49
Charles Leclerc
Me levanto de la cama un poco asustado.
Siento un peso extra sobre la cama y cuando volteo veo a Charlotte.
Se ve tan angelical, sus labios están ligeramente abiertos, su cabello está ligeramente pegado a su frente por su sudor, está todo revuelto entre las sábanas y ella está enrollada entre las sábanas.
Sonrió al verla.
Veo como mi celular vibra de una notificación.
"¿Estas en casa de mi madre?"
Me incorporo de inmediato con confusión.
-Mierda.- susurró.
"¿Por que?"
Me levanto de la cama con rapidez y tomo el short del suelo.
"Es que estoy en la sala"
Lo último que esperaba ¡Dioos!
Sacudo a Charlotte con cuidado tratando de despertarla con el mayor sigilo que se pueda.
-Lorenzo está aquí.- le susurró cuando abre sus ojos poco a poco para verme.
Charlotte se levanta a tropezones de la cama, su cara de sorpresa me hace tanta gracia, pero no hay tiempo para esto.
-¿Que hace aquí?- pregunta tomando su vestido del piso con torpeza.
-¿Charles?- grita alguien fuera de la habitación, se escucha lejos, pero rápidamente reconozco la voz de Lorenzo.
-Mierda.
-Voy a ir a ver qué quiere.- digo. Camino con agilidad hasta la puerta y salgo de la habitación abriendo la puerta lo necesario, para que no vea a Charlotte.
No la estoy ocultando, pero se que ella no quisiera que la vieran de esa manera, somos adultos, pero ella nunca anoche me comentó que primero quería decirle a su familia antes de que un chisme se hiciera.
Para mi sorpresa Lorenzo está a medio pasillo con una maleta, claro ahora que recuerdo se irá de vacaciones con su novia.
-¿Qué hacías?- pregunta estirando su cuello a dirección de mi puerta
-Nada ¿De que hablas?- digo a la defensiva.
-Venía a despedirme de mi madre y a recoger una maleta que no encontraba.- dice no muy convencido. -¿Hay alguien en tu cuarto?- pregunta cuando se escucha un pequeño ruido dentro de esta.
Mierda.
¿Se abra golpeado?, la duda rápidamente carcome mi mente, hubiera gritado ¿no?
Veo como Lorenzo camina hasta mi puerta, pero lo detengo de inmediato.
-¡Claro que no!- lo tomo de los hombro y camino con el. -¿A donde iras?- le preguntó tratando de desviar su atención de mi habitación.
-Tengo pen...
Antes de que termine de hablar se zafa de mi agarre y casi corre hasta mi puerta. La abre con agresividad y espero en dios Charlotte este vestida.
Cierro los ojos con fuerza sin saber que decir, abro los ojos y lo primero que veo a Charlotte a media habitación, tiene sus cosas entre sus brazos y al vernos sonríe con nerviosismo.
-Lorenzo... Hola.- dice con una risa nerviosa.
-¿Charlotte?- Lorenzo no tarda en entender la situación y simplemente nos mira con extrañeza. Intercambia sus miradas entre ambos y después de unos segundos dibuja una pequeña sonrisa en sus labios.
-Lo puedo explicar.- digo con rapidez.
-Prefiero que no.- me dice mi hermano con burla.
Charlotte toma su celular de una mesita con rapidez y sale de la habitación.
-Espero vernos luego.- dice viendo a Lorenzo. -Adiós.
Sale despavorida escalera abajo, la sigo por inercia y Lorenzo me sigue a mi.
Al llegar a la planta baja veo afuera el taxi que supongo estaba esperando a Lorenzo.
-Toma...- empieza Charlotte.
-No te preocupes.- le dice Lorenzo con una sonrisa.
Charlotte me regala una sonrisa antes de salir de la casa y subirse al taxi.
Dios, ahora tengo que enfrentar a Lorenzo.
-¿Se pue...?
-No, no se puede.- lo corto de inmediato
Veo como se ríe de mi.
-¿Qué?- digo.
-Sabía que regresaría.- dice.
-Yo...
-No necesito explicaciones.- dice. -¿Me puedes llevar? Tu novia acaba de llevarse mi taxi.
Me rasco la nunca un poco nervioso, pero al final asiento.
-Iré por una playera.- digo subiendo las escaleras.
***
Hace un rato deje a Lorenzo en su casa y yo me fui a la mía, mi madre apareció en la casa y cuando Lorenzo le contó lo que pasó comenzó a decir lo feliz que estaba de que hubiéramos arreglado nuestras diferencias.
Les dije que no divulgaran nada de esto, pues Charlotte aún debe hablar con su familia... Y supongo que yo dejo ir a hablar con ellos de igual forma.
¿Cómo les daré la cara? Ahora entiendo lo que Charlotte dijo de que no era tan fácil.
Estoy en mi casa, me duché y estuve hablado con unos amigos, al parecer quieren ir a dar un paseo en un yate en una semana y quieren que libere mi agenda para esos días.
¿Llevaré a Charlotte? Claro que la llevaré, pero ¿ella querrá?
Le pregunto a mis amigos si puedo llevar a alguien y ellos me confirman que si puedo, incluso preguntan de quién se trata, pero no pienso revelar más de lo necesario aún.
Yo:
¿Llegaste bien a tu casa?
Charlotte
"Estoy bien, ¿Lorenzo dijo algo?"
Yo:
"No me dijo nada"
Charlotte:
"Max está sospechándolo"
"Cuando llegue me pregunto si estaba contigo"
Yo:
"¿Que le dijiste?"
"Sabes que mejor ¿puedo llamarte?"
Charlotte:
"Claro"
Rápidamente llamó a Charlotte y simplemente escuchar su voz me da una paz.
-Hola.- dice.
-¿Que te dijo Max?- Le preguntó con nerviosismo.
-Solo me dijo que si estaba contigo, le dije que si y que le contaría todo en su tiempo.- explica con naturalidad.
-¿Crees que se enoje conmigo?- le digo.
No es como que nos llevemos bien, pero si se entera que volvimos...
-¿Ya volvimos?- dice con inocencia. -Yo no recuerdo haber tenido una conversación con una propuesta.- puedo escuchar la manipulación en su voz y es tan llamativa.
-¿Ah, si?
-Yo sigo soltera, señor Leclerc.- me dice.
-Mmm, ¿si? No creo que por mucho.
-¿No? Me gusta estar soltera.
-No creo que pensabas eso anoc...
-¡Cállate!- me para enseguida.
-Señorita Verstappen ¿Quiere ser mi novia de nuevo?- le digo.
-Lo pensaré señor Leclerc, como sabe tengo muchos pretendientes detrás de mi.- me dice. -Deberá prometer algo, si es que yo le doy el privilegio de volver con usted.
-¿Y que es esa cosa que debo prometer?
-Debe prometer que no me lastimara, nunca más y que hablaremos las cosas no solo las ocultaremos.- dice con un hilo en la voz.
Siento un nudo en mi garganta, se que aún sigue con la inseguridad y no la culpo, fui un idiota al hacer eso y me merezco que poco a poco sus inseguridades se vayan reflejando y me hacer recordar en cómo la lastime.
-Se lo prometo por mi vida, señorita Verstappen.- le digo con el nudo en mi garganta. -¿Estamos bien...?
-Si, por supuesto.
-Me gustaría invitarte en dos semanas a la que me gustaría fuera nuestra primera cita oficial, en un yate junto a unos amigos.- le digo para no perder la oportunidad.
-Me encantaría.- dice.
Puedo imaginarla sonreír y mi corazón se acelera.
La amo.
Demasiado, con toda mi vida...
Los amo se los juro 🤧
Lloro de la emoción 😭
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Maratón 3/5
Navila Mikaelson
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