Ꜥꜥֶָ֢🪷ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 12
— ¿Estás cómodo? — Preguntó JungKook con una voz suave, llena de ternura, mientras acomodaba con cuidado los últimos detalles.
Habían llegado al lugar acordado, un rincón escondido del mundo que parecía haber sido sacado de un sueño.
JungKook abrió la puerta de la cajuela con un gesto ágil, echando los asientos delanteros hacia adelante para crear un pequeño espacio íntimo en la parte trasera del auto. Colocó algunas mantas y cojines, asegurándose de que ambos pudieran sentarse cómodamente mientras el techo del carro los cubría, protegiéndolos del frío aire invernal. Alrededor de ellos, la naturaleza pintaba un cuadro impresionante: un lago completamente congelado se extendía frente a sus ojos, su superficie brillante como un espejo bajo la luz suave del atardecer. Las flores, aunque cubiertas por una ligera capa de nieve, mantenían su color, dándole vida al paisaje con sus tonos vibrantes. A lo lejos, algunas personas patinaban sobre el hielo, sus risas y el sonido de las cuchillas rozando el hielo se mezclaban con el crujido de la nieve bajo sus pies.
TaeHyung, con las mejillas sonrojadas por el frío y la emoción, observaba el paisaje con una sonrisa suave en sus labios. Sus ojos se llenaban de una serena alegría mientras tomaba una de las galletas de avena que JungKook había preparado con esmero. Se llevó la galleta a la boca, disfrutando del sabor casero que contrastaba perfectamente con la frescura del entorno.
— Es muy bonito todo, Koo, gracias — Dijo TaeHyung, su voz era un susurro cargado de gratitud y afecto.
JungKook lo observaba fascinado, no solo por la belleza del paisaje, sino por la forma en que los ojos de TaeHyung reflejaban esa belleza, como si el mundo entero se resumiera en ese preciso instante. Sus labios se curvaron en una sonrisa sincera, y un brillo especial apareció en su mirada.
— Me gusta cuando me llamas así — Confesó JungKook, inclinando la cabeza hacia un lado, como si intentara absorber cada detalle del rostro de TaeHyung, sus expresiones, sus movimientos, todo.
— Koo, Koo, Koo, Koo — Repitió TaeHyung con una risa traviesa, ocultando su sonrisa detrás de sus manos, avergonzado pero feliz de ver la reacción del mayor.
La risa del castañito resonó como una melodía en el corazón de JungKook, que sintió un cálido hormigueo recorrerle el cuerpo. No pudo evitar sonreír más ampliamente, contagiado por la alegría genuina de su compañero.
— Tae, yo... yo te escribí este pequeño pedazo de canción, solo para ti, y quiero que la escuches — Dijo con una mezcla de nerviosismo y determinación, mientras se inclinaba hacia adelante para alcanzar su guitarra.
El asombro se reflejó en el rostro de TaeHyung, quien rápidamente se giró hacia él con los ojos abiertos de par en par, sus labios entreabiertos, esperando ansiosamente el sonido de la primera nota.
— ¿Tú? — Preguntó, su voz teñida de incredulidad y admiración, como si no pudiera creer lo que estaba sucediendo.
JungKook asintió con una sonrisa tímida, sosteniendo la guitarra con firmeza mientras comenzaba a tocar suavemente las cuerdas, cada nota vibrando en el aire frío de la tarde, envolviendo a ambos en una atmósfera mágica.
— Oh, honey, I'd walk through fire for you, just let me adore you, like it's the only thing I'll ever do — Comenzó a cantar JungKook, su voz era suave y cálida, resonando con una sinceridad que tocaba el alma.
TaeHyung, al escuchar las palabras, sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. El pucherito en sus labios se hizo más pronunciado, mientras sus manos se apretaban contra su pecho, tratando de contener las emociones que amenazaban con desbordarse.
— You're wonder under summer skies, brown skin and lemon over ice, would you believe it? — Continuó, levantando la mirada hacia TaeHyung, sus ojos verdes como esmeraldas encontrando los azules cielos de TaeHyung, conectando en una mirada cargada de sentimientos.
Las lágrimas comenzaron a deslizarse silenciosamente por las mejillas de TaeHyung, pero no eran lágrimas de tristeza, sino de una alegría pura, de una gratitud infinita.
— You don't have to say you love me, I just wanna tell you somethin', lately you've been on my mind — Cantó con una suavidad que casi parecía un susurro, mientras una sonrisa se formaba en sus labios al ver cómo TaeHyung reaccionaba a cada palabra — Honey, I'd walk through fire for you... just let me adore you.
El sonido de la guitarra se desvaneció lentamente, dejando un silencio lleno de significado entre ellos. TaeHyung, sin poder contenerse más, se lanzó a los brazos de JungKook, envolviendo su cuello con sus brazos y escondiendo su rostro en el hueco del cuello del rubio, buscando refugio en su calidez.
— Koo, es preciosa, muchas gracias — Murmuró TaeHyung, su voz entrecortada por la emoción, mientras sus labios rozaban la piel del cuello de JungKook, sintiendo su corazón latir con fuerza contra el suyo.
El Alfa envolvió la cintura del Omeguita con sus brazos, atrayéndolo más cerca, como si nunca quisiera soltarlo. Su mano se deslizó hasta la mejilla de TaeHyung, acariciando su piel suave con una ternura infinita.
— Tae, no existe otra persona en el mundo que me tenga a su merced como lo haces tú — Dijo JungKook, su voz vibraba con una sinceridad que hizo que el corazón contrario latiera aún más rápido.
El ronroneo de JungKook resonaba en el pecho de TaeHyung, quien se acurrucó más contra él, dejando que las caricias y las palabras lo envolvieran, brindándole una paz que solo él podía darle.
— Eres muy lindo conmigo, Koo, gracias por todo — Ronroneó TaeHyung, cerrando los ojos y disfrutando del contacto de la mano adversa en su mejilla, como si ese simple gesto pudiera llenar todo su mundo.
— Sol, hermoso y precioso sol... ¿me permites ser tu novio? — Preguntó JungKook en un susurro, sus rostros tan cerca que podían sentir el aliento del otro, sus miradas entrelazadas, hablando más que cualquier palabra.
— Sí, Koo — Respondió TaeHyung con una sonrisa que iluminó todo su rostro — Quiero absolutamente todo contigo.
— Quiero besarte, quiero probar tus labios — Pidió el Alfa, su voz temblando ligeramente por la expectativa — ¿Puedo?
TaeHyung bajó la cabeza, avergonzado, mientras sus mejillas se teñían de un rojo aún más intenso.
— Y-Yo nunca he dado un beso, Koo... no sé cómo — Admitió, su voz apenas un susurro, cargado de inseguridad.
JungKook le levantó el mentón con delicadeza, obligándolo a mirarlo a los ojos nuevamente.
— No es necesario que seas un experto, mi amor — Dijo con una sonrisa cálida, sus dedos acariciando suavemente el mentón de TaeHyung, infundiéndole confianza.
— Entonces hazlo — Susurró el Omeguita, cerrando los ojos y permitiendo que tomara la iniciativa.
JungKook sonrió antes de inclinarse lentamente, rozando sus narices en un gesto que hizo que el corazón de TaeHyung latiera con fuerza. El contacto era tan suave y delicado que parecía casi irreal, como si el mundo entero se hubiese detenido para observar ese momento.
TaeHyung, en un arrebato de valor, fue quien tomó la iniciativa, cerrando los ojos con fuerza y presionando sus labios contra los de JungKook. El beso era inexperto, torpe quizás, pero estaba lleno de un sentimiento tan puro que hizo que una explosión de emociones inundara a ambos. Mariposas comenzaron a revolotear en el estómago de TaeHyung, y un escalofrío recorrió su columna vertebral mientras sentía el calor de los labios de JungKook contra los suyos, un calor que parecía derretir cualquier miedo o duda.
El mayor empezó a mover sus labios con suavidad, guiandolo en ese primer beso, con una paciencia infinita. Sus labios se humedecieron por la saliva compartida, y cuando JungKook chupó ligeramente el labio inferior de TaeHyung, el Omega no pudo evitar soltar un pequeño ronroneo, separándose un poco para respirar.
Los ojos del castañito brillaban con una intensidad nueva, sus pupilas dilatadas y sus mejillas completamente sonrojadas, una expresión de felicidad pura adornando su rostro.
— Se sintió muy bonito, Koo — Dijo con una sonrisa tímida, su voz temblando ligeramente mientras intentaba procesar todas las emociones que lo embargaban.
— Ahora somos novios, mi novio y yo soy tuyo — Ronroneó JungKook, frotando suavemente su nariz contra la de TaeHyung en un gesto cariñoso, un beso de esquimal que los hizo reír a ambos.
— Te quiero mucho, JungKook — Se sinceró el Omeguita, sus palabras llenas de amor y devoción, mientras se perdía en la profundidad de los ojos de su ahora novio.
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