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|T H R E E|

Cualquier persona que veía a Lisa aquella mañana podía considerar que el apocalipsis zombie había comenzado y que la tailandesa era una de las primeras infectadas por su aspecto.

Había terminado tarde con Jennie, por lo cual, apenas llegó a su casa cenó con rapidez para acostarse y reconciliar el sueño sin éxito alguno, nuevamente la coreana se había clavado en su mente y había logrado que la tailandesa le costará dormir por pensar en aquella chica y su situación.

Y pues, tiempo después de divagar en su cama y dar vueltas sin tener algún indicio de dormir, comenzó a imaginarse junto a la coreana, como sería si la chica correspondiera sus sentimientos y pudieran por fin ser pareja, poder por fin cumplir su sueño desde que conoció a Jennie Kim.

Solo así pudo dormir, sin embargo, apenas cerró los ojos para tomar sus horas de sueño, la alarma había sonado para indicarle que debía levantarse para ir a la escuela.

Sin querer había imaginado demasiado.

Llegó a su casillero con dificultad, pues arrastras los pies no era la manera más rápida para llegar a algún lugar, lo abrió cuando una presencia se colocó a su lado haciendo que volteara para ver a aquella persona que le sonreía enormemente.

——¡Hola enamorada no correspondida! —saludó Jisoo haciendo que Lisa gruñera, no estaba de humos para soportar los chistes de Jisoo, sin embargo, no se quejó con ella, no podía descargar su furia en aquella chica que trataba de hacer su mañana mejor.

——Que yo sepa, tú también eres una enamorada no correspondida, ó, ¿acaso ya son pareja? —contraatacó con sus manos agarrando las tiras de la mochila que colgaban de sus hombros, una sonrisa burlona se coló en sus labios al ver la mueca de la coreana.

——No... —susurró, Lisa sonrió triunfante al saber que estaban en el mismo lugar y que nadie atacaría a nadie—, pero... —añadió, la sonrisa se quitó de los labios de la tailandesa la cual miró a la coreana expectante a lo que iba a añadir—, es mi cita al baile, ¿tu eres la cita de Jennie? —.

Ahí Jisoo había ganado. La vergüenza se implantó en su cuerpo sin querer admitir la verdad, sabía que la coreana se enojaría, sin embargo, no quería que se enojara con Jennie, debía enojarse con ella por aceptarlo sabiendo como la lastimaría.

——Algo así —confesó mientras una mueca se instalaba en sus labios, cosa que no pasó de desapercibido por Jisoo la cual alzó una ceja—, iré con ella, pero ella después de va a juntar con Henry —admitió con la vergüenza comiendola viva.

Había bajado la mirada sin querer ver el rostro de Jisoo al saber la noticia, tenía vergüenza de como la vería la chica.

¿Estaba siendo estúpida al aceptar tal cosa con Jennie? probablemente, sin embargo, Jennie se había convertido en su debilidad sin ella saberlo y negarle algo a la chica era todo un martirio para la tailandesa.

La Lisa, Jennie era alguien mimada para ella, alguien a la cual nunca deberías decirle que no, alguien a la cual te podría pegar y solo podrías pedirle perdón a ella sabiendo que no debería ser así.

Lisa estaba perdida, estaba enamorada completamente de la coreana y se reprendía a ella misma por seguir con ese sentimiento, sabía que solo se ilusionaba ella misma, porque ni siquiera Jennie le daba algún indicio de ser algo en algún futuro, ella sola se ilusionaba y eso la hacia sentir tonta.

——¿¡Y tú aceptaste eso!? —Lisa solo pudo asentir con la cabeza apenada, su labio inferior fue capturado por sus dientes apretándolo un poco, sin llegar al punto de lastimarse—. Lisa, debes alejarte de Jennie, sé que te gusta, pero te estás haciendo daño a ti misma, no es bueno para ti y lo sabes —aconsejó regalandole una mirada compasiva.

¡Demonios!, sabía que Jisoo tenía razón, sabía el daño que se hacía ella misma por aceptar tal cosa y sabía el daño que se hacía a ella misma al estar cerca de Jennie Kim.

Pero Jennie Kim es Jennie Kim y es imposible estar lejos de aquella chica.

Era totalmente una misión imposible para Lalisa Manobal.

——Es que no puedo —confesó con un bufido mientras sacaba un libro de su casillero—, estoy jodida, ¿bien? —admitió mientras ingresaba el libro en su mochila.

——¿Qué tanto? —preguntó Jisoo mientras se recargaba del casillero de al lado, tal vez podía ayudar a su amiga y salir de la burbuja de Jennie Kim.

——Jisoo, ni siquiera puedo dormir pensando en ella y cuando logro coinciliar el sueño, ¡sueño con ella! —se quejó, odiaba sentirse así, odiaba como se sentía a pesar que sabía que Jennie no la miraría con los ojos que ella la miraba.

——Joder, si estás jodida —admitió Jisoo sintiendo pena por su amiga, Lisa soltó un bufido para cerrar su casillero—, aún así, no puedes ir y ser como plato de segunda mesa, por primera vez, piensa en ti, Lisa.

Lisa mordió su mejilla internamente, sabía que Jisoo tenía razón y es que Jisoo solo soltaba verdades que deseaba no escuchar.

——Por eso, apenas se junten, me iré a mi casa —habló decidida haciendo que Jisoo negara con la cabeza, realmente Lisa era un caso perdido.

——¡Hola! —una tercera voz se hizo presente en su conversación, Jennie besó la mejilla de Lisa para luego mirar a Jisoo con una gran sonrisa dibujada en sus labios—, ¡Jichu! tenía tiempo que no te veía.

Jennie se había integrado a la conversación sin saber que el tema anterior era sobre ella y Lisa, ella de verdad era totalmente ajena a los sentimientos de la tailandesa.

——Es cierto, tenemos que reunirnos un dia —concordó Jisoo mientras forzaba una sonrisa, Jennie no era de su agrado, por cómo trataba a la tailandesa, aunque sabía que no lo hacía con malas intenciones, pero odiaba que fuera tan ciega.

Y eso que no la odiaba por no aceptar los sentimientos de la tailandesa, al fin y al cabo, no se puede obligar a nadie a amar, sin embargo, odiaba el hecho de que Jisoo pusiera a su mejor amiga de último, para Jennie los chicos eran primeros y después estaba Lisa.

——Es cierto, ¿viste al nuevo chico, Henry? —le preguntó Jennie a Jisoo la cual miró con compasión a su amiga la cual tenía la cabeza gacha, era una pregunta cautelosa.

Si a Jisoo le gustaba Henry, tendría más competencia y realmente no quería competir con una amiga de ella por un chico.

No quería dañar su amistad.

——Si, Lisa me había dicho que te atrae —rapidamente la tailandesa miró alarmada a Jisoo, no entendía porque había dicho eso y la había metido al medio.

——Es que es muy guapo, no es nada parecido a mi tipo ideal y eso me atrae, ¿sabes? —preguntó mientras colocaba sus manos en sus mejillas sintiendo como estás se calentaban.

——Ya veo, ¿irás al baile con Lisa? —preguntó como si no supiera la respuesta, la mencionada la miró confundida sin saber que trataba de hacer la chica.

——Bueno, iré con ella —asintió para continuar—, pero después me reuniré con Henry, es el tipo de chico que quiere que estén detrás de él —respondió haciendo que Jisoo se sintiera incómoda.

——¿Por qué no vas sola? le estarías dañando la noche a Lisa, ¿no has pensado en l incómoda que se debe sentir? —Jisoo preguntó mientras alzaba una ceja y quitaba todo rastro de sonrisa de su cara, Jennie la miró confundida para luego dirigir su mirada a su mejor amiga la cual evitaba cualquier contacto con las chicas.

