Capítulo 24: Paraíso...destruido
⚠ Capítulo un poquito largo :)
⚠ Contiene escenas sexuales. Leer con discreción
⚠ Disfruten :3
[Jeon Jung Kook]
No sé si hacer esto es lo correcto, pero ya no podía parar. Ya no.
Salimos de aquel karaoke ni bien pisamos un pie fuera, consumidos ya por la excitación y lujuria que ambos sentíamos. Pedimos un taxi y en menos de lo que pensé, ya estábamos en su departamento. Aquel inolvidable departamento.
Vinimos besándonos por todo el elevador e incluso por todo el pasillo hasta llegar a la puerta de su casa.
Sin dejar de besarnos, Hyori buscó las llaves en su bolso. Detuvimos un momento nuestros toques y su cara de susto fue tan divertida que no pude evitar reírme.
—La llave. No está.— abrió sus ojos asustada, llevando las manos a todas partes de su cuerpo para verificar que la llave no estuviera.
—Oye oye, yo soy el que quiero tocar.— hice un puchero con mis brazos cruzados.
—Ya basta Jeon. Sin llave, no hay sexo.— soltó un bufido frustrada.
No pude más con su rostro y le dije la realidad de las cosas.
—Noona, tu casa se abre por un código no con una llave.— le confesé al borde de tirarme al suelo y reírme hasta morir.
—¡Ash! Maldita tecnología que instalaron hace un mes.— se quejó toda irritada mientras ponía al fin el código para poder entrar.
Que linda se veía enojada.
—Vaya contraseña. Muy original. Nadie puede entrar a..— me interrumpió para tomar el cuello de mi camisa y volver a estampar nuestros labios en un fugaz beso que me dejó completamente embobado, más de lo que estaba.— Alguien está muy apurada eh.— levanté una de mis cejas, sonriendo pícaro al verla cerrar la puerta del departamento y volviendo para tomar una de mis manos y otra vez, besándonos, fuimos a su habitación.
El momento que más había pensado había llegado. Al fin, luego de tanto, puedo demostrarle a noona lo mucho que la deseo y quiero arreglar las cosas con ella. Porque me he dado cuenta que me gusta, demasiado, más de lo que me gustaría admitir.
Me empujó hacia su cama, haciendo que mi cuerpo rebotara un vez. Sin perder el tiempo, se colocó encima de mi para atacar ahora a mi cuello mientras con sus manos quitaba cada botón de mi camisa. Llevé mis manos a sus muslos, recorriendo cada centímetro de su hermoso cuerpo hasta llegar a sus glúteos y apretar cada uno a mi antojo, sonriendo como tonto al estar viviendo este momento.
—Joder noona. Me vuelves loco.— confesé, atrapado en la excitación del momento.
—Ay niñito. Tú también me tienes loca.— dijo y la ayudé a quitarme por completo mi camisa para luego empezar a besar todo mi torso, con una sonrisa tan malévola que de solo ver esa imagen mi miembro dolía cada vez más, desesperado por salir de inmediato.
Fue entonces que invertimos los lugares y con un movimiento veloz, la tomé con mucho cuidado y la puse debajo de mi. Ahora me miraba con una sonrisa traviesa, mordiendo sus labios.
Quité su blusa con desesperación junto a su sujetador, casi rompiéndola en el acto, pero no me importaba. Sus pechos quedaron a mi disposición ¡Que maravilla!
Entonces como un loco desquiciado, me dediqué a mordisquear, lamer, chupar y besar cada uno de esos perfectos senos. Me sentía completamente en el paraíso.
Seguí besando, mordiendo, lamiendo cada espacio que mi boca era capaz de encontrar.
Esto era un maldito sueño.
Bajé a su abdomen, haciendo lo mismo que en las zonas anteriores hasta que llegué al cierre de su pantalón, el cual quité sin pensarlo dos veces junto con la braga de encaje negro que me encargué de oler como un maldito pervertido. Ella rió.
