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CHAPTER FORTY THREE - FINALE

Landon y Stephanos llegaron de inmediato a la casa de su abuelo, estaban muy preocupados pues el viejo no les había dado muchos detalles. Se detuvieron un instante al ver tanta gente, principalmente policías y peritos, incluso el vehículo del forense estaba en la entrada de su casa. Eso era alarmante y de inmediato corrieron para entrar en la casa. Cuando estaban a punto de cruzar el umbral, fueron detenidos por unos agentes.

-¿A dónde creen que van? – Preguntó un policía.

-Somos Landon y Stephanos Barker – Dijo Landon – Nietos de Vladislav Stan, nuestro abuelo nos pidió venir de inmediato.

-De acuerdo, pueden pasar – Exclamó el agente.

Los chicos asintieron y entraron en la casa, seguidos de otro de los agentes, quién les indicó en dónde se encontraba el señor Stan. Stephanos hijo abrió lentamente la puerta del despacho de su abuelo y miró el interior de la estancia. Dentro de esta se encontraba su tío, la novia de este, Michael Fassbender y Vladi. Los jóvenes entraron al ver la seña de su abuelo y se alarmaron al ver a Sebastian herido de un brazo.

-¿Qué ocurrió? – Preguntó Stephanos - ¿Por qué Sebastian está herido?

-Tomen asiento – Comentó Vladi – Hay muchas cosas que deben saber, pero...

Vladi guardó silencio y ya no pudo hablar, pues se le hizo un nudo en la garganta, los hijos de Katrina se miraron uno a otro, tratando de adivinar qué había sucedido. Pensaron que quizá la gente que deseaba atacar a Sebastian había podido llevar a cabo su plan, sólo que no habían tenido éxito.

-¿Alguien nos puede dar una explicación? – Preguntó de nuevo Landon – Me estoy desesperando al no tener ni puta idea de lo ocurrido.

Mike miró a Sebastian, después a su padre y por último a Eve, nadie parecía tener intención de abrir la boca, así que el hombre tomó la palabra y les pidió a los chicos que se sentaran junto a él.

-No sé cómo empezar, muchachos – dijo el hombre – Porque lo que les voy a decir no es algo tan sencillo, por eso, tanto su tío como su abuelo no han podido pronunciar palabra. Prométanme mantener la calma y yo me encargaré de relatarles lo ocurrido. Porque será un golpe muy duro para su corazón.

Los jóvenes asintieron, mirando fijamente a sus parientes, después miraron expectantes a Mike, quién suspiró y dio inició a su narración, hablando desde cómo se habían desarrollado los hechos, del motivo de la huida de Sebastian, de cómo había escuchado hablar a su padre, su madre y su hermano respecto a su asesinato y su intento de apoderarse de la herencia. Stephanos y Landon estaban muy sorprendidos, prácticamente no querían creerlo. Volvieron a observar a sus familiares, quienes asintieron.

-Tal vez no lo crean o tal vez sí – Dijo Mike – Porque conocen perfectamente a su familia.

-Pero papá había cambiado – Exclamó Stephanos – Él ya no era así.

-Tu padre fue de mucha ayuda para nosotros – Respondió Sebastian rompiendo su silencio – Cambió, recapacitó y le tendimos una trampa a tu hermano y a tu madre.

-¿Dónde están ellos? – Preguntó Landon - ¿Qué sucedió hace rato?

Sebastian habló con sus sobrinos dando cada detalle respecto al plan y lo que había sucedido hacía un par de horas. Los sobrinos de Seb rompieron en llanto al enterarse de lo que había hecho su hermano, su madre y de cómo había terminado Vlad. Estaban destrozados, tristes y decepcionados, saber eso los hacía sentir muy mal.

-¡Todo lo que ha sucedido es terrible! – Comentó Stephanos - ¿Por qué no hablaron antes? ¡Debieron habérnoslo dicho! Quizá habríamos puesto un alto a nuestro hermano. ¡Fue demasiado injusto de su parte!

-¿Acaso los iban a escuchar? – Preguntó Vladislav Stan - ¿Tan seguros están de haber conseguido el éxito?

-¡No, no abuelo! – Suspiró Landon – Ellos nunca escuchan razones, al menos mamá y Vlad. Papá fue más fácil de convencer, para desgracia, lo sobornamos, pero accedió. Y parece que le ha servido todo esto.

-Tienes razón abuelo – Exclamó Stephanos – Tarde o temprano, Vlad iba a terminar mal – Dijo con resignación - Por cierto, ¿dónde están papá y mamá?

-¿Podremos ver el cuerpo de Vlad? – Intervino Landon.

-Su madre y su padre fueron al hospital, traten de llamar a Stephanos – Comentó Mike – Ella resultó lesionada cuando su hermano disparó a todas partes. Sobre su hermano, hasta que lo dictamine el forense podrán verlo para hacerse cargo del funeral.

