Evitar a todos los príncipes era ahora mi modo de vida. No quería cruzarme con ninguno y mucho menos quedarme a sola con alguien, en especial... no quería quedarme sola con Aren, ni siquiera quería hablar con él aunque sea para pedirle que me pase la sal en el comedor.

No podía...

Pero él no deja de meterse en problemas con su padre por intentar hablarme. No deja de acercarse a mí y perseguirme hasta que de alguna forma puedo esconderme de él hasta el próximo encuentro.

Por suerte... ya que yo me alejo de él y no hablamos casi nada, el rey no lo ha castigado de ninguna forma y él está a salvo. Aunque debo admitir... que cada vez que me persigue... quiero que me encuentre.

Cada vez que me escondo ruego porque me encuentre y me obligue a hablar con él porque quiero hacerlo. Una parte de mí no le importa meterse en problemas pero la otra piensa demasiado en ellos y en mamá, eso es más fuerte y evita que me tire a los brazos de Aren esperando que me ayude como siempre lo ha hecho.

Aunque ahora tenía otro trato con el rey, le pedí que yo tomaría total responsabilidad por los actos de sus hijos. Si ellos me hablaban, a la que castigaría sería a mí. Ya que Lars y Axe también intentaron hablarme de nuevo...

Solo pude convencerlo por decir que si él me golpeaba a mí en lugar de a ellos... eso provocaría un mejor efecto, les afectaría mucho más que siendo ellos los golpeados, porque no quieren que eso me ocurra a mí.

Hasta ahora ha funcionado...

Porque luego de la amenaza ellos dejaron de acercarse a mí, ni siquiera me hablaban o intentaban hacerlo para que el rey no me hiciera nada.

Aún no me decían dónde estaba mi madre y yo no la encontraba cuando iba a pasear por el castillo o sus terrenos... Mi miedo sobre que la hayan matado me carcomía por dentro y cada vez... mis ganas de seguir aquí, luchando, disminuían...

Lo único que me animaba ahora era Lex. El rey me permitió quedármelo, como nadie lo montaba, ahora es mío.

-Sé que no da gusto pertenecerle a alguien... -murmuré mientras acariciaba el cuello del caballo-. Lo sé perfectamente...

Suspiré y sonreí muy poco. Siempre encontraba a Lex en la fuente donde siempre voy desde que la encontré. Aún no entiendo como hace para escaparse de los establos e ir allí. Pero siempre que voy, lo encuentro pastando por ese lugar.

Miré el castillo desde donde estábamos y luego miré al otro lado, a las murallas que separaban al pueblo del castillo. Hice que Lex de la vuelta y comenzamos a ir hacia el castillo de nuevo, evitando volver a mirar hacia esas murallas.

Dejé a Lex con los encargados de los establos y caminé para irme a la fuente.

Me senté en el borde de esta y comencé a mirar a los peces que nadaban en ella.

-Delia... -me levanté de inmediato sobresaltada.

No dije nada al verlo, no era sorpresa que intentara acercarse, solo me abracé a mí misma y me di la vuelta para irme mientras agachaba la cabeza.

-Espera... -sentí que me agarró del brazo pero yo lo quité con rapidez y me alejé.

-No...

-Ya... por favor, Delia... no soporto verte así... -se me acerca de nuevo pero yo retrocedo.

-¿Cómo quieres que esté entonces?

-A salvo... junto a tu madre.

-Eso no pasará, Aren... -retrocedí de nuevo para irme.

-Claro que sí, te dije que yo te ayudaré... las ayudaré a ambas y al resto del pueblo -se me acerca y me toma por ambas manos.

Yo intenté quitarme desesperadamente y miré a todos lados para ver que nadie estuviera viendo.

Una de las manos de Aren sube hasta mi mejilla y la posa allí haciendo que me quedara paralizada y lo mirase a esos ojos dorados...

-¿Cómo piensas hacerlo? -pregunté.

-Tomará tiempo... pero te juro por mi vida que lo haré... tú eres mi mayor motivación para conseguirlo.

Él se me acerca y afloja su agarre en mi mano. Mira mis ojos y luego mis labios y se relame los suyos delicadamente.

-Aren...

Quería tanto hacerlo, mis impulsos querían tirarme hacia él y unir nuestros labios, pero mi razón me lo impedía. Di un paso atrás, mi pie golpea contra la fuente privocando que pierda el equilibrio y terminara cayendo en ella.

-¡Delia! ¿Estás bien? -Aren intenta ayudarme pero yo había reaccionado.

Me aparté de él levantándome y saliendo de la fuente, me escurrí el agua todo lo que pude del vestido y me alejé corriendo de Aren.

Casi cometía un error muy grave...