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CAP 14: "Verdad"

Los señores Jeon entraron corriendo a la sala de espera, apenas divisaron a Taehyung, Jennie y Lalisa, se dirigieron con rapidez hacia ellos.

—¿Qué le pasó a Jungkook?— preguntó la mujer desesperada. Hace rato había recibido una llamada del hospital, diciéndole que su hijo estaba internado con pronóstico reservado. El señor Jeon estaba igual que ella, pero trataba de mantenerse lo más firme posible para servir de soporte a su esposa, no ganarían nada echándose ambos a la pena.

—Un ladrón lo apuñaló dos veces en el abdomen— contestó el castaño, en medio del llanto —Trató de defendernos a Jennie y a mí, pero él fue quien sufrió las consecuencias.

—¡¿Y por qué no lo ayudaste, Taehyung?!— la mujer lo agarró por la camisa —¡Si lo hubieras ayudado, él no estaría aquí!

—Señora, cálmese— Jennie se levantó para encararla —No diga nada porque usted no sabe lo que pasó. El ladrón tomó como rehén a Taehyung y le hizo sufrir un ataque de asma. Jungkook lo único que hizo fue defender a su mejor amigo porque él no podía hacerlo por su cuenta.

En ese momento, un doctor salió de la habitación donde tenían al azabache y se dirigió a todos los presentes en la sala.

—¿Familiares del paciente Jeon Jungkook?— los padres del susodicho se acercaron a él.

—Somos sus papás, por favor, díganos ¿Cómo está nuestro hijo?

—El paciente está algo delicado. Afortunadamente, la navaja no cortó muy profundo y no comprometió ningún órgano interno, pero sí tengo que informarles que perdió mucha sangre y vamos a tener que hacerle una transfusión.

Ambas chicas sostuvieron a Taehyung por los hombros para darle fuerza y mostrarle su apoyo en estos momentos. Internamente lo agradeció, si sus mejores amigas no estuvieran ahí, posiblemente las palabras de su suegra y el pronóstico del doctor lo habrían afectado en sobremanera. Le dolía demasiado, pues él hizo todo lo posible para defender a su novio, pero lastimosamente, sus esfuerzos no fueron suficientes. Ahora, el único chico al que ha amado en toda su vida, se encontraba delicado en una habitación de hospital.

—Trata de calmarte, Tae— animó la rubia —Todo va a salir bien ¿Oíste lo que dijo el doctor? Solo tienen que hacerle una transfusión de sangre y él se va a recuperar.

Pero antes de que el castaño pudiera decir algo, la voz del doctor volvió a resonar en sus oídos.

—Sin embargo, no nos quedan reservas de la sangre de su hijo. Habría que buscar un donante lo más pronto posible.

En ese momento, Taehyung se puso de pie e interrumpió la conversación de los adultos —Disculpe ¿Qué tipo de sangre tiene Jungkook?

—AB— contestó el profesional.

—Yo tengo el mismo tipo de sangre— todos se le quedaron viendo sorprendidos —Yo puedo donarle.

El doctor dio un asentimiento con su cabeza y se lo llevó al laboratorio para hacerle unos análisis con el fin de identificar si cumplía con los requisitos para donar. Después de una hora, obtuvieron los resultados y grande fue su felicidad al ver que éstos arrojaron una respuesta positiva.

Con el debido permiso de su padre, por políticas del hospital, el castaño fue conducido hacia una habitación donde le inyectaron una intravenosa en su brazo y le dijeron que se mantuviera quieto por unos minutos mientras sacaban los mililitros necesarios.

Cerró sus ojos y trató de relajarse, sentía un ligero dolor en su brazo y algo de mareo. Era normal, después de todo, era su primera donación y aún era menor de edad. Pero a pesar de eso, estaba feliz, al menos ayudaría a Jungkook como no pudo hacerlo en la tienda.

Luego de treinta minutos, la bolsita se llenó. Una enfermera bastante amable entró y sacó la aguja con cuidado, para después llevarse la reserva hacia el lugar donde la necesitaban.

