One Shot
¿Cómo saber que estás metido de lleno en un personaje?
¿Cómo saber que te has extra-limitado en representar un papel actoral?
¿Siquiera podemos estar conscientes de que ya hemos tenido suficiente de eso?
Son cuestionamientos que se hace Ryan Gosling, quién actualmente es nuevamente el foco de las cámaras reconocido por su fabulosa interpretación de Ken, en la nueva película *Barbie*
Dirigida por Greta Gerwig y co-protagonizada con Margot Robbie.
Debía admitir que lo que decía Eva Mendes, su actual pareja era verdad.
Ya debía dejar atrás el papel de Ken, o al menos dejar de actuar como él estando en público.
Pero...
¿Cómo le decía que sí a eso?
Cuando justamente se encontraba saltando encima del miembro de ese joven surcoreano Park Jimin quien no dejaba de sujetar con fuerza sus caderas, mientras marcaba un ritmo rápido pero certero con sus embestidas en su trasero.
El chico gemía y gruñía tanto su nombre, como el de su personaje.
¿Y él? Soltaba simplemente gemidos de placer mientras aumentaba el ritmo de sus saltos con la cadera.
No era trabajo fácil.
A pesar de estar en forma, ese joven de 27 años, que ahora lo tenía empotrado contra la pared y se hundía en él sin piedad, lo tenía ya agotado.
A sus 42 años, tenía mucho tiempo que no experimentaba un reconocimiento tan masivo como el que había logrado con la película *Barbie* no significa que sus previas actuaciones no fuesen importantes.
Sin embargo, había sido tanto así como para que incluso por un comentario inocente de el código de Los Ken's, ahora se viera envuelto en esa nube de placer que aquel chico le ofrecía.
Si bien no se habían entendido mucho al conversar, no negaba que con sus miradas aquello que no dijeron en palabras, se pudo apreciar en su forma de verse.
Ryan aún no entendía como pasó de simplemente decir en una entrevista que por haber usado el mismo atuendo que Jimin uso en el vídeo Permission to Dance, él como buen Ken le obsequiaba la guitarra que le pertenencia.
Si hubiera sabido que ese chico, en lugar de esperar dicho obsequio por correspondencia, se iba a atrever a venir a verlo a dónde estaba, y no solo buscar la guitarra, sino a traerle también un regalo, no lo habría creído.
Mientras ahora estaba completamente estirado, con sus piernas en los hombros de el cantante, mientras su boca era devorada por los labios del menor, el cual no dejaba de entrar y salir de su agujero...
Se cuestionaba...¿Le habría pasado eso de no haber aceptado ser Ken?
.
-Ah...mgh...- jadeaba y gemía el actor, estaba agotado físicamente, sin embargo era ya más de lo que esperaba podía recibir de ese cantante.
-Ken...Ryan...ah...- jadeaba Jimin sin dejar de entrar y salir de el mayor.
Tenían ya más de hora y media que habían iniciado con lo que el actor denominaba el mejor sexo de su vida.
Nunca se había planteado ser bisexual, de hecho se supone que debería de haber estado en completa negativa al ver cómo ese chico se le insinuaba.
Pero estaba cansado, tener a Eva en su vida era grato, muy buena persona y una gran mujer, pero ya no sentía emoción ni nada por ese estilo.
Y ese chico, ese joven que no solo lo estaba jodiendo a su antojo, estaba haciéndole temblar, sudar y suspirar como nunca nadie lo había hecho.
Estaba más sorprendido de ser él quien fuese dominado, no espero nunca que Jimin con lo inocente que lucía, fuese en realidad un hombre tan pasional y dominante.
Literal estaba lagrimeando de tanto placer que recibía del menor, sentía vergüenza por gemir como lo hacía, pero era inevitable el hacerlo, nada lo preparó a que ese día, su inocencia se fuera al carajo.
Bien dicen que las apariencias engañan, él siendo más alto, corpulento, estaba ahí siendo una masa de gemidos y jadeos, con fluidos propios y ajenos que se paseaban por cada lugar de su anatomía.
Sus pezones hinchados y húmedos de tantos besos, mordidas y succiones que recibían, le ardían de tanto gusto.
Justo ahora sus muñecas dolían, ese cantante lo tenía literal, con la cabeza contra la cama, ambas muñecas siendo sujetadas a su espalda con la mano del chico y en su cadera el fuerte agarre que Jimin le sostenía, mientras entraba una y otra vez en su interior.
-Ya... Jimin...bas...ta...ah..agh...- suplicaba, con incoherencias el hombre mayor, y sintiendo como el surcoreano se detenía soltando sus muñecas lo tomó del pecho he hizo que su espalda se pegara a su torso, le lamió el cuello y le susurró.
