ఌ | Capítulo 10
Los días siguientes a la discusión con Chaeyoung fueron una mezcla de vacío y ruido ensordecedor. Cada mañana, Mina despertaba con la misma sensación de pérdida, como si un pedazo de sí misma se hubiera desprendido sin posibilidad de volver. A pesar de estar rodeada de sus compañeras, el ambiente le parecía distante, como si un muro invisible la aislara de todas, especialmente de Chaeyoung.
Los ensayos continuaban como siempre, pero cada vez que miraba a Chaeyoung, ésta evitaba su mirada. Se sentaban juntas en los ensayos y durante las comidas, pero una barrera invisible las separaba. Chaeyoung estaba más callada que de costumbre, y aunque sus interacciones eran profesionales, frías y automáticas, Mina sentía que cada gesto amable que antes existía entre ellas se había desvanecido.
Una mañana, mientras tomaba su café en la cocina del hotel donde se alojaban para una serie de eventos, escuchó risas provenientes de la sala de estar. Era Chaeyoung, riéndose de algo que Dahyun había dicho. Esa risa, que solía traerle paz, ahora la destrozaba. No porque Chaeyoung estuviera feliz, sino porque Mina ya no era parte de esa alegría. Ella había dejado de ser el motivo de esa risa.
El grupo notaba la tensión, pero nadie hablaba del tema. Dahyun y Jeongyeon intentaban suavizar el ambiente con bromas, Tzuyu mantenía conversaciones ligeras, y Jihyo se limitaba a observar en silencio, con una mirada que reflejaba su preocupación.
Las noches eran las peores. Cuando Mina se encontraba a solas en su habitación, su mente volvía a aquel momento en la sala de reuniones. Recordaba la intensidad de las palabras de Chaeyoung, la tristeza en su voz, y la forma en que salió de la sala sin mirar atrás. Una y otra vez se preguntaba si había tomado la decisión correcta, si realmente valía la pena proteger el grupo a costa de lo que sentía por Chaeyoung.
Había noches en las que intentaba escribirle, pero nunca enviaba los mensajes. Las palabras nunca parecían suficientes para expresar todo lo que sentía; el arrepentimiento, la confusión, el miedo. El miedo a que, si daba un paso en falso, todo lo que habían construido —como grupo, como pareja— se derrumbara para siempre.
Una tarde, mientras revisaba su teléfono, apareció una notificación que la sacudió. Las redes estaban explotando nuevamente con el rumor de la foto. Habían aparecido nuevas "pruebas" que supuestamente confirmaban que había algo más entre ellas. Las imágenes eran borrosas, tomadas desde ángulos incómodos, pero suficientes para que los fans se sumergieran en teorías.
Mina sintió un nudo en el estómago. El plan de desmentir la foto parecía desmoronarse antes incluso de que pudieran enfrentarlo públicamente. Sabía que debía mantener la calma, seguir la estrategia que la agencia había trazado, pero algo dentro de ella gritaba que esto solo empeoraría las cosas. Que cuanto más mintieran, más dañino sería el impacto cuando la verdad finalmente saliera a la luz.
Al llegar la noche, se reunió con las demás en el salón del hotel para una cena rápida. Las conversaciones eran rutinarias, pero en cuanto alguien mencionó la conferencia de prensa que la agencia había programado, el silencio se adueñó del grupo. Todas sabían que, aunque estuvieran preparadas para enfrentar a la prensa, la verdadera tormenta estaba ocurriendo en su interior.
Mina apenas tocó su comida. El dolor de perder a Chaeyoung la estaba consumiendo, pero no podía evitar pensar que esto era lo correcto. Si el escándalo explotaba, si todo salía a la luz, no solo se arriesgaría su relación con Chaeyoung, sino también la estabilidad del grupo que tanto esfuerzo les había costado construir.
Esa noche, antes de acostarse, intentó recordar cómo habían llegado hasta este punto. Cómo una relación que antes había sido su refugio, su escape, se había convertido en el epicentro de tanto caos y confusión. Se acordó de las risas compartidas en los camerinos, los secretos susurrados en la oscuridad de las giras, los momentos en que Chaeyoung la hacía sentir que todo iba a estar bien, incluso cuando el mundo exterior se desmoronaba. Pero ahora, ese mundo que ellas habían creado parecía tan frágil como el papel.
La conferencia de prensa estaba a solo un día de distancia, y Mina no tenía idea de cómo enfrentar lo que vendría después. Lo único que sabía con certeza era que el peso de sus decisiones la estaba aplastando. Cada mentira que había decidido contar, cada momento de duda, la estaba alejando más de lo que realmente deseaba: estar con Chaeyoung, libremente, sin miedo a las consecuencias.
Pero ese futuro parecía imposible.
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