La pelinegra se sentó junto a su amiga, era la hora del almuerzo y su estómago le estaba rogando por comida. No había tomado nada para desayunar, se había despertado tarde gracias a su despertador que se había tomado el día libre y había decidido no sonar para despertarla cómo era de costumbre.

Las clases habían sido una eternidad para ella y solo hacia que su hambre creciera, cuando el timbre sonó para indicar que era hora del almuerzo creyó ver la gloria misma y junto a su mejor amiga salieron casi corriendo para agarrar su comida y encontrar una mesa antes de que se llenara el lugar de gente.

Lisa miró su hamburguesa con deseo, su lengua se pasó por su labio inferior imaginando el sabor de aperitivo hasta que por fin dió el paso y le dió una mordida, un gemido salió de sus labios al ver que sabía mejor de lo que imaginaba.

——¿Si está buena? —preguntó Jennie mientras miraba divertida a su mejor amiga la cual asintió frenéticamente, tanto que la coreana temió por la cabeza de su amiga y que no se saliera de su cuello.

——Mejor de lo que imaginaba realmente —admitió una vez tragó todo para volver a morder su aperitivo.

Jennie desvió la mirada mientras un suspiro salió de sus labios, aquel chico nuevo le había llamado la atención, era nuevo tanto en la escuela como en el país, era un extranjero que había llegado de intercambio y eso causó su popularidad en la escuela.

——¿No es hermoso? —preguntó Jennie a lo que Lisa alzó la mirada para ver a quien miraba su mejor amiga, sin embargo, no tuvo éxito alguno, el lugar estaba lleno de gente y no podía mirar con exactitud a la persona que miraba la coreana.

——¿Qué cosa? —preguntó al no captar lo que Jennie miraba con tanta adoración.

——El chico nuevo —respondió con obviedad haciendo que Lisa rodará los ojos mientras volvía su atención a su hamburguesa.

Nuevamente tendría que aguantar a su mejor amiga en su enamoramiento, y no por ser mala amiga o por algo en estilo, pero le dolía saber que le gustaba alguien que no fuera ella.

Porque si, a Lisa le gusta Jennie, le comenzó a atraer apenas la vio y a medida en que se fueron conociendo se dió cuenta que realmente le gustaba su mejor amiga, pero había un problema.

No había personas más heterosexual que Jennie Kim, y es que a la chica le despreciaba el hecho de que a una chica le guste a otra chica. Para ella los hombres eran lo mejor del mundo, o bueno, los hombre que ella conocía.

No sabía que equivocada estaba.

——No es la gran cosa —resopló Lisa con molestia, los celos comenzaron a brotar de su cuerpo y le dolía que Jennie no la mirara de la misma manera en que la tailandesa la miraba a ella, la coreana la miró para rodar los ojos al instante.

——Lili, tienes que superar al estúpido de tu ex, no puedes pensar en el todo el tiempo, hay más hombre en el mundo —Jennie colocó su mano en el hombro de la tailandesa haciendo que se estremeciera por su toque haciendo que su cuerpo pidiera a gritos por más interacción con el cuerpo de la coreana.

Lisa suspiró mientras negaba, su mejor amiga no sabía que ella era totalmente lesbiana, había salido con aquel chico porque Jennie le insistió. Ella no quería saber de chicos, ella solo quería ser novia de Jennie Kim.

——Ni siquiera pensaba en eso —aclaró mientras miraba su hamburguesa con una mueca, aquella conversación le había quitado el apetito por completo.

——Bueno, dejando el tema de los errores de lado, ese chico está como quiere, lastima que no está en mi sección —se quejó para quedarse en silencio por unos segundos hasta que miró a la tailandesa con sorpresa—, ¡Pero está en el tuyo! Joder Lisa, eres una perra con suerte —Jennie golpeó el brazo de la nombrada juguetonamente haciendo que la chica hiciera una mueca.

A eso no le llamaría suerte. Pensó Lisa mientras ponía la mitad de la hamburguesa en la bandeja y seguido la alejaba, su estómago se había cerrado y sentía como si fuera a devolver lo que había comido si seguía así.

——Fuera un éxito si yo estuviera en la misma sección que tú —Jennie hizo un puchero que Lisa presenció haciendo que bajara la cabeza para sonreír con torpeza mientras sentía su corazón latir con frenesí.

Realmente aquello sería un éxito, si Jennie estuviera en su misma sección sería un milagro y sería perfecto.

——Sí que lo sería —susurró Lisa imaginando como sería si estuviera su mejor amiga en su mismo grado, probablemente serían las pesadillas de los profesores.

——¿Debería hablarle? —preguntó Jennie en voz baja mientras miraba a aquel chico a la distancia, un debate se había hecho en su cabeza

——Claro y de paso lo invitas al baile —cegada por los celos, soltó el comentario con el sarcasmo bailando en cada una de sus palabras, al ver la sonrisa de oreja a oreja que había puesto la coreana, ahí lo supo

La había cagado.

