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—¡Muy bien, chicos! ¡Eso es todo!

Aplausos y vítores estallaron en el set, combinado con el estallido que se producía abrir botellas de champagne. Habían pasado dos semanas desde que habían regresado a Los Ángeles para completar el rodaje de su película. No había cambiado mucho desde su regreso, bueno, excepto que Grant y ella ya no tenían su cita cada noche, pero Alice lo había atribuido al enorme trabajo que traía consigo la finalización de las grabaciones.

Pero mientras veía a Grant desde la otra punta de la habitación, la actriz no pudo evitar pensar que nada iba a ser lo mismo de nuevo.

—Alice —el hombre alto saludo cuando se acercó, levantando su copa—. Brindo en tu honor, por haber sido capaz de soportarme durante tres meses.

—Por varios meses más —respondió Alice, levantando su propia copa, y compartieron una sonrisa antes del tintineo de sus copas, tomando un sorbo. No pasó mucho tiempo antes de que fueran arrastrados por los demás actores y miembros de la producción hacia la mesa donde les esperaba el banquete. Alice no podría haber pensado en una mejor manera de pasar su noche, entre amigos.

Tal cambio no tenía por qué ser algo malo.

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Como ella predijo, sus puestos de trabajo los puso en diferentes direcciones, pero Grant había cumplido su promesa de no olvidarse de ella, a menudo la bombardeaba en Twitter o Instagram con comentarios ingeniosos que había regresado con facilidad, siendo los mejores amigos que eran.

Cada vez que se las arreglaban para encontrar un poco de tiempo para reunirse, Diana –Monique en el caso de Grant–, le arrojaría un nuevo guion en su regazo, o un nuevo contrato para una aparición especial en alguna parte. Con el tiempo, sucedió tan a menudo que incluso mantenerse en contacto se convirtió en más y más difícil de hacer.

Alice había sacado el tema en broma a su manager un día, preguntándole si no había una conspiración en marcha, si Diana estaba trabajando con Monique para mantener deliberadamente a Grant y a ella separados.

La mujer se vio nerviosa por un momento antes de regresar a su actitud alegre habitual.

—Creo que me pagas para mantenerte ocupada, Ali.

La actriz asintió riendo y poniendo una mano sobre el hombro de la morena. —Estoy bastante segura de que te pago para mantenerme cuerda, también —Había dicho, aún en broma, y ​​las dos rieron antes de que Alice le asegurara de que nunca la creería capaz de hacer algo en contra de Grant o ella.

Pero ahora, en la noche del estreno de la película que había coprotagonizado con Grant, Alice estaba empezando a pensar que tal vez se había equivocado. Diana no solo prácticamente le había gritado para ir a buscar a su vestido, sino que regresó minutos antes de que fuera hora de que partiera, impidiendo que llegara antes para pasar algo de tiempo con Grant.

—Didi, ¿qué pasa contigo últimamente? Has estado rara desde que te confesé lo que paso con Grant —dijo Alice, elevando la voz para que la otra mujer pudiera oírla a través de la puerta parcialmente cerrada de la habitación en la que se estaba cambiando—. Sabes que no puedo perderme el estreno, con suerte voy a llegar elegantemente tarde.

—¡Lo sé! —Su gerente respondió rápidamente, y Alice podía imaginar claramente la angustia que adornaba la cara de la otra mujer—. Me enorgullezco de no solo trabajar para ti, sino también de ser tu amiga, Alice. Hay algo que necesito decirte. Hablé con Monique y...

—Oh —la actriz sonó intrigado, y salió de la habitación vestida y casi lista para irse, con rapidez se tumbó en el sillón para colocarse los tacones—. La manager de Grant, ¿verdad? ¿Son muy cercanas? ¡Podríamos tener una noche de chicas las tres!

Diana le dedico una mirada exasperada. —Alice, déjame...

—¡Vamos, será divertido!

—Alice, es sobre Grant. Él esta... —la mujer lo intentó de nuevo, pero esta vez fue interrumpida por un golpe en la puerta.

—Señorita Parker, su chofer está esperando abajo —el botones anunció a través de la puerta, Alice dejó escapar un suspiro dramático y se puso de pie.

—Está bien, hablamos luego. ¡Noche de chicas esta noche! ¿De acuerdo? Invita a Monique —dijo mientras tomaba su cartera de mano y salía por la puerta antes de Diana pudiera decir otra palabra.

Una parte de ella tenía curiosidad por lo que Didi iba a decir sobre Grant, pero Alice imaginó que solo podía preguntárselo directamente a él cuando lo viera en el estreno, ella estaba tan emocionada que no podía permanecer sentada en el asiento trasero de su coche. Quien dijo que la ausencia hacia crecer el cariño no bromeaba; La actriz nunca antes había estado más contenta de promocionar una película porque finalmente conseguiría pasar algún tiempo con su mejor amigo.