Tuvo que quedarse acostado en la camilla por unos minutos mientras se recuperaba. Volteó su mirada hacia la puerta y sonrió al ver a sus dos amigas entrar a la habitación.

—¿Te sientes bien?— preguntaron al llegar a su lado —El doctor dijo que necesitabas beber líquidos para recuperarte, así que te trajimos una botella de jugo— se la ofrecieron y Taehyung la recibió con la mano derecha, pues su brazo izquierdo todavía dolía.

—Gracias— se sentó en la camilla y bebió un poco del líquido —Me siento un poco mareado, pero estoy bien.

Lalisa le brindó una sonrisa y le recibió la botella vacía cuando hubo terminado de beber —¿Sabes? La mamá de Kookie está muy agradecida contigo y se arrepiente de haberte dicho esas cosas en la sala de espera. Dijo que cuando salieras, se disculparía personalmente contigo.

Taehyung abrió sus ojos y negó varias veces —Es comprensible que hubiera actuado de esa manera, después de todo, Kook es su hijo y se preocupa mucho por él.

—Pero esa no es razón suficiente para que te tratara así— intervino Jennie —Mínimo debe disculparse.

Los dos contrarios rieron por la actitud de la castaña y negaron con diversión. Cuando Taehyung se hubo recuperado, salieron de la habitación para ir en busca del doctor de antes para preguntarle si tenía noticias del estado de salud del azabache.

Al parecer, no tuvieron que buscarlo mucho, ya que se lo encontraron en el pasillo. Al verlos, el profesional se acercó con una sonrisa, más específicamente, hacia Taehyung.

—Afortunadamente, la transfusión fue un éxito y el paciente ahora está fuera de peligro— aquellas palabras tranquilizaron bastante el corazón del menor —Por ahora hay que dejar que descanse, la herida ya fue desinfectada y vendada, pero aún sigue bajo anestesia.

—¿Puedo verlo?— pidió con sus ojos llenos de brillo.

—Puede, pero recuerde que no puede moverlo ni tocarlo— Taehyung asintió varias veces —Muy bien, vamos.

El castaño se despidió de sus amigas y les prometió verlas más tarde. Caminó junto al doctor hacia el área de habitaciones donde los pacientes descansaban, se acercaron a una y entraron. Sus ojos se posaron directamente en el azabache sobre la camilla y se llenaron de lágrimas. Se veía tan frágil que le daban ganas de encerrarlo en una cajita de cristal para protegerlo del mundo.

Después de escuchar las indicaciones del doctor, cerró la puerta y caminó hasta su novio, haciendo lo posible por no dejar salir algún sollozo que pudiera despertarlo. Acercó un banquillo hacia la camilla y allí se sentó, tomando la mano de Jungkook con mucho cuidado y dejando un beso en el dorso de ésta.

—Hola cariño, soy yo, Tae— se esforzó porque su voz no se quebrara —Perdón por no poder protegerte antes, mi estúpida enfermedad me puso en debilidad y no fui capaz de ayudarte cuando lo necesitaste— una lágrima rodó por su mejilla —Pero quiero que sepas que te amo mucho y que no veo la hora para que despiertes. Cuando lo hagas, te prometo que voy a cuidarte y atenderte como lo mereces. Eres el único chico al que he podido amar en toda mi vida, eres increíble en todos los aspectos y no sabes cuan afortunado me siento de ser tu novio y tu prometido— se levantó y acercó su rostro al del mayor, antes de cerrar sus ojos y depositar un suave, pero profundo beso en sus labios.

En la puerta de la habitación, se hallaba la madre del azabache con una taza de café en las manos. Había ido a buscar al castaño para disculparse con él, pero al llegar y escuchar la manera en la que le hablaba a su hijo, decidió quedarse callada para ver qué pretendía.

La sangre le hirvió al momento de ver a Taehyung besar a Jungkook, tensó su mandíbula y salió de allí, caminando directamente hacia la sala de espera, conteniéndose para no hacer un escándalo en la habitación de su hijo.

Varios minutos después, el castaño regresó más tranquilo y con una tímida sonrisa en sus labios. Sonrisa que se borró al momento de ver a la señora Jeon caminar hacia él y propinarle una fuerte bofetada.