-Lo entendemos – Dijo Landon – Iremos con nuestros padres y.... – Se acercó a su tío – Lamentamos todo esto, Sebastian – Exclamó dándole un abrazo.

Stephanos hijo también se aproximó hacia su tío para pedirle disculpas y ambos hicieron lo mismo con Mike, su abuelo y Evangeline. Después de un rato, salieron de la casa para llamar a su padre y reunirse con él en el hospital.

Luego de que los hermanos abandonaran la casa, el resto de la familia llegó. La primera en entrar fue Polina, junto a su marido y sus dos hijos. Todos estaban muy alarmados al ver tantos policías en la casa. Vladi les ofreció té para calmarlos, pero Polina, al ver que Sebastian tenía el brazo lastimado, pegó un grito y fue hasta dónde se encontraban.

-¿Qué te hicieron, cachorrito? – Preguntó su hermana - ¿No me digas que Vlad y Katrina...? – Se detuvo al ver que Gerald y sus hijos la miraban con asombro.

-¿Tú sabías algo? – Preguntó su esposo.

-Entonces, los que querían matar al tío Sebby eran ese par de bestias – Comentó Ivar y se cubrió la boca con ambas manos.

-¡No es momento para bromas! – Gritó Vladi – Tu primo Vlad está muerto.

Osmara ahogó un grito, Ivar abrió la boca de golpe, mientras que Polina abrazaba a su marido, que también se encontraba estupefacto. La noticia les había caído como balde de agua helada.

-¿Dónde están Katrina y Stephanos? – Preguntó Polina.

Mike y Sebastian tomaron la palabra y volvieron a relatar todo, pero era necesario mantener informada a la familia, solamente faltaban Smeranda y su marido, ellos ya debían conocer parte de la noticia, sólo necesitaban saber que Vlad había fallecido y que Katrina estaba en el hospital. Un rato después llegaron Smeranda y Daryl, que ya habían dejado a sus hijos y al pequeño Velkan al cuidado de la niñera. Polina corrió a abrazar a su hermana y a decirle que su cachorrito había sido herido por Vlad. Tanto Smeranda como su esposo, escucharon atentamente lo que Sebastian y Mike les explicaron, todos estaban consternados y apesadumbrados por esa noticia tan dura.

-¡Es que no podemos entender porqué no dijeron nada! – exclamó Gerald – Sebastian, somos tu familia, ¡debiste acudir a nosotros!

-Quizá hice mal en no informarles a cerca de todos estos problemas. – respondió el joven Stan – Pero también sus vidas estaban en juego, debíamos buscar la manera de impedir que Vlad se saliera con la suya.

-¿Y ahora que va a pasar? – preguntó Daryl – Sobre todo con Katrina, ¿qué es lo que piensan hacer con ella?

-Internarla en un hospital para enfermos mentales. – exclamó Vladislav Stan – En un lugar donde esté vigilada las veinticuatro horas del día. Sería una carga muy grande para sus hijos y su marido, ellos también tienen sus vidas y creo que aquí ninguno de ustedes estaría dispuesto a hacerse cargo de ella, ¿o sí?

Todos negaron con la cabeza, el viejo tenía razón, conocían perfectamente a Katrina y los dolores de cabeza que llegaba a ocasionar, era mejor que fuera atendida por profesionales, que recibiera una terapia y si se rehabilitaba, posiblemente podría hacer su vida normal afuera.

*****

Un par de semanas después, se llevaban a cabo los funerales de Vlad Barker. Toda la familia estaba reunida, incluso Katrina estaba presente, sus hijos la llevaban en una silla de ruedas, pues aún no se recuperaba del todo. La mujer estaba fuera de sí y durante la ceremonia, se puso a gritar y a maldecir, culpando a Sebastian por la muerte de su hijo Vlad.

-¡Mi bebé! Mi pobre bebé – Gritaba Katrina - ¡Pero me he de vengar, Sebastian! ¿Me oyes? Juro que voy a matarte.

Stephanos rodó los ojos al escucharla, ¡definitivamente su mujer estaba loca! Así que decidió llevarla directamente al asilo en dónde ya había sido admitida. La dejó ahí, al cuidado de los especialistas, quienes la tranquilizaron, ya que de nueva cuenta, había presentado otra crisis. Su marido la dejó ahí para regresar con sus hijos y darle el último adiós a Vlad. Una vez que la ceremonia concluyó, la familia se reunió en casa de Stephanos para charlar un rato y decidir lo que harían con esa propiedad.

-Creo que mi nuera y mis nietos deberían regresar al Reino Unido – Comentó Stephanos – Pienso que no es muy conveniente que permanezcan aquí. ¿Qué opinas, Kendra?

-Creo que tiene razón, señor Barker – Dijo la mujer – Sería peligroso estar sola con los niños. Vlad no estaba metido en buenos negocios y puede que haya gente que desee cobrar venganza.

