Lean el capítulo anterior a este.

Minji

—Es que no tienes vergüenza, Minji— madre deja caer el sobre con fotografías sobre la mesa, brinco en mi lugar— te he dicho que tienes que hacer amigos, no que tienes que pedirle a tu profesor que te traiga hasta aquí ¿cómo puedes ser tan atrevida?— las fotografías muestran como caminamos por las calles y el como me aferro a la camiseta de Jimin— tienes un hombre al que aferrarte, uno al que puedes tomarle la mano y calmar tus crisis ridículas, Yuhan puede hacer todo eso por ti.

Él no puede.

—¿Qué dirían sus familiares al ver estas fotos? ¡Que vergüenza!— bajo la cabeza, aveces es mejor no discutir con ella o se pondrá peor— te dejé tomar esas clases porque insististe, estamos a dos semanas de tu boda con Yuhan y estoy segura de que no estará feliz de ver tus confianzas con alguien que conociste ayer.

No quiero casarme, no con él.

—Jimin sólo fue amable— lo defiendo— yo se lo pedí.

—Por supuesto que tu lo hiciste, así es como engatusas a todos a tu favor— bota el aire— no te pido que hables, pero al menos no arruines los planes que con tanto esfuerzo he hecho para ti.

Gracias por pensar en mi, mamá.

—¿Papá lo sabe?— pregunto nuevamente, como todos los días, aún cuando sé la respuesta.

—No, y no tiene que saberlo, es contra él quién estamos compitiendo— asiento— ¿ayudarás a mami a alcanzar la cima? como lo prometimos— vuelvo a asentir, resignada— así me gusta— palmea mi mejilla— alistate, Yuhan vendrá por ti.

🎆🎆🎆

Athena vuelve a escoltarme hasta la sala de prácticas, en el camino me cuenta acerca de Jimin, dice que le agradé bastante y que nos llevaremos bien. Ella se ve como alguien imponente, da un poco de miedo, pero solo basta oírla hablar para saber que es una gran mujer y que tiene su lado amable y dulce.

Yo igual quisiera lucir así de despampanante.

—Hey, mochi— dice apenas entramos ¿mochi? eso no estaba entre la información que encontré de él en internet— Minji está aquí.

Jimin se levanta del suelo, puedo ver que sus piernas estaban estiradas en una posición incomprensible ¿yo tenía que hacer eso? esperaba que no, parecía ser algo de niveles más altos.

—Hey— Athena acaricia mi hombro y se despide, él luce muy bien, trae otra de esas camisetas como la de ayer y no sé si lo sabe, pero el cabello rubio lo hace lucir más tierno de lo que ya es, aunque sin perder su toque varonil, es guapo, creo que todos aquí lo son— ¿Cómo estás? Espero que lista.

Asiento, de repente me siento un poco más tímida, él es muy bueno en lo que hace, vi algunos videos y es muy impresionante.

Dejo mi bolsa en una de las esquinas de la sala, hay un espejo gigante que abarca toda una pared y puedo ver perfectamente mi figura reflejada en el.

—Muy bien— dice, corro a pasos pequeños hasta dónde él está— ¿Que tal te va con la flexibilidad?— pésimo— vamos a calentar primero, no puedo simplemente empezar así no más, podrías lastimarte y no queremos eso ¿verdad?—asiento— pondré música y así no será tan aburrido.

Jimin corre, bueno, trota y luce adorable al hacerlo, en un segundo escucho a Cyndi Lauper y aquello me hace reír, me gusta la canción y ver a Jimin vocalizarla mientras vuelve a mi lado junto a sus muecas es gracioso.

Comenzamos, él me dice y explica que tengo que hacer, me comenta los nombres de cada estiramiento y agradezco poseer una  memoria decente  o de lo contrario jamás podría aprenderme tantos nombres y movimientos.

Me pide intentar abrir más mis piernas pero es sinceramente, imposible para mi, por lo que termina riéndose de mi cara de asombro cuando lo veo hacerlo, lo intento sin éxito.

—Relaja los hombros, separa un poco los pies, dobla un poco las rodillas y aprieta el abdomen— lo hago— bien, quédate así un momento.

Dolía. Dolía mucho.

—Descansa— no tuvo que decirlo dos veces, me desplomé en el suelo y se rió— buen trabajo.

Mochi, si, lucía como uno.

❤❤❤❤

Besitos rojos.