——No le incómoda ya que ella misma aceptó sabiendo que después estaría con Henry —Jennie sonrió mientras la confusión invadía su cuerpo, sentía que se estaba perdiendo algo y no entendía que era.

——Claro que aceptaría, eres su mejor amiga —Jisoo respondió mientras una sonrisa falsa se dibujada en sus labios.

——Lisa, ¿Te incómoda? —le preguntó a la chica, quería que Jisoo viera que no le incómodaba y que solo hablaba por hablar.

Lisa alzó la mirada para ver a Jisoo y luego a su mejor amiga, aplanó sus labios mientras sonreía para luego negar.

——No, no te preocupes —Lisa quería que la tierra la tragara ahí mismo.

——Aparte puede ser una buena noche para Lisa, puede que se consiga a un buen chico —Jennie codeó levemente a Lisa mientras una sonrisa triunfante brotaba de sus labios.

——No todo son chicos, ¿sabes? —habló Jisoo haciendo que la sonrisa se borrara de los labios de Jennie—, ¿no te has puesto a pensar que Lisa no quiere estar con un chico?, ¿no te has puesto a pensar lo incómoda que se debe sentir Lisa que siempre le trates de buscar un chico?, si Lisa no te lo mencia entonces no la ayudes —continuó mientras caminaba hacia Jennie hasta quedar frente a frente con ella—. Deja de pensar en ti y ponte en los zapatos de tu mejor amiga, imagina como ella se sentiría al ser un mal tercio contigo y todos los chicos con los que has estado, a no, espera, tu no sabrías cómo es ya que siempre es Lisa quien lo experimenta.

Jisoo se se alejó de ella para acercarse a Lisa y susurrarle junto al oído—: si estás cansada de escuchar a esta hablar sobre el tipejo ese, ven conmigo y Roseanne, no te preocupes, no serás un mal tercio —palmeó su hombro para irse del lugar, sabía que si se quedaba más le pegaría a Jennie para que entendiera de una vez por todas.

——Pero, ¿que le pasa? —preguntó Jennie mirando la silueta de Jisoo mezclarse con las demás personas haciendo que la perdieran de vista

——No lo sé —susurró mientras apretaba la tira de su mochila.

No sabía si Jennie le haría caso a las palabras de Jisoo y hiciera que no fuera a ese estúpido evento, o qué pasara tiempo con ella sin mencionar a algún chico en particular, solo las dos mientras pasaban un día juntas.

——Bueno, dejando esto de lado, ¿me acompañas a mi casillero? —preguntó Jennie mientras entrelazaba su brazo con la tailandesa.

Claramente, las palabras de Jisoo a Jennie le entró por una oreja y le salió por la otra.

Y es que si siempre esperar decepcionarte, nunca te decepcionaras, sin embargo, Lisa acaba siempre decepcionada.

Con un asentimiento de Lisa, ambas empezaron a caminar hacia el casillero de la coreana sin entablar ninguna conversación, cuando sintió que Jennie se paró abruptamente la miró con confusión.

——Creo que soy una perra con suerte —soltó mientras una sonrisa se asomaba en sus labios.

Lisa no entendía hasta que miró el casillero de la chica, justo al lado, Henry abría su casillero.

Lisa creyó que su mañana no podía ir peor hasta que sintió a Jennie despegarse de ella.

——Hablamos en el almuerzo, Lili —se despidió para caminar con rapidez a aquel lugar dejando a la tailandesa parada en medio del pasillo.

Lisa suspiró para darse la vuelta y caminar a su aula, sus ojos, nariz y garganta comenzaron a picar, quería llorar, su agarre en las tiras de su mochila se apretó mientras sentía su corazón latir con desgano.

Jennie, ¿Acaso no puedes darte cuenta de cuánto me gustas?, No importa, yo te esperaré, pero no me hagas sufrir mucho.

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