—¡¿Qué te pasa, infeliz?! ¡¿Por qué besaste a mi hijo?!

Los ojos de Taehyung se abrieron en grande, delatando el miedo que se adueñó de cada una de sus células. No, su suegra no pudo haberlos visto.

—¿De qué me está hablando...?

—No te hagas el idiota, Taehyung. Lo vi todo, oí lo que le dijiste a mi hijo y vi cómo lo besabas ¡Maldito homosexual!

Los gritos de la mujer llamaron la atención de todos en la sala de espera. El castaño volteó a ver a las demás personas, notando cómo algunas lo miraban con pena y otras con asco, eso solo lo hizo sentirse peor.

Lalisa y Jennie corrieron hacia la escena, alarmadas por los gritos. No necesitaron de pensar mucho para comprender lo que pasaba, Taehyung lloraba descontroladamente mientras la señora Jeon no dejaba de lanzar insultos bastante hirientes contra él.

Con temor, pero decididas a no dejar que su mejor amigo fuera pisoteado de tal manera, se acercaron y se pusieron frente al castaño.

—Señora, está haciendo un escándalo en el lugar menos apropiado. Si se le olvidó, me veré en la penosa obligación de recordarle que su hijo está recuperándose a unos cuantos metros de aquí y que Taehyung— señaló al susodicho —Fue quien donó la sangre para que él pudiera salir de peligro.

La señora miró con desdén a la muchacha rubia antes de hablar —Tú no eres la novia de Taehyung, mentirosa.

—¿Y qué si no lo soy?— la retó, alzando la voz.

La mujer no respondió, sin embargo, miró a Jennie de la misma manera —Y tú no eres la novia de mi hijo, por lo que puedo ver.

Jennie negó con la misma seguridad que su novia —No, no lo soy ¿Y sabe porqué? ¡Porque no me gustan los hombres y soy lesbiana!

Lalisa vio cómo la mujer iba a golpear a la castaña, por lo que intervino y detuvo su mano con brusquedad —¡A mi novia no la toca, señora!— la empujó.

Todos en la sala se les quedaron viendo impresionados y con ganas de satisfacer su espíritu chismoso. La situación se había vuelto tan loca que inclusive algunos sacaron sus teléfonos para grabar.

—Ustedes me dan asco— dijo después de un rato —No puedo creer que mi hijo estuvo rodeado de personas como ustedes todo este tiempo.

—Pues seremos homosexuales y todo lo que quiera, pero al menos tenemos más valores y somos mejor educados que usted— escupió la rubia, poniéndose delante de los dos menores para protegerlos —No crea que Taehyung y Jungkook están solos, aquí estoy yo para protegerlos de gente como usted que no sabe más que hacer daño a personas que no le han hecho nada.

El señor Jeon también hizo acto de presencia, sosteniendo a su esposa por los hombros y mirando con el mismo asco a los tres jóvenes frente a él.

—Ustedes no volverán a ver a Jungkook, se los aseguro.

Por primera vez, Taehyung salió de su escondite y encaró al hombre frente a él.

—¿Y quién lo va a impedir? ¿Usted?— lo miró con los ojos rojos por el llanto —Pues no crea que voy a dejar a Jungkook solo, aunque ustedes no quieran, voy a seguir con mi novio porque lo adoro y estamos comprometidos— en un ataque de valentía, alzó su mano para mostrar el anillo en su dedo anular, sorprendiendo a los padres del azabache.

Pero a pesar de ello, se mantuvieron firmes y lo miraron como si fuera basura.

—Eres demasiado estúpido como para creer que un compromiso a tu edad tiene alguna validez— solo esas palabras bastaron para arrebatarle la poca seguridad que tenía —Y te lo repito, no volverás a ver a Jungkook porque nos encargaremos de alejarlo de ti. Esta vez, le vamos a apretar la rienda para enderezarlo y créeme, después de eso, no va a querer volver a verte.

Sin esperar por una respuesta, se encaminaron hacia la habitación donde se hallaba su hijo, dejando al castaño destrozado en plena sala de espera.

©AlejaDeMin

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