—Espera, Dal... Nos van a acusar de indecencia pública.

Taehyung, si bien no quería que Haedal se separara de él, tuvo que hacer lo posible por alejarla. Con ella sobre su cuerpo en medio del solitario parque, sintió que en cualquier momento podría perder la cabeza. Era muy buena besadora, tanto que sintió que en cualquier momento se le podría haber salido un suspiro, y tal vez fue así, pero no lo notó al estar tan entregado a sus labios.

Eran dulces. Literalmente eran los besos más dulce de su vida.

—Qué cosas dices. Si tan solo nos estamos besando... La indecencia pública es algo diferente —sus labios volvieron a rozar los de Taehyung, quien deslizó sus manos hasta la cintura femenina.

La sudadera estaba en el piso, ninguno lo había notado al estar centrados en besar al otro. ¿Por qué parecía que sus labios encajaban tan bien? Haedal pensó en que si hubiera besado a Taehyung cuando eran adolescentes, con sus hormonas alborotadas de seguro habría hecho una locura y Taehyung, por su parte, no pensó en algo muy distinto.

Habían cruzado la primera línea, ya no había vuelta atrás. Un beso podía tomarse como un error, incluso una causalidad, pero ya con varios besos compartidos... Definitivamente de error no tenían nada. Los dos eran muy conscientes de lo que estaba sucediendo y cada quien sabía lo que hacía.

—Se nota que no habías dejado de pensar en lo que pasó, ¿eh?

Haedal quiso temblar. La voz de su mejor amigo había dado directamente en una de sus orejas, la cual enseguida se sintió caliente. Lo había dicho en un susurro con la tremenda voz que se cargaba... Cualquiera en su lugar se habría puesto nerviosa. Además, a ello se le sumaba que estaba sobre sus muslos, los cuales eran bastante cómodos aunque aquello no lo iba a decir en voz alta. Por lo mismo solo se acomodó un poco para seguir de esa forma, sin embargo, para Taehyung no estaba siendo precisamente cómodo. Por eso nuevamente la detuvo.

—¿Qué pasó ahora? ¿Acaso no te gusta?

—No quería ser un cochino, pero me veo en la obligación de serlo. Por como te sigamos moviendo, voy a terminar acampando gracias a la tienda de campaña que se va a armar.

Entonces Haedal en ese momento se dio cuenta de lo cerca que estaban sus cuerpos. De un brinco se puso de pie para regresar hasta el tobogán en el que estaba, y de pasó recogió la sudadera para lanzarla al regazo de su amigo. Que tuviera una erección en medio del parque era lo que menos quería.

—Perdón. Creo que me precipité...

—Está bien. Los dos nos dejamos llevar, además yo fui el que tiró de tu muñeca para que cayeras sobre mí.

Haedal le dio la razón. Si no la hubiera detenido, habría salido corriendo como había planeado, pero al final las cosas habían resultado bastante distintas.

Ambos amigos se quedaron observando el cielo. El ambiente volviendo a ser el mismo antes de que se besaran. Haedal pensó en que era el momento correcto para sacar la conversación que tanto había guardado. Tenía que aprovechar que estaban solos y que no había nada más que la detuviera.

—Me volví a encontrar con mi superior, ese llamado Seokjin que viste el otro día. Y... otra vez me ofreció que podríamos hacerlo, ya sabes, tener sexo. Lo dijo en forma de broma... ¿Pero no crees que es un rarito? ¿O es común entre los hombres ese tipo de propuestas tan directas? ¿Tú le has dicho algo así a una chica?

—Claro que no —respondió enseguida— ¿Quién se cree ese imbécil? Le tendrías que haber dado una buena patada en los huevos, a ver si de esa forma se le quitaba lo pervertido.

—Viendo como es, no me sorprendería si eso le pusiera... —tomó el suficiente aire para lo que estaba a punto de decir— Por cierto, ahora yo voy a ser la rara, pero... Me preguntaba si, hum, si tú podrías ayudarme con eso.

Por mucho que había bajado la voz, el silencio del lugar permitió que Taehyung escuchara a la perfección, no obstante, como no podía creer si había escuchado bien, se giró para verla.

—¿Cómo? ¿Qué dijiste?

—Que a Seokjin le podría poner una patada en los...

—No, lo otro.

Haedal dejó salir el aire que había tomado. Hacerse la tonta a esa altura simplemente le haría darle más vueltas al asunto.

—Ah, bueno, en realidad fue una estafa. Solo... Pregunté si podrías hacerlo conmigo. Pero insisto, es una estupidez. Es solo que todos mis amigos tienen historias para contar sobre eso y yo nada...

A Taehyung se le escapó una suave sonrisa viendo lo nerviosa que se había puesto. Incluso estaba moviendo sus manos más de lo necesario.

En serio podía ser tierna.

—No deberías sentir presión por eso. Cada cosa tiene su tiempo, ¿no?

—¡Lo sé! Pero no es solo presión. En verdad me da mucha curiosidad saber cómo es el asunto. Cuando Seokjin me lo ofreció por primera vez casi me lo pienso y acepto, pero no quiero havwelo con un extraño. Me gustaría que hubiera confianza y... Eres en quien más confío, Tae. Sé que es una locura, debes estar pensando que estoy igual de loca que él. Primero pidiéndote que poses sin ropa, después pidiéndote un beso y ahora esto.

—Dal, los dos siempre hemos sabido que tienes una cabecita loca —estiró su mano izquierda para acariciar el cabello de Haedal, desordenadolo un poco—. Y no sé. Sinceramente me siento ¿honrado? Pero...

—Nuestra amistad se puede arruinar. Lo sé.

Taehyung se echó hacia atrás. Ese también era un punto importante, aunque no estaba pensando exactamente en eso.

Pero sería una nueva preocupación que sumar a su lista.

—También, pero a lo que me refería es a que... No tengo experiencia porque nunca lo he hecho. Tuve novias y claro que hicimos algunas cosas, pero nunca he llegado hasta el final. Así que no sé cómo podría ayudarte.

Habían tantas formas de cagarla y muchas invadieron su mente. ¿Y si no se le paraba? Bueno, por poco había pasado cuando había tenido a Haedal en su regazo mientras se besaban, pero con los nervios del momento existía una posibilidad. Otra manera de arruinarlo podía ser si se venía muy rápido, al menos tenía sus dedos para apoyarlo mientras se recuperaba.

Aunque meterle los dedos a Haedal... Cielos, era toda una locura.

—Bueno, podemos aprender entre los dos. Además, siempre que pase algo, suena mejor opción tener un hijo con un mejor amigo que con un extraño. Imagínate que saliera con un bebé, no sé, de Seokjin.

La intención de Haedal solo era bromear, pero Taehyung se lo tomó bastante a pecho. Cierto, ese también era un punto importante. En su lista de compras también tendría que agregar comprar condones. Por otro lado, lograr hacer que dejara de mencionar a su superior.

—¡No digas estupideces! Preferiría desaparecer a ese tipo antes de que lo elijas de opción. Solo eligeme a mí y nos las arreglamos como podamos.

Haedal se sintió un poco tímida, que Taehyung dijera esas cosas era casi como si la estuviera celando.

—¿Eso significa que... Estás dispuesto a ayudarme?

—Por su puesto, prefiero prestarte mi cuerpo antes de que cometas una locura. Eso sí... Vayamos de a poco. Podemos empezar por conocernos más en ese sentido y de ahí vamos escalando, ¿Te parece?

La respuesta femenina fue más efusiva de lo esperado. Dentro de ella estaba surgiendo una emoción desconocida.

Tras unos cuantos minutos de silencio, fue hora de que cada uno regresara a su casa. De esa forma Taehyung nuevamente le pasó su sudadera a Haedal mientras la acompañó hasta su casa y Haedal se la regresó una vez que llegó a la entrada del edificio.

Esa noche ninguno pegaría una pestaña, pero al menos Haedal había salido de su duda y Taehyung... Bueno, él había conseguido unos buenos besos.

29/10/24

Estos dos:

Por fin va a empezar lo bueno de verdaaaaaaaad. Puro antoje y nada de acción

Y ya oato con las imágenes. ¡Nos leemos en el próximo capítulo!