CHAPTER EIGHT
Una semana después de que Sebastian llegara a Lower Hampton, su amigo Michael Fassbender recibe una llamada telefónica de parte de Ian Watson, su amigo y ex compañero de la policía de Nueva York. Tal y como se lo había prometido, Mike había pedido a Ian que investigara un poco a la familia Barker y sobre todo, saber si ellos tenían nexos con algún grupo de la mafia neoyorkina.
-¡Hola Mike! – exclamó Ian - ¿Cómo estás?
-Me encuentro muy bien, Ian ¿y tú? – respondió Michael - ¿Tienes noticias?
-¡Efectivamente! – respondió el detective – He estado investigando un poco sobre esa familia – El patriarca es una fichita.
-¡Lo sé! – dijo Mike – A Stephanos Barker lo tengo catalogado como escoria.
-Yo no lo sabía y me sorprendí bastante. – exclamó Ian – Debe demasiado dinero, sus acreedores lo tienen amenazado de muerte.
¿Y qué hay con el hijo mayor, Vlad Barker? – preguntó Fassbender - ¿Anda en malos pasos?
-Revisé sus antecedentes y está limpio pero dudé sobre ese historial impecable. – dijo Watson – Así que me di a la tarea de seguirlo y sí, él tiene demasiados contactos dentro de la mafia. Uno de sus más grandes amigos lo apodan Skull y este tipo, maneja una gran red de tráfico de blancas, aunque sabe esconderse en las sombras. Tenemos años intentando cazarlo, pero supongo que si veo de cerca los movimientos de Vlad Barker, seguro el me lleve hasta Skull.
-¡Qué familia tiene Sebastian, de veras! – exclamó Fassy - ¡Yo nunca me había puesto a investigarlos! No imaginé que pudieran tener ese tipo de contactos tan sucios.
-Investigué también a los hijos menores, pero ellos son los únicos decentes de esa familia. – dijo Ian Watson – No tienen antecedentes y sólo son chicos exitosos y emprendedores.
-¿Y qué hay de Katrina Stan? – preguntó Michael – Ella es a la que más temo, pues por lo que me comentó Sebastian, esta mujer es la de las ideas locas.
-Nada, ella tampoco tiene nada. – dijo el detective – Pero esta semana, si me es posible, iré tras de sus pasos. El hecho de que no tengan nada, los hace aún más sospechosos. ¡Cómo su hijo! Presiento que ella es el cerebro y su marido y su hijo mayor son sus títeres. Pero me da mala espina la mujer y por eso no la perderé de vista.
-¡Te lo agradezco mucho! – respondió Mike – En los próximos días visitaré Nueva York, y por favor, ¡no los pierdas de vista!
-Así lo haré amigo. – respondió Ian y terminó la llamada.
Mike se rascó la cabeza, Sebastian debía tener mucho cuidado sobre todo con Vlad y Katrina, ellos eran los más peligrosos de ese trío, aunque pensándolo bien, Stephanos sería capaz de todo con tal de conseguir dinero y seguir con sus malditas apuestas. Continuaría con sus ojos puestos en los Barker, aunque de momento no le diría nada a su amigo, hasta tener más detalles sobre sus movimientos.
*****
El tiempo avanzó rápidamente para Seb y hacía ya mes y medio que había abandonado la casa de su padre para refugiarse en la granja de sus abuelos. Desde que se había ido, no había dado ninguna señal respecto a su paradero y aunque Vladi llamaba constantemente a los Steele, ellos respondían con negatividad, dándole a entender al hombre que ellos tampoco sabían nada con respecto a Sebastian y a Velkan. El señor Steele reprendía constantemente a su nieto, pues decía que su padre no se lo merecía, que el señor Stan debía saber de una vez por todas en dónde se estaba escondiendo.
-Aún no es momento de revelarlo – Exclamó el joven mientras preparaba el biberón de Velkan.
