|T W O|
Después de horas de clases largas el timbre hizo su entrada sonando dando por finalizada la última clase del día, Lisa sonrió mientras estiraba sus brazos sintiendo su cuerpo aliviarse, había sentido la mañana bastante larga.
Su sonrisa se esfumó al ver cómo su maestra hacía caso omiso al timbre ya que seguía escribiendo en la pizarra, con un bufido comenzó a copiar mientras maldecia a la maestra en todos los idiomas que conociera.
Lisa desvió su mirada a la puerta, su mejor amiga Jennie esperaba ahí por ella, eso hizo que su ánimo creciera notablemente, iba a alzar su manos cuando notó que la coreana no la miraba a ella.
La tailandesa siguió su mirada para ver al chico nuevo de intercambio, nuevamente su ánimo decayó, ya se estaba comenzando a cansar y solo era el primer día.
Los celos brotaron de su cuerpo mientras colocaba una mueca en su cara, realmente hoy no era su día. La mala suerte la saludaba cada que podía.
Lisa miró a Jennie la cual miraba al chico con una sonrisa tímida mientras mordía su labio inferior y saludaba con su mano derecha, ahí la tailandesa tuvo envidia del chico.
Comenzó a escribir con lentitud, sabía que apenas saliera su mejor amiga comenzaría a hablar sobre el chico nuevo y ella pasaba totalmente de eso, no quería escucharla alardear sobre alguien a quien le tuviera envidia.
Al terminar de escribir y guardar sus cosas con total lentitud se dirigió a la salida para detenerse abruptamente, Jennie se encontraba hablando con aquel chico, se quedó parada mientras sentía la incomodidad invadir todo su cuerpo, miraba a todos los lados menos a aquel panorama que solo le causaba dolor.
Cuando Jennie al fin reparó su mirada en la tailandesa se despidió del chico con una gran sonrisa para caminar hacia Lisa y entrelazar su brazo con el de ella.
——Vamos —dijo apenas se posicionó a su lado para salir del aula, Lisa era mucho más alta que ella pero gracias a los tacones de Jennie, la diferencia no era mucha—, ¿Qué harás ahora? —preguntó con cautela algo que Lisa notó.
——Lo mismo de siempre, ya lo sabes —respondió sin importancia desganada—, ¿Por qué la pregunta? —miró con curiosidad a la coreana la cual sonrió en grande.
——Podemos ir hoy de compras, ya que tú y yo iremos juntas al baile —afirmó mientras asentía con la cabeza segura de sí misma.
Lisa sintió su corazón saltar de la emoción, la ilusión se hizo presente en ella, seguramente al fin su mejor amiga se había dado cuenta de sus sentimientos y había decidido aceptarla. Una sonrisa tonta se dibujó en sus labios mientras sus mejillas se tornaban de un rojo intenso, los nervios la atacaron y sus piernas flaquearon.
——¿Iremos juntas? —preguntó, tenía que asegurarse, seguramente había escuchado mal y debía confirmarlo, seguro era un sueño y si fuera así que nadie la despertara.
——Así es —afirmó—, Henry me dijo que no podrá buscarme así que nos veremos allá —explicó haciendo que todas aquellas emociones en Lisa se esfumaran mientras que la molestia tomaba su lugar.
Tonta, tonta, tonta.
——No seré un mal tercio —negó, no era tan masoquista como para ver a la chica que le gusta con su enamorado.
Realmente la mala suerte la acompañaba aquel día.
——No lo serás, capaz y encuentres a alguien que te guste —Jennie codeó a Lisa haciendo que rodara los ojos, odiaba eso, odiaba que la coreana le buscará pareja cuando ella solo la quería a ella.
——No lo creo —susurró, y no era mentira, nadie le podría gustar como le gustaba Jennie Kim.
——Vamos, todo es posible en esta vida —afirmó con seguridad mientras salían de la escuela para caminar hacia la casa de la tailandesa.
——¿En serio? —preguntó burlonamente cuando las palabras de Jisoo llegaron a su mente, era ahora o nunca—, cómo para ti todo es posible en esta vida, ¿saldrías con una chica? —preguntó con cautela, su mirada se había dirigido a Jennie mientras examinaba sus expresiones.
——Lisa —soltó una pequeña risa mientras miraba a la mencionada para mirar al frente—, todo en la vida tiene sus límites, me van más los hombre, nunca saldría con una mujer —afirmó como si fuera lo más obvio del mundo.