-No te preocupes – Exclamó Sebastian – Te ayudaremos a que te mudes y regreses a salvo con tu familia. Por dinero no te preocupes, continuarás recibiendo tu pensión mensual.

-¡Gracias, Sebastian! – Sonrió Kendra – De cualquier manera, yo tenía planes de volver con mis padres.

Vladi asintió ante los comentarios de Stephanos, Sebastian y Kendra. No era prudente que la chica se quedara en Nueva York, podría ser peligroso. Respecto a esa casa, sería posible que la vendieran y se deshicieran de todas las cosas que Katrina tenía en ella. Posteriormente, la charla giró por otros temas, pues gracias a eso Ian pudo capturar a un par de peces gordos, miembros de la organización a la que Vlad pertenecía. Al menos las cosas se iban a arreglar, Katrina estaba en buenas manos y podrían visitarla cuando ellos quisieran. Vladi esperaba que el tratamiento que su hija recibiría fuera efectivo y la ayudara a salir de esos problemas. La familia estaba muy dolida por todo lo que se había presentado en esos días y la muerte de Vlad les afectaba bastante, sobre todo a Stephanos y a sus hijos, que aún no podían asimilar el hecho de haber perdido a su hijo y hermano mayor. Por fortuna, pese al dolor y luto que se vivía, las cosas para los Stan estaban mejorando.

*****

Días después de esos terribles acontecimientos, Evangeline decidió que debía contactarse con su hermano Ron. Tenía tiempo sin hablar con él, luego de que él también se hubiera rehusado a que dejara la casa paterna, pero había llegado el momento de hacer las paces con él. El orgullo no era bueno y él había sido el único de sus hermanos que la había apoyado y la había querido. Tomó su móvil y buscó el número de su hermano, esperaba que Ron siguiera conservando su antiguo número. Luego de esperar un rato, su llamada fue atendida.

-¿Ronnie? – Preguntó con timidez – Habla...

-¡Eve! – Se escuchó del otro lado de la línea - ¡Qué gusto escucharte, hermanita! ¿Cómo has estado?

-¡Estoy bien! – Respondió Eve – Muy feliz y viviendo en Nueva York.

-¿Hablas en serio? – Preguntó Ron - ¡Eso es maravilloso! ¿Cómo fue que te mudaste a New York? – Dijo su hermano con curiosidad.

Eve se rió, parecía que las cosas entre ella y su hermano no habían cambiado, así que dio inicio a su relato sobre sus aventuras. No omitió ningún detalle, incluso habló de su secuestro y de la muerte de Vlad Barker. Su hermano la escuchaba sin interrumpirla, pero muy sorprendido sobre lo que había ocurrido con su hermana durante esos últimos meses.

-¡Parece una película de acción! No me la creo, en serio – Exclamó Ron y se carcajeó.

-¡Es verdad! – Gritó Eve – Sabes que no me gusta mentir.

-Lo sé, lo sé – Comentó su hermano – Iré a visitarte, ¡lo prometo! Quiero conocer a TU Sebastian.

-¡Eso sería maravilloso! Puedes venir a visitarme cuando gustes – Dijo la joven con alegría – Voy a darte mis datos, a mi nueva familia le dará mucho gusto verte.

Ron tomó nota de lo que su hermana le decía y prometió visitarla en cuanto tuviera vacaciones, lo cual sería en unas semanas. Le daba gusto volver a tener comunicación con su hermana y también le encantaría volver a ver a sus padres, pero tenía miedo de su rechazo, así como Evangeline, también había dejado su casa con la amenaza de no regresar nunca.

******

Vladi y Sebastian se encontraban en la oficina del primero, que por cierto, notaba a su hijo un poco nervioso y desconcentrado. Le hablaba a cerca de un nuevo proyecto, pero Sebastian estaba ajeno a todo lo que su papá le decía. Debía estar penando en algo muy importante, como para estar desconectado de todo lo relacionado con la empresa.

-¿Qué te sucede, hijo? – preguntó el anciano - ¿Todo está bien? ¿Has peleado con Evangeline?

-No, no. – respondió Sebastian – Es sólo que traigo una idea loca en mi cabeza desde hace unos días, pero no sé como lo vaya a tomar Eve.

-¿Y de qué se trata? – preguntó Vladi lleno de curiosidad.

-He estado pensando en proponerle matrimonio y como hoy es viernes, pensé que sería el día adecuado para hacerlo. – exclamó el muchacho – Ya sabes, una cena romántica para dos, sin niño y perro que nos interrumpan. ¿Podrías cuidar de ellos esta noche, por favor?

-¡Guau! Eso me emociona, seguramente ella no se va a negar. Te ama, lo sé. – dijo el hombre – Además no deberías estar nervioso, no es la primera vez que propones matrimonio. – exclamó el anciano – Y no te preocupes, que yo con gusto cuido de mi nieto y de ese cachorro.