—Que pervertido eres Jeon.— sonrió divertida.
—Por ti, todo lo pervertido que quieras.— le sonreí de igual forma.
Fue en ese momento que me dediqué a observarla completamente desnuda. Tenía ante mí, una hermosura de mujer y yo, yo solo soy un simple mortal delante de esta diosa.
Sin más, con pequeños besos húmedos bajé hasta su zona íntima para lamer y chupar con intensidad cada pliegue de esta, sacando hermosos gemidos de su parte.
—Ah..Jungkook, mhm...— me sentí satisfecho al escucharla.
—Eso noona, gime para mí.— susurré con mi voz ronca, excitada al máximo nivel.
Me tomé el tiempo de mirarla por encima de su zona. Cerraba los ojos con fuerza y sus manos casi desgarraban a la pobre sábana que tenía su cama, soltando miles de groserías.
Dios... pagaría con mi vida si pudiera ver esta imagen todas las malditas noches.
—Mírate noona. Estás toda empapada. ¿Así te pongo?— sonreí burlonamente, frotando con mis dedos su botón.
—Jungkook...por favor.— su súplica fue música para mis oídos, mandando una corriente por todo mi cuerpo hasta llegar a mi amigo, poniéndolo más duro de lo que estaba.
Desabroché mi cinturón con una lentitud que le molestaba. Lo supe por su graciosa expresión de enfado. Bajé mi pantalón y un segundo más tarde, mi boxer, dejando al descubierto mi miembro erecto. Ella sonrió con picardía. Me acerqué a ella, acariciando suavemente el tronco de este.
—¿Te gusta lo que vez, noona?— pregunté sonriendo con malicia.
—Jodidamente si.— respondió con agresividad.
Me metí entre sus piernas, alineándome en su entrada, que goteaba con intensidad, listo para entrar en el verdadero paraíso y llevarla a ella al mayor clímax de su vida.
Pero cuando justo estábamos ya en la cima del éxtasis, el timbre de la casa sonaba como si fuera el diablo tocándolo. Maldije por lo bajo. Hyori se levantó, la frustración en su rostro.
—Deja que siga sonando noona. No abras.— pedí un poco agitado por la excitación.
—Puede ser importante Jungkook.— hablaba mientras tomaba un abrigo que le quedaba como vestido y se lo ponía.
—Ash. ¿Es en serio? ¿Me vas a dejar así?— señalé a mi entrepierna, dura como un semental. Ella miró, mordiendo sus labios desesperada.
—Créeme, muero por sentirte. Pero tenemos toda la madrugada. Solo déjame ir a ver quién es y vuelvo rápido.— asentí derrotado. Noona se acercó a mi y me regaló un beso apasionado, con sabor a excitación.
Me tiré de espaldas a su cama, maldiciendo a quien se atrevía a molestar el mejor momento entre Hyori y yo.
Esperé un buen rato, pero noona no llegaba. Mi erección ya había bajado y manos flojas seguía fuera. El agotamiento llegó a mi cuerpo, y mirando el techo de su habitación, mis ojos se cerraron.
[Min Hyo Ri]
Abrí con desesperación la puerta de mi departamento, gruñendo molesta porque me habían interrumpido en un momento de placer con Jungkook. De verdad que mi entrepierna pedía a gritos ser atendida por la de Jeon.
Arreglé un poco mi apariencia de casi-recién-follada y cuando ví a Namjoon con un rostro de tristeza, todo rastro de diversión se fue de mi ser.
Oh no. Que no sea lo que yo me imagino.
—Jinsoo...es una hija de puta, Hyori.— fue lo primero que me dijo antes de lanzarse hacia mí y abrazarme para empezar a llorar con fuerza.
Yo seguía demasiado fuera de mi y como pude lo abracé con igualdad, dándole todo mi apoyo. Lo llevé hasta el sofá de mi casa, ahora ambos sentados, diciéndole palabras de consolación. Una vez que detuvo su llanto, le pedí explicaciones.