-¿Quieres... qué me detenga de verdad, Ken?- respirando entrecortado, le observo fijamente y sin más le besó con mucha lentitud, succionando sus labios y lengua, jugando con su cavidad -Una más...- declaró volviendo a arremeter contra su cadera.
El sonido de sus pieles chocando más sus gemidos y jadeos era la única melodía que reinaba por toda esa habitación.
En esa posición Ryan, podía sentir y visualizar como el bulto en su vientre se abultaba con cada arremetida de el miembro de Jimin, en su interior.
Un par de embestidas más y tanto Ryan como el más joven alcanzaron lo que ambos denominaban, de los mejores clímax de su vida.
Gosling cayó como peso muerto a la mullida cama, siendo recibido gustoso por una almohada, gimiendo levemente sintió como Jimin salía de su interior.
Jadeó al percatarse de que el chico cuando se quitó el condón, el mismo estaba roto.
Completamente sonrojado, pudo sentir que su recto estaba húmedo, y como parte del semen de ese chico salía de ese lugar.
-Lo siento...se ha roto...- se disculpó haciendo una reverencia, Ryan río, era increíble como a pesar de que recién se lo había follado como un animal, el chico estaba apenado solo porque el condón se había roto.
-Tranquilo... afortunadamente no puedo embarazarme- respondió suspirando.
Jimin soltó una leve risa y comenzó a buscar con qué limpiar al actor, Ryan algo adormilado notó como el cantante y bailarín, con un paño húmedo comenzaba a limpiar su cuerpo.
-Luego me iré a bañar, tranquilo- quiso detenerle.
Sin embargo el menor era terco, y hasta no tenerlo completamente libre de los fluidos que abundaban en su cuerpo, no dejo de limpiarle.
Una vez terminó, se limpio a si mismo, y procedió a acostarse al lado de el hombre mayor.
Era adorable ver cómo luego de haber sido una bestia al follarlo, ahora estaba tímido y nervioso a su lado. Ryan veía eso como algo demasiado lindo.
-¿Ya no más, cierto?- pregunto Jimin.
-¿De qué hablas?-
-Listo el regalo, ahora a despedirse ¿Verdad?-
Ryan le observó con clara muestra de desconcierto, y haciendo clic en su mente se dió cuenta que ese regalo del que hablaba era el haber tenido sexo con él.
-¿Qué?-
-Si, yo...regalo tu regalo, ya te lo he dado, nada nos obliga a estar juntos aca-
Inmediatamente Ryan se levantó a pesar de el dolor y observo muy sorprendido al cantante.
-Dices que cogerme era a lo que venías y ya ¿Es así Jimin?-
Asustado por ver su reacción se levantó rápido encarando al hombre mayor.
-No, no- se apresuró a decir tomando su rostro con ambas manos -Mi regalo está en mi maleta de viaje- aclaró, cosa que hizo suspirar a Ryan, había pensado que el chico lo había usado y ya.
-¿Qué es?-
Rápidamente el bailarín se levantó, abrió su maleta que estaba en medio de la habitación, saco una cajita blanca y volvió al lado del actor.
-Regalo para ti Ryan- exclamó dándole el paquetito.
Ansioso lo abrió y se quedó en blanco al ver cómo eran dos anillos color rosa pastel con negro y blanco, cada uno en una cadena.
-¿Jimin?-
-No matrimonio, pero si, amistad...o...más...-dijo sonrojado, mientras sacaba uno y se lo ponía a Ryan el cual vio como el otro se lo colocaba el mismo.
Tomo el anillo y lo detalló, estaba grabado; decía:
*Just Ryan & Jimin*
Por alguna razón leer eso lo conmovió mucho, miro al chico que sonreía sonrojado pero ansioso esperando saber si le había gustado o no su obsequio.
-Jimin, gracias...-
Lo tomó de las mejillas y lo besó con lentitud.
Pronto ese beso tomó forma y a ambos eso no les importó.
Mientras afuera ya las noticias decían que se les había visto a ambos entrar en un mismo hotel luego de saludarse, así como las constantes llamadas perdidas que ambos tenían en sus teléfonos, junto con las notificaciones de sus amigos, managers y en el caso de Ryan de Eva.
Ambos hombres solo se dejaron llevar y se encargaron de volver a disfrutarse mutuamente una vez más.
Ya tendrían luego tiempo de inventarse algo o de aclarar todo.
Justo ahora.
Lo demás poco importa.
Solo eran un Ken, un Ryan y un Jimin descubriendo algo nuevo que no pensaban dejar ir.
Fin.
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