SALEM

20 DE MAYO, 21:24 EST

La Justice League llegó a Salem en solo unas horas y se dirigió a un terreno abierto que no parecía estar construido en absoluto. Solo había árboles rodeando el claro y otros edificios abandonadas alrededor, pero no había señales de la vivienda del amigo de Superman.

-Es extraño – dijo Aquaman – Superman dijo que lo que estamos buscando estaba aquí, pero no hay indicios de personas en el lugar.

-Y tampoco hay formas de camuflaje alrededor del claro – agregó Flash, que sostenía en sus manos un aparato que buscaba señales térmicas –

Superman tomó la llave dorada y se acercó al claro vacío, luego miró la llave y vio confirmadas sus esperanzas. Inscrita en el oro había una sola palabra: INSERTAR. El Hombre de Acero insertó la llave y para su sorpresa y la de sus amigos, una puerta de madera arqueada con un símbolo Ankh brillante apareció de la nada, seguida de una gran estructura de piedra que parecía una torre en un tablero de ajedrez. No tenía ventanas ni balcones ni luces que indicaran que allí vivía alguien.

-¿Y ahora qué? – preguntó Green Lantern –

-Entramos – respondió Wonder Woman, estando a la cabeza del grupo –

Y así lo hicieron, con Superman entrando al último después de sacar la llave de la cerradura. Luego, los siete superhéroes se sorprendieron un poco cuando la puerta se cerró detrás de ellos y luego desapareció como si nunca hubiera estado allí, dejando solo una pared en blanco y un largo pasillo iluminado con antorchas frente a ellos. Antes de que cualquiera de ellos pudiera preguntar a dónde iba la puerta, vieron una imagen brillante de un anciano vestido con un traje fino que se interponía en su camino. Y antes de que dijeran algo, el anciano hablo.

-Bienvenido, Superman. Es sorprendente que trajeras a tus amigos a la Torre del Destino, especialmente a una hija de los Dioses Antiguos – dijo la imagen del anciano viéndolos a todos de manera calmada, como si ya los hubiera estado esperando –

-Vinimos aquí para preguntar por el Doctor Fate... sobre un asunto relacionado con una amenaza mágica para el mundo exterior – respondió Superman –

La imagen del anciano no dijo nada más, pues sólo sonrió y desapareció como la niebla al sol. La Justice League se quedó allí por un momento y luego siguió adelante. Solo habían recorrido una corta distancia cuando alguien más vino a saludarlos. Pero lo que aseguró a los héroes que estaban en buena compañía fue que esta figura era un ser vivo. Resultó ser una mujer de unos treinta y tantos años con un rostro claro y cabello oscuro hasta la barbilla que se rizaba debajo de las orejas. Llevaba un vestido verde azulado con volantes en el cuello y los puños.

-Hola, Inza. Ha pasado algún tiempo – Superman le hizo una reverencia cortés a la mujer –

-Superman – respondió Inza. Luego dirigió su atención al resto de los héroes – Vengan, amigos míos. Mi marido los ha estado esperando.

-¿Nos esperaban? – Flash preguntó –

-Por supuesto – dijo Inza – No habrían venido si la emergencia no requiriera asistencia.

Y con eso, condujo a los héroes a través de una pared que se abrió para ellos y se cerró detrás sin ningún tipo de mecanismo o manija. Atravesaron una habitación que parecía una sala de estar de una casa de clase alta a principios del siglo XX y luego a través de otra pared, donde vieron algo que parecía sacado directamente de Harry Potter.

Había varias escaleras que conducían en innumerables direcciones y miraban de diferentes maneras: arriba, abajo, de lado, circular, incluso boca abajo. Cada escalera conducía a un arco lleno de un brillo dorado, y cada uno de los arcos tenía un símbolo que sugería que conducían a otra parte del mundo y posiblemente a otro lugar en el tiempo.

-Dime que estoy alucinando – dijo Batman al oído de Diana –

-No lo estás – le respondió la amazona, riendo ante el escepticismo de Batman –

La Justice League siguió a Inza por la primera escalera y luego por varias de las escaleras que hicieron que el grupo se sintiera como si estuvieran caminando dentro de un caleidoscopio. Después de unos minutos de dar vueltas y vueltas, Flash y Green Lantern se sintieron bastante desequilibrados. Cuando se orientaron, notaron que el grupo estaba ahora frente a una puerta con el símbolo Ankh ☥.

Los siete héroes siguieron a Inza a través de él y entraron en una gran sala que parecía un cruce entre un museo y una biblioteca. Además de los numerosos libros, pergaminos y tablillas que se alineaban en los estantes, había amuletos, cetros y armas antiguas conservados en cajas de vidrio y oro.

-Estamos aquí – dijo Inza misteriosamente –

Ninguno de los miembros de la Justice League tuvo tiempo de decir nada más, porque de repente apareció un Ankh dorado brillante flotando sobre el suelo. Cuando desapareció, un hombre extraño estaba allí, y el grupo pudo decir que este tipo estaba en el negocio de los superhéroes. Era alto y de constitución decente, pero su disfraz lo cubría por completo: vestía un uniforme azul que tenía un tono más oscuro que el uniforme de Superman, así como guantes y botas que parecían estar hechos de metal dorado, un cinturón dorado adornado y un collar que le llegaba a los hombros, así como una capa dorada con un par de hebillas circulares y un casco dorado que cubría su rostro para que solo se pudiera ver sus ojos.

-Espero no llegar tarde, mi amor – dijo el hombre del casco morado –

-Está bien, esposo mío – respondió Inza – La Justice League ha llegado como dijiste que lo harían.

El héroe del casco asintió probablemente, luego flotó para encontrarse con la Justice League antes de poner un pie en el suelo.

-Un placer conocerlos. Me llamo Kent Nelson, pero he sido conocido como Doctor Fate, uno de los Señores del Orden y gran maestro de las artes místicas.

Superman y los demás le dieron la mano al Doctor Fate, y después de algunas breves presentaciones, Aquaman fue el que se decidio a preguntarle lo importante.

-Doctor Fate, ¿puede decirnos algo sobre el llamado peligro mágico que amenaza al mundo? – dijo Arthur, también en tono desconfiado –

-Sí, lo sé todo al respecto – respondió Kent Nelson – He vigilado de cerca el Espejo de la Luna desde que fue encontrado y traído a este país. Como tal, soy muy consciente de la situación que comenzó en Gotham City. Debido al ladrón Marvin, el propósito del espejo se ha cumplido – entonces le dio a la Justice League una mirada seria – El Señor Oscuro Mordru ha venido al mundo de los hombres.

Superman y sus amigos intercambiaron miradas de preocupación ante esto, ya que Batman les había dicho que estaban lidiando con una amenaza mágica, pero sonaba incluso peor de lo que esperaban por la forma en que Fate lo había dicho. Green Lantern fue el primero en hablar después de la breve pausa.

-¿Quién es este Mordru? – pregunto Hal –

-Mordru es uno de los magos oscuros más peligrosos que el mundo haya conocido – respondió Doctor Fate – Él fue una vez un rey guerrero llamado Wrynn que habitaba en un reino más allá del mundo. Ese lugar era Eorcanheim; un reino donde se pudieron encontrar piedras preciosas en todas partes, y además estaba gobernado en partes por cada gobernante de cada uno de los doce reinos de ese lugar. Eventualmente, Wrynn sintió una obsesión apasionada por la magia y buscó aprender todo lo que pudo sobre las Artes Oscuras. Al final, se volvió tan poderoso que lo único que temía en secreto era perder poder, lo cual, después de un tiempo sucedió.

-¿Qué pasó con él entonces? – inquirió Diana –

-El poder que ganó nunca fue suficiente para él – continuó Doctor Fate – Él deseaba gobernar todo Eorcanheim. Mordru inició una guerra en los Doce Reinos al matar a un príncipe que se llamaba Donal, el hermano de la Princesa Amatista. Durante años la guerra continúo hasta que al final, Mordru fue vencido y encarcelado en el corazón de su reino durante siglos.

-Pero... ¿qué tiene esto que ver con la llegada de Mordru a la Tierra? – preguntó Superman –

-Durante algunos miles de años, las primeras civilizaciones tribales en las tierras celtas contaron la leyenda de Mordru y cómo casi arruinó su hogar – dijo el héroe mago – Había algunos adoradores de la luna que creían que Mordru podía comunicarse con ellos cuando la luna estaba iluminada. Así que forjaron el Espejo de la Luna, creyendo que podría usarse para hablar con Mordru y permitirle mirar el mundo de los mortales. Fue una tontería, ya que la magia utilizada para proporcionar su poder liberó a Mordru en nuestro reino. Deseaba reclamar el mundo para sí mismo, y se necesitaron más de mil caballeros del Rey Arturo para detener su avance. Al final, Merlín usó su propio poder místico para desterrar a Mordru de nuestro reino. Y allí estuvieron hasta que fue encontrado y exhibido aquí. Ahora que Mordru es libre, es probable que intente conquistar el mundo.