—¿Qué pasó Namu?— pregunté, casi al borde de llorar con él, no soportaba ver a mi mejor amigo y alma gemela así. No podía. Pero me mantuve fuerte.
—Ella...— hipó— Fui a visitarla a su trabajo para darle una sorpresa porque no le avisé que iría y cuando llegué yo...— se detuvo para recordar algo y luego, más lágrimas empezaron a salir de sus ojos— Cuando llegué yo vi a Jinsoo besando a otro chico...a ese amigo de tu novio Jungkook.— terminó de contar y mi alma se partió en dos al verlo así.
—Oh Namjoon, ven acá. Y Jungkook no es mi novio.— se recostó en mis muslos, como hacíamos siempre que nos sentíamos mal. Empecé a acariciar su cabello y a darle palabras de apoyo.
La verdad, no podía ponerme por parte de ninguno de mis mejores amigos, porque amo a Nam con mi vida y Jinsoo es una gran amiga. Así que no dije nada más que palabras para que Namu dejara de llorar. Luego hablaría con Jinsoo.
Besé su frente varias veces e intenté hacerlo reír un poco. Me sentí satisfecha cuando después de bastante tiempo pude hacerlo sonreír.
—Seguro habrá un malentendido Nam. Jinsoo no es así. Tendrá una explicación.— intenté razonar coherentemente porque conocía a mi amiga.
—Oh si. La explicación es que es una niña inmadura que no sabe lo que quiere en su vida y quiere jugar con los demás. Esa es la explicación.— soltó molesto.
—¿Por qué no mejor te preparo un café?— ofrecí para hacerlo olvidar un poco lo que había sucedido.
Me levanté con cuidado de no mostrar la desnudez que había debajo del gran abrigo que escogí hace como una hora. Lo que me recordaba al ojitos de Bambi.
¡Dios Jungkook!
Casi me atraganto con mi propia saliva al recordar a Jeon en mi habitación y lo que estábamos a punto de hacer antes de que Namjoon llegara.
Joder.
Me dispuse a hacer el café para Nam y para mí. Ambos nos lo tomamos mientras hablábamos de cualquier cosa.
—Lo siento por interrumpir tu noche Hyori.— mi mejor amigo habla bajo.
—No te preocupes por eso. Estaba sola la verdad.— mentí, para no hacerlo sentir mal.
—Oh por favor. Tenías cara de "estaban a punto de partirme en dos" cuando llegué.— casi escupo mi café cuando dijo eso.
¿Cómo carajo lo supo?
—¿Se notaba tanto?— pregunté avergonzada.
—Bastante. ¿Jungkook está en tu habitación?
—Si.— confesé tímida. Él asintió.
—Bien. Entonces hoy no hiciste el delicioso por mi culpa. Que mal amigo soy. Perdón por eso.— se levantó del sofá, dejando su taza vacía en la mesita del centro. Yo hice lo mismo.
—Oh no no no Nam. Está bien. Tú siempre estás primero.— hablé un poco nerviosa.
—Gracias por todo Minie. Creo que mejor me voy.— dijo, con un mejor rostro que el que tenía cuando llegó.
—Es tarde Namu. ¿Por qué no te quedas?— ofrecí. No quería que algo le pasara.
—Tranquila. Pido un taxi y me voy a mi casa. Solo me hace falta descansar y olvidar este día de mierda.— caminó hacia la salida y ahí nos abrazamos por un minuto al menos.
—Cuídate Nam. Te quiero mucho.— dije en su cuello.
—También te quiero Min. Nos vemos.— abrió la puerta y se fue, dejándome totalmente anonadada por todos los acontecimientos del día de hoy.
Recogí las tazas que habíamos usado y las llevé a la cocina para dejarlas allí y volver a mi habitación, tremendamente avergonzada de haber dejado a Jungkook así.
