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Capítulo 30: Fin

[Narrador Omnisciente]

El día había llegado para aquel joven soñador. Una maleta y un boleto de tren eran la prueba perfecta de que esto no era un sueño. Era la terrible e implacable realidad.

Todos estaban allí, como siempre. Tae, Jimin, Hoseok y Yejun, Jin y Minsoo, Suga, Jinsoo y por último el mejor amigo de Hyori, Namjoon, quien la consolaba con la mirada.

Hyori increíblemente se mantenía sonriente, sin demostrar lo que realmente sentía en su corazón.

Ella estaba a punto de romperse a pedazos.

Pero no podía, menos cuando ella había sido la causante de animar a su novio a ir por sus sueños. Ella estaba feliz, claro que si, pero al mismo tiempo, se sentía en un vacío, en lo más profundo del universo, con un nudo en la garganta.

Palabras de aliento y apoyo total salían de la boca de la chica, deseando muy en lo profundo que se quedara, que fuera a la universidad.

Que ella no estaba lista para dejarlo ir.

—¿Tienes todo lo necesario? —preguntó, acariciando la mejilla izquierda de Jungkook.

—Si noona, me lo has preguntado diez veces. Aquí está todo —dijo, señalando su maleta.

—Oh Dios, no puedo creer que mi niño se va a Seúl —la madre del muchacho lo abraza, con lágrimas en los ojos.

—No te preocupes mamá, vendré seguido. Tengo una vida aquí, no puedo dejarla —Jungkook aseguró con una sonrisa, limpiando los ojos de su progenitora.

La sonrisa de Hyori se desvaneció mientras Jungkook se acercaba a ella, su mirada llena de un amor que se mezclaba con la tristeza de la despedida. Él le tendió un pequeño oso de peluche.

"Tan cliché" Pensó ella y no se le pudo llenar más de amor la mirada.

—Prométeme que no te olvidarás de mí —susurró Jungkook, sus dedos rozando la piel de la mejilla de su amada.

—Jamás olvidaré lo que hemos vivido. Esta pequeña parte de ti, siempre estará conmigo —respondió Hyori, tomando el oso en sus manos.

—Cuídate, noona. Te quiero mucho —Jeon la abrazó, sus ojos brillando con una mezcla de emociones.

—Te quiero más, Jungkook —murmuró ella, sintiendo como un nudo se formaba en su garganta.

Ambos sellaron esas palabras con un beso apasionado, lleno de dudas, inciertos, con sabor a un adiós, pero el sentimiento que prevalecía era un inmenso amor.

Jungkook se alejó, con su maleta en la mano y una mezcla de ilusión y melancolía en su mirada. Hyori se quedó ahí, de pie, observando cómo se alejaba, llevándose consigo una parte de su corazón con cada paso.

Él se detuvo, como en esas películas tan románticas que vieron juntos en el pasar del verano. Jungkook corrió. Corrió hacia su amada como si ella fuese la última persona en este mundo.

—Noona, te extrañaré mucho —dijo Jungkook, con una voz totalmente quebrantada.

Hyori asintió con la cabeza, sin poder hablar. Las lágrimas le picaban los ojos, pero se negaba a dejarlas caer.

—Yo también te extrañaré, ojitos de Bambi —habló, con un tono de voz que trataba de ser fuerte, pero que delataba su dolor.

—Hyori, ¿por qué no me acompañas a Seúl? —preguntó Jungkook, con una voz llena de esperanza.

Hyori se quedó en silencio por un momento, pensando en la propuesta de Jungkook. Era una idea tentadora, pero sabía que no era realista.

—Jeon, no puedo —dijo Hyori, con un tono de voz triste.

—Noona, por favor —pidió Jungkook, suplicante.

Hyori miró a Jungkook a los ojos, con un dolor inmenso en el corazón.

—Tienes que perseguir tus sueños. Yo no puedo formar parte de ese recorrido. Es tu momento de brillar —explicó Hyori.

Jungkook asintió con la cabeza, con un dolor similar en el suyo. Sabía que ella tenía razón.

—Noona, te amo —susurró Jungkook, con una voz llena de emoción, besando la frente de su novia.

Hyori sintió su corazón detenerse. Y esta vez, las lágrimas corrieron solas por sus mejillas, como dos grandes cascadas, como si hubieran abierto el grifo para nunca cerrarlo.

Esas dos palabras, tan comunes, tan fáciles de decir para algunos, tan imposibles de decir para otros. Su corazón se encogió enternecido. Millones de mariposas, elefantes, leones, rinocerontes, jirafas y toda una sabana hacían una maratón en su estómago y era la primera vez que sentía algo así.

Hyori se sentía en los brazos de la persona correcta.

—Yo también te amo, cariño —respondió, casi sin poder hablar.

Jungkook la abrazó con fuerza. Hyori se aferró a él, sintiendo que su corazón se rompía en mil pedazos.

—Te voy a llamar todos los días —prometió el ojitos universo.

Hyori asintió, sin poder hablar.

—Adiós, noona —se despidió y sintió su mundo caer.

—Adiós, Jeon —respondió Hyori, tristeza pura recorriendo su ser.

—Hey, Jungkook, ¿te vas a olvidar de las pizzas los viernes por la noche? ¡No te olvides de tus amigos, eh! —gritó Jin, haciendo una reverencia exagerada, mientras Jimin y Tae imitaban su gesto con una sonrisa irónica.

—¡Sí y no te olvides de mi clase de baile! ¡Y vuelve pronto, que te tengo preparado un nuevo paso para tu próxima presentación! —dijo Hoseok, con un movimiento de hombros sensual, mientras Jinsoo se reía a carcajadas.

Suga, con una mirada seria, le hizo una señal a Jungkook con la mano: —Ve y conquista el mundo, niño.

Y con esas últimas palabras, entró al fin al medio de transporte que lo llevaría a su destino.

Jungkook se acercó a la ventana, con una mezcla de ilusión y tristeza en su mirada. El tren se movía cada vez más rápido, alejándolo de su vida, de su hogar, de ella. Se podía sentir la emoción de un nuevo comienzo, un sueño que estaba por cumplir. Miró a Hyori, una última vez, antes de que la estación desapareciera entre la neblina.

Hyori, con lágrimas en los ojos, le devolvió la mirada, sintiendo un dolor inmenso en su pecho. Jungkook le hizo una señal con la mano, una última vez, antes de que el tren se perdiera de vista, llevándose consigo una parte de su alma.

Hyori se aferró al osito de peluche. En ese momento, comprendió que el amor no siempre era suficiente para vencer la distancia. El tren se fue, dejándola atrás, con un vacío que solo el tiempo podría llenar.

La estación quedó en silencio, con un aire melancólico y triste. Hyori se quedó ahí, de pie, con el osito de peluche en sus manos, sintiendo el vacío que dejaba la partida de Jungkook.

Sus amigos la rodearon, consolándola con un abrazo cálido.

—No te preocupes, Hyori. Él volverá.

Todos repetían lo mismo.

Pero ella sentía que nunca más lo volvería a ver.

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No me maten por favor!
Alv, lloré bien feo escribiendo esto, me dolió hasta un pulmón😭😭😭
Último capítulo genteeeeee!!!🥳🥳🥳
Woa, en serio no me lo creo, pero antes, vaya y lea los agradecimientos 🤠👉🏻

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