Capítulo 10
Un mes ha pasado desde que Nicolás llego a la ciudad y el trabajo de Cupido me va muy bien, conseguí que él y Ana se hicieran novios.
Cuando otro día empieza, Ana y Nico siempre vienen en el lomo de Robú, felices de la vida, también me hacen feliz a mí.
Pero Sabrina siente odio hacia Ana y temo que ella pueda arruinar todo mi trabajo, además no puedo estar pendiente de Sabri porque estoy muy ocupada con la feria de ciencias; haciendo maquetas y afiches.
-Más te vale que no hagas nado para separar a esos dos –Le advierto en la entrada del colegio.
-No voy hacer nada, por ahora… -responde entrando rápidamente al oír el timbre.
Cuando estamos sentados en nuestros lugares, la profesora de historia puso una película sobre los dinosaurios y eso me hace recordar a Lucas, a él siempre la ha gustado los dinosaurios y esos bichos raros.
-Nico ¿Podrías firmar esto? –Ana le pasa un papel que no alcanzo a leer el título pero no creo que sea nada, él lo firma y sin leerlo, entonces Ana sale del curso corriendo lo más rápido que puede dejando a Nico y a todos confundidos.
-¿Qué le pasó? –Se pregunta rascándose la cabeza.
-Es tu oportunidad, Ana se fue, dile lo que sientes –Me codea Sabrina.
-¿Qué? ¿Estás loca? No siento nada por él –Murmuro seria.
-Al menos finge que sí, Nico es muy tierno –Insiste.
-Ya basta –Digo apretando fuerte los dientes.
-¿Saben si Matías vino a la escuela? –Pregunta Nico interrumpiendo la conversación.
-Eh… sí. ¿Por qué? –Contesto mirando de costado.
-Le traje esto –Él nos muestra un saco negro tejido con capucha –Mi tía hizo esto para él –Agrega sonriendo.
-Espera, no me digas que esa cosa es para él –Interrumpe Sabri preocupada.
-Sí, ¿Crees que le gustará? –Nico mira el saco para asegurarse que sea perfecto.
-Jesica ¿No le vas a decir algo? –Sabri y yo sabemos después de esto, él terminará en el hospital o en la morgue.
-¿Qué quieres que diga? –Pregunto indiferente mirando una revista, pero sin darnos cuenta Nicolás ya se ha ido.
Minutos después, la sirena de una ambulancias suenan en el patio, Sabrina y yo pensamos lo peor, Matías pudo haberlo golpeado mucho y una vocecita en mi cabeza me dice que todo es mi culpa. Ambas no asomamos a la ventana que dan al patio, entonces vemos que suben a Nicolás en una camilla a dentro de una de las ambulancias mientras que todos se reúnen para ver lo que pasa.
-¡Ves lo que hiciste! -Sabri me echa la culpa de todo.
-¡No puedo creerlo! –Digo molesta y salgo por la ventana, corro hacia la multitud, empujo a unos cuantos hasta llegar al lado de Nico.
-Estará bien –Habla Matías acompañándolo.
-¡Tú le hiciste esto! –Lo acuso furiosa, noto que él lleva puesto el saco que Nico le iba regalar.
-Yo no le hice nada –Dice en su defensa.
-Te dije que le gustaría. –Interrumpe Nicolás con voz debil moviendo un poco las vendas que tiene en su cabeza para poder verme.
-Yo llamé a las ambulancias cuando vi que cayó por las escaleras –Me explica Matías.
-¿Te caíste por las escaleras? –Pregunto asombrada de que siga vivo.
-No te preocupes, soy cabeza dura, debo aprender a ver por dónde camino –Sonríe, mientras que lo levantan en la ambulancia -Cuida a Robú por mí –Me encarga a su burro y lo llevan al hospital.
-No puedo creer que siga feliz después de romperse el brazo y de casi romperse la cabeza –Me digo arqueando la ceja –Además, ahora debo cuidar su mascota -¿Pero por qué Nico subiría las escaleras? –Me pregunto, pensando seriamente que es una situación extraña, puede que sea un misterio como las películas de detectives. Tal vez sea un intento de homicidio o asesinato, pero ¿Quién querría matar a alguien como Nicolás? Osea, es sumamente insoportable, idiota, inocente... pero es buena persona. No tiene sentido.
Cuanto todo se tranquiliza, los chusmas que salieron a ver lo que pasaba ya han regresado a sus cursos, mientras que la profesora dicta clase, me siento pensando mucho es lo ocurrido, entonces llamo la atención de Sabrina.
-¿Qué te pasa, está preocupada por Nico? –Pregunta insinuando que él me importa.
-Ya basta, me parece muy raro la desaparición de Ana y ahora el “Accidente” que tuvo Nico –Contesto en voz baja.
-¿Crees que no fue un accidente? –Pregunta con seriedad.
-Piensa un poco, ¿Quién golpearía a Nicolás, además para qué? Hasta Matías es su amigo, nada tiene sentido –Le explico tomando apuntes en una libreta para no olvidarme de ningún detalle.
-Para mí sí, creo que te preocupaste mucho por él y ahora inventas todo esto, fue un accidente –Me dice, en ese momento la profesora no oye y voltea.
-Sabrina, Jesica, ambas seguirán hablando en la dirección por haber interrumpido la clase –Nos envía con la directora; la oficina está subiendo las escaleras en el segundo piso.
-Por tu culpa nos sacó de clases y de seguro que ya tenemos un 1 en la materia –La regaño molesta mientras subimos por los escalones.
-No… es tuya por no admitir que Nico te gusta –Otra vez insiste con eso, estoy a punto de gritarle todas sus verdades pero algo llama mi atención.
En la cima de la escalera, a la derecha se encuentra un cuarto dónde se guardan las escobas y artículos de limpieza, me acerco un poco y veo una cuerda saliendo por la puerta casi cerrada.
-¿Qué es esto? –Tomo la cuerda entre mis manos, entonces siento un extraño olor que tiene parece una mezcla de flores con lavandina.
-¿Qué encontraste? –me pregunta Sabri al notar que me detuve.
Tiro de la cuerda, está atada por un hierro, que sale de la pared del cuarto de la limpieza, a unos pocos centímetros del suelo. La cuerda pasa justo por enfrente de las escaleras, busco una pista más para que me ayude a descubrir este misterio, miro por todos lados mientras que Sabrina se recuesta por la pared del pasillo un tanto impaciente.
Encuentro una cosa más; se trata de un gancho de está al lado del pilar de las escaleras, entonces llego a la conclusión que la cuerda estaba atado por ese gancho y cuando Nico estaba por bajar las escaleras, tropezó con ella y cayó hasta abajo. Pero ¿Quién puso esa cuerda allí? ¿Quién tendría razones para lastimar a Nico?
Ni con todas estas pruebas logro convencer a Sabrina, ella sigue creyendo que me siento atraída por él, pero no se cierto. No me importa lo que Sabri piense, con estás pistas tengo algunas respuestas y ahora estoy mucho más segura de que no fue un accidente.
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