[Aquí comienza lo largo xD ya no subiré especiales de varios capítulos. Este tiene 2.5K. Disfrútenlo amores mios]

No estaba en mis planes un ataque de celos mucho menos pensaba en él siendo hostil y empujando a mi ex, pero no voy a negar que fue algo de lo más excitante que lo he visto hacer.

Mi corazón latiendo y sobre todo esa felicidad de saber que soy lo suficiente para él como para empujar una dominatrix.

Aunque fuese hermoso verlo celoso por ella era estresante pensar que no confiaba en mí lo vi de manera neutra y crucé los brazos recostado en una pared mientras él arrebataba el collar de su cuello y lo guardaba.

Me senté a su lado y lo vi

- Primero, SanDara es mi pasado, pero aún así te contaré todo para que estés tranquilo...

Lo vi acercarse más y respiré hondo. Era el momento de los héroes.

- Fue hace algún tiempo cuando aún era el típico mujeriego y pasaba con chicas diferentes día tras día, para ser sincero no me importaba -. Bufé y lo ví.

Él permanecía en silencio.

- Entonces un día la conocí. En aquel momento ella era diferente, era cálida y era tranquila. Callada, silenciosa.

Él frunció y cruzó los brazos viendome.

- Por una apuesta, terminé saliendo con ella una noche y me enamoré -. Bufé y crucé los brazos -. Ella era mayor que yo y yo era un idiota para ella. Pensaba, si tuviese una lista de exes, ella estaría por encima de todos porque fue con la única con la que quise hacer las cosas diferente.

Casi pude oir su corazón romperse. Giré.

- Durante un tiempo pensé que quizá debería dejar de ser quien soy y sólo mejorar porque ella lo valía... Pero entonces todo terminó.

Él estaba sin aliento y se acercó solo un poco más

- Yo tenía que irme durante un tiempo a otra ciudad, ella es por años mayor y se cambió de escuela. Comenzó a ir al instituto, de repente el tiempo pasó y perdí contacto con ella. Sólo supe en algún momento que estaba en la universidad pero jamás la contacté... con el tiempo sólo volví a ser quién era.

Él estaba inquieto.

- Y solo olvidé eso, no pensaba arriesgarme en el término enamorar otra vez hasta que un día conocí a un chico muy bonito de hermoso trasero en una fiesta -. Expliqué y sus orejas se sonrojaron -. Y él superó a todas mis listas de exes posicionándose en el número uno.

Sonreí encantado pero él seguía inquieto.

- Lo nuestro no funcionó, con ella digo, pero sabía que con él podía hacerlo. Entonces simplemente dejé todo atrás. Sé que no fui suficiente para ella y ahora después de siete años la he vuelto a ver pero a diferencia de antes ahora no siento nada por Dara, han sido muchos años cariño, tú eres lo único que me importa desde hace mucho.

Tomé su rodilla y sonreí

- No hay razón para que dudes porque con ella quise hacer las cosas diferentes pero contigo contigo ya las hice y sigo mejorando, quizás me falte mucho tiempo para ser el mejor, quizás no lo sea nunca pero solo debes saber qué te amo, no siento nada por SanDara...

Lo amaba no entiendo muy bien si no cabe esa idea en su cabeza o si cree que estoy jugando al decirlo pero lo amo, lo adoro. Me encanta y sé que podría volver a mi vida de antes follando a cada chica en la ciudad noche tras noche, un día diferente, cada año que siga mi vida pero no, no quiero, yo lo amo y por él no me importa dejar una vida que antes en mis palabras era perfecta.

Sus lágrimas cayeron, era un encanto. Lo abracé y lo consolé.

Una ducha, ¿eso es lo que quiere? muy bien, lo cargué como siempre y fuimos arriba, cada vez un poco más cerca de casa donde pertenecemos. Entramos al baño y comencé a llenar la bañera con agua, sales de baño de esas que se sienten tan bien cuando lo abrazo por las noches y olfateo su cuello siendo algo que podría comer todos los días durante toda mi vida y jamás me aburriría.

Entré y poco a poco el agua comenzó a llenar la bañera relajando mi cuerpo hasta que escuché que la puerta se volvió a abrir y él entró. Lo observé quitarse la ropa y... ¡Por Dios! que no me arrepiento ni por un segundo de renunciar a todo mi pasado por él.

¡Todo eso es mío! y lo amaba. Se desnudó para mí y se sentó en medio de mis piernas, mojando su cuerpo junto al mío.

Ahora parece un poco más relajado.

- ¿Sabías que te ves especialmente hermoso cuando lloras y se te corre el maquillaje?

