Reencuentro
Cuando desperté, estaba rodeada de algunos hombres, todos vestidos de la misma forma. Estaban revisando mis heridas, pocos decían una serie de palabras una y otra vez. Uno de ellos notó que yo los observaba –Nos alegra que despertaras, joven, temíamos que fuera demasiado tarde-
-¿E-En dónde estoy?-
-Estás en el Vaticano, ¿Cómo te llamas?-
-M-Mi nombre... No, n-no tengo nombre, no sé quien soy-
-Tranquila, estarás bien aquí. Anda, come, debes reponer fuerzas-
Devoré cada plato como si fuera el último de mi vida, tras terminar unas monjas me ayudaron a ducharme, a vestirme, a arreglar mi cabello y mis uñas. Casi no me reconocía al verme en un espejo. Ellos me enseñaron a leer, escribir, rezar, aprendí todo sobre los monstruos; pero convertirme en monja no era algo que me hiciese mucha ilusión, sentía que mi lugar era afuera, en la acción. Fue por ello que, tras una conversación, fui enviada a una ciudad cercana, donde aprendí a pelear cuerpo a cuerpo. Mientras, algunos monjes fabricaban armas efectivas contra los monstruos. Todo eso me parecía tan... Familiar, pero no sabía porque. Fue así que me convertí en Van Helsing
Los años pasaron, a pesar de que lograba derrotar a los monstruos, la gente me veía como uno de ellos, pues todo lo que alcanzaban a ver eran los cuerpos de personas "inocentes"; y yo al lado o cerca de ellos. Fue así que mi cabeza tuvo un precio, fuera viva o muerta. A la mañana siguiente de derrotar al Dr. Jekyll (O como él solía llamarse, el Sr. Hyde), la sede me envió a Transilvania, para derrotar al Conde Drácula... Drácula... Solo con escuchar aquel nombre, un frío me recorrió de pies a cabeza. Casi obligue a Carl a ser mi acompañante
Al poner un pie en la ciudad, ambos fuimos rodeados por los aldeanos; justo cuando ellos estaban a punto de atacarnos, 3 vampiros llegaron con el propósito de acabar con la vida de Anna. Aunque fue complicado, logré eliminar a una de las 3 criaturas, nuevamente experimente esa sensación de deja vú; aquella acción provoco el miedo de los aldeanos por una venganza, pero también la admiración de la princesa. Esa misma noche, Anna recibió la visita de su hermano Velkan, quién ahora era el portador de la maldición del Hombre Lobo. Ambas lo seguimos hasta un antiguo castillo, el cual pertenecía al fallecido Dr. Frankenstein; ahí descubrimos que el plan de Drácula era darle la vida a sus hijos, una réplica del antiguo experimento del doctor, pero usando al hermano de Anna como la fuente de energía
2 descargas bastaron para que sus hijos revivieran, decir que lucían horribles era quedarse corto. Anna decidió ir a soltar a su hermano, mientras yo distraía a Drácula (Para nuestra suerte, Verona y Aleera habían salido para enseñarle a cazar a los recién "nacidos"), la mejor forma que encontré fue eliminando a un par de ellos, y lo conseguí –No sacaron tu encanto, ¿Eh?-
Transformándose en vampiro, comenzó a perseguirme; la carrera concluyó en otra habitación desolada, donde me escondí tras una de las columnas –Conozco el carácter de cualquier persona con solo escuchar su corazón- mencionó, antes de comenzar a aplaudir, cada vez más rápido –Al acercarme, se vuelve tan seguido que podría danzar a su ritmo-. Pronto disminuyó la velocidad de las palmadas, haciéndolo apenas sonoro –Pero el tuyo es tan controlado-
Una chispa lo distrajo, fue el momento que aproveché para salir de mi escondite y clavar la estaca en su pecho. Su cuerpo se quedo en shock mientras su rostro hacia una mueca de dolor. Me persigne *–Requiescat in pace-*
Pero su expresión se convirtió en una simple sonrisa burlona –Hola, Massiel-. No podía creer lo que mis ojos veían, sin ningún esfuerzo, Drácula extrajo la estaca –Linda estaca de plata, veo que seguiste con tu labor. ¿Hace cuanto tiempo sin vernos? ¿300? ¿400 años? A pesar de eso, sigues luciendo igual de hermosa-
-¿De qué demonios estás hablando?-
-Así que no lo recuerdas. La gran Van Helsing, entrenada por monjes y musulmanes desde el Tíbet hasta Estambul, la protegida de Roma. Pero, al igual que yo, eres perseguida por todos-
-¿Acaso debo sentirme halagada porque sabes sobre mí?-
-No solo por eso, querida- murmuro, antes de dar un paso hacia mí. Los nervios me invadían por completo, no podía explicar el porqué, pero mi cuerpo retrocedió casi al instante. Aquello le sacó una pequeña carcajada –Nuestra historia es tan única, Massiel. ¿Te has preguntado el porqué de tus pesadillas? Tan espantosas batallas pasadas. ¿Acaso no deseas que refresque un poco tu memoria? Tal vez algunos detalles de nuestro exquisito pasado-
Rápidamente saqué un crucifijo de plata, colocándolo frente a él. Drácula lo tomó, inmediatamente este se incendió, ambos lo soltamos al mismo tiempo –Tal vez otro día-
-En ese caso, permíteme presentarme. Soy el Conde Vladislaus Drácula, nací en 1422, y me asesinaron en 1462-
*Traduccion de latin: Que descanse en paz*
Lo se, lo se, me atrase y me disculpo. Estuve demasiado ocupada, para aquellos que celebran Navidad en familia son demasiadas las cosas que se necesitan comprar, limpiar, arreglar, etc. Pero siempre encontrare un espacio para traerles el capitulo de la semana. Ya saben que si quieren que los etiquete en el siguiente capitulo, solo deben escribir en comentarios sus opiniones o darle una estrellita, tampoco olviden compartir para que sigamos creciendo. Nos vemos el proximo viernes, y les deseo por adelantado una Feliz Navidad
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