-Pero tu padre está muy preocupado, y tu hermana Smeranda también – Respondió su abuelo - ¿Acaso no te duelen?
-¡Me duelen y mucho! – Dijo Seb acurrucando a Velkan y ofreciéndole su alimento – Pero decidí escribirle una carta al viejo y enviársela con Mike, pues el viajará esta noche hacia Nueva York, me dijo que tenía unos asuntos que atender. En esa carta le narró todos los detalles del porqué de mi desaparición, pero no le diré en dónde estoy.
-Está bien – Comentó su abuelo – Lo que me interesa es que tu padre se controle y guarde la calma. Creo yo que la incertidumbre lo mataría lentamente. Al menos con eso detendrás un poco su dolor.
-Me siento muy culpable – Añadió Sebastian – Pero no quiero que Katrina y su gente se enteren de mi paradero.
El abuelo de Sebastian ya no respondió, solamente suspiró y acarició la cabecita de su pequeño bisnieto que comía ávidamente. Entendía perfectamente la postura de su nieto, el joven había dejado a un lado su gran nombre y desde que había llegado a Lower Hampton, utilizaba el apellido de su madre, ya no era Sebastian Stan, si no Sebastian Steele, dueño de un modesto taller mecánico y una estación de gasolina en medio de un camino de nadie.
Sebastian terminó de alimentar a Velkan y lo entregó a su abuelo, después salió de su casa y abrió su taller, hacía dos semanas que lo había inaugurado y por fortuna, el trabajo no le faltaba. Ese camino llevaba a un aserradero y no faltaban los camiones y camionetas que necesitaban ser revisados. Además, cercano al lugar se encontraba una granja cinegética y la temporada de cacería estaba próxima a abrirse, así se lo había dicho su abuelo. Esas temporadas eran buenas y no le faltarían clientes al joven. Había acertado en abrir un taller mecánico en ese sitio.
Más tarde ese día, el jeep de Michael Fassbender se estacionaba afuera de la granja Steele, caminó hasta el taller para ver si Seb aún estaba trabajando, para su fortuna, aún no cerraba, pero estaba a punto de hacerlo.
-¿Cerrarás temprano? – Preguntó Mike con una sonrisa.
-¡Hola! – Le sonrió Seb – Sí, te estaba esperando, por eso decidí cerrar antes, así nadie nos molestará.
-Hiciste bien – Exclamó Mike mientras caminaban por el camino empedrado hasta la casa - ¿Ya tienes lo que me dijiste?
-Sí, ya está lista, sólo te daré indicaciones específicas mientras comemos algo – Respondió el joven Stan.
Luego de asearse, Seb se sentó junto a Mike en la mesa de la cocina mientras su abuela les servía un gran plato de carne con vegetales. Velkan dormía en la sala en los brazos de su bisabuelo. Mientras comían, Sebastian entregó un grueso sobre sellado a su amigo y le dijo.
-Debes entregársela en su oficina, el viejo siempre está solo ahí. Por ningún motivo se te ocurra decirle en dónde me encuentro. ¡No dejes que te sonsaque! Es hábil como el demonio y te hace caer fácilmente.
-No te preocupes – Respondió Mike mientras se reía de las palabras de su amigo – Lo haré como tú me lo dices.
-De preferencia espera a que lo lea y asegúrate de que nadie entre mientras lo hace. Le dejé mi número de móvil para que me llame en cuanto se encuentre solo y sin esos monigotes a la vista. Es necesario que hable con él – Exclamó Sebastian.
-¿No te delatarás por el número telefónico? – Preguntó Mike.
-No, es mi antiguo número, lo he mantenido activo – Dijo Seb guiñando su ojo - Así no sospechará sobre mi paradero.
-Entonces mañana a primera hora visitaré al señor Vladi en su oficina. Llamé y me concretaron la cita para las diez de la mañana – Sonrió Michael.
-Sí, para verlo necesitas una cita, es un viejo mañoso – Se rió Seb.
