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Ꜥꜥֶָ֢🪷ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 1O

— ¡JungKook! — La voz de TaeHyung resonó con una mezcla de alegría y anticipación cuando escuchó el timbre y corrió hacia la puerta. Su corazón latía con fuerza, sabiendo que del otro lado estaba su Alfa, el que había estado esperando toda la noche. Al abrir la puerta, su rostro se iluminó al verlo con las mejillas ligeramente enrojecidas por el frío nocturno.

— Hola, bonito — Respondió JungKook con una sonrisa cálida, que irradiaba un afecto sincero y profundo. Se inclinó ligeramente, dejando un beso suave en su mejilla antes de cruzar el umbral de la casa.

TaeHyung notó de inmediato el frío que emanaba del cuerpo de JungKook, su piel helada al tacto cuando lo ayudó a quitarse la gran chamarra que llevaba puesta. La colgó con cuidado en el perchero junto al gorro, Jeon vestia una camisa de manga larga azul y unos pantalones de vestir negros, el Omega no pudo evitar admirar cómo el conjunto resaltaba la elegancia natural del Alfa. Su cabello, aunque alborotado por el viento, se acomodó fácilmente con un simple gesto de la mano, volviendo a su estilo habitual que tanto le gustaba a TaeHyung.

Sin embargo, lo que más capturó la atención de JungKook no fue el cálido recibimiento ni el interior acogedor de la casa, sino la deslumbrante belleza de TaeHyung. La forma en que la ropa se ceñía a su delicado cuerpo, acentuando cada curva de su figura, lo dejó momentáneamente sin palabras. Sus ojos brillaron con admiración mientras absorbía cada detalle de su amado Omega, desde la manera en que su falda verde oscuro resaltaba sus piernas, hasta el brillo en sus ojos que no necesitaba maquillaje alguno para captar la atención.

— Hace frío afuera, pero logré terminar mis tareas y venir — Explicó JungKook, tomando con suavidad la mano de TaeHyung para guiarlo hacia el comedor.

Su seguridad vaciló cuando abrieron la puerta del comedor y se encontró con una escena que no esperaba: un grupo de Alfas y Omegas, todos mayores que él, cuyos ojos se fijaron inmediatamente en la figura del recién llegado.

— ¿Este quién es? — Hyo-Jong fue el primero en romper el silencio con un gruñido bajo, sus ojos oscuros llenos de una mezcla de sorpresa y desafío.

— ¿Qué hace al lado de Tae? — Añadió MinSoo, su tono igualmente desafiante mientras observaba con recelo a JungKook.

— ¿Es el noviecito? — Se unió DaeHee, su voz grave y amenazante.

Hyun-Ah, por su parte, fue la única que respondió con un tono diferente, dejando escapar un ronroneo suave mientras sonreía con ternura.

— ¡Qué lindos!

TaeHyung, sintiendo la tensión en el aire, levantó las manos con un gesto de calma.

— No gruñan, él es Kookie para mí, JungKook para ustedes. Es mi... amigo — Aclaró con una pequeña sonrisa, guiando a JungKook a que tomara asiento a su lado, justo al otro lado de su hermano JaeBeom.

Mientras se acomodaban, JungKook no pudo evitar notar cómo las miradas de los Alfas presentes se mantenían fijas en él, evaluándolo, como si fuera un intruso en su territorio. A pesar de los nervios, mantuvo la mano de TaeHyung en la suya, acariciando sus nudillos con suavidad, encontrando en ese simple gesto la calma que necesitaba para enfrentar la situación.

El ambiente se relajó ligeramente a medida que avanzaba la cena. TaeHyung, con su natural encanto y alegría, logró desviar la atención hacia conversaciones más ligeras, y pronto, la mesa estuvo llena de risas y anécdotas compartidas. Sin embargo, los ojos de los Alfas más protectores seguían vigilando cada movimiento de JungKook, evaluando cada palabra que decía, aunque TaeHyung estaba demasiado concentrado en disfrutar de la compañía de su Alfa como para notarlo.

Después de que el plato principal fue retirado, el postre que TaeHyung había preparado junto a su nana fue servido, un dulce y delicado pastel que reflejaba la dedicación con la que había sido elaborado.

Mientras saboreaban el postre, TaeHyung hablaba en voz baja con JungKook, susurrando palabras que hacían que ambos sonrieran, como si estuvieran en su pequeño mundo, ajenos a las miradas inquisitivas que recibían.

De repente, Hyo-Jong, que había estado observando en silencio, dejó caer su tenedor sobre el plato con un ligero sonido, capturando la atención de todos.

— ¿Qué intenciones tienes con Tae? — Preguntó, su voz firme y directa, mientras señalaba a JungKook con el tenedor, como si lo desafiara a responder.

— ¿Estudias? — MinSoo no tardó en unirse, sus ojos entrecerrados mientras daba un sorbo a su copa de licor — ¿Fumas? ¿Tomas? ¿Consumes drogas?

DaeHee, por su parte, cruzó los brazos, su mirada intensa fija en JungKook.

— Dirección, ¿quiénes son tus padres? — Continuó, como si estuviera llevando a cabo un interrogatorio — ¿Tienes seguro de vida?

TaeHyung, que hasta entonces había tratado de mantener la calma, no pudo soportarlo más. Con un gesto brusco, cruzó los brazos y frunció el ceño, un puchero formándose en sus labios.

— ¡Ya basta! — Gruñó, su voz firme y decidida, sorprendiendo a todos en la mesa — Los tres me caen muy mal, Koo, no respondas nadita.

JungKook esbozó una sonrisa suave y tranquila, sus ojos llenos de cariño por TaeHyung.

— No diré nada, Tae, tranquilo — Respondió con suavidad, apretando ligeramente la mano de su Omega para tranquilizarlo.

Pero antes de que el tema pudiera cerrarse, la voz de SeoJoon, el padre de TaeHyung, resonó desde el otro extremo de la mesa.

— No les respondas a ellos, pero a mí sí — Dijo con un tono más autoritario — ¿Son novios?

El corazón de JungKook dio un vuelco ante la pregunta directa. Sabía que el momento era crucial, y aunque había preparado su respuesta mil veces en su cabeza, las palabras aún se sentían pesadas en su lengua.

— No, señor. No lo somos — Respondió con una voz que apenas logró mantener firme. Hizo una pausa, respirando hondo antes de continuar — Pero... yo quisiera saber, más bien, pedirles permiso a usted y su esposo, ya que son los padres de Tae, para poder tener una relación con su hijo.

TaeHyung, que había estado mirando a JungKook con ojos llenos de afecto, sintió cómo sus mejillas se enrojecían ante la declaración. Sin poder contener la vergüenza, cubrió su rostro con sus manos, escondiendo su expresión de todos los presentes.

SeoJoon observó al joven Alfa por un largo momento, evaluando tanto sus palabras como su actitud.

— ¿Novios? — Repitió, dirigiendo su mirada hacia TaeHyung, quien ahora asomaba sus ojos tímidamente desde detrás de sus manos.

— Por favorcito — Susurró el castaño, su voz suave y suplicante, acompañada de un puchero que era imposible de resistir.

SeoJoon intercambió una mirada con su esposo antes de asentir con una leve sonrisa.

— Por supuesto que sí — Respondieron ambos al unísono, sellando con su aprobación lo que ambos jóvenes habían deseado.

La alegría de TaeHyung fue inmediata. Soltó un pequeño grito de felicidad, aplaudiendo con entusiasmo mientras sus ojos brillaban con lágrimas de felicidad. JungKook, por su parte, sonrió ampliamente, sintiendo que una carga enorme había sido levantada de sus hombros.

— Pues bienvenido — Dijo Hyo-Jong finalmente, aunque no sin un último toque de advertencia — Pero si le haces algo a TaeHyung, no vivirás más de tres horas.

— ¡Alfa! — Regañó Hyun-Ah, dándole un suave golpe en el hombro, aunque no pudo evitar sonreír.

— Tendremos una larga charla, tú y yo — Añadió JaeBeom con una mirada seria, aunque en sus ojos brillaba el cariño fraternal que siempre había tenido por su hermano.

— ¡Festejemos! — Exclamaron los hermanos Kang al unísono, levantando sus copas con entusiasmo, mientras la atmósfera en la habitación cambiaba de una tensión nerviosa a una celebración cálida y alegre.

Más tarde, cuando la noche comenzaba a llegar a su fin y los invitados se preparaban para marcharse, TaeHyung acompañó a JungKook hasta la puerta. Caminaban tomados de la mano, sus dedos entrelazados en un gesto que ya se sentía natural y cómodo. TaeHyung le contaba con entusiasmo sobre su día, su voz llena de alegría y emoción.

Cuando llegaron a la puerta, JungKook se detuvo y acarició la mejilla del Omega con ternura, su pulgar trazando círculos suaves sobre su piel.

— Pide permiso para salir mañana, bonito. Quiero llevarte a un lugar — Sugirió con una voz baja y seductora.

— ¿Una cita? — Preguntó TaeHyung, sintiendo un leve nerviosismo mezclado con emoción en su pecho. Jungkook asintió, inclinándose un poco más cerca.

— Sí, una cita, la primera de muchas que tendremos para que pueda enamorarte día a día — Respondió con sinceridad, antes de inclinarse para dejar un suave beso en su mejilla, muy cerca de sus labios, lo suficiente para hacer que TaeHyung ronroneara de felicidad.

El castañito, lleno de alegría, se puso de puntitas y dejó un beso suave en la mejilla de JungKook, antes de abrazarlo con fuerza, reposando su cabeza en su pecho y respirando profundamente el aroma que tanto amaba.

— Adiós, Koo — Murmuró, su voz suave y llena de cariño.

— Dulces sueños, osito.


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