Y, tal vez, si las cosas salían como esperaba y planificaba, serian oficialmente algo más. Alice había estado reflexionando sobre eso durante un tiempo y había decidido que quería dar ese paso con él. Pase lo que pase, vale la pena, y estarían juntos.

Muy pronto, el coche se detuvo en el lugar. Incluso con las luces intermitentes de las cámaras que parpadean a través del cristal tintado, su conductor, siempre profesional, se volvió a decirle que llegaron, y la actriz le dio una sonrisa de complicidad antes de sacudir la cabeza.

Alice estaba preparada cuando se abrió la puerta y salió sonriendo y saludando a la multitud. Como atraída a la gravedad, sus ojos y los de Grant se encontraron entre sí con facilidad, y ella estaba segura de que su rostro se iluminó como un árbol de Navidad. Por un momento, el actor había reflejado su expresión, pero cuando levantó la mano para saludarla otra mano lo detuvo y entrelazo sus dedos con él.

En cámara lenta, como para resaltar cada detalle, Alice se dio cuenta de los anillos en las manos unidas que brillaban ante el flash de las cámaras a su alrededor, una mujer alta y hermosa, con el pelo rubio castaño obligo a Grant a apartar la vista de ella y le planto un suave beso en los labios.

Como si hubiera recibido un disparo, Alice se detuvo bruscamente, cerrando los ojos e inclinando la cabeza, como si fuera a borrar lo que acababa de ver o quitar la angustia que explotó de su corazón. Desafortunadamente, ella no tuvo suerte, y para empeorar las cosas la mujer se percató de la morena y caminaba hacia ella, tirando de Grant.

Con más gracia de lo que podía haber pensado alguna vez que tenía ella sonrió y se dirigió a la pareja.

—Hola, señor y señora Gustin —saludo, sin ni siquiera una mueca, centrando su mirada en la mujer rubia en el brazo de Grant en lugar del propio actor.

Podía ver que Grant abrió la boca, pero su pareja se le adelantó. —Oh, no, todavía no. Andrea Thoma, dime La, por favor, ¡es un placer conocerte al fin! He oído hablar mucho de ti, señorita Parker.

'Al parecer no lo suficiente', era lo que estaba en la punta de su lengua, o 'nunca he oído hablar de ti' paso por su cabeza, pero en su lugar salió: —Todas cosas buenas, espero —Incapaz de mirar a Andrea por mucho más tiempo, ella miró sus manos en su lugar, pero encontró que no era mucho mejor—. Me preguntaba por qué había un anillo en tu mano derecha.

—Anillo de compromiso para hombre —explico Andrea, apretando los dedos—. No es demasiado popular, lo admito, pero...

—Grant es un romántico empedernido —Alice terminó por ella en un susurro, encontrando la fuerza para mirar, finalmente, al hombre a los ojos. Ella trató de sonreír, pero debió salir una mueca dolorosa porque su coestrella parecía al borde de las lágrimas.

—Alice...

—¡Alice! ¡Grant! ¡Por aquí! —Los fotógrafos a su alrededor gritaron al mismo tiempo que Grant había tratado de decir algo, y ella tomó la opción menos dolorosa para ella y se giró hacia las cámaras.

Finge, la actriz se dijo mientras sonreía para las fotos. Eso era lo que le pagaban por hacer, después de todo. Ella no creía que tuviera que hacerlo también en su vida real.

En el momento en el director y los productores llegaron para unirse a ellos fue el momento de entrar, pero el alivio de Alice al estar en la oscuridad, sentada lejos de la causa de su angustia, fue de corta duración porque ahora tenía que verlo en la pantalla, verse a ella a su lado y sufrir al tratar de no pensar en lo que podría haber sido.

A mitad del filme Alice comenzaba a llegar a su límite, y cuando apartó los ojos de la gran pantalla sintió que alguien la miraba, siguió el calor de la mirada para encontrar a Grant mirándola con intensidad. Incluso en la oscuridad podía ver el arrepentimiento en sus ojos, y ella no se atrevía a pensar exactamente sobre que podría estar sintiendo lastima.

¿Lastima por no haberle dicho la verdad? ¿Lástima porque se iba a casar? ¿Lastima por haber estado con ella?

No puedo fingir más. Llegando a su punto de ruptura, Alice se excusó, sacando su teléfono de su bolso para llamar a su chofer. Sin mirar hacia atrás salió corriendo de la sala, agradecida no sólo por el frío viento que la recibió, sino también por la rápida respuesta de su personal.

—Llévame a cualquier lugar menos al hotel —pidió ella, cerrando la puerta. Se deslizó en su asiento y cerró los ojos, y mientras las lágrimas corrían por sus mejillas, Alice casi podía imaginar escuchar la voz de Grant llamando por su nombre mientras se alejaban.

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FIN