Después de un rato de charla, Mike se despidió de Sebastian, sus abuelos y del pequeño Velkan, subió a su auto y partió con rumbo al aeropuerto. Debía hablar con Vladi y entregarle la enorme carta de su hijo, también se reuniría con Ian y hablarían sobre los Barker, el detective le entregaría un informe completo y también le tenía otras noticias sobre ellos.
*****
A la mañana siguiente, la gente de Stan Electronics estaba muy movilizada, el señor Vladislav Stan había citado a una nueva junta y esta se llevaría a cabo a las ocho de la mañana. Su nieto Vlad sonreía satisfecho, pues en esa junta se daría a conocer el nombre del nuevo CEO de la empresa. El joven Barker estaba totalmente seguro de que la presidencia quedaría en sus mano, ¿quién más? Su viejo abuelo otorgaba los cargos importantes a los miembros de la familia, su hermano Stephanos y su primo Ivar tenían muy buenos cargos dentro de la cadena hotelera, mientras que su prima Osmara también estaba muy bien posicionada dentro del negocio de Stan Resorts. Y no dudaba que en un futuro sus pequeños primos también tendrían buenos lugares en los negocios, mientras que Landon, su hermano menor, peleaba con uñas y dientes para rescatar el negocio de su padre, con la ayuda de su abuelo, claro estaba.
Vlad entró en la sala de juntas y tomó su lugar, ahí estaban todos los miembros de la familia, socios y accionistas. El abuelo Vladi ocupaba su lugar a la cabeza, mientras que a su derecha se encontraba Stephanos y a su izquierda, estaba Lincoln Blair, quién fuera la mano derecha de Sebastian mientras este había ocupado el puesto. Desde la "desaparición" de su tío, el hombre se había hecho cargo de todo, pero Vlad estaba muy seguro de que al final, él terminaría con el puesto.
-¡Buenos días! – dijo Vladislav Stan con voz fuerte y recia – Esta junta será breve, pues no deseo perder más tiempo. Es necesario que alguien ocupe el lugar de mi hijo Sebastian dentro de la empresa. Mi muchacho, como ustedes saben, sufrió una pérdida muy grande y por tal motivo decidió tomarse unas vacaciones imprevistas. – exclamó el hombre – He decidió nombrar al CEO interino de Stan Electronics hasta el regreso de mi hijo Sebastian.
-¿Y cuándo regresará el joven Stan? – preguntó uno de los accionistas.
-Hasta que se sienta mejor. – fue la respuesta del viejo – Esto va a ser breve, así que ya no perderé más el tiempo con tanta charla.
-¿Quién ocupará el lugar de Sebastian, padre? – preguntó Katrina con una gran sonrisa pues ella también esperaba que su hijo mayor, ocupara ese cargo tan importante.
-He decidido darle el puesto a un hombre que ha trabajado durante varios años en esta empresa. – dijo Vladi – Un hombre que es responsable, emprendedor e innovador, un hombre que ha puesto en alto el nombre de nuestra organización. Un hombre que se ha esforzado por conseguir este lugar en la empresa y que estoy seguro, que todos ustedes estará de acuerdo conmigo al haber tomado esta decisión, ya que él es el más indicado para ocupar el puesto de CEO.
Al escuchar esas palabras, Vlad se levantó, pues estaba seguro que su nombre brotaría de los labios de su abuelo. Sonrió de manera victoriosa y cuando estaba a punto de caminar hasta el viejo Vlad, este continuó con su discurso para revelar el tan esperado nombre.
-Les pido por favor que le den la bienvenida al nuevo CEO de Stan Electronics, Lincoln Blair. – exclamó el viejo Stan estrechando la mano del joven Blair - ¡Te lo has ganado, muchacho! ¡Muchas felicidades!
El pasmo para los Barker fue general, sobre todo para Vlad que no espera que su abuelo le diera una puñalada por la espalda. Intentó decir algo, pero la fuerte brazo de su padre lo obligó a sentarse y a guardar silencio, mientras le susurraba por lo bajo.
-¡Ya tendrás la oportunidad de vengarte de esa momia! – dijo Stephanos – Ahora, ¡cállate!
Katrina también estaba muy molesta por la decisión de su padre, ¿por qué no había elegido a su hijo? Era un Stan y era el más indicado para el puesto, no un muerto de hambre como Blair. Pero claro, lo había nombrado porque había sido uno de los grandes amigos de Sebastian de la universidad. A la mayoría de los familiares de Vlad, también les había sorprendido la decisión del abuelo, pues él se vanagloriaba diciendo que los puestos más importantes de sus negocios sólo serían ocupados por los miembros de la familia Stan y que no cualquier donnadie los ocuparía.
-Abuelito, ¿por qué mi primo Valdislav no será el CEO de Stan Electronics? – resonó la voz chillona de Ivar – Me sorprende mucho tu decisión, aunque el joven Blair me parece una excelente elección.
-Tú lo acabas de decir, chiquito. – dijo la fuerte voz de Vladi – El señor Blair es el más indicado para ocupar el puesto, tiene la experiencia y los conocimientos para ello. ¡Me lo ha demostrado! En cambio Vladislav ha cometido demasiados errores en estos últimos meses y por ello también he decidido cambiarlo de puesto.
-¿A qué te refieres con eso, abuelo? – gruñó Vlad Barker levantándose de su asiento y caminando hasta el señor Stan.
-A que te mereces un escarmiento, para que la próxima vez no descuides tu trabajo y pongas más cuidado en tus obligaciones. – exclamó el viejo Stan – Y esta va para todos, ¿me escucharon? – todos guardaron silencio y asintieron, mientras Stan continuó – Debido a las malas acciones del joven Barker, he decidido que este ocupe el puesto de mi asistente.
-¡No, abuelo! ¡Tú no puedes hacerme esto! – se quejó Vlad – Soy tu nieto y uno de tus herederos más importantes.
-¿Quieres ser mi asistente o quieres ser asistente de Blair? ¡Decide de una vez! – gritó Vladi – Sólo tienes esas dos opciones, si no te parece, serás el asistente de tu hermano Landon en la empresa de tu padre.
Vladi salió de la sala de juntas sin esperar la respuesta de su nieto, mientras todos seguían discutiendo a cerca de las decisiones locas del viejo Stan. Este entró en su oficina y le alegró ver dentro de esta a Michael Fassbender que lo saludó con una gran sonrisa y lo abrazó con todas sus fuerzas.
-¡Vladi! – dijo el muchacho apretándolo - ¿Cómo has estado? Por tu cara, deduzco que estás molesto.
-Gajes del oficio, ya sabes. – respondió el viejo – Pero me alegra verte, ¿quieres tomar algo, hijo?
-Gracias, tu secretaria ya me ofreció café y galletas. – respondió Michael – Necesito hablar contigo muy seriamente, Vladi, pero te pido de favor que nadie nos moleste. No quiero que por ningún motivo nos interrumpan.
-De acuerdo, daré indicaciones para que coloquen un par de guardias en la puerta y dejaré claro a mi secretaria, que no permita el acceso a mi oficina hasta que yo se lo indique. – exclamó el viejo tomando el teléfono para dar instrucciones a su secretaria – Ahora si dime, ¿de qué quieres hablar?
-Es sobre Sebastian. – dijo de golpe Mike y los ojos del viejo brillaron – Tengo un recado de él para ti. Me dijo que lo leyeras en cuanto te lo entregara y que guardaras silencio sobre todo lo que él te diga.
-¿Dónde está? – dijo Vladi - ¡Necesito saberlo!
-¡Si lo supiera ya te lo hubiera dicho! – respondió Fassbender – Lee el recado y no me preguntes nada. – dijo entregándole el sobre que Sebastian le había dado.
