EPÍLOGO
-¿Están listas? -Aren entra a la habitación luego de tocar levemente la puerta.
-Ya casi -respondí mirándolo por solo un segundo antes de terminar-. Listo.
-Papi, ¿cómo me veo? ¿Me veo bien?
Aren se acerca mirando a la niña sorprendida pero termina agarrando sus manos y extendiendolas un poco.
-¿Ella es mi hija? -pregunta Aren fingiendo sorpresa.
La pequeña Kathe comienza a reír sintiéndose tímida.
-Sí, papá, sí soy tu hija -responde riendo apenada.
Aren hace que de una vuelta antes de levantarla en brazos.
-Creí que estaba viendo a una Diosa -responde él haciendo reír más a Kathe.
Yo igual me reí y miré a Cassian, mi otro hijo nacido hace algunos meses. Terminé de prepararlo y lo levanté.
-Ahora sí estamos todos listos -comenté.
Aren se acerca a mí, bajando a Kathe, y me toma por la cintura con ambas manos para acercarme.
-Tú igual pareces una Diosa, mi reina... -comenta antes de darme un tierno beso en los labios que fue interrumpido por Cassian que comenzó a empujar a Aren.
Yo empecé a reír más junto a Kathe.
-Parece que a alguien no le gusta que me beses -mencioné.
-Te aguantas hijo que ella es mi mujer -Aren se acerca de nuevo a mí pero Cassian lo aleja otra vez-. Eso no es justo. Oye.
-Lo siento papá, pero parece que tendrás que compartir a mamá -comenta Kathe.
-Hm... ya bastante tengo con compartir sus... -cubrí su boca al instante.
-¡O..Oye! Hay niños... -él resopla aún con mi mano en su boca-. Ya vámonos que luego Miriam nos viene a buscar y ya sabes como se pone.
Aren recuerda la última vez que ella nos vino a buscar por tardarnos y tiembla un poco.
-Ni lo menciones, pienso en eso y me duele la espalda otra vez.
Volví a reír mientras acomodaba a Cassian en mis brazos. Aren toma la mano de Kathe y nosotros salimos de la habitación. Fuera del castillo nos esperaba un carruaje que pasaría por todo el pueblo.
Saludamos a Miriam y a mi madre al estar allí. Luego vimos a Lars con su esposa y a Axe con su aún novia. Ambos babeando por ellas.
-¿No quieren un pañuelo? Digo... por la baba -comenté al estar tras ellos.
Estos reaccionan y me fulminan con la mirada. Me reí en burla y venganza al igual que ambas mujeres mientras se soneojaban. Aren también ríe y me hace seguir el camino hacia el carruaje. Nosotros subimos.
El carruaje avanzó hasta salir de los territorios del castillo e íbamos saludando a las personas del reino.
-Mami ¿siempre fue así de lindo el reino? -pregunta Kathe maravillada con todo.
Aren y yo nos miramos un segundo al recordar.
-A veces, las personas lo hacen ver así de lindo, sin importar como se viera en realidad... -comenté confundiéndola.
-¿Huh? ¿A qué te refieres?
-Nada, lo entenderás algún día.
Ella hace un puchero haciéndonos reír a Aren y a mí.
***
***
-Las piernas más juntas -dije desde mi lugar mientras cargaba a Cassian.
Kathe me hace caso y Aren sigue enseñándole a montar a Lex. Los cuatro estábamos en nuestro lugar que Aren y yo teníamos. Comencé a tararear una canción para que Cassian se terminara de dormir.
Cuando al fin lo hizo me estiré un poco para tomar un bocadillo del plato de enfrente y comer un poco.
-¡Mamá espera! -me quedé inmóvil en mi posición actual.
-¿Qué? ¿Qué hice? -pregunté con la comida frente a mis labios.
Kathe se baja de Lex y se me acerca corriendo. Mira la comida en el plato y la que tenía en mis manos.
-Nada -responde, agarra uno del plato y sale corriendo.
Aren se nos acerca mientras yo me giraba para ver que hacía Kathe. Nos levantamos al ver que se alejaba un poco.
Fuimos tras ella y vi que se acercaba a un niño más o menos de su edad y que estaba llorando. Desde lejos veíamos como ella le comenzó a hablar y le tendió la comida. Él la miró un momento con un brillo en los ojos que yo conocía bien y con las mejillas un poco sonrojadas. Sonreí con ternura.
-Sabes que no la dejaré tener novio, ¿cierto? -dice Aren repentinamente.
-Y sabes que yo sí que la dejaré, ¿no?
Se cruza de brazos. Yo me incliné un poco hacia atrás apoyando mi cabeza en el pecho de Aren quien me rodeó a mí y a Cassian con sus brazos y apoyó su cabeza sobre la mía.
-Las historias suelen repetirse -comenté.
-Eso no pasará, además, ella no lo salvó de ser robado.
-No, pero las posiciones son las mismas.... desearía poder ayudar a todos.
-Lo sé... yo igual.
Kathe se acerca agarrando de la mano al niño, sentí a Aren tensarse.
-Mamá, papá, él es Rhys -nos presenta Kathe. Yo le sonreí amablemente al niño.
-Hola pequeño -saludé.
-¿E..El rey y... la reina? -nos mira sorprendido.
-Sí, ellos son mis padres -responde Kathe. Le di un leve codazo a Aren y le Susurré.
-Ella fue más honesta que tú.
Me mira fulminante mientras que yo reía un poco. El niño cierra los ojos y se inclina un poco en una leve reverencia.
-Oh cariño, no tienes que hacer eso -le dije sonriendo.
Él comienza a decir con rapidez algunas palabras pero Kathe lo detiene invitándolo y pidiéndonos permiso para que se quede con nosotros. Antes de que Aren responda lo hice yo.
-Claro, puedes venir.
Los cinco volvimos hacia donde estaban Lex y Kye, el caballo de Aren.
-¿Y tus padres, Rhys? -pregunté.
Él agacha la cabeza con tristeza y yo comprendí al instante. Le puse una mano en el hombro.
-Lo siento...
-No importa, ellos aún estarán conmigo, eso me dijo mi mamá -responde sonriendo.
Yo igual sonreí. Miré a Aren y él a mí pero entendió el porqué de mi mirada.
-Ah, no -dice antes.
-Ah, sí.
-No.
-Sí.
-Que no -se cruza de brazos. Rodé los ojos.
-Deja de ser un celoso. Rhys, ¿quieres venir con nosotros?
-¿Es en serio? -pregunta con ese brillo en los ojos-. N..No... no podría... no quiero molestarlos...
-¡No molestas! -dice Kathe- ¡Por favor! Serás bienvenido.
-E..Em... -él mira a Aren buscando su aprobación.
Le di un codazo y él me fulmina pero termina suspirando profundo y resignado.
-Si quieres, por nosotros no hay ningún problema.
-Am... e..está bien...
Kathe comienza a saltar de la emocion y lo agarra de la mano para llevárselo hacia Lex y así que lo conozca mientras ella habla hasta por los codos.
-Aún no me agrada la idea -comenta Aren.
Yo me acosté sobre su regazo y con Cassian apoyado en mi pecho.
-Ay vamos, es para ayudar a alguien -respondí-. Tú te la pasabas visitándome cada que podías.
-Pero eso es diferente.
-¿En que?
-En todo.
Yo lo agarré por la camisa y los acerqué a mí hasta estar cerca de su rostro.
-Si dejas de quejarte... prometo recompensarte al volver -murmuré contra sus labios.
De la nada apareció junto a los chicos empezando a enseñarle también a Rhys a como montar siendo muy, muy, amable. Hasta ya parecía un hijo más. Levanté a Cassian y lo miré.
-Cass tu padre es un facil -comenté riendo.
Lo apoyé de nuevo contra mi pecho y miré hacia los tres.
Rhys estaba sobre Kye y Kathe sobre Lex. Cerré los ojos sonriendo y comencé a tararear la canción de nuestro primer baile con Aren, y la que usaba para que los niños se durmieran.
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