Único Capítulo:

[A pedido de Renetun, aquí les traigo este primer One-Shot de David-Hilda. Espero que lo disfruten, Camaradas.].

La subida por aquella colina se había hecho, al principio, un poco resbaladiza por el frío y que su pendiente quedara semi-congelada por la escarcha, llevando a que casi se resbalaran pero, con tenacidad, evitando no caerse, llevaron a que consiguieran su objetivo. La noche sobre Trollberg era fría pero tranquila, el viento movía las copas de los árboles, suavemente, caían algunas hojas, las últimas que quedaban en sus ramas. Pronto llegaría la Primavera, el Invierno daría paso a una mejora en las condiciones y la gente podría relajarse, dejar de salir tan abrigados.

Aún así, con lluvia, frío o nieve, aquellos dos jóvenes que estaban subiendo por la pendiente. Unos minutos después, aquellos que hubieran parecido una eternidad, consiguieron su objetivo. El castaño le tomó de las manos a la chica peli celeste, agarrándola justo a tiempo, debido a que un pequeño pedrusco se interpuso en su camino.

Antes de que tropezara, sus reflejos dieron tiempo para atraparla y que, por un momento, ambos se quedaran juntos, ruborizadas las mejillas, el corazón que latía, los pasos que se hacían lentos, como si se tratara de un equipo militar que cargaban encima y que ninguno parecía querer alejarse el uno del otro.

Una vez que terminaron de ascender aquella pendiente, ambos se quedaron bajo la soledad, el manto de Estrellas que lo cubría todo y la Luna resplandeciente, como si de una Perla de la Corona Imperial se tratara, que daba aquel toque tan magnífico, increíble. Parecía como estar inmersos en algún tipo de sueño, donde solo ellos estaban allí, tomados de las manos y con el viento que movía sus cabellos de a ratos.

Se giró, aquel castaño, por unos momentos para contemplar el tierno rostro de la peli celeste. Ésta no tardó en "responder" y ambos quedaron cerca, el uno del otro. Siendo "hechizados", aquella energía que crecía, bullía sin parar, desde el interior de sus almas, iba despertando pasiones y momentos que solo ellos conocían. 

Fueron acercándose, paso a paso, quedando a pocos centímetros y de ahí, sus manos se juntaron, el tacto mezclado con los guantes que portaban contra las bajas temperaturas hizo un "ruido cómico". Bajo los arrabales de unas colinas con pocos árboles, los bosques más atrás, las Estrellas y el Satélite Natural de la Tierra que los estaban "siguiendo", sus "testigos oculares", eran parte de lo que se estaba por gestar en esos momentos. 

La miró: Se veía tan hermosa y tierna desde el primer día en el que se conocieron. Tocó su rostro, pudo sentir la caricia de ella y que lo sujetaba desde la cintura hasta tenerlo más cerca.

- ¿Recuerdas cuando nos conocimos, David?.- Preguntó la joven a éste, quien asintió con la cabeza.

- Cómo olvidarlo: Fue, al principio, un poco raro pero luego empecé a ir avanzando, pasando de la amistad a la relación.- Respondió el chico a ella.- Oh, Hilda, el tiempo pasa tan rápido que uno se da cuenta de lo que tiene frente a sus propios ojos.

- Tranquilo.- Le auguró ella, haciendo un gesto de pedir silencio.- No pienses en ello. El Tiempo es parte de nosotros, pero tenemos que aprovecharlo cada día que tengamos con nosotros. ¿Tú querrías volver atrás y que nunca nos hubiéramos conocido?.- Preguntó la aventurera y él negó con la cabeza.

- Preferiría saltar desde un puente o pelearme contra Trevor.- Dijo el muchacho y ella se río de lo último.

- Descuida, que nunca pasará, nosotros somos parte de esta "Historia" que estamos escribiendo en el "Libro de la Vida" que uno comprende desde sus primeros días.- Respondió la peli celeste, mientras que su Zorro-Venado, Twig, se hallaba a su lado.

- Aún cuando pase el tiempo, yo no me alejaré de ti, Hilda. Te lo prometo.- Le dio David su palabra, acercándose más a ella y de ahí no se alejaba ni un solo centímetro de su cuerpo, dándose calor mutuamente para apaciguar las bajas temperaturas en las que estaban metidos ambos.

Inmediatamente a esa "unión", los dos se tomaron de las manos, nuevamente, pasando a acercarse más, quedarse juntos y con ello se vino un tierno beso que no se lo estaban esperando. Hilda fue la primera en dar la "señal" y fue acercándose hacia sus labios, mientras que David, por unos momentos, era "persuadido" por su voz interior de que debía esperar, éste decidió "darle un descanso" y ceder ante el amor que ambos se tenían.

No se querían separar, no deseaban "romper" aquella "Fuerza" que los mantenía cerca, el uno con el otro. Los labios de ambos chocaron en un dulce beso, el calor que irradiaban, compartiéndolo para evitar el frío, formaba una especie de "Defensa" ante el clima hostil que ofrecían el mes de Febrero en Trollberg.

Su aliento se "materializaba" en un vaho que iba subiendo hasta alcanzar alturas que desaparecían frente a ellos. El mismo ambiente se volvía "cálido", solamente alrededor de ellos y de ahí, mientras que Hilda y David se miraban a los ojos, daban por "sellado" su unión como pareja.

- Dime una cosa, David: ¿Eres feliz a mi lado?.- Preguntó la chica.

- Sí, lo estoy.- Respondió el castaño con calma y ella sonrió.

- Entonces, sí tú lo estás, yo también. Te prometo que juntos vamos a poder hacer muchas cosas, enfrentar obstáculos, salir adelante sin importar el que se nos interponga en el camino.- Juró ella y de ahí ambos se volvieron dar un fuerte abrazo con un beso bajo la pacífica noche de Trollberg.

Solo ellos dos.

Fin.

[Tal y como prometí, un pequeño One-Shot y el primer David-Hilda. Espero que les guste, amigos.

Nos estamos viendo y que tengan todos ustedes un buen comienzo de día Domingo de mi parte, Camaradas.].