Había pasado una semana y Jungkook ya no se sentía seguro. Aunque desde que había llegado a ese reino no se sentía así. Estaba sentado en el jardín junto a las damas de honor. Estas lo habían invitado para conocerlo más.

Jennie, Jisoo, Eunbi y Nayeon. Las damas conocidas como las más hermosas del palacio.

—Y dinos Kookie,  ¿Como te esta yendo? —Eunbi peinaba el cabello de Nayeon, cada tanto le tiraba de los pelos y la menor soltaba quejidos

—Creo que bien... Me preocupa lo de los asesinatos.

—Ay Kookie, no te preocupes—habló Jisoo—Ahora eres el favorito del rey,  seguro te va a proteger a muerte.

—¿Favorito?.

Jennie sonrió y acarició el cabello del menor—Como escuchaste, favorito. Se nota desde lejos cuando el rey prefiere a alguien. Lo conozco hace años. Ademas, ahora te casaras con él.

El príncipe asintió y miró a las cuatro chicas otra vez—¿Que hacen ustedes?.

—¿Nosotras? —preguntó Jisoo—Oh,  somos como una especie de adorno para el rey. A él no le importa que seamos sus primas, él solo nos deja aquí. Pero tiene su lado divertido—dijo tomando una flor y colocandola en el cabello de Jungkook.

El joven acomodó la flor en su cabeza y sonrió. Las cuatro chicas lo miraron enternecidas y rieron.

—Que lindo eres Kookie, nuestro querido primo eligió bien.

—Ah... ¿Gracias?.

Las chicas rieron y Jungkook intentó dar una sonrisa. Pasaron los minutos,  las jóvenes eran simpáticas con Jungkook y decían cosas que simplemente le agradadaban. Hasta que en un momento,  comenzaron a hablar de Taehyung cuando era pequeño. Cosas de ser sus primas mayores que él.

—Y un día... —Eunba comenzó a relatar—El estaba muy enojado. Nuestro primo siempre fue gruñón,  siempre de enojaba de cosas sin razón. Tenía 7 años cuando lanzó al suelo el plato favorito de su padre,  queria hacerse el ofendido, pero terminó llorando en el suelo cuando su padre lo miró enojado.

Jungkook soltó una risa. Abrió sus ojos y vió una sombra en el césped,  alzó una ceja y miró hacia atrás. Taehyung los estaba viendo seriamente. En especial a las chicas que contaban cosas de su infancia.

—¿Que... Hacen?

—Solo estábamos hablando con Kookie~—respondió Jisoo—Unete a la charla Tae.

—Seguro estan hablando de esas cosas aburridas de las que hablan todo el tiempo.

—En realidad... —Todos posaron la mirada en Jungkook. Este miró el césped y movió sus dedos de los nervios—Ellas me estaban contando algunas cosas de ti... Creo que es interesante.

—Es interesante depende de lo que tienen que contar y que no.

Nayeon se levantó del césped y sacudió su vestido—Travesuras que hacías de pequeño. No creo que te moleste.

Taehyung formó una mirada amenazante y se acercó a la mayor—¿Q-que travesuras?.

—Como cuándo quemaste el vestido de la sirvienta. Ese dia aprendiste a hacer fuego y amenazaste a todos con matarlos. 

—Apenas tenía 9 años.—dijo el rey las chicas rieron y este suspiró—¿Saben que me están avergonzando?.

—Algún día tenías que contarlo cariño~. Ah, chicas, tenemos que ir a buscar los collares que hizo Namjoon para nosotras.

Cuando Eunbi dijo eso, las jóvenes se levantaron del suelo y miraron a Jungkook

—Adios Kookie,  fue un gusto hablar contigo

—También fue un gusto

Jungkook se paró y saludó con la mano a las chicas. Al ver que se alejaban, sintió a Kim demasiado cerca de él.

—Olvida todo lo que dijeron.

—Creo que va a ser difícil olvidar.

El mayor rodó los ojos y se cruzó de brazos—Ellas siempre buscan avergonzarme.

—Pero ellas parecían tan felices contando eso... No creo que busquen avergonzarte.

Mantuvieron un silencio y el mayor se dió la vuelta

—No importa, olvida todo eso.

Y se alejó.

Jungkook entrecerró los ojos.

—¿Por qué eres así?

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