Esto hizo que Superman y los demás pensaran en los planes de Mordru y cómo detenerlo.

-Si ese disco es lo que permitió a Mordru venir aquí a la Tierra, ¿no podemos simplemente usar un poco de magia mística para enviarlo de regreso a través de él? – pregunto Flash –

-Lamentablemente, no – respondió Doctor Fate con gravedad – La magia del Espejo solo permite que Mordru abandone Eorcanheim. Una vez que es liberado, el Espejo es inútil para llamarlo.

-Pero todavía debe haber una manera de evitar que cause daño en el mundo – Aquaman le insistió –

-La hay – respondió Fate de inmediato – Si distinguimos la ubicación de Mordru, nos enteraremos de su plan y lo frustraremos en la fuente. Proporcionaré una ventana mística que debería permitirnos encontrarlo.

Con esas palabras, Doctor Fate simplemente fortaleció su mano y un anillo de luz dorada mostró a Mordru apareciendo en una tierra ligeramente boscosa que parecía estar escasamente poblada, y ciertamente no parecía estar en América.

-Está en Inglaterra – dijo Batman - En Suffolk, conozco ese bosque. Cuando me fui de Gotham en mi adolescencia pase por ahí.

-Entonces nos dirigiremos a Suffolk y comenzaremos a buscar respuestas – dijo Superman –

-Superman tiene razón – afirmó Wonder Woman – Cuanto más esperemos, menos tiempo tendremos para actuar.

-De acuerdo – finalizó Doctor Fate. Volteo hacia su esposa y se dirigió a ella – Inza, confío en que puedas mantener las cosas en orden aquí.

-Siempre lo he hecho – respondió Inza –

-Ahora solo manténganse juntos y no se muevan – dijo Fate –

La Justice League se paró muy cerca y Doctor Fate estiró sus brazos sin decir una palabra. Resplandores de luz dorada rodearon sus manos y en un instante, los superhéroes quedaron rodeados por lo que parecía ser un túnel giratorio de energía mística. Una fracción de segundo después, la Liga y Doctor Fate estaban parados en el condado de Suffolk en Inglaterra. Era tarde en la noche y había poco movimiento o sonido, excepto por el canto de los grillos y la mínima cantidad de actividad en los pueblos cercanos, apenas insinuando la amenaza que se avecinaba.

-¿Y ahora qué? – preguntó Green Lantern –

-Ahora buscamos el lugar más lógico al que iría Mordru para iniciar su plan – dijo Martian Manhunter –

-El Castillo de Framlingham – anoto Batman –

-Claro... es cliché. Pero tú sabes de lugares oscuros y ruines, ¿Verdad Batsy? – dijo Hal en un tono bastante burlón. Batman solo ignoro su comentario –

-Entonces nos movemos ahora – dijo Wonder Woman –

Y con eso, los ocho superhéroes viajaron a toda velocidad al castillo de Framlingham. Encontraron el castillo en solo cinco minutos y entraron sin ser detectados. Cuando Wonder Woman preguntó dónde encontrarían las respuestas, Batman hizo la sugerencia más probable.

-Comenzaremos en el sótano. Ninguna otra habitación en el castillo es lo suficientemente profunda como para marcar dónde Merlín enterró el Espejo – culmino Batman –

La Justice League fue al sótano subterráneo, donde nadie había estado durante cientos de años hasta que se encontró el Espejo de la Luna. La puerta estaba cerrada, pero si la Liga conocía a Batman, tenía una idea o un artilugio de su cinturón. El Caballero Oscuro tomó un gancho del tamaño de una llave de su cinturón y lo insertó en la cerradura. Era posible que la cerradura se hubiera oxidado y se pegara, pero no fue así. Giró fácilmente y la Justice League entró en el sótano del castillo.

Cuando los superhéroes miraron a su alrededor, vieron que la cámara subterránea estaba llena de armaduras y viejos barriles de vino. No parecía haber pruebas de que Mordru hubiera estado allí, pero el Doctor Fate rompió cualquier escepticismo cuando usó su poder mágico para detectar cualquier rastro de energía mística inusual.

