~𝓨𝓸𝓸𝓷𝓰𝓲 ~
Seokjin cocinaba apresurado la comida de Yoongi mientras estudiaba arduamente para sus exámenes finales.
-"Papi abubame"-. Yoongi se apoyo de puntitas, sujetando la mano del pelimorado.
-"¿Por qué no le pides ayuda a papá Nam?"-.
El pequeño movió su manito llamando a Seokjin, este obedeció al niño y lo siguió por su habitación en donde Namjoon dormía profundamente.
-"Joonie. Despierta, ayúdame cariño"-. Apenas escuchó la cansada voz de su cónyuge, él peliplata se levantó estirando sus brazos.
-"Lo siento Jinnie"-. No mentiría la culpa que sintió al despertar a Nam. Él moreno llevaba dos días sin pegar un ojo pero Seokjin necesitaba apoyo para pasar ese exámen y conseguir su titulación.
-"Ven Gigi"-. Yoongi ni lo pensó y se lanzó encima de su papá causándole cosquillas.
Acto seguido de cocinar, se dedico de lleno a estudiar cada una de las partituras.
Madrugada y aún ninguno descansaba a excepción del gatito dormilón. Mientras recibía un relajante masaje, Namjoon le ayudaba con un extenso cuestionario.
-"Mierda, sí es difícil cuidar de un niño entre dos, no me quiero imaginar a las madres o padres solteros"- Soltó sin pensar.
Se levantó muy temprano, arregló su cabello, alistó su vestuario, repartió besitos por la frente de su hijo y en los labios del hebras grises, silencioso se marchó hacia su facultad.
Los vagones marchaban a una velocidad firme, bostezaba por la falta de sueño en estas últimas semanas y la ansiedad invadía sus sentidos. ¿Qué significado tiene graduarse? Seguramente tendría que averiguar un empleo adecuado para el alborotado horario personal.
¡Sin duda necesitaba sexo y unas vacaciones!
Al ingreso visualizo una delgada figura, corrió hasta ella lanzándose a su espalda.
-"Hola mi amor, te extrañe mucho"-. Murmuró juguetón.
-"¿Al fin dejaste a tú marido por mi?"-.
-"Eso nunca idiota"-. Sonrió hipnotizado, no podía ni quería imaginar alejarse de su marido, tal como lo prometieron ambos el día de su boda estarían juntos por la eternidad.
-"Por Dios Seokjin, ¿Qué estás comiendo?. Pesas un montón"-. Nayeon apretaba sus glúteos haciéndolo reír más fuerte.
-"Pues, tengo un hijo de tres años y necesito que gane peso"-.
-"Yoongi debe engordar, no tú"-. Golpeó la frágil espalda de su amiga, quien seguía burlándose.
Mientras charlaban, las puertas se abrieron de par en par, sus manos temblaban. Tenía miedo, si no pasaba esta basura perdería muchas oportunidades.
Uno a uno sus compañeros se presentaron. El sonido del teléfono lo alertó, disimuladamente abrió la notificación
Joonie~~♡
Hola mi vida, quiero que sepas lo mucho que te amo y te admiro. Estás haciendo un trabajo perfecto, estoy completamente seguro del talento que dispones. Yoonie y yo confiamos plenamente en ti. ¡Viajemos juntos Seokjinnie!.
Te amamos! ♡
¿Cómo quieres que canté sí me haces llorar idiota? :')
Te amo...
Sonrió antes de subir al escenario
-"No te preocupes lindo, te irá bien"-. Nayeon sobó la espalda de Seokjin.-"¿Qué harás en tú tiempo libre?"-.
-"Queremos que Yoongi se relajé un momento, está muy tenso, despierta por las noches llorando, perdió cinco kilos en un mes, la pediatra dijo que sería una buena opción despejarlo. Ir a otra cuidad y eso planeamos"-.
-"¿Joonie irá con ustedes?"-. Dijo mientras caminaban hacia la estación de trenes desayunando una nutritiva barrita.
-"No lo sé, tiene mucho trabajo, además ese viejo cree que mi esposo es su esclavo"-.
Abrió la puerta y lo primero que encontró fue un pequeñito Yoongi escapando del empapado Namjoon, casi resbala si no fuese por el agarre del moreno -"Ten cuidado"-.
-"Yo no voy a limpiar eso"-.
