Capítulo 3: Celular peligroso
[Min Hyo Ri]
Mi mal genio iba aumentando a medida que pasaba cada segundo del día. Estúpido niño. Lo odiaba, eso estaba más que claro. Si antes me interesaba un poco (mucho) ahora no me interesa para nada.
Creído, patán, malagradecido, subnormal, idiota, hijo de..
—Ya basta de hacer eso con los dientes, te vas a hacer daño.— la inconfundible voz de Namjoon me saca de mi fiesta con temática "Odien a Jungkook".
—Perdón, hoy no ha sido un buen día.— relajé mi cuerpo. Ni siquiera me había dado cuenta que estaba tensa, ni tampoco que partí los palillos cuando iba a comenzar a comer.— Ok. Me rindo, hoy no quiero almorzar.
—Oye oye, ¿me vas a decir qué te pasa o seguirás ignorándome como en los últimos veinte minutos?
—Es algo...complicado. Sólo tuve un mal día Nam, nada de qué preocuparse.— le dije calmada, pero él seguía mirándome con los ojos entrecerrados.
Kim Nam Joon, mi mejor amigo de toda la vida, partiendo desde que nuestras madres se hicieron amigas en la universidad y nos dieron a luz el mismo año. Nam el 12 de septiembre de 1999 y yo el 10 noviembre. Así que si, puedo decir que somos amigos desde que vinimos al mundo. Mi alma gemela, la razón por la que seguí estudiando, quien siempre estuvo a mi lado cuando decidí estudiar la lengua Inglesa, justo como él y quien me defendió cuando mis padres no me quisieron apoyar cuando decidí mi futuro. Definitivamente, Namjoon es todo lo que alguna vez pedí y no quiero perder.
—Oye Min Hyo Ri, sabes que puedes contar conmigo siempre que lo necesites, quizá yo pueda ayudarte. Recuerda que tenemos un pacto.— habló lo último en inglés, extendiendo su meñique hacia mi, como hacíamos cuando éramos niños. Y es que, nos contábamos todo, sin excepción de nada.
Miré a Nam mordiéndome el labio inferior, dudando sobre si contarle o no. Pero como siempre pasa, entrelazamos nuestros meñiques, y empecé a contarle.
—Un chico menor que yo me atrae de una manera...única. Su físico es impresionante pero, cuando lo miras de cerca es aún más desconcertante.— dije recordando esos ojos en los que me perdí cuando lo miré— Pero es un idiota consentido y maleducado.— hice un puchero digno de una pequeña de cinco años.
—¿Por qué lo dices?— preguntó curioso mi mejor amigo.
—El día que fuimos a tomar helado ¿recuerdas? Bueno, ese día, cuando salí de mi turno en Lights me lo encontré borracho en una parada de autobús.— él me interrumpió.
—Espera un momento, ¿ebrio en plena calle?
—Si, así es. Aunque se veía demasiado tierno y aún más cuando sonreía.— en mi rostro apareció una pequeña sonrisa al pensar en esa noche.
—Vaya vaya, tenemos a una Hyori enamorada aquí.— habló Nam bromeando y con una ceja levantada.
—¡Oye! N-no digas tonterías. Ese niño es sólo un físico bonito, es un imbécil y de los grandes.— suspiré— En fin, que se desmayó, lo llevé a mi casa con ayuda de Jinsoo y..— me volvió a interrumpir. Rodé mis ojos.
—¿Así que a Jinsoo, que la conoces hace a penas un par de años la llamas para ayudarte y a mi que soy tu amigo y confidente de toda la vida me dejas a un lado? Vaya, no sé cómo sentirme al respecto.— coloca su mano en el lado de su corazón, haciéndose el herido. Yo bufo.
—Sabes que si no te lo contaba era porque necesitaba el valor necesario para hacerlo. Tú eres de los que son muy directos si algo no te gusta, lo cual te agradezco. Eres mi mejor amigo, y a quien siempre le voy a contar las cosas, tarde o temprano.— le sonreí y tomé sus manos.
—Lo sé tonta. Sólo bromeaba.— admitió poniendo una de sus manos encima de mi cabeza, enredando mi cabello de inmediato— Pero...¿qué pasó entonces con el chico?
