Ocho años de amistad son los que Yeonjun y Hueningkai llevaban. Conociéndose cuando el chico de ojos gatunos se perdió en la escuela primaria, debido a que era un alumno nuevo, y también era su primera vez en aquella inmensa ciudad, Seúl.

Un nuevo estilo de vida al que tendría que adaptarse por completo.

Desde los diez añitos de edad ambos prometieron no abandonarse pase lo que pase, formándose así una muy larga y bonita amistad entre ellos y entre la familia de ambos niños.

ㅡNingning ㅡllamó Yeonjun a su mejor amigo, era gracioso y confuso aquel título para las personas que los rodeaban ya que dentro de la hermosa amistad que llevaban habían besitos y mimos de por medio; bueno, también habían celos.

ㅡDime, bebé ㅡel de cabellos castaños habló, dejando de lado todo lo que estaba haciendo para prestarle completa atención a su pequeño.

ㅡQuiero mimos, Ningning... ㅡYeonjun habló suave y tímidamente, Hueningkai nunca le negaba nada, pero aún seguía avergonzandose al pedir aquellas acciones.

ㅡTú conoces la respuesta, siempre será la misma, cielo ㅡlo próximo que hizo Hueningkai fue acercarse lentamente hasta la cama acolchada y cálida para luego acostarse sobre el cuerpo del rubio, quien se encontraba acostado en su cama, entre las grandes almohadas.

El castaño colocó sus brazos como soporte a ambos lados de los frondosos cabellos rubios, empezando a susurrarle palabras bonitas y melosas, mientras el rubio sonreía con las mejillas color rojizo ante la atención que le estaba dando Huening.

Al ver las mejillas sonrojadas, Hueningkai se apresuró en dar pequeños besitos en las mejillas suaves y gorditas de Yeonjun, para luego continuar por todo el rostro de su mayor, besando sus párpados, frente, nariz, para luego bajar y dejar un beso en la comisura de los labios esponjosos, finalmente subiendo un poco y dejando un corto beso sobre los labios con olor a fresas.

Luego de un corto lapso de tiempo, Hueningkai giró sobre sí mismo para proceder a acostarse sobre la superficie acolchada, colocando todo su peso sobre su lado izquierdo, mientras su mano derecha se ubicaba en la cintura de su pequeño.

Sus cortos besos continuaron, ahora sus labios ubicándose sobre el cuello del contrario, el pecho de Yeonjun vibrando levemente por las risas que soltaba debido a las cosquillas que sentía, Huening también sonrió en medio de sus besos, sus labios empezaron a subir por la mandíbula del contrario para luego ascender hasta los labios color carmesí, donde dejó un casto beso suave.

Ambos se sonrieron mutuamente al separar sus labios, Hueningkai ejerciendo un poco de fuerza sobre el agarre que tenía en la cintura delgada del contrario, empezó a dar caricias sobre el esponjoso cabello rubio, pocos minutos después, el mayor cayó en brazos de Morfeo, con una sonrisa en su rostro, el castaño retiró su brazo dejando de acariciar y mimar a Yeonjun, lentamente se levantó de la cama y en silencio empezó a destender la cama para luego cubrir el cuerpo de su mayor con las gruesas colchas, siendo cuidadoso con sus movimientos para no despertar a su amigo. Él se apresuró en quitarse sus calcetines y por consiguiente acostarse a un lado del cuerpo delgado, con un brazo bajo la cabeza del contrario y con su otro brazo rodeando la cintura del rubio.

Al recordar algo, con cuidado volteó su cuerpo para estirar su brazo derecho y apagar la lámpara, al ya realizar todo, nuevamente colocó su brazo sobre la cintura de su amigo y se dedicó a observar el rostro de su pequeño hasta que sintió sus ojos pesados y su cuerpo relajado, entonces empezó a cerrar sus ojos para poder descansar tranquilo.

Una relación muy extraña que mantenían aquel par de amigos.