-¡Gracias papá! – dijo Sebastian esbozando una sonrisa – Pero aunque no sea la primera vez que yo le pida matrimonio a alguien, siento que esta vez es muy diferente a la anterior. – comentó rascándose la cabeza – Evangeline para mi es muy especial y la amo en exceso, pero no estoy seguro si ella se sienta preparada para llevar nuestra relación al siguiente nivel.

-¡Claro que está preparada! – exclamó Vladislav Stan – Quizá aunque no te lo haya comentado, tal vez ella si desea casarse contigo, compartir grandes cosas a tu lado y pasar el resto de su vida junto a ti. Eve te ama, yo lo sé, puedo notarlo. Además te ha salvado el pellejo dos veces, ha expuesto su vida por salvar la tuya y la de tu hijo, ¿qué más prueba de amor necesitas?

-En eso tienes toda la razón, papá. – exclamó el chico – Esta noche será decisiva, le propondré matrimonio a Eve y... - fue interrumpido por su padre.

-¡Ya va siendo hora de que me des otro nieto! – dijo Vladislav lleno de júbilo – Cada día estoy más viejo y al menos me gustaría tener un par de pequeñitos más que me alegren mis últimos días.

-¡Ay papá! ¿Velkan no es suficiente para ti? – comentó Seb – Tienes un montón de nietos.

-¡Sí! – exclamó el señor Stan – Pero ellos ya son hombres y mujeres que han hecho su vida y ya no se acercan a jugar con el abuelo. Ahora hablamos de negocios, todos. ¡Hasta Boris y Dimitri han comenzado a interesarse por la empresa!

-¡Lo sé! – dijo Sebastian – Pero no te preocupes, yo te daré un par de nietos más en un futuro. Estoy seguro que Eve estará encantada de hacerte abuelo otra vez. – exclamó el muchacho abrazando con fuerza a su padre.

*****

Evangeline conducía su auto para dirigirse al penthouse de Vladi. Había recibido una llamada de Sebastian dónde él le pedía que se vieran en ese lugar, ya que tenía algo importante que decirle. La chica suspiró al ver un montón de carros atorados en la calle, el tráfico estaba fluyendo muy lento y eso la desesperaba, pues ansiaba saber qué era eso tan importante que Sebastian deseaba comunicarle. Tomó su teléfono y le envió un mensaje a su novio para decirle que el tráfico no fluía como ella deseaba y que era posible que llegara un poco tarde a su cita. Luego de estar atrapada por espacio de quince minutos, por fin llegó al departamento, abrió la puerta y entró en el lugar.

Dentro del departamento no había nadie para recibirla, sólo la luz que salía de la cocina, ella podía escuchar la música con claridad ( ) y al pararse en el umbral, pudo ver que Sebastian se movía al ritmo de la música. Los movimientos del chico eran muy sensuales y ella no pudo evitar aproximarse a él para estrujarle el trasero con ambas manos.

-¡Uy que rico culito tienes, Stan! – Dijo la chica con voz sexy.

Sebastian se carcajeó y se dio la vuelta para quedar frente a Eve, la sujetó por la cintura, ella le echó los brazos al cuello y comenzaron a moverse al ritmo de la melodía mientras se besaban con intensidad. Se separaron sin ganas mientras ella frotaba su nariz con la de Seb.

-Hule raro, ¿no? – Exclamó la chica.

-¡Mierda! – Gritó Sebastian - ¡Se me quema el guiso!

Ambos se rieron con muchas ganas y el joven Stan quito del fuego lo que estaba preparando: - Menos mal que no se quemó – dijo un poco apenado – De lo contrario, tendría que haber encargado pizza o algo.

Evangeline le echó un ojo a la cena que él había preparado y le dedico una enorme sonrisa, volvió a besarlo apasionadamente mientras sus manos acariciaban su espalda.

-La cena se ve muy bien – Exclamó Eve cuando se separó de él – Además yo tengo hambre. Pero... ¿qué es eso importante que tienes que decirme?

-¡Lo sabrás cuando terminemos de cenar! – Respondió Sebastian.

-De acuerdo – Respondió Evangeline con resignación – Por cierto, ¿dónde están mis niños?

-¡Ah, ellos! – sonrió Seb – Están con mi padre, le pedí que los cuidara hasta mañana después del medio día. Quiero un momento a solas contigo – dijo guiñándole un ojo.

-¡Perfecto! – Comentó la joven arrojándose de nuevo a los brazos de su novio – Parece que será una noche intensa – Murmuró Eve con picardía.

La cena estuvo lista y ambos pasaron al comedor para degustar lo que Sebastian había preparado. Estuvieron hablando a cerca de su hijo y de los cambios que estaban pasando como pareja. Sebastian aprovechó ese momento para sacar a relucir el tema de la boda y de lo feliz que sería si Eve aceptara casarse con él.