-Alguien estuvo aquí – anoto Fate –

-¿Él todavía está aquí? – preguntó Batman –

-No. Dejó Framlingham hace apenas unos segundos antes de que llegáramos. Pero es posible que haya dejado algo para mantenernos ocupados mientras continúa con su plan de conquista.

Tan pronto como el Doctor Fate termino de hablar, las armaduras se envolvieron en un brillo verdoso, luego cobraron vida y avanzaron hacia la Justice League con sus armas en la mano.

-Están bajo el control de Mordru – menciono Batman adoptando posición de combate – Tendremos que luchar para salir... como de costumbre.

-No. El sótano es demasiado pequeño para una pelea – dijo Superman – Si llegamos al nivel superior, tendremos la ventaja de ganar terreno.

Doctor Fate estuvo de acuerdo y conjuró un portal mágico para que la Justice League pudiera escapar del sótano rápidamente. Los siguió hasta el primer piso del castillo, y ahí la situación solo empeoró. Las armaduras en ese piso también cobraron vida y se prepararon para atacar. Pero esta vez, la Justice League estaba lista para contraatacar.

Las primeras armaduras intentaron atacar a Batman, quien ágilmente esquivó los golpes de espadas y hachas y respondió con puñetazos y patadas que los despedazaron. Superman golpeó las armaduras con solo la mínima cantidad de fuerza y ​​las piezas de esos trajes blindados se esparcieron por el suelo. Sopló a algunas con su súper aliento y los congelo en el acto. Wonder Woman no mostró miedo cuando las armaduras encantadas se acercaron. Corrió directamente hacia ellos y golpeó a algunos contra el suelo, luego pateó a algunos más y después saco su espada y de un solo golpe hábil destruyo a las que quedaban. Aquaman destruyó más armaduras con su tridente mientras el Doctor Fate lanzaba rayos de magia que reducían las armaduras a los caparazones sin vida que eran antes, y Martian Manhunter las separaba telequinéticamente. Flash solo corrió rápidamente a través de la planta, donde al momento de golpear a las armaduras, estas eran destruidas gracias a la rapidez del golpe. El que menos tuvo problemas con estos rivales encantados fue Hal Jordan, que solo conjuro con su anillo una ametralladora pesada de luz verde, con la cual repasaba a todas las armaduras que se le cruzaron.

La Justice League se mantuvo firme y rechazó varias armaduras más a medida que avanzaban, pero parecía que el enemigo solo se estaba multiplicando. Donde caía un traje encantado, otro tomaba su lugar, y ya había cientos de trajes blindados entrando en el salón.

-¡No es bueno! – grito Clark – ¡No podemos quedarnos y retenerlos para siempre!

-Entonces es hora de que ponga fin a esta batalla – declaró Doctor Fate –

Con eso, el héroe mago se levantó en el aire y sus manos brillaron doradas. Luego con una voz resonante, Doctor Fate dijo:

-¡Jern en nefer ella!

Una ola de luz dorada se expandió desde el cuerpo de Fate en un anillo y en segundos, las armaduras vivientes fueron envueltas en un resplandor deslumbrante. Luego, ante los ojos sorprendidos de la Justice League, las armaduras fueron colocadas automáticamente donde habían estado antes de que la magia de Mordru las animara. La batalla había terminado.

-¡Genial! ¡Perdimos el rastro de Mordru y todavía no sabemos lo que está planeando! – se quejó Green Lantern –

-Cálmate, Hal. Lo encontraremos – dijo Wonder Woman –

-Es posible que no necesitemos buscar a Mordru directamente – dijo Martian Manhunter – Hay algunos que viven en esta tierra que nos pueden dar información.

-Tienes razón – Batman intervino – Investigué un poco sobre cualquiera que supiera sobre la leyenda y el Espejo de la Luna. Solo hay una persona en Inglaterra que lo sabe: el arqueólogo Ben Garrison. Su padre, Alexander, fue el arqueólogo que descubrió el Espejo y lo exhibió en el Museo Británico antes de morir.

Los demás estuvieron de acuerdo y con eso, la Justice League dejó el castillo de Framlingham para encontrar a Ben Garrison. Con la situación cada vez más peligrosa, tenían poco tiempo para conseguir lo que necesitaban.