Aquí es cuando las ganas de matar a Jungkook vuelven en menos de un segundo.
—Cuando despertó al otro día se comportó de una manera idiota. ¡Ni siquiera me dio las gracias por haberlo salvado de morir congelado! Es un niñito demasiado creído. Dijo que mejor lo hubiese dejado en la calle y la verdad me arrepiento de no haberlo hecho.— crucé mis brazos y bufé.
—¿Hiciste algo para que él actuara de esa forma? Digo, te conozco mejor que tu mamá.— habló riendo.
—¡Yo no le hice na..— me callé de inmediato, pensando en el balde de agua fría que le lancé esta mañana.
Hyori, eres una tonta...
Pero no, ese maldito se lo merecía.
—¡Bingo!— me señaló con su mano— Mi hermosa Hyori, nadie se va o actúa así porque si. Debiste haberlo molestado mucho.— susurró hacia mi— Te voy a dar mi más sincera opinión, y espero que estés preparada para ello.— y ahí supe entonces que lo que me diría Nam no sería algo bueno.
Llegué a casa cansada.
Con miles de tareas y trabajos que hacer y con demasiado sueño.
Ayer no pude dormir bien gracias a cierto chico con ojos bonitos y encima hoy tampoco podré porque tengo muchas cosas que adelantar.
—¿Por qué no mejor me matan ya?— le hablé a la nada, ya que yo vivía sola.
Miré al sofá de mi living, rememorando la escena de esta mañana. Aish...de verdad que nada me sale bien en esta vida.
Un artefacto comenzó a vibrar entonces, llamando mucho mi atención ya que no era mi celular. ¿Cómo lo sabía? Lo tenía en mi mano. Curiosa comencé a buscar de dónde provenía esa vibración y exactamente era del sofá. Busqué pero no lo encontré sin embargo, de ahí venía el sonido. Eso, hasta que lo vi. Un lindo Samsung brillaba con intensidad debajo de mi sofá con el nombre de Jin hyung en su pantalla.
¿Pero qué demonios?
Lo agarré del piso. Ya había dejado de vibrar cuando muestra la foto de una linda chica como fondo de pantalla con un Jungkook sonriente al lado.
Ay no...el celular del idiota de Jeon.
Mi corazón empezó a latir frenéticamente.
Esto sólo significaba una cosa, y es que él vendría por su celular, en cualquier momento.
Dirigí mi mirada otra vez al aparato que había en mis manos y no pude evitar ver la pantalla.
Ellos dos se veían muy lindos. Me pregunto si el verdadero Jungkook es este tierno chico o el maleducado inmaduro que fue hoy.
Ella podría ser su novia.
Y no me sorprendería sabiendo la popularidad que tiene en su escuela. Si tan solo él no fuera menor que yo...
Golpes en mi puerta hicieron que saltara del susto. Guardé el teléfono de Jungkook en el bolsillo izquierdo de mi pantalón y caminé lentamente hacia la entrada de mi apartamento.
Giré el pomo de esta, con el corazón en la mano, nerviosa de ver al hermoso chico de dieciocho años que hace maravillas con mi cabeza.
Vamos Hyori, tú puedes.
Solté una gran bocanada de aire y cuando abrí completamente la puerta, Jeon se encontraba parado al otro lado, con las manos en los bolsillos de sus tan ajustados jeans.
Joder, ¿por qué tiene que ser tan perfecto?
Nos miramos por unos segundos y demonios, sus ojos son realmente cautivadores. Estaba en presencia de un Dios y yo era una simple mortal a su lado.
Yo iba a hablarle primero pero él se me adelantó.
—Vine por mi celular.— dijo frío, cortante, sin ninguna expresión en su rostro. Y aún así, se veía hermoso.
Una ola de decepción cruzó por mis ojos. Realmente esperaba que viniera otro Jungkook a agradecerme por todo, pero no pasó, ni en los siguientes minutos en que me mantuve callada.
Bien, si él era así, yo no tendría por qué ser amable.
—¿Qué te hace pensar que yo tengo tu teléfono?— me crucé de brazos, tratando de parecer intimidante mas solo logré que sonriera con falsedad.
—Mira, no te conozco y tampoco me interesa quien eres. Sólo quiero mi celular así que dámelo.— sonó más duro de lo que esperaba.