-¿Sabes nena? – dijo tomándola de la mano y mirándola con amor – Yo sería el hombre más afortunado del planeta si tú desearas convertirte en mi esposa. Te he imaginado portando un precioso vestido y caminando lentamente hacia el altar, ¿no es emocionante y perfecto?

-¿Una boda? – preguntó Evangeline bastante sorprendida – ¿No es demasiado pronto? Tengo ilusión en casarme algún día, pero no pensé que tú desearas llevar nuestra relación a otro nivel, dar un paso más grande. Hace un par de meses me lo dijiste, que querías tomar las cosas con calma y disfrutar de nuestra vida como pareja, para saber si estabas preparado para algo más formal.

-Es por eso que te lo digo ahora, me siento preparado para avanzar más allá. – exclamó Sebastian besando su mano - ¡Quiero que te cases conmigo! Quiero que seas mi esposa y la madre de mis hijos. Quiero que estés conmigo en las buenas y en las malas, como lo has hecho hasta ahora. ¡Te amo Eve y quiero estar a tu lado siempre! – dijo Sebastian buscando con ansia la boca de Evangeline para fundirse en un beso.

Evangeline sintió como su corazón deseaba salirse de su pecho, su cuerpo temblaba de la emoción. ¡Sebastian quería casarse con ella! Y por supuesto ella deseaba casarse con él. ¡Lo había soñado tantas veces! Se separó de él y tomó su rostro con ambas manos para cubrirlo de besos, respiró profundo y exclamó llena de júbilo.

-¡Sí, quiero casarme contigo! Quiero vivir una vida a tu lado y apoyarte en todo momento. Sé que hemos vivido muchas cosas, tanto buenas como malas, pero creo que esas cosas malas son las que más nos han fortalecido como pareja. Nos han hecho ver la vida con otros ojos y nos han enseñado a valorar lo que tenemos. Hemos aprendido como vivir en pareja y a saber superar todos los problemas que se nos han presentado. Ambos estamos listos para ir más allá, ¡lo sé! Sé que vamos a lograr forjar un matrimonio sólido y que perdure por los años. Además nuestro amor es verdadero y cada día que pasa, este crece. – dijo Evangeline con los ojos cargados de lágrimas.

-Estoy de acuerdo contigo en todo lo que has dicho, a pesar de las adversidades y de toda la oscuridad que quiso posarse sobre nosotros, hemos logrado encender una llama que no dejará de arder. – exclamó Sebastian abrazándola con fuerza – No te entregaré un anillo ahora, porque quiero hacer las cosas a la antigua. Quiero llamar a tus padres y visitarlos para pedir tu mano frente a ellos, ¡no vamos a dejarlos de lado! Sé que no han sido los mejores padres del mundo, pero deben saber que su única hija va a casarse.

-No creo que sea buena idea, Sebastian. – dijo la chica besando su frente – Lo mejor para todos es planear nuestra boda, casarnos y cuando todo esto haya pasado, visitar a mi familia y hacerles saber que tu y yo somos felices como marido y mujer. Lo que menos quiero es que mi padre o mi hermano Kevin te ofendan con sus palabras. Suelen ser muy hirientes y groseros, a pesar de que tú vayas de buena voluntad a verlos. Creen que toda la gente es como ellos, por eso prefiero que se molesten por no haber sido invitados a la boda, al menos tendrán un motivo para estar enojados.

-De acuerdo. – exclamó Sebastian – Los conoces mejor que yo y haremos las cosas como tú me lo digas. Mañana hablaremos con Vladi para fijar la fecha de la boda y nuestro compromiso delante de la familia Stan.

-¡Eso es maravilloso! – respondió Eve abrazando de nuevo a Sebastian y besándolo con fervor.

https://youtu.be/LOENv9Qk3Vw


Evangeline suspiró cuando él la dejó un momento y fue en busca de su móvil. Eligió una canción y regresó con ella para tomarla de la mano y conducirla al centro del comedor (**Escuchar tema del video en la parte superior del párrafo**). Sebastian envolvió a Evangeline entre sus brazos para moverse junto con ella, el tema era una balada lenta y profunda. La chica recargó su cabeza en el hombro de Seb y él suspiró mientras le susurraba al oído.

-¡No tienes idea de cuánto significas para mí! Eres el pilar que me sostiene, eres la fuerza que me hace seguir adelante – Exclamó mirándola a los ojos – En resumen, ¡lo eres todo!

Evangeline no dijo nada, le dedicó una mirada llena de amor y pasión. Se levantó de puntillas para besarlo, Sebastian se aferró a ella, respondiendo al beso que de inmediato se tornó agresivo, él introdujo su lengua dentro de la boca de la chica y ella la atrapó con sus labios para succionarla. Ese beso fue el detonante para que sus cuerpos comenzaran a arder. Evangeline intentaba sacar la camiseta del cuerpo de Sebastian, pero esta estaba demasiado pegada a su cuerpo, el chico se rió y se apartó un poco para quitársela, dejando su torso libre para que Evangeline pudiera tocarlo a su antojo.

