Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

• CAPÍTULO 2 •

_______________________

Llegando a Hogwarts.
_______________________

Era hermoso, simplemente hermoso. La pequeña Nina jamás se podría haber imaginado que su experiencia sería así de fantástica. Su padre no había exagerado cuando le contó que el castillo era inmenso, ya que podía verse desde que bajó del tren.

Tampoco la niña se imaginó que un gigante iría a recibirles a su llegada. Eso no estaba en sus planes. Cuando descendió con Hermione lo único que hicieron fue escuchar y seguir a Rubeus Hagrid que les indicaba el camino. Desde Hogsmeade habían llegado a un muelle y allí abordado a unas barcazas, cruzarían un gran lago en ellas. Hermione comenzaba a caerle muy bien, era simpática y no dejaba de hablar.

— En el Lago Negro vive el calamar gigante ¿ Lo sabías? — le preguntó a Nina.

— Papá me había contado sobre eso — respondió con gusto — ¿ Tus padres a qué se dedican? 

— Mis padres son dentistas — afirmó sonriente, en el tren ya le había contado que era hija de muggles, por lo que no sintió miedo de decirles sobre ellos.

Los demás niños que iban junto a ellas eran demasiado tímidos como para entrar en conversaciones, por lo que se limitaban a observar y a desvíar la vista de ellas y su intensa conversación. Al irse acercando pudieron notar el esplendor del castillo de cerca, sus luces brillantes se reflejaban en el Lago Negro, dejándoles presenciar una vista única.

Hagrid les ayudó a todos a descender de las barcas, las cuales estaban reservadas sólo para los niños de primer año. Los guío por el camino hacia el interior y en ese momento Nina pudo divisar a Harry Potter entre los demás.

— Así que es cierto, Harry Potter ha venido a Hogwarts. — un chico rubio de ojos grises se coló entre el grupo y había llegado hacia donde estaba el famoso niño. — Yo soy Malfoy, Draco Malfoy.

El chico pelirrojo junto a él, se rió y el rubio se volvió con rabia hacia él.
— No tengo que preguntar quien eres tú, pelirrojo y esa ropa vieja. — dijo con desdén — debes ser un Weasley.— se volvió hacia Potter nuevamente. — Sabrás que no te conviene relacionarte con los equivocados.

— Ya se quién es el equivocado, gracias. — fue lo único que Nina oyó decir a Potter, dejando al chico rubio con la mano estirada y muy molesto. Más ella decidió no intervenir, pero descubrió que aquel niño pelirrojo era a quien el chico del tren buscaba.

De pronto una mujer muy seria y con vestimentas verdes fue por ellos, se presentó como Minerva McGonagall y los guío por los inmensos corredores, mientras los conducía a la esperada ceremonia de selección. Llegaron a lo que era el Gran comedor, habían cuatro mesas esparcidas con los estudiantes de cada casa ubicados en ellas y una gran mesa central, con personas sentadas en ella, Nina pensó acertadamente en que eran los profesores del colegio.

El director, un hombre muy anciano de ojos calmados, extraña vestimenta y una larga barba blanca, se apresuró a dar una cálida bienvenida a todos los alumnos, sobre todo a aquellas brujas y magos de primer año. Minerva los acomodó a todos en un gran círculo, los pequeños magos se dispusieron atentos a escuchar la ceremonia donde un sombrero iba a seleccionar la casa de cada estudiante. El objeto, para sorpresa de todos comenzó a cantar.

— ¡Que comience la ceremonia! — anunció Minerva.

La profesora McGonagall profirió el nombre del primer estudiante en pasar a sentarse bajo el sombrero.

— Abbot, Hannah— la niña avanzó y se sentó, el sombrero deliberó unos momentos antes de gritar.

Hufflepuff. — la casa de los tejones estalló en aplausos por ser los primeros en contar con un nuevo miembro.

Eran cuatro casas a las que los pequeños podían ser enviados. Gryffindor, Hufflepuff, Slytherin y Ravenclaw. Honestamente Nina no sabía a qué casa el sombrero podría enviarla y volvió el nerviosismo que tuvo en el tren antes de encontrarse con Hermione.

— Granger, Hermione — anunció la bruja con el pergamino en la mano.

— Suerte. — le susurró Nina a su nueva amiga en el oído y ella avanzó impaciente. El  sombrero pensó unos instantes arriba de la cabeza de la pequeña hasta que deliberó.

Gryffindor —la niña sonrió y corrió  hacia la mesa.

Fred por su parte, estaba atento a que llegara el turno de su hermano Ronald, era su primer año y debía quedar en Gryffindor como toda su familia, de lo contrario él y su gemelo George le molestarían por el resto de su vida.

— Weasley, Ronald. — Fred puso atención y segundos después el sombrero cantó Gryffindor, viendo cómo la cara de su hermano se relajaba de inmediato.

— ¡Bien hecho, Ronnie! — le golpearon en la espalda cuando llegó a la mesa ¡Mamá estará orgullosa de que hayas quedado en Gryffindor!

Minutos después el chico llamado Draco Malfoy, fue enviado a Slytherin, el sombrero no había tocado su cabeza cuando ya había gritado por la casa de las serpientes, seguido de él vinieron varios niños seleccionados para la casa de Salazar, Pansy Parkinson, Theodore Nott, Blaise Zabini y Daphne Greengrass.

Luego fue el turno de Harry Potter, el sombrero se demoró en deliberar, pero finalmente lo envió a la casa de los leones provocando aplausos y vítores entre los estudiantes de la casa. Los gemelos Weasley estaban atentos a lo que sucedía, felices de que en su casa estuviera el mismísimo niño que vivió . George observaba cómo algunas niñas no quedaban junto a sus amigas en las casas y eso le causaba mucha risa ante la molestia de las mismas.

— Illich, Nina — anunció Minerva en voz alta. El castillo se quedó en silencio, la pequeña no entendía el porqué hasta que escuchó entre susurros que decían cosas acerca de sus padres.

—¿Acaso es la hija de los famosos cazadores John y Amelie Illich? — oyó que comentaron algunos profesores entre susurros.

Fred se percató que era la niña que había visto en el tren, era de primero como su hermano Ron y puso atención para ver en qué casa sería seleccionada.

Nina se acomodó con el corazón a mil, y la profesora posó el sombrero en su cabeza y pudo percibir que este comenzó a hablar en su mente.

-—¡Ahhh!... Interesante, hace años no llegaba una Illich acá, de inteligencia y determinación únicas..mmm, difícil decisión, muy difícil , podrías ir a Ravenclaw ahí van todos los que tienen una sabiduría implacable o quizás en Gryffindor donde se convierten en valientes guerreros , pero veo que tendrás otra misión y la astucia es lo que te caracteriza — antes de que diera su veredicto el sombrero hizo una pausa — ¡Slytherin!

La casa de las serpientes lanzó vítores y aplausos y la chica corrió a su mesa, Hermione le dió una mirada apenada, ya que sus direcciones habían sido demasiado diferentes, de igual forma le sonrió y aplaudió, pero todos sabían que la casa de las serpientes tenía a la mayoría de los magos tenebrosos, cosa que preocupaba a la castaña. Sin haber permanecido mucho tiempo, ya tenía unos prejuicios hacia esa casa.

Fred Weasley también la miró irse a la mesa de las serpientes, no sabía porqué pero sintió una punzada de decepción al escuchar que no estaría en Gryffindor.

La niña se sentó entre todas esos niños que la miraron, la saludaron cálidamente y fueron muy amigables, Draco fue el primero en acercarse y sentarse a su lado.

—Hola, soy Malfoy, Draco Malfoy — sonrío presuntuosamente

—Soy Nina Illich ¿Pero por qué nombras tu apellido primero?

— Pues porque así se conoce cuando una familia es importante, por su apellido. — le anunció y la niña tuvo que reprimir una risa. — Me alegra que hayas sido seleccionada en Slytherin.

— Pues yo no lo esperaba, no pensé que sería seleccionada aquí, pensé que iría a Ravenclaw.

— Toda mi familia ha estado en Slytherin. — le contó el niño. — Es como una tradición familiar, ví que llegaste con una chica que fue enviada a Gryffindor, es mejor que no sigas socializando con ella.