Vaya, al parecer el verdadero Jungkook era este. Un niñato sin modales y alguien irresponsable.
Ah pero no será tan fácil pequeño Jeon.
—¡Oye chico! ¿Te atreves a venir a mi casa, luego de ser tan irrespetuoso conmigo hoy, con quien te salvó la vida y aún así no utilizas honoríficos?— le hablé en un tono fuerte. Tenía que darme a respetar— ¿Acaso no te enseñaron modales tus padres?
—Si me enseñaron modales o no, eso no es de tu incumbencia.— hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza, mordiendo sus labios nervioso, gesto que hizo volar a mis hormonas. Dios, si me escuchas, cuando muera, será por un chico llamado Jeon Jung Kook— Es fácil, me das mi celular, me voy y no nos vemos nunca más en la vida.
Vale. Me rindo, él no va a cambiar de opinión y yo sólo estoy perdiendo mi valioso tiempo.
Pero él tendría su merecido.
—Si quieres tu móvil, ven por él.— saqué de mi bolsillo su celular y él me miró con atención, abriendo su boca y volviéndola a cerrar.
—Si serás...— lo interrumpí.
—Ya que fuiste un niño malo, tienes que conseguir las cosas por tu propia cuenta.— caminé hasta el balcón de mi casa, estirando mi mano hacia afuera, dejando al celular de Jeon dependiendo de mi.
—¿Pero qué carajos estás haciendo?— gritaba enfurecido y yo, yo me sentía poderosa por hacerle perder la calma.
—Ya te dije, a los niños malos se les da lecciones.
—No me digas niño.
—Uh, ¿toqué algo sensible?— reí victoriosa. Lo siento, pero tiene que pagar todo lo que me ha hecho sentir, pasar y enojar.
—Mira, hablemos con calma, ¿si? Tengo cosas importantes en ese teléfono y si lo dejas caer lo perderé.— suavizó su tono de voz, haciéndome sonreír aún más.
—Entonces con más razón debería tirarlo a diez metros de altura. Creo que no sobrevivirá.— hablé inocentemente, mientras Jungkook apretaba su mandíbula y sus puños con cada una de mis palabras.
Y entonces, él hizo algo que no esperaba.
Él se acercó a mí, hasta quedar a un centímetro de mi cuerpo. Su respiración era lo único que escuchaba porque mi aire se había ido de mis pulmones. Nuestras narices se rozaban y yo me quedé idiotizada mirando sus ojos.
Esos ojos brillantes que me dan cien años más de vida.
—O-oye, ¿q-qué haces?— mi voz sale entrecortada y me arrepentí de inmediato de haber hablado.
Bien, mi plan se acaba de ir al carajo.
Él se mantenía serio, mirándome fijamente, como si estuviera descifrando lo que pienso y yo sólo pensaba en lo hermoso que es este chico.
Pero toda esa magia que creé en mi cabeza fue interrumpida por un ágil movimiento al alcanzar mi mano con su celular y tomarme desprevenida.
Yo me quedé quieta, aún procesando todo lo que acababa de pasar.
Joder, no funcionó.
—Todas ustedes son iguales. Caen a mis encantos sin hacer absolutamente nada.— y se ríe. El bastardo se ríe mientras yo aún seguía estática— Ahora si, hasta nunca.— se despidió, yéndose tan rápido como vino y dejándome confundida, con ganas de gritarle un par de cosas.
Pero entonces me di cuenta de una cosa. Jungkook era más atractivo de cerca que de lejos y me da mucha curiosidad cómo e que llegó a ser así de idiota.
Maldito celular del demonio.
🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇
Capítulo más largo de lo usual😏
Y apareció nuestro Namjoon!! Sólo digo que él tendrá un papel importante en esta historia.
Cofcofspoilercofcof.
Ese moreno es la cura a todos mis males😌
Dejen sus comentarios si les gustó, alguna sugerencia o teoría y voten si quieren, no es obligatorio pero sí gratis!!😃
Odiemos a Jungkook tod@s, por ahora😆
Besos y cuídense!😘
P.D: En serio, pronto tendré una portada digna. Estoy en proceso :)
Love Yourself<3
learmy01
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro