Capitulo 39
Cuando Yoongi entró al reino, corrió por todos los pasillos para llegar a la habitación de Jungkook, rogando que este bien. Llegó a la habitación y abrió la puerta rápidamente, Jungkook estaba acostado con Yeri en sus brazos y miró asustado al general.
—General... ¿Que sucede? ¿No había ido al viaje?
—¡S-señor! ¡Venga conmigo porfavor!
Tomó del brazo a Jungkook y comenzaron a caminar por todo el pasillo, el menor se soltó del agarre y abrazó fuertemente a su hija.
—¿Q-que demonios hace? ¿Donde esta Taehyung?
—Escuche bien, no tenemos mucho tiempo. Unos hombres de Seul vienen a secuestrarlo a usted y a Yeri, escuche que el rey de Seul se lo contaba a Taehyung antes de que...
—¿Antes de que?
Yoongi se quedó callado y negó con la cabeza. Tomó del brazo al menor nuevamente y comenzaron a caminar.
—No se preocupe, lo llevaré a un lugar seguro
—No terminó de contarme—dijo y al ver que Yoongi lo ignoraba, detuvo el camino—¡Digame donde esta Taehyung!
—Yo... Joven Jeon... No estoy muy seguro pero, antes de irme el rey de Seul apuntaba a su esposo con la espada y no... Estoy seguro de si lo mató o no. Solo escuché un grito...
Jungkook se quedó quieto, miró a Yeri temblando y sintió que el general lo tomaba del brazo otra vez.
—Debemos irnos ya
Siguieron caminando a paso rápido, Yeri comenzó a llorar en el pecho de su padre y este intentó calmarla. Llegaron al cuartel del general, donde los soldados y el rey creaban estrategias de guerra. Yoongi cerró la puerta, la trabó y luego prendió algunas velas.
—Lamento que no sea tan lujoso, pero aquí su hija y usted estarán bien.
Yeri dejó de llorar y comenzó a gatear por todo el suelo, Jungkook se sentó en una de las sillas y llevó su mano a su frente con miedo a lo que pueda haberle sucedido a Taehyung.
Yoongi se sentó en frente suyo y comenzó a vendar su herida. El castaño bajó su cabeza preocupado, intentando distraerse mirando a su hija jugar.
—No se preocupe señor Jeon, seguro su esposo esta bien.
—Usted dijo que escuchó un grito
El mayor apretó sus labios, terminó de vendar su brazos y suspiró acercándose mas a Jungkook.
—Hay que tener fé, puede ser que me haya confundido y el grito sea de otra persona—dijo y miró el techo sonriente—Recuerdo que Jimin siempre decía que hay que tener fé. Joder, extraño a ese chico.
—Conocías a Jimin... Yo también, me regaló esta cadena
Yoongi miró la cadena y apretó sus labios. De pronto, un grito de un hombre se escuchó a lo lejos y Yeri comenzó a llorar.
Y como esa noche donde muchos murieron, los gritos comenzaron a sonar.
Y cada vez más y más y más
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