El viejo tomó la carta, rasgó el sobre y comenzó a leer. Michael permaneció en silencio y pudo notar que las lágrimas fluían de los ojos de Vladislav Stan. Decidió darle la espalda y concentrarse en el enorme ventanal de la oficina, mirando la ciudad y el cielo. Podía escuchar el fuerte llanto del padre de su amigo, pero no lo interrumpió. ¡Ni él mismo conocía el contenido de la carta! Y por la reacción del hombre, debía ser algo muy duro para él. Se imaginó que Sebastian le había revelado el motivo de su partida y del porqué se había ido sin avisarle.
Vladislav Stan leía atentamente las palabras de su hijo, en esa carta Sebastian le narraba los motivos por los cuales había tenido que irse de manera imprevista. Vladi sabía que Katrina y familia eran muy ambiciosos, pero no imaginaba que su ambición pudiera llegar tan lejos, al grado de querer asesinar personas inocentes.
"Viejo, te pido perdón por mi manera de actuar, ¿pero qué hubieras hecho tú? Seguramente me vas a tachar de cobarde. Te conozco bastante bien y sé que eso podrás pensar de mí, ¡pero no me importa! Lo que importa es la vida de Velkan y su seguridad y no voy a arriesgarme a perder a mi hijo.
¡Sólo quiero que me dejen en paz! Nunca he entendido su odio hacia mí, ni quiero entenderlo. Porque para empezar, ¡yo no pedí nacer! Y mucho menos nacer en su familia. Nunca me ha interesado el dinero, ni los lujos y ¡tú lo sabes más que nadie! Yo no quiero poder, ni riquezas, quiero una vida tranquila y sin problemas junto a mi hijo... ¡y nada más! Estuve pensándolo durante todo este tiempo y he decidido renunciar a mi posición social y a mi herencia. Qué en realidad no es mía, es tuya, porque todo lo que tienes lo has forjado y te lo has ganado tú con tu esfuerzo y tus largos años de trabajo duro. Pero tampoco quiero que unos aprovechados se regocijen y disfruten de algo que no les corresponde, pero sobre todo, que lo obtengan sacrificando la vida de quienes menos daño les hacen.
Por ello, he decidido pedirte que no me busques y que no hables con nadie respecto a todo lo que acabo de decirte. Tampoco deseo que te enfrentes a Katrina, Vlad y Stephanos. ¡Déjalos tranquilos! Quiero pasar a segundo plano en sus vidas, por ahora ¡no me voy a arriesgar a ser descubierto! Yo me pondré en contacto contigo de una forma u otra. Te pido también que no trates de obtener información mediante Mike, él no sabe nada. Tampoco Agnes y Colin saben en dónde me encuentro. Por el momento puedo decirte que Velkan y yo nos encontramos bastante bien, estoy trabajando, me he establecido con el niño y somos felices.
Tarde o temprano apareceré y les arrebataremos las caretas, ¡mostraremos la verdad y la justicia se va a encargar del resto! Llámame, sólo si es necesario... Recuerda que te amamos, y siempre estás en nuestro corazón. Te extrañamos, Vladi.
Con amor: Sebastian"
Vladi leyó la última parte de la carta enviada por su hijo y su llanto se hizo más fuerte, una mezcla de sentimientos apareció: la rabia, el dolor, la impotencia y la tristeza se mezclaron en su corazón. ¡No podía creerlo! Su propia familia lo odiaba y todo por la ambición y el poder. Iba a respetar la decisión de Sebastian y guardaría silencio, pero no quitaría los ojos de encima de Katrina y su familia. Ahora que sabía la verdad, estaría más pendiente de esos zánganos.
*****
https://youtu.be/tjL5apEyiig
Sebastian había amanecido de muy buen humor, le estaba yendo bastante bien con el taller y parecía que la voz se había corrido por el pequeño lugar, pues cada día recibía un nuevo cliente o dos, estaba satisfecho con lo que estaba logrando y por fortuna, nadie se había atrevido a preguntarle quién era o de dónde venía. Abrió el taller y puso algo de música para relajar el ambiente (**Escuchar tema del video en la parte superior del párrafo**). Estaba revisando el motor de una camioneta, cuando escuchó el sonido del claxon de un auto que se detenía frente a la puerta del taller. Dejó su trabajo y salió de ahí para atender a un posible cliente.
Se sorprendió a ver el tipo de auto que estaba estacionado ahí, era un Audi deportivo, bastante inusual en ese terreno. Pues lo que desfilaban constantemente por la zona eran furgonetas, camiones grandes y todoterrenos. Caminó hasta el lugar, cuando la ventanilla del coche se bajó y frente a él apareció el rostro de una pelirroja que le sonreía de manera coqueta.
-¿Es usted el encargado del lugar? – Preguntó mientras lo observaba detenidamente.
-Así es, señorita – Dijo Sebastian quitándose la gorra que cubría su cabeza y parte de su rostro - ¿En qué puedo ayudarla?
-Mi auto hace sonidos raros y me está marcando algo rojo, una luz rara. Parece que son los frenos, ¡no lo sé! – Respondió la chica bajándose del coche.
Sebastian tragó grueso al contemplar atentamente a la sexy pelirroja que descendía del auto. Sus piernas largas y blancas, lucían bien torneadas y sólo estaban cubiertas por un diminuto short de mezclilla que dejaba muy poco a la imaginación. La mujer calzaba unos botines de tacón de aguja que estilizaban aún más su figura. Una ajustada camiseta se ceñía a su pecho y sobre sus hombros llevaba una chamarra de mezclilla. Seb no pudo evitarlo y terminó excitándose al ver a esa sensual mujer, cosa que no debí permitir. Pero había estado en abstinencia durante varios meses y era normal que su cuerpo reaccionara de esa manera, al ver ante él a esa escultural chica.
-¡Voy a echarle un ojo a su auto! – atinó a decir Sebastian y de esta manera alejar los ojos del trasero de la chica que se había dado la vuelta para hacer una llamada.
La mujer volteó al escucharlo y lo miró con atención. A pesar del sucio overol y de tener las manos y la cara llena de grasa, el hombre lucía arrebatadoramente sensual. El pelo largo hasta la nuca, barba semi crecida, esos labios sensuales, la cara cuadrada y los ojos azules, le deban un toque enigmático. Rara vez se encontraba con un ejemplar de ese tipo y a pesar de ser un simple mecánico, no parecía un hombre corriente o vulgar como los que vivían por esa zona.
-¿No eres de por aquí, verdad? – preguntó la chica con voz sensual y acercándose a Sebastian contoneando sus caderas.
-¡No! – fue lo único que dijo mientras seguía revisando el auto.
-Me llamo Bella Thorne y ¿tú? – exclamó la chica extendiendo su mano.
-Sebastian Steele, mucho gusto y disculpe que no le tienda la mano pero ensuciaría la blancura de su piel. – dijo con una sonrisa que derritió a Bella.
-Pues es un gusto conocerte, Sebastian. – respondió Bella con una sonrisa picara – Creo que tu y yo nos vamos a llevar muy bien. – exclamó mientras le guiñaba un ojo.
Sebastian asintió más sin embargo no podía concentrarse en su trabajo. Bella trataba de llamar su atención a toda costa, moviéndose descaradamente a su alrededor. El chico comprendió hacia donde ella se dirigía con su actitud, así que quizá no le vendría mal un poco de diversión, después de todo lo vivido anteriormente. Posiblemente, Bella sería una vía de escape a su realidad.
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¡Ha aparecido Bella Thorne! Es seguro que tengamos algunas escenas algo candentes con este par. Vladi ya sabe la verdad y yo estoy segura que los Barker no van a descansar hasta encontrar a Sebastian. Pero el detective Watson ha descubierto algo más, ¿qué será? No se pierdan mañana el siguiente capítulo.
#MaryCruz
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