Lentamente entré y la imagen que me topé fue la de un Jungkook durmiendo, desnudo y con la luz de la luna en su rostro. Mordí mis labios.
¿Por qué tenía que ser tan jodidamente perfecto?
Sus pectorales y brazos se veían tan trabajados, así como sus piernas. Su brazo derecho, completamente tatuado, me ponía otra vez un poco excitada.
Por Dios. Claro que quería probarlo. Todo de él quería probarlo.
Me acerqué a mi cama, acostándome del otro lado de Jeon y me quedé allí, observando como dormía. Su rostro desplegaba una ternura tan hermosa que no parece tener el cuerpazo que tiene. Parecía un lindo niño durmiendo, con sus labios separados un poco y un pequeño ronquido salía de estos. Las inmensas ganas de besarlo me abordaron.
—Ah niño...me haces ser tan tonta.— susurré, para que no me escuchara.
Entonces se removió, abriendo sus preciosos ojos universo, despertando en mi esa sensación que nunca tuve en mi vida.
—Noona. Ya estás aquí.— habló con voz ronca, sonriendo y acariciando mi cabello para poner un pequeño mechón de este detrás de mi oreja.
—Perdón. Mi mejor amigo tenía un problema y tuve que consolarlo.— con lentitud quité mi abrigo y quedé desnuda para luego cobijarnos y poner mi cabeza en su pecho, dando pequeñas caricias en los distintos lunares que tenía y él a mi brazo.
—Está bien. Otro día será entonces. Me debes una.— reí y él besó la cima de mi cabeza.
—Jungkook.— llamé.
—¿Si noona?
—Gracias.— cerré mis ojos entonces, sintiendo la calidez de su cuerpo desnudo. Lo sentí sonreír y fue todo para que mi ser estuviera listo para caer feliz en los brazos de Morfeo, aunque en este caso, en los brazos de Jeon.
—Gracias a ti por soportar a este niño. Prometo hacerte la mujer más feliz de este mundo, Hyori.— escucharlo decir mi nombre fue glorioso. Di un pequeño suspiro.
—¿De verdad lo prometes?— pregunté con voz sumamente baja e inseguridad en mis palabras. De verdad que tenía tanto miedo por todo lo que estaba sintiendo en este momento. Simplemente, me aterra las cosas increíbles que puedo sentir con Jungkook a mi lado.
Lo amaba. Amaba a Jeon Jung Kook.
Entonces levanté mi cabeza para mirarlo fijamente y con su típica sonrisa de un niño de cinco años habló.
—Lo prometo, noona.— y me besó, un beso cargado de amor y emociones que ambos no sabíamos cómo explicar, pero con un simple beso nos lo decíamos todo.
Fue en ese entonces que me di cuenta de lo increíble que es estar enamorada. Pero más increíble es estar enamorada de Jeon Jung Kook.
Nunca pensé que me iba a gustar un chico menor que yo. Jamás lo imaginé. Y exactamente como él dijo el día de las semifinales en el pentágono:
«—Solo una noche y vas a caer ante uno, noona...»
Y si, caí ante uno. Uno que me tiene en enamoradalandia con sus ojitos de Bambi.
Jungkook despertó en mi esa sensación de tenerlo para toda la vida.
🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇
Oh por Dios!😱
Nada que decir, digan ustedes mejor 😆
En mi perfil está que no escribía escenas +18, pero últimamente estoy leyendo muchos libros eróticos y quise aventurarme en eso🙂
Es la primera vez que escribo algo así, así que bueno, espero que les haya gustado y si así fue, déjame tu estrellita. Me ayudarías un montón 🤗💕
Tomen mucha awa y nos leemos pronto 😘
P.D: Estoy muriendo con el rumor de que Jungkook y Justin Bieber harán colaboración (ノ*0*)ノ
Creen que será verdad?👀
Love Yourself<3
learmy01
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro