los superhéroes, y cuando estaban sentados, el Dr. Garrison comenzó su relato.
-Mi padre me llevó a ver ese espejo en el Museo Británico en 1946. Entonces tenía ocho años. Solo supe de dónde venía y quién lo usaba, pero no fue hasta que me fui a Oxford para solicitar estudios de museo que comencé a escuchar rumores detrás de las puertas de mis profesores. Seguían diciendo que el espejo estaba maldito. Cualquiera que dijera en voz alta lo que estaba escrito en el disco moría instantáneamente, siempre con esa mirada en sus rostros que sugería que "literalmente" se habían muerto de miedo.
-¿Tu padre alguna vez te contó la leyenda detrás de ese espejo? – preguntó Diana –
-Lo hizo... – respondió el Dr. Garrison, aun preocupado por la leyenda – Dijo algo sobre un dios celta que los prerromanos de esta tierra creían que podría entrar en este mundo si se le daba sangre en luna llena. Por supuesto, siempre me gustó una buena historia de miedo, pero esto era demasiado. Incluso no tenía buenas bases como para sustentar el origen de la leyenda.
Los héroes de la Justice League meditaron en silencio sobre que podrían decirle al viejo doctor acerca de la situación, por lo que Superman decidió darle la noticia.
-Esto sonará completamente increíble, doctor, pero el mito es más real de lo que pensamos. Hace dos días, Batman persiguió a un ladrón que intentó robar el espejo del Museo de Arte e Historia de Gotham City y el ladrón sin saberlo, liberó la entidad que estaba en el espejo – fue lo más resumido que Clark pudo contestar – Creemos que esta entidad, tratara de conquistar nuestro mundo. Por eso vinimos con usted, para que pueda orientarnos en como lidiar con esta amenaza.
El Dr. Garrison de repente tenía una mirada de total conmoción escrita en su rostro, y dijo más para sí mismo que para la Justice League.
-Significará la perdición de todos.
-¿Qué quiere decir? – preguntó Superman –
-Las personas que vivían cerca del castillo de Framlingham nos advirtieron sobre ir allí – contesto el Dr. Garrison – Ellos le rogaron al grupo de mi padre que no llevara ese espejo al museo. Por supuesto, lo trajeron de todos modos y luego uno por uno... todos los compañeros lingüistas de mi padre aparecieron muertos. Lo único que la policía escuchó de quienes los vieron por última vez fue que después de pronunciar el mensaje celta en ese disco de hojalata, simplemente cayeron muertos. Por supuesto, pensé que significaba que cualquiera que pronunciara ese mensaje moriría y eso era todo. Pero de alguna manera, mi instinto me decía que tal vez significaba algo más. Tal vez significaba la perdición...
-La perdición de nuestra civilización – intervino Superman, terminando la oración por él con una mirada de angustia –
-Deberían haber escuchado – dijo Garrison solemnemente –Deberían haberlo sabido mejor. En cambio el equipo de mi padre desenterró ese espejo y lo envió al Museo Británico. Luego más de sesenta años después, lo enviaron al otro lado del océano a Estados Unidos y ha estado allí desde entonces.
-¿Hay algún registro de incidentes similares que precedan aquí en Inglaterra debido al espejo? – pregunto Batman, ya que quería ir directo al grano –
-Ahora que lo pienso, ha habido otros casos – dijo el Dr. Garrison –De hecho hace algunos años, hubo mucha gente en Londres que terminó enferma y delirando. Lo último que recuerdo era que todos vivían en Euston Tower. Decían que había algo en el aire que los hacía sentir como que había demonios y criaturas extrañas que los acechaban en la noche.
-Y parece que la historia pronto se repetirá – dijo Doctor Fate. Casi al momento de hablar, trato de concentrar su don de clarividencia en la torre Euston y lo que vio, le helo la sangre – Miren...
Extendiendo una mano, el héroe mago abrió una ventana mística que revelaba que Mordru estaba ahora en la parte superior de la Torre Euston. Los héroes no podían escuchar lo que estaba diciendo, pero podían decir por la sonrisa maliciosa que estaba preparando algo muy desagradable.
-Tenemos que llegar a la Torre Euston de inmediato – los instó Superman – Sea cual sea el plan de Mordru, no podemos dejar que tenga éxito.
Con eso la Justice League se despidió del Dr. Garrison y el Doctor Fate los transportó a través de Londres a la parte superior de otro edificio que era colindante con la Torre Euston. Lo que los ojos de los héroes captaban era cualquier cosa menos agradable. Nubes oscuras se cernían sobre sus cabezas y llenaban el cielo por varias millas. Los relámpagos brillaban violentamente en los turbulentos pliegues de la creciente tempestad y en la parte superior de la torre, una dura luz verde los deslumbraba desde arriba.
-¿Qué está pasando allá arriba? – Martian Manhunter le pregunto al Doctor Fate –
-Está empezando – respondió Doctor Fate bastante preocupado –Mordru se está preparando para liberar a su ejército de criaturas oscuras en nuestro mundo.
-Pero... ¿por qué eligió este edificio como su portal? – preguntó Diana – ¿No habría sido el castillo de Framlingham un lugar más adecuado para comenzar su conquista?
-Responderé esa por ti, Bats – dijo Flash rápidamente a Batman que había tomado la delantera e iba a responderle a Diana. Luego dirigió su atención hacia Wonder Woman y comenzó su explicación – Me temo que no es tan simple. La Torre Euston no es un edificio común. El Doctor Fate dijo que Mordru planea dejar que su ejército de criaturas malvadas entre en nuestro mundo y la torre es claramente la puerta. La busqué cuando comencé como científico forense para el Departamento de Policía de Central City, con la esperanza de que me diera alguna experiencia de aprendizaje. El arquitecto era un tipo llamado George Kayne, nacido en 1921y fallecido en 1972. Era un parapsicólogo obsesionado con lo sobrenatural. Trabajó para la compañía George Wimpey que construyó esta torre y en 1956 fundó una sociedad secreta...
-Adoradores de la luna – dijo Batman, poniendo una sonrisa ante la inteligencia y compromiso de Barry –
-Exactamente. Y tenía una razón que era tan inquietante como loca – Flash continúo – Después del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando comenzó la Guerra Fría, Kayne proclamó que iba a salvar a la humanidad de sí misma destruyéndola porque creía que los humanos eran demasiado corruptos y violentos para coexistir. Tenía varios cientos de seguidores cuando murió. Él y sus seguidores realizaron rituales en el techo de esa torre para lograr su plan. Eran rituales hechos a Mordru y al Espejo de la Luna que tenían la intención de provocar la muerte de la civilización humana. Y ahora que Mordru es libre, en realidad puede suceder.
Por primera vez, todos los héroes se pusieron nerviosos ante el relato y por una vez, les preocupaba que incluso con Doctor Fate no pudieran salvar al mundo. La situación se había vuelto tan difícil que incluso Superman parecía preocupado. Podía ser que Clark sea invulnerable al daño físico, pero la magia era lo único (además de la kryptonita) que posiblemente podría lastimarlo.
Sin embargo, todos notaron la calma de Batman ante esta situación, e instantes después les dijo por que.
-Nuestra situación es grave, es por eso que llamé a algunos refuerzos – dijo Batman, apretando el comunicador en su casco y lanzando una señal de localización –
Apenas termino de hablar, un vigilante vestido de verde saltó a la azotea desde un vehículo aéreo. Los demás notaron el arco y el carcaj de flechas colgado alrededor de la espalda de este vigilante e inmediatamente lo reconocieron.
-¿Green Arrow? – dijo Flash, algo sorprendido – ¿Cómo llegó aquí tan rápido?
-Por qué volé – respondió el vigilante de Star City – Batman me llamó justo después de que ustedes dejaron su casa club en Metropolis para encontrarse con el Doctor Fate.
-Me complace conocerte, Green Arrow. Gracias por venir – dijo Wonder Woman acercándose a Green Arrow con una sonrisa –
-Y él no será la única ayuda que obtendrás – dijo una voz femenina –
Superman y los demás miraron hacia arriba y vieron dos figuras, un hombre y una mujer, descendiendo de un tejado vecino. La chica venia vestida con un uniforme negro y su cabellera era rubia. Los héroes sabían más o menos quien era, pues estuvo con el Equipo 7 durante la batalla de Metropolis durante la invasión de Zod. Sin embargo, el joven afroamericano que venía con ella era un desconocido. Su cuerpo estaba totalmente cubierto por partes mecánicas al igual que la mitad de su cara.
-Black Canary y Cyborg – dijo Superman, acercándoseles y estrechándoles la mano a cada uno – Más o menos he oído de ustedes. Gracias por venir a apoyar.
-Igualmente Sups... – respondió Cyborg – Batman nos informó sobre la situación y nos dijo que nos encontráramos aquí.
-Entonces será mejor que se preparen – dijo Doctor Fate – Nuestra batalla espera.
Todo era muy cierto, porque en ese momento salieron relámpagos de lo alto de la Torre Euston y el espeluznante resplandor verde se intensificó. Una ráfaga de viento llenó los alrededores cuando el remolino de nubes comenzó a rugir con un poderoso trueno. De repente, la luz verde brotó de la torre en oleadas, lo que obligó a la Justice League y sus amigos a desviar la mirada.
Cuando se atrevieron a mirar de nuevo, fueron recibidos con una visión de horror asombrosa. El cielo estaba repleto de goblins de piel verde y alas de murciélago vestidos con armaduras y portando armas antiguas. Horribles perros negros con ojos rojos se arremolinaron en lo alto de la Torre Euston. Ogros con dientes horribles aparecieron en varios tejados, arpías con alas puntiagudas y rostros grotescos se engancharon en numerosas farolas, y gusanos gigantes brotaron de debajo de la calle. La Torre Euston también había sido afectada por la magia de Mordru, ya que agarro un tono rojizo como la lava.
Se había convertido en un portal completo hacia una dimensión maligna.
Desde su punto de vista en la torre transformada, Mordru miró a su alrededor hacia sus hordas de sirvientes monstruosos y se rió con maldad. Ahora su plan para conquistar el mundo se pondría en marcha y el primer golpe caería sobre Gran Bretaña.
-¡Levántense, mis mensajeros de la perdición! – Mordru los llamó –¡Ha llegado nuestra hora de triunfo! ¡Hoy conquistaremos toda la Tierra y todos los mortales se acobardarán ante mí!
La horda de monstruos rugió y chilló con anticipación y a la señal de su peligroso amo, descendieron sobre Londres mientras varios de sus ciudadanos se levantaban de sus camas y gritaban asustados por la visión de pesadilla que tenían ante ellos.
De vuelta en su lugar de reunión en la azotea, la Justice League y sus cuatro nuevos aliados estaban alistando sus armas y preparándose para luchar en la gran batalla.
Era hora de hacer otra ronda de justicia para mantener al mundo a salvo.
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