Recibió gustoso las felicitaciones. Con tiernos masajes de Jin, el niño pelinegro cayó sutilmente dormido y fue llevado hasta su habitación.
-"¿No quieres hacer algo más interesante?". Posicionó sus estilizadas piernas alrededor de ambos costados, mientras regalaba besos por el abdomen contrario.
-"Me encantaría Jinnie pero estoy muy cansado, mi vida ¿Qué te parece sí me mimas un poquito"-.
Acariciaba las hebras teñidas en tanto mantenía la visual fija en esa cinta romántica. Se inclinó sin temor y sonrió ante la preciosa carita dormida.
Cuidadosamente se arropó junto a él, fingió no percatarse de otro cuerpecito removiendose entre ellos.
Posterior a tanta presión obtuvo su cometido y cerró la maleta con total éxito
-"¿Por qué no vas?"-. Seokjin con sus manos le contorneaba la cintura a Namjoon quien mordia divertido su labio inferior.
-"Lo sabes muy bien, no puedo"-. Besó los tiernos pucheros del pelimorado-"Cuida a Yoonie, mándame fotografías, te llamaré por Skype todas las noches"-.
Ver partir el avión les complicó todo el viaje, Yoongi no paraba llorar y de estirar sus bracitos llamando a Nam.
La habitación del hotel no era lo suficientemente grande ni suficientemente pequeña, era perfecta.
Jin preparó un baño para ambos y así pasaron la tarde.
-"¡Oye porque no contestas!"-. Inclinado revolvía nevioso la maleta indagando el pijama del menor-"¡No puede ser, lo olvide!"-. Tiró su teléfono enojado, Yoongi dejó de brincar sobre la cama y se lanzó encima de Seokjin haciéndolo caer-"¡Gigi!"-. Él niño reía tan fuerte que fue necesario lavarle la carita para calmarlo.
Él pelimorado lo arropó, colocando un chupón o más conocido por él niño como "un Tete" en la boquita, lo recibió gustoso, sostenido al largo dedo, logró quedarse dormido.
Jin cepillaba sus dientes con molestia, Namjoon no atendió ninguna de las videollamadas, eso lo enfurecia enormemente, a su beneficios la ley de la atracción hizo efecto y en pocos minutos tenía el rostro moreno pegado a la pantalla.
-"Vaya al fin te dignas a llamarme"-. Escupió sutilmente los restos del dentrifico.
-"Culpa mía, lo admito, debería haberte llamado, discúlpame Jinnie"-. Revoloteo su cabello de un lado a otro
-"No será muy fácil obtener mi perdón"-. Cautelosamente giró sobre su estómago.
Inevitablemente tras dos horas y media de conversaciones inocentes hasta chistes con doble sentido, tuvieron su indeseada despedida.
-"Mañana te llamo, duerme bien. Te quiero"-. Sin recibir respuesta alguna, Namjoon colgó.
Seokjin había caído prontamente en su propio sueño.
Unas manitos tirando sus hebras y una vocecita lo despertaron.
Comieron observando el sublime oleaje Yoonie no soportaba su impresión, las ganas de ir eran inevitables, obviamente al ser hijo único todo le es concedido.
Tener veintidós años y proteger al pequeño Yoongi de cualquier peligro, sacaban su lado gruñón.
Él niño disfrutó cada instante, aplaudía con solo ver las olas romper por la orilla.
-"Yoon, tengo un pregunta para ti, tienes que responder con la verdad". Musitó Seokjin, el juego era muy fácil, simplemente tenía que responder con honestidad.-"¿Estás listo?"-.
Confiado, el Kim menor asintió.
-"Bien, ¿Quieres más a papi Jin o a papá Nam?"-. La tensión entre los Kim mayores crecía a cada segundo.
-"Papi Jin"-. Soltó inocente y abandonó sin preocupación la pantalla para buscar el biberón y tomar su leche.
Jin sonrió victorioso, restregando la impecable victoria frente a su marido, que permanecía con una mano cubriendo su rostro-"Oh Gigi, me hieres"-.
La voz derrotada de Nam causaron más burlas.
Sin embargo, Jin estaba segurísimo de las calumnias dichas por Yoongi. Los gatunos ojos brillan al mirar a Joon, todas las noches duerme aferrado a él, los triste llamados soñolientos buscando la presencia del mayor cuando este cubre turnos en su trabajo o simplemente sentado en la alfombra esperando su pronto regreso, le dicen claramente que Seokjin no es su favorito.
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