El mundo se Lisa cayó por completo, cualquier esperanza que se había formado se habían desvanecido cómo polvo en el aire. Lisa sabía la respuesta desde hace mucho pero aún así pensaba que habría alguna posibilidad.
——Entonces no todo es posible —respondió mientras se forzaba a qué el tono melancólico no se mezclara en sus palabras.
——Bueno, puede que no —rió mientras miraba la casa de Lisa a lo lejos—, entonces, ¿si irás conmigo? —preguntó para hacer una mueca—, por favor, no quiero llegar sola al baile y no quiero parecer desesperada por un hombre —comenzó a hacer caras tiernas con el fin de que su amiga aceptara.
——Jennie... —susurró esquivando la mirada de su amiga, debía ser fuerte, no podía permitir que se lastimara así.
——Por favor —pidió Jennie mientras hacia un puchero algo que Lisa no pudo esquivar.
Maldita sea.
——Está bien —respondió para suspirar, realmente no podía con Jennie la cual chilló de emoción.
——¡Eres la mejor, Lili! —exclamó con emoción—, te escribo después para irnos —Jennie besó la mejilla de la tailandesa para seguir su camino.
Lisa la vio irse mientras que una triste sonría se hacía presente en sus labios, la silueta de la coreana ya no era visible para ella así que se dirigió a la entrada de su casa con desgano.
•••
——¿Cómo crees que me queda este —preguntó Jennie mientras modelaba el quinto vestido que se probaba, para Lisa todos los vestidos le quedaban bien pero no era suficiente para la coreana.
——Te queda perfecto —respondió igual que con los otros cinco y no mentía, Jennie era una diosa y todo le quedaba espectacular.
——Me hace ver gorda —aunque claro, Jennie no miraba lo mismo que Lisa—, ¿cuando vas a buscar tu vestido? —le preguntó al ver a la tailandesa sin ganas de buscar nada.
——Primero te ayudaré a ti —respondió.
Se levantó para buscar algún vestido para la coreana, realmente no quería ir a aquel baile así que no gastaría dinero en algún vestido que solo se pondría por cinco minutos. Su plan era dejar a Jennie con su cita y volver a su casa a comer helado mientras se veía la saga de Harry Potter por décima vez.
——¿Qué tal este? —preguntó mientras sacaba un vestido y se lo enseñaba.
——Demasiado largo, solo con verlo ya me siento ahogada —respondió Jennie haciendo que Lisa dejara el vestido en su lugar y escoja otro para enseñárselo—, demasiado corto, solo con moverme un centímetro ya se me vería todo.
Lisa suspiró para buscar más vestidos hasta que uno le llamó la atención, era un rojo largo, el escote en la espalda mientras que en el pecho era con forma de corazón, el vestido era pegado hasta la cintura para después caer en cascada mientras tenía apertura al frente para mostras las piernas.
——¡Es perfecto! —un chillido la desconcertó, se volteó para ver a Jennie mirar el vestido con los ojos brillantes—, ¿Vas a tomar ese? —preguntó.
——No, todo tuyo —apenas respondió otro chillido se hizo presente mientras le arrebataba el vestido de sus manos para irse al probador a cambiarse.
Lisa se sentó desanimada, se sentía bastante mal y sentía como si este fuera el peor día del año que pudo tener, después de unos minutos Jennie salió.
Lisa quedó boquiabierta mientras miraba a la coreana, nuevamente los nervios la invadieron, la chica parecía una diosa total, el vestido parecía estar hecho para ella totalmente.
——¡Me encanta! —exclamó mientras se veía en el espejo—, ¿qué dices tú, Lili? —preguntó sin mirar a la chica.
——Te queda perfecto, Jen —respondió con una sonrisa tonta mientras en calor se subía a sus mejillas al notar como se había quedado admirandola por mucho tiempo.
——¿En serio? —preguntó con ilusión, podría llamar la atención de aquel chico con aquel vestidoy estaba emocionada por eso.
——Totalmente Jen, te ves hermosa —halagó sin ninguna pizca de mentira.
——Me llevaré este entonces —chilló para irse a cambiar para comprarlo.
Lisa sonrió con tristeza, solo esperaba que algún día Jennie se esmerara en su vestimenta para ella, aunque la tailandesa, aquella coreana era una obra de arte y sin esfuerzo alguno.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro