
80. Luhan
Mi corazón gritaba fuertemente que me alejara de aquel lugar o podria nuevamente salir lastimado pero la excitación que recorria mi cuerpo entero al mirar cada uno de sus movimientos me mantenía atado a él, asi como el deseo de descubrir qué más me puede hacer y qué mas puedo aprender.
Sentia mi cabeza palpitar, como si mi corazón bombeara sangre ahí y no en el pecho, recordandome lo mucho que me excitaba la situación y lo mucho que me hacia dudar si seguir aqui.
No queria hablar sobre lo que pasó cuando trabajaba para él aparte de que tenia muchas dudas respecto a su puesto en la dicha empresa, no tenia la mente en orden como para hablarlo asi que solo lo ignoraba, despues de todo se supone estoy super ebrio.
Quité mis pantalones lo mas rápido que pude sintiendo mi estomago revolver por el gran nerviosismo y mis manos temblaron dejando en evidencia todo.
Solté un pequeño grito que no salió de mi garganta, su aspero dedo se movia bruscamente y con libertad por mi entrada, las azotes de hace un momento aún ardian y mi pene se alzaba orgullosamente en un claro signo de placer total.
No era lo que yo queria justo ahora, no queria hablar de trabajo, no queria excusarme, no queria ni siquiera estar aqui pero mis deseos ocultos eran como un imán a los deseos de él.
《-Aún me debes también el golpe que me diste... asi que jugaremos un rato más querido Luhan.》
Tragué fuerte y respiré profundo cuando sus manos fuertes dieron vuelta a mi cuerpo pegando mi cara en la cama y sentí una punta fria rozar mi entrada para asi adentrarse lentamente en ella haciendome gritar por la falta de preparación.
Jadeé un poco cuando me volteó nuevamente colocandome un anillo para penes, si mi pobre pene pudiese hablar estaria quejandose y suplicando para que le quitaran esa estupida cosa.
Y como si no fuera suficiente, me quedé completamente desnudo siendo sus manos las que ahora recorren mi cuerpo deteniendose en mi rostro y luego pasando hasta mis muñecas las cuales ata a ambos lados de la cama dejandome completamente vulnerable y a su completa disposición.
Mis piernas nuevamente están temblando cuando con mi mirada logro ver un par de pinzas para pezones, muchas veces me negué a usarlas mientras modelaba porque escuché por boca de muchas personas que duele muchisimo y el dolor es algo que a mi no me gusta o talvez no me gustaba hace un día.
Mi pene da un salto cuando la primer pinza apreta dolorosamente mi penzón, grito al sentir la segunda y arqueo mi espalda, el dolor es un poco incomodo en esa parte y puedes sentir como poco a poco se entumecen.
Le escuché hablar y reir, sabia que mi vulnerabilidad le encantaba, también le encantaba burlarse de mi negación a aceptar lo mucho que me estaba gustando esto y la forma en que mi cuerpo reaccionaba.
Me sonrojé y giré mi rostro en dirección contraria, esto era mucho para mi.
Cuando nuevamente habló senti la rabia subir por mi estomago y posarse en mi pecho, quizás no me podia justificar y solo por eso me mantenia en silencio pero él no sabia por qué vendia mi cuerpo, tampoco sabia que no era de la manera en la que lo hace cualquiera en la calle.
Sin embargo era como si una fuerza me impidiera articular cualquier excusa y me abofeteara recordandome que me encontraba en una situación a la que yo me reducia a ser su juguete.
-Eres un maldito Sehun. Eres un jodido enfermo hijo de perra.
Tan pronto como terminé de decir esto un fuerte azote llegó a mis muslos y muchos mas en todo mi cuerpo. El vibrador hacia a mi pene llorar, pequeñas gotas de pre semen resbalaban por toda mi extención recordandome que eso era siemplemente una tortura que no parecia querer terminar.
Me mantenia fuerte, no queria ceder pero me estaba volviendo loco, mis muñecas dolian por lo mucho que me estaba moviendo, mis caderas se tensaban al igual que mis piernas y sentia que iba a llorar.
-Si, solo juega conmigo - me derrumbé, ya no me importaba mi orgullo, solo necesitaba placer y liberación.
Y como el maldito que es se fue, dejandome solo en este maldito cuarto lleno de aparatos sexuales, con un anillo, un plug y un vibrador que me tenian al borde de la muerte.
Grité, lloré y volví a gritar, la desesperación era latente.
Yo no sabia cuanto podría aguantar un ser humano en estas condiciones pero quizás no seria mucho porque mi cuerpo parecia perder las fuerzas.
Cerré mis ojos y me removí una vez más, respiré profundo e intenté relajarme lo cual era casi imposible en estas condiciones.
-Mierda... mierda Sehun.
Siempre era lo mismo, siempre me metia en problemas, ninguno se asemejaba a este y ninguno me gustaba tanto como este.
Después de lo que parecia una eternidad para mi, cuando mi pene estaba completamente morada y mas hinchadi de lo normal, cuando no podía sentir mis pezones, mis manos dolian por tanto forcejeo y de mis labios corria nuevamente sangre por la presión que mis dientes ejercieron sobre ellos, pude escuchar a lo lejos unos pasos algo lentos.
La pierta se abrió lentamente al igual que mis ojos y pude respirar un poco con la esperanza de que esto pronto iba a acabar.
Pude mirar como entraba con una sonrisa en sus labios, unicamente siendo acompañado por un boxer negro y una fusta en sus manos.
Fue lo mejor que mis ojos vieron en toda mi maldita vida.
Jadeé un poco y volví a llorar, se acercó a mi y besó mis labios, limpió las lagrimas que no paran de salir y acarició con suavidad mi rostro.
-P-por f-favor... por favor.
♡♡♡
GRACIAS POR LEER noté que en mi ausencia hemos llegado casi a 50k. Gracias muchas gracias por su tiempo.
¡Eh! He regresado.
Ya saben:
Abracitos de oso, XOXO♡
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