Las horas, minutos y segundos transcurrieron rápidamente durante el resto de la mañana y pequeña parte de la tarde hasta que la típica campana sonó en todos los salones, anunciando la hora de salida para algunos y para otros, anunciaba el cambio de salón o hora libre.

Gran parte de los alumnos estaban apresurados por salir de la Universidad, mientras que otros se apresuraban en dirigirse hacia su próxima clase, los pasillos repletos de estudiantes y profesores. Era viernes, así que, algunos aprovecharían para divertirse en algún centro comercial, incluso algunos sólo se dirigían hacia su hogar para recuperar sus horas de sueño.

Apenas y la campana sonó, Hueningkai fue en busca de su amigo y empezó a caminar rápidamente hacia un centro comercial, ambos cogidos de las manos, Yeonjun sólo caminaba confundido, no sabía a qué lugar se dirigían, pero confiaba en Kai y eso era suficiente. Por obvias razones tuvo que avisar a su mamá que llegaría un poco tarde, la señora no protestó debido a que Hueningkai era parte de la familia y confiaba en él, Hyerim sabía que su hijo estaba en buenas manos.

ㅡNing, ¿a dónde vamos? ㅡpreguntó el rubio con un pequeño puchero instalado en sus belfos.

Hueningkai sonrió enternecido ante las expresiones contrarias, se apresuró a acercarse al rostro ajeno para así dejar un corto beso en la mejilla derecha, ocasionando que las mejillas de Yeonjun se pinten de un color carmesí. Estaban en un lugar público, habían muchas personas.

ㅡ¿Qué te parece si vamos al cine, bebé? ㅡpreguntó entrelazando sus dedos con los contrarios. No estaba interesado en las miradas de las demás personas que paseaban por el centro comercial.

ㅡEstá bien, Huenining ㅡel nombrado sonrió debido a la emoción en su interior ante las acciones de su menorㅡ. Pero no miremos una de acción, ¿sí? ㅡpidió, pestañeando rápidamente. Una escena bastante tierna para Huening.

ㅡOh vamos, cariño, sólo por esta vez ㅡKai protestó.

Era consciente del por qué Yeonjun no quería mirar alguna película de acción, era muy simple. Para Yeonjun las películas de acción eran las más aburridas de todo el mundo, no tenían nada de interesante.

ㅡSólo si me das un besito ㅡpidió Yeonjun con un pequeño rubor en sus mejillas.

Hueningkai lo miraba sorprendido; no sabía qué responder. Eran raras las veces en las que el rubio le pedía besos o mimos en un lugar público.

ㅡS-sólo si quieres, Ning ㅡvolvió a hablar temeroso al no recibir una respuesta.

ㅡN-no bebé, sí, sí quiero ㅡdijo Huening jalando a Yeonjun suavemente del brazo hacia un lado, para no interrumpir el camino de las personas que buscaban divertirse, o algunos señores que se dirigían a realizar las compras semanales. Colocó el cuerpo del rubio pegado a la pared, acercándose lentamente hacia el rostro contrarioㅡ. Amo tus labios ㅡavisó. Yeonjun iba a responder, pero fue callado abruptamente por los labios contrarios. Hueningkai le estaba besando.

Sin esperar más tiempo, colocó sus brazos sobre los hombros contrarios y sintió las manos de Kai rodear su cintura. Sus labios moviéndose sincronizadamente sobre los labios contrarios.

Luego de un rato Hueningkai se separó para poder respirar, pero el rubio lo atrajo nuevamente hacia él, juntando nuevamente sus labios. Huening sonrió en medio del beso por la anterior acción contraria, pero rápidamente se dispuso a seguir con tranquilidad aquellos lentos movimientos.

Los labios de ambos moviéndose lenta y delicadamente cómo si los labios contrarios fueran un pequeño cristal delgado que se rompería con un mínimo toque.

En un pequeño lapso de tiempo, ambos ladearon el rostro para profundizar un poco aquel choque de labios. Hueningkai lentamente delineó con su lengua el labio inferior contrario. Yeonjun entreabrió un poco sus labios y sintió una leve mordida por parte de Huening.

Continuaron besándose sin complicaciones por unos segundos más; no perdiendo el ritmo de aquel beso, en todo momento sus labios se movían tranquilamente, con delicadeza y con total cuidado.

Las personas caminaban cerca de ambos, algunos haciendo caso omiso, otros haciendo comentarios homofóbicos, mayormente las personas de la tercera edad, mientras que otros miraban tiernamente y curiosos la escena de la parejita cariñosa.

¿Pareja? Que ironía.

No eran pareja, sólo eran amigos.