Comenté en total silencio alrededor y el bufó golpeando mi mano que estaba envolviendo su torso en un cálido abrazo mientras ambos respirabamos lentamente intentando olvidar el malentendido de hoy y esperando que SanDara no intente nada. Al menos yo espero que no intente nada porque no quiero volver atrás y porque soy feliz con mi novio.

Suspiré cuando se sentó en mis piernas a horcajadas y sólo se escondió en mi cuello, puedo respirar esa escencia día tras día, toda mi vida, ¿ya lo dije? porque si no lo he dicho pasaría toda mi vida con él en esta posición como él desee, lo escuché.

- Pues déjeme decir que yo lo amo a usted señora Park -. Reí mientras era golpeado suavemente sobre mi pecho.

Nadie comprende esto. No hay momento más perfecto que el de sostenerlo cerca y simplemente pensar en cuán bello es tener alguien como él en mi vida porque no todos tienen la fortuna de tener un chico tan complejo e integral.

Porque ¡vamos! aparte del sexo que es tán bueno y que me mata también está lo dulce que es, lo tierno que se comporta, cuánto me quiere, cuánto se preocupa por mí, el hecho de que en realidad me cuide aunque la mayor parte del tiempo yo sólo lo ignoro sin voluntad.

- Te adoro precioso ángel -. Lo abracé con fuerza y besé su nuca.

Sus orejas se tornaron de color rosa y era cálido y acogedor porque sé que mi lugar está aquí atrás de él abrazándolo y protegiéndolo mientras su lugar está en medio de mis brazos porque ahí es donde él debe estar y sé que yo tengo que estar aquí justo como ahora en este mismo momento.

Unos cuantos minutos más que parecieron horas si no fue una eternidad y mis dedos ya estaban arrugados, besé su cabello y le dije que deberíamos salir ya.

Dejé que el agua se fuera mientras yo lo llevaba a la cama lo deposité encima y sé que debería de vestirme y vestirlo, dejarlo que se vista, pero solo sonreí con un un pequeño gesto pícaro y el río negando y no es lo que quería si es lo que pensó.

Quiero con todas mis ganas sólo sentir el cuerpo de la persona que amo una noche como debería de ser y siendo algo casto sin necesidad de tenerlo bajo mi cuerpo gritando mi nombre mientras abre las piernas. Aunque no es una mala idea para pasar la noche hoy, aún así levanté su mentón y besé sus labios. Sonreí.

Recosté su cuerpo y moví las sábanas dejándolo descansar sobre la almohada y sonreí verdaderamente tranquilo de verlo ahí.

- Cariño, sé que tengo muchas ideas de cómo hacerte gemir mi nombre y sé cómo hacerte sentir en el paraíso con todo lo que vi hoy -. Comenté recostado sobre él y su rostro fue de blanco a toda una gama de colores finalizando en rosa -. Y créeme que lo vamos a hacer, mañana si lo deseas, pero justo ahora sólo quiero abrazarte durante toda la noche y besar tu cuello para respirar hondo y sentir esa adorable esencia porque te amo y quiero que entiendas que es verdad...

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Me deleitaba en la única textura de su cuerpo siendo tan cálido, dulce y tan terso que me golpeaba a mí mismo por suponer algo devaluado de lo que realmente es respecto a todo lo que siento en ese instante. Sólo quiero atarlo y hacerlo sufrir tanto que se grabe como tatuaje en su memoria mi nombre y mi rostro para cuando acabe esta noche saber que si vuelvo a ir a ese bar sólo estará esperando verme ahí y querrá que vuelva a pasar todo esto. Seguro será adicto a que juegue con su pequeña entrada apretada y a que lo marque.

- Cuánto tiempo perdido jugando con las personas incorrectas, si sólo hubiese ido antes a ese bar esto habría sido mejor pero recuperemos el tiempo perdido cariño-. Chupe sus pezones tras asegurarme de que recuerde su palabra de seguridad.

Su falta de experiencia parecía tenerlo atado a la vista de lo superficial sintiendo solo dolor pero aún no había comprendido la pasión y lo excitante de sentir el ardor de un látigo golpeando tu piel y todo ese calor recorriendo tu torrente sanguíneo hasta llegar a tu corazón luego a tu cerebro que hace cortocircuito y pronto estás disfrutandolo completamente sintiendo la entrepierna tan apretada y dura que debería de ser liberada pero no va a pasar teniendo un anillo atandote a todo ese placer que puede durar durante horas y horas. Así que me propuse hacerlo entender todo y me agaché besando sus muslos haciendo marcas en esa piel lechosa que me tenía escurriendo bajo mis pantalones mientras aún me mantenía completamente vestido y lo veía con esa falda rosa tan linda sobre una piel tan nivea.

Levante su falda y separé a sus piernas una vez que ya había sacado el vibrador y el pene plástico con el que pensaba seguir jugando un poco más, sonreí con malicia y chupé su miembro con la mayor presión que podía metiendo tres dedos de un solo en su lindo agujerito rojo y lo vi retorcerse de placer arqueando la espalda y abriendo la boca en una perfecta vocal. Reí acariciandolo.

- Necesito que recuerdes mi rostro mientras tus otros clientes te penetran y que desees que fuese yo -. Sobre su rostro algunas lágrimas recorriendo sus mejillas abultadas era algo de lo mejor que he logrado tener frente a un bulto escondido es un pantalón ajustado.

Estaba a punto de llorar cuando bajé el zipper de mi pantalón y saqué mi miembro mostrandolo, parecía sorprendido y vaya que debería de estarlo, amaba ver ese rostro en cada una de mis putas cada vez que me las follaba.

- Disfruta la sensación de ser follado por una verga como la mía, abre la boca bebé -. Sonreí -. Papi te dará un poquito de leche... lo siento -. Dije tocando mi polla -. Creo que será mucha leche...

Quité el anillo de mi pene y dejé que todo el semen que había contenido saliese manchando todo su rostro dejando su boca húmeda y combinada con el blanco de mi esencia y el carmesí de esa linda boquita que chupaba mi pene al momento. Me hacía sentir totalmente deseoso de follarlo de una buena vez y no contuve mis ganas, me incliné para besar sus labios y lo empuje alzando sus piernas y viendo su pene erecto y palpitante y su entrada en movimiento constante, al parecer con el mismo deseo que tengo yo de ser estar dentro de él.

- Deja que papi te consientas durante un par de minutos cariño. Abre más las piernas te follaré tan duro que tu culo recordará el tamaño de mi polla y claro que me extrañará...

Él jadeó cuando lo penetré y comencé un ritmo paulatino que poco a poco fue algo desenfrenado entrando y saliendo de ese agujerito tan delicioso que decidí probar, me incliné más sobre el y mordí su clavícula, lamí su cuello, besé sus pezones, marqué su pecho, llegué a sus mejillas y las lamí besandolas, mordí el lóbulo de su oreja, besé sus labios y al final susurré en su oído.

- Por cierto mi nombre es Sehun, y Sehun te follará toda la noche hasta que salga el sol... haremos todo esto lo más sucio posible cariño -. Empujé mis caderas con fuerza y lo escuché maldecir nuevamente golpee su pierna y vi como su miembro se movía vibrando estaba más que seguro que se había corrido más de una vez pero no había logrado expulsar todo gracias al juguetito que amarraba su pene.

Me dediqué a entrar y salir un par de veces más mientras él se derretía en la cama, tomé sus caderas y subí tomandolo por su cintura atrayéndolo a mi regazo y dejándolo ahí encima aún con las manos atadas, movió las caderas contra mí mientras su pene chocaba contra mi camisa de vestir. Saqué por completo mi corbata y la tiré en alguna parte de la habitación. Agarré con fuerza su cintura dejando marcas de mis manos y mañana esas marcas permanecerán sobre su piel cuando alguien más quiera tocarlo.

En algún momento me sentí celoso e incluso enojado de esa idea vana y me acerque nuevamente a morder su cuello y dejar más chupones. Los primeros que había hecho hace ya algunos minutos comenzaban a dejar seña sobre su piel, algo que me mantenía completamente lleno, haciéndome sentir feliz.

Lo tomé en mis brazos moviendolo hacia arriba y abajo sobre mi pene mientras me encontraba aún con ese traje que a este punto ya me hacía estorbo, movi sus caderas logrando un vaivén tan majestuoso.

Me puse en pie como pude, aún con ese lindo chico de rasgos finos insertado en mi pene. Un par de embestidas más así en pie y caminé con él en mis brazos hacia la pared, lo investi en un arrebato logrando sacar otra mala palabra de su boca y escuchando mi nombre en lugar de la palabra que pedí que dijese me detuve y lo vi a los ojos, apartó la mirada y sonreí. Me acerqué a su oido y susurré:

- Bebé, hoy no te atrevas a llamarme por mi nombre otra vez o seré aún más rudo aunque sea tu primera vez... así que llamame papi o amo...

Lo mantuve un rato contra la pared y lamí su hombro, chupé sus labios y volví a verle a los ojos.

- Y ahora que estamos aquí... quitemos el trajecito de tu cuerpo porque necesito chupar cada centímetro de tu piel -. Sonreí -. Así que vamos a la cama ¿Quieres? Papi te hará una mamada y jugará contigo al peek-a-boo...

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