Eve suspiró y se mordió el labio inferior mientras ahogaba un gemido. Se abalanzó contra él para deslizar su lengua por sus pectorales. Sebastian jadeo al sentir cómo poco a poco estaba perdiendo el control de sí mismo, la boca y le lengua de Evangeline seguían haciendo de las suyas. La chica descendió un poco hasta el abdomen de Seb, topándose con la cinturilla de sus pantalones, la cual inmediatamente desabrochó y de un tirón los bajó hasta sus rodillas. Los ojos de la chica brillaron intensamente al contemplar la erección de su amado Sebastian, que se erguía cómo el mástil de un barco. Eve lamió sus labios y gimió.

-¡Oh, por Thor! – Exclamó la chica con la voz cargada de deseo - ¡Me lo quiero comer!

Sebastian gruñó y jadeó al escuchar esas palabras que brotaron de la boca de la chica, su piel se erizó cuando Evangeline acarició su erección y la tomó con ambas manos acercándola a su boca. La humedad y tibieza de su lengua hicieron que el hombre se estremeciera y lanzara un profundo gemido.

Primero lamió la punta, mientras se deleitaba al ver como Sebastian se estremecía de placer ante esa caricia. La chica sonrió y deslizó su lengua por toda su longitud para finalmente, introducirlo en su boca y comenzar a succionar suavemente moviendo su cabeza de abajo hacia arriba. El cuerpo del hombre se tensó un poco cuando los dientes de Eve entraron al juego, mordiendo lo delicadamente.

-¡Oh, joder! - Gruñó Sebastian al tiempo que sus manos se posaban sobre la cabeza de su novia.

Evangeline ahogó un gemido y colocó sus manos en las nalgas de Sebastian, clavando ligeramente las uñas mientras los movimientos de su cabeza se aceleraban. A sus oídos, llegaban los suspiros y sonidos guturales que se escapaban de los labios entreabiertos de su hombre. Levantó la vista y lo miró, con los ojos cerrados, concentrado en el placer que ella le brindaba. Verlo así la calentó, avivando la llama del deseo dentro de ella, sintió cómo la humedad corría por entre sus piernas. Sebastian abrió los ojos y miró a Evangeline, que lo contemplaba al mismo tiempo que seguía con la felación, él ya no pudo contenerse y sin dejar de mirarla a los ojos, se dejó llevar por el placer, estallando dentro de la boca de la chica.

Sebastian la ayudó a incorporarse, ambos temblaban, embriagados por la lujuria y las ganas de hacerse el amor. Evangeline quedó de pie delante de Sebastian y lanzó su blusa por los aires, desabrochando su sujetador, que también corrió con la misma suerte que su otra prenda. Por otra parte Seb terminó de desnudarse, sin apartar la mirada de su mujer. Caminó un par de pasos, acortando la distancia entre ellos y la tomó por la cintura. La espalda de Eve se arqueó, ofreciéndole sus senos, y él sin pensarlo más, los tomó con su boca, succionado, lamiendo y mordiéndolos.

La boca de Evangeline se deshacía en gemidos y suspiros ante ese indescriptible placer. Seb la tomó entre sus brazos y ella lo rodeó con sus piernas, el chico la condujo hasta la mesa del comedor y ahí la depositó. Después, se inclinó para besarla con fervor y desesperación, explorando la boca de la chica con su lengua. El cuerpo de Evangeline se arqueada, frotando sus senos contra el pecho desnudo de su amante.

Los labios de Sebastian abandonaron su boca y descendieron por su cuello, las manos masculinas acariciaban sus pechos hinchados y su vientre para desabotonar sus pantalones y sacarlos de su cuerpo. Paulatinamente, la boca de Seb dibujó un camino de besos húmedos, deteniéndose en su monte de Venus, recorriendo con la lengua la entrada de su feminidad. Eve suspiraba, estremeciéndose ante el íntimo contacto.

Las manos de Sebastian abrieron lentamente sus piernas y las colocaron sobre sus hombros, Eve apoyó ambas manos sobre la mesa, echando la cabeza hacia atrás, la punta de la lengua del hombre dibujaba suaves círculos sobre sus pliegues y jugueteaba con su clítoris. Evangeline se sintió invadida por millones de pequeñas descargas eléctricas que nacían en su vientre y recorrían todo su cuerpo, haciéndola gritar de placer, empujando sus caderas, pidiendo cada vez más de Sebastian.

Seb se estaba tomando su tiempo, adoraba tener el control y provocar todas esas emociones en su mujer, veía con deleite cómo ella se volvía loca y se entregaba gozosa. Él tampoco podía más, pero se estaba controlando. Ahora le tocaba a ella disfrutar, ¡y vaya que lo estaba haciendo! Esos gemidos y sus gestos le indicaban que se estaba dejando llevar por el placer. Sebastian la mordió y Evangeline lanzó un chillido para entregarse por completo al éxtasis, estallando de placer. Seb se incorporó lamiéndose los labios, observando cómo Eve jadeaba, intentando recobrar el ritmo normal de su respiración.

-¡Ay! – Gimió la chica - ¡Hoy estás muy intenso, cielo! – Dijo con una sonrisa.

Sebastian sólo sonrió y la besó apasionadamente para recostarla sobre la mesa. Eve apoyó sus caderas sobre el borde de la superficie, clavó su mirada en su amado que no dejaba de sonreír. Seb abrió un poco las piernas de la chica y posó sus manos sobre sus senos, para después introducirse lentamente dentro de ella. Evangeline elevó un poco sus caderas para recibirlo y sin dejar de mirarse, comenzaron a moverse pausadamente. Las manos de Sebastian estrujaban sus senos y le arrancaban gemidos de placer. Evangeline contemplaba embelesada el rostro de Sebby que tenía la boca semi abierta y dejaba escapar algunos sonidos guturales. Su frente estaba bañada en sudor, así como su dorso. Ella apoyó sus manos en sus brazos y se recargó completamente sobre la mesa para dejarse llevar.

Sus cuerpos se mecían al mismo ritmo, que sin poder evitarlo, se fue intensificando. Una de las manos de Sebastian se mantenía acariciando los senos de Eve, en tanto que la otra había descendido hasta su monte de Venus y después un poco más allá, haciendo maravillas con su clítoris. El cuerpo de la mujer se convulsionaba, pues el calor y el placer estaban consumiéndola, su razón la estaba abandonando, para sólo concentrarse en esas deliciosas caricias y la maravillosa unión de su cuerpo con el de su futuro esposo.

Sebastian se movía cada vez más rápido, sus acometidas iban aumentando así como su pulso, sentía que estaba a punto de colapsar, pero aún no era momento de entregarse al placer, trataría de prolongarlo hasta que ya no pudiera más. Evangeline le clavó las uñas en los brazos, sentía que se sofocaba y que ya no podía más. Sus senos se bamboleaban con cada acometida y Sebastian apretaba cada vez con mayor fuerza. La espalda de la joven se arqueó, empujando con fuerza sus caderas para llenarse de él. Sebastian se inclinó y la besó con pasión para así, ambos arder en el fuego del deseo.

*****

Sebastian y Evangeline salieron al jardín de la mansión donde se llevaría a cabo su fiesta de compromiso. Seb llevaba de la mano a su hijo que se empeñaba en soltarse para salir corriendo hasta donde se encontraban sus primos Dimitri y Boris. Evangeline sonrió y le hizo una seña a su novio para que lo soltara y dejara que el niño se reuniera con sus primos. Al verlos entrar, la familia y sus invitados los recibieron con aplausos y hurras, parecía como si ya se hubieran casado y apenas estaban a punto de anunciar su compromiso.

Vladi, Mike y Gracia fueron los primeros en acercarse a ellos para felicitarlos, detrás se encontraban los abuelos de Sebastian y Ron, el hermano de Evangeline. Todos estaban muy emocionados al enterarse que pronto la pareja se convertiría en marido y mujer.

-Me hacen el viejo más feliz del mundo. – exclamó Vladi – Estoy tan emocionado que si pudiera, saltaría de gusto. – dijo el hombre abrazando primero a la chica y después a Sebastian, ambos le sonreían emocionados.

-En un principio se llevaban tan mal, que no imaginé que terminarían como pareja y claro, como matrimonio. – dijo Mike abrazándolos también.

-Es que del odio al amor sólo hay un paso. – intervino Gracia que ya dejaba ver su abultado vientre - ¡Felicidades a los dos! – dijo la chica y los abrazó.

-¡Felicidades a ustedes! Por fin Velkan tendrá un nuevo primito para jugar. – dijo Sebastian besando las mejillas de Gracia.

-Y será un varón. – exclamó Mike con orgullo – Así que podrán jugar a policías y ladrones, como tú y yo lo hicimos en nuestra infancia.

Ante el comentario de Mike, Sebastian lanzó una sonora carcajada. Recordó su niñez, cuando de pequeño solía pasar horas jugando con Mike. Su amigo siempre quiso hacer el papel de policía, mientras que él se empeñaba en ser el ladrón. Atesoraba esos recuerdos en su mente y le daba gracias a la vida por tener a su lado a un amigo como Michael Fassbender, esperaba que Velkan y el próximo hijo de Mike, forjaran una amistad tan fuerte como la de sus padres.