——¡Joder Lisa, eres una genio! —exclamó con una gran sonrisa dibujada en sus labios, ahora tenía una excusa para acercarse a aquel chico y poder entablar una conversación, definitivamente Lisa era una genio para ella.

Con manos apresuradas, desabrochó los primeros botones de su camisa dejando ver su escote para luego alisarla y quitar algunas arrugas que habían, arregló su cabello con sus dedos quitando algún tipo de enriedo que aparezca en ellos.

——¿Qué tal? —preguntó mirando a su mejor amiga la cual se tomó el gusto de recorrerla con la mirada sin llegan a ser de una manera morbosa.

——Te ves preciosa, cómo siempre —el halago salió de sus labios sin pensarlo, para la tailandesa, aquella coreana era una obra de arte tallada por la misma Afrodita. Un chillido salió de los labios de Jennie emocionada.

——¿No importa si te dejo aquí? —preguntó mientras pestañaba con rapidez batiendo sus pestañas y abultaba su labio inferior creando un puchero que sabía que Lisa no negaría.

——No importa, tengo que ir a la biblioteca de todos modos —negó sin importancia aunque por dentro si le importaba, le importaba bastante aquello y deseaba que Jennie se quedará con ella, quería que su mejor amiga se fijará en ella.

Pero era imposible.

——Entonces nos vemos a la hora de la salida, cuídate linda —soltó con rapidez para besar la mejilla de la tailandesa, se levantó y comenzó a caminar hacia aquel chico mientras meneaba sus caderas de manera elegante y sensual.

Lisa se le quedó mirando hasta que llegó a su objetivo, sin querer ver más, se levantó de su asiento para caminar hacia la salida, su mente y corazón exigían que mirara a la coreana, aún sabiendo que le dolería aquella imagen, sin embargo, sin mirar a nadie salió de la cafetería sintiendo como su cuerpo liberaba una tensión que ni ella había sentido.

Lisa ingresó a la biblioteca, necesitaba leer y despejar su mente, quería leer algún libro romántico y que su subconsciente imaginara que los protagonistas fueran ella y Jennie, porque solo ahí se podían ver juntas de la manera en la que la tailandesa quería.

Mientras buscaba algún libro que le llamara la atención, su vista se desvío hacia una silueta de una chica que reconoció al instante, una sonrisa burlona brotó de sus labios al ver la situación. Sin hacer ruido se acercó a ella para posicionarse detrás de ella.

——¿No deberías ir y hablarle? —preguntó en voz baja haciendo que la chica se sobresaltara y la mirara alarmada mientras su mano se dirigía a su pecho sintiendo su corazón latir con rapidez—, pareces acosadora.

——Joder Lisa, me vas a matar de un susto —susurró Jisoo mientras trataba de regularizar su respiración, realmente no esperaba aquello—, Y tú, ¿no deberías confesarte con Jennie? —retó una vez que estuvo calmada, la sonrisa de la tailandesa cayó instante haciendo que la coreana sonriera triunfante—, eso pensé.

——Es diferente, entre ustedes parece ser mutuo, ella te gusta y tú le gustas —confesó como si fuera lo más obvio del mundo, su vista se dirigió hacia Roseanne la chica a quien Jisoo espiaba.

——¿Cómo sabes que es mutuo? ——preguntó con curiosidad, seguramente Roseanne se lo había dicho y si fuera así comenzaría a celebrar sin importarle que estaba en una biblioteca.

——Es obvio, te mira como si fueras comida —hizó una mueca haciendo que Jisoo la golpeara, se había ilusionada para nada.

——Eso es lo más tonto que he escuchado en el día —se quejó para mirar a la tailandesa—, hablando de Jennie y de tí, deberías enamorarla, ¿no crees? —sugirió mientras se cruzaba de brazos, una mueca salió de los labios de Lisa.

——Jennie me ha demostrado que le gustan más los hombres —puso su cabeza gacha, había hecho mal en enamorarse de su mejor amiga que es totalmente heterosexual, pero nadie podía culparla, si la gente conociera a la coreana como la conocía la tailandesa, estarían iguales o peor.

——No lo sabrás si no le preguntas, solo que no seas tan obvia —recalcó lo último para dirigir su mirada a Roseanne y volver a mirar a Lisa con una sonrisa—. Veremos si esto te da fuerza —comentó para caminar hacia la chica a quien habia estado mirando tiempo atrás.

Lisa la miró como se había sentado con Roseanne para entablar una conversación, sonrió desganada, quería ser así de confiada, quería tener el valor de confesarle a Jennie lo mucho que le gustaba y lo mucho que deseaba que estuvieran juntas.

Sin embargo, aquello era imposible, Jennie no le interesa las mujeres y actualmente se encuentra interesada en el chico de intercambio.

Para Jennie, Lisa es su mejor amiga y así será siempre, solo que debía aceptarlo y vivir con eso.

Porque si Jennie es feliz, ella es feliz aún cuando no es feliz con ella.