44
Charles Leclerc
Departamento de
Charlotte
Charlotte me da una pequeña sonrisa avergonzada, supongo que aún recuerda lo que pasó en la capilla.
—Charlotte, debemos hablar.— digo tratando de ocultar el nerviosismo que me causa verla, aún no me acostumbre del todo a ella.
Sus ojos están un poco hinchados y puedo ver la incertidumbre que le cause al llegar a su hogar. Lleva una pijama abrigadora después de todo estamos a 2 grados. Me regala una sonrisa y se hace a un lado ora dejarme entrar a su casa, la cual recuerdo exactamente.
—Charles yo...— trata de decir, pero la interrumpo.
—Déjame hablar. Lo que pasó fue algo que no estuvo bien, no después de todo lo que ha pasado entre nosotros. No quiero decir que no me agrado.— aclaro rápidamente. —Pero necesito saber que está pasando porque no volveré a cometer errores del pasado.
Charlotte abre y cierra sus labios tratando de hablar, pero finalmente termina agachando la vista apenada. Me acerco con cuidado a ella y decido rodearla con mis brazos.
Puedo sentir la sorpresa en su respiración y aunque al principio se trata de resistir al final rodea sus brazo en mi abdomen mientras llora.
Llora por mucho tiempo, siento una gran tristeza al saber que ha perdido una persona tan importante en su vida.
—Lamentó mucho lo que te pasó Charlotte.— hablo con suavidad.
Charlotte aprieta más su agarre mientras asiente con su cabeza en mi hombro. No se que decir o hacer, sinceramente no soy muy bueno consolando a la gente y no quiero arruinar lo que puede pasar entre nosotros.
Aunque mi cabeza aún trae el vago recuerdo de Alexandra a mi cabeza haciéndome sentir totalmente triste, prometí que no haría lo que hice con Charlotte hace tiempo y pienso cumplir mi promesa y contarle todo lo que ha pasado en este viaje inesperado.
Siento que los minutos pasan sin embargo me mantengo firme en mi abrazo con Charlotte quien sigue llorando y murmurando cosas que entiendo son más para ellas que para mi, por lo que opto en seguir en el abrazo sin hablar. De repente siento como libera un poco el agarre y poco a poco se deshace del agarre.
Charlotte me indica que irá a preparar un té para los nervios y me indica que me puedo quedar en la sala.
Antes de que pueda responder la veo perderse entre las paredes dejándome parado en la sala como un idiota.
Mi vista comienza a recorrer cada uno de los objetos en la sala y puedo ver como hay miles de cosas que tienen un valor para ella, hay muchas fotos en marcos de fotografía que hacen ver a su familia, puedo ver fotos de Max y Charlotte cuando el gano el campeonato en 2021, hay fotos con sus amigos y en alguna reconozco a Karla en el fondo. Hay una foto detrás de todas estas que llama mi atención, pues el marco es rojo brillante y tiene algunas letras sobresalientes de la parte superior de el cuadro, lo tomo con cuidado tratando de no tirar ninguno de los que se interponen, y cuando por fin logro sacarlo mi vista no logra comprender lo que ve. Admiro la foto sin saber muy bien que hacer, es una foto mía.
En esta estoy completamente solo en un día de carrera, puedo ver que estoy sosteniendo un trofeo en el podio y la sonrisa que hay en mi rostro es completamente diferente a las de hoy en día.
No sabía que era realmente feliz hasta que mi vida casi se vino abajo después de mi separación con Charlotte, por algunos días sentía que no valía nada y me recriminaba lo que había hecho y a pesar que en algún momento aprendí a vivir con ello, en el fondo nunca me perdone por la traición que cometí en su contra.
Al observar los estantes puedo ver que hay más retratos similares a estos, tomo uno por uno y admiro las fotos que hay, algunas son de nosotros juntos y otras son mías, en una estamos en Ibiza, fue un momento que nos había ayudado a conocernos mucho mejor y me hizo sentir como si estuviera en las nubes, esos momentos son los que mi corazón aún recuerda como si de un sueño se tratara.
Dejo las cosas en su lugar tratando de hacer que nunca toque nada.
Volteo y mi vista se topa con Charlotte, no se que decir...
—Emmm...
—No pensé que las encontrarías.— comenta sentándose en un sillón que parece muy cómodo.
—Lo lamento, estaba viendo las demás y me dio curiosidad.— comentó con una risa nerviosa.
Veo como juguetea con su taza un poco nerviosa, y sinceramente yo también, no se que decir o hacer, ni siquiera se para que vine, necesito pensar las cosas antes de hacerlas.
—Aunque lo nuestro no funcionó, fue una etapa muy bonita en mi vida que me gusta recordar.— susurra llevando la taza a sus labios.
—En verdad lamento lo que pasó con Karla y aunque no tengo excusas yo en verdad te amaba.— digo.
Su vista está puesta en su taza y veo como me escucha con máxima atención, a pesar de que me disculpe en su debido momento y en la cena ya no se que decir para que de verdad me perdone.
—Eso si me dolió mucho.— agrega sin verme aún. —Fue un momento que trató de olvidar y quedarme con lo bueno de nuestra relación.
—Creo que fue la relación más estable que tuve.— comentó con una pequeña sonrisa.
—Fue una relación que me gustó mucho, aunque mi familia no te quería.— dice con una risa.
—¡Oye! Al final todos me amaban.— me jacto orgulloso.
—No creo.— dice con burla.
—Max y yo hablamos por horas en esa cena, me lo gañe completamente.— digo con grandeza.
—Claro señor "no quiero ir a la cena".— comenta.
Y es ahí donde siento que los días no han pasado nada, nuestras risas resuenan en toda la casa y mi corazón late con fuerza sin saber que decir o hacer, me siento feliz, escuchado y sobre todo una pizca de amor resurgió del fondo de mi corazón.
Los minutos pasan y siento que solo somos ella y yo en este mundo, mi corazón está por estallar de felicidad y amor, amo a esta mujer, demasiado para poder comprenderlo. Nuestras conversaciones se vuelven largas, no hay pausas incómodas ni momentos difíciles, todo fluye con claridad y siento que estamos en el 2021 cuando aún era mi novia.
Nunca había experimentado estas situaciones con alguien que no fuera ella, ella te escucha, te pregunta y te sientes completamente escuchado. Las horas pasan y seguimos hablando y hablando, no hemos cambiado de posiciones, pero ahora siento que estamos más cerca que nunca.
Mi corazón está lleno y completo junto a ella, pero mi burbuja se estrella cuando mi celular suena.
Para mi mala suerte esta sobre la mesita que adorna el centro de la sala y el nombre se hace presente creando un ambiente incómodo.
"Alex ❤️"
Siento que mi corazón se para por un momento y antes de pueda agarrarlo la vista de Charlotte ha visto el nombre.
—Dios.— comenta efusiva. Se levanta de golpe del sofá y eso me hace seguir sus acciones.
—Charlotte.— digo levantando las manos en mi defensa. —Puedo explicarlo.
—Soy una tonta.— comenta rápidamente mientras se aleja de mi.
—No es lo que parece.— digo. —Solo nos estamos conociendo.
—Vete de aquí.— me dice.
Puedo ver que sus ojos son completamente neutros, no hay lágrimas, no hay enojo y mucho menos tristeza.
Trato de dialogar con ella, pero es inútil.
—Char...
—¡No me llames así!— grita. —Sal de aquí.
No quiero irme, me quiero quedar aquí con ella, pero no se puede y estoy consciente de ello.
Camino con la cabeza gacha hasta las afueras de su departamento, cuando quiero voltear y encararla, el sonido de la puerta cerrándose me hace sobresaltar...
Dios...
¡Holaaaa, había tenido muchos problemas con el capítulo, pero aquí lo tienen finalmente!
He puesto ahora una meta para subir el próximo 👀
60 comentarios y 50 votos
En cuanto se cumpla subiré el segundo
¡Los amo!
Navila Mikaelson
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