Stephanos y sus hijos se acercaron a la pareja para felicitarlos y desearles lo mejor en su matrimonio. Polina, su esposo y sus hijos hicieron lo mismo, así como la enorme familia de Smeranda y Daryl. Uno a uno, todos los invitados al festejo se acercaron a la pareja para darles sus buenos deseos y desearles un matrimonio feliz. Sebastian y Evangeline les agradecían de corazón sus muestras de afecto.

La chica miraba emocionada a su futuro esposo y tal como lo habían dicho Mike y Gracia, ellos habían comenzado a odiarse. Eve jamás había comprendido el porqué de la mala actitud de Sebastian hacia ella, ya que en un principio él la había tratado con desprecio y desdén, logrando que ella lo aborreciera. Pero algo en el fondo de su corazón, le había dicho que el hombre tenía miedo, miedo de sacar a relucir sus verdaderos sentimientos, ocultándolos detrás de una careta de orgullo.

Eve estaba a punto de decirle algo a Sebastian, cuando Vladislav Stan hizo sonar una copa y atraer la atención de los presentes. El anciano deseaba hacer un brindis en honor de la pareja.

-Quiero agradecer su presencia, primero que nada. – dijo el hombre – Estoy feliz de tenerlos aquí, junto a nosotros para compartir nuestra felicidad. Mi único hijo varón ha decidido comprometerse en matrimonio con esta linda jovencita. Muchos de ustedes no tienen idea de todo lo que esta hermosa pareja ha vivido, han sido situaciones muy duras que han logrado superar, por eso me lleno de emoción al saber que unirán sus vidas en matrimonio. – exclamó Vladi con lágrimas en los ojos – Quiero brindar por su felicidad, porque su matrimonio sea perfecto y porque pese a las pruebas que les presente el destino, ellos van a saber superarlas, porque son fuertes y su amor los ayudará a vencer todos esos obstáculos. – añadió el señor Stan levantando su copa - ¡Salud!

-¡Salud! – respondieron los presentes elevando sus copas para brindar por un buen matrimonio.

Después del brindis, Sebastian llevó a Evangeline hasta el centro del jardín y buscó en las bolsas de su saco, una pequeña caja de terciopelo negro. Se puso sobre su rodilla mientras sujetaba la mano de la chica, que estaba a punto de echarse a llorar de la emoción. Todos los presentes guardaron silencio, mirando atentamente la escena. Sebastian carraspeó y comenzó con su discurso.

-¿Quién diría que esa tímida mujer que se encontraba de pie en la cocina, luciendo ese ridículo camisón color de rosa me robaría el corazón en ese instante? – Exclamó Sebastian mientras Evangeline comenzaba a reírse - A pesar de un comienzo bastante accidentado, ambos nos dimos cuenta de nuestros verdaderos sentimientos, ¡principalmente tú! Porque yo era demasiado orgulloso como para admitir que estaba perdidamente enamorado de ti – Dijo el hombre y Eve se inclinó para besarlo con pasión - Hubo un momento en que nuestra relación parecía que se desmoronaba – Continuó Sebastian – Juntos hemos superado las más complicadas adversidades que se pueden presentar en esta vida. A lo largo de este tiempo que hemos estado unidos, me he convencido absolutamente de que eres la mujer de mis sueños y con quien espero, en un futuro, hacer crecer esta hermosa familia – Suspiró Seb y miró a Evangeline, que derramaba lágrimas de felicidad - Tú me enseñaste a vivir cada día como si fuese el ultimo y a no tener miedo. Cambiaste mi mundo monótono, por una realidad alegre y colorida. Evangeline Foster, mi amor, mi vida entera ¿te casarías conmigo?

-¡SI! – Gritó Evangeline arrojándose a sus brazos y lanzándolo al piso mientras lo besaba una y otra vez.

Los presentes gritaron al escuchar la respuesta de la joven y aplaudieron emocionados. Sebastian la tomó en sus brazos y la besó con pasión. Era momento de comenzar una nueva vida, dejando esas amargas experiencias en el pasado, concentrándose únicamente en su felicidad y en el futuro que forjarían juntos. Eve era la mujer de su vida y haría todo lo posible por no defraudarla y vivir en armonía, los dos juntos, unidos hasta el final.

♥♥ F I N ♥♥

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Y con este emotivo cierre, llegamos al final de esta historia. Debo confesar que me costó un poco de trabajo escribirla, muchos dolores de cabeza y miles de interrupciones. A veces pensaba que estaba quedando demasiada floja, pero releyéndola, me di cuenta que no, que tenía una buena trama y que era emocionante. Este es mi primer fic con Sebastian Stan. Espero haberlo hecho bien, ustedes ya me lo dirán. Quiero agradecerles por todo su apoyo y el tiempo que se tomaron en leer estos capítulos. Se los agradezco de corazón. Espero sus comentarios e impresiones respecto a este capítulo y a la historia en general. Les traeré más sorpresas más adelante y más historias con este Papi Chulo. ¡Hasta la próxima historia!
#MaryCruz


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