Nina que siempre tuvo un temperamento fuerte lo miró de manera extraña de inmediato.
— ¿ Y eso porqué? Yo puedo ser amiga de quien quiera, no porque estén en otra casa quiere decir que no tengan algo bueno que entregar — dijo dando por terminada la conversación con él.

Draco la observó sorprendido y desconcertado, pero estaba satisfecho con el carácter de la pequeña, sería un excelente elemento en Slytherin.

— No te enfades, lo digo sólo porque Gryffindor y Slytherin son rivales, lo más probable es que con el tiempo ella deje de hablarte y también tu hallarás amigos aquí. — le sonrió el chico de manera amistosa.

Draco jamás había tenido amigos y no entendía por qué esa niña le inspiraba una sensación de agrado de manera prácticamente inmediata.

— ¿Me estás proponiendo ser amigos? — preguntó la chica.

— Pues sí, sólo si tú quieres.

— Pues me encantaría ser tu amiga, Draco Malfoy. — respondió alargando el apellido del niño y los dos soltaron una carcajada.

Ambos niños se dispusieron a comer mientras siguieron platicando durante la cena. Nina jamás había visto tanta comida, apenas una fuente se vaciaba aparecía de inmediato una repleta de los más exquisitos manjares.

—¿Podrías acercarme el jugo de frambuesa? —la pequeña se volvió y vió a un chico de tez pálida, de ojos melancólicos y rizos castaños que le dirigía la palabra.

—Claro, ahí tienes—contestó y el muchacho la observó.

—Muchas gracias, soy Xavier Zimej, tú eres Nina Illich —declaró.

—Sí ¿Eres de segundo año? —preguntó curiosa.

— Tercero, mi padre también es auror, por eso te reconocí, eres hija de los Illich.

— Ellos son mis padres, no sabía que eran tan conocidos aquí.

— Pues acostumbrate, Potter no es la única celebridad, tus padres son leyendas, ten en cuenta que siempre se esperará que seas como ellos. — le sonrió el chico.

— Pues creo que soy diferente y aún no sé de lo que soy capaz.

— Pues aquí estás para aprender.

Ella sonrió, también conversó largo rato durante la cena con él, ella era demasiado perspicaz y no aguantaba por saber más y más. Y el hecho de que el fuera de tercero, le producía querer preguntarle muchas cosas, pero los chicos de primero tras la cena debían irse con el prefecto que los acompañaría a la sala común y les indicaría sus habitaciones.

Marcus Flint el prefecto a cargo de Slytherin los guío por los corredores hasta que llegaron a las mazmorras, se podía sentir mayormente el frío debido a la humedad que se colaba allí.

— Bienvenidos a Slytherin, la mejor casa de Hogwarts. Queridos por todos, odiados por muchos. — anunció el prefecto. — Las niñas duermen del lado de la derecha y los niños de la izquierda, en la puerta de las habitaciones está la inicial de sus nombres y su apellido, comparten habitación, serán tres personas en total.

La chica dió una mirada generalizada, había una biblioteca bastante grande en el salón, todo estaba adornado en los colores plata y verde, estana el escudo de la casa y un cuadro gigante con el retrato de Salazar Slytherin,el fundador de las serpientes.

— Ahora a dormir, no quiero ver a ninguno fuera de la cama fuera de la hora, o merodeando fuera de la sala común. — anunció Flint. — El que pierda puntos se las verá conmigo.

Nina observó a Draco junto a ella.

— Buenas noches, amigo. — sonrió.

Él hizo lo mismo.

— Buenas noches, amiga.

Ella se dirigió hacia las habitaciones y buscó la que indicaba su nombre, compartía junto a dos chicas, una de apellido Parkinson y otra de apellido Greengrass. Ambas estaban dentro de la habitación cuando ella entró y se saludaron cordialmente, todas estaban cansadas como para hacer una plática nocturna, por lo que Nina sacó su pijama y se metió dentro de la cama.

Nina era inteligente y había tenido una llegada a Hogwarts que para ella fue muy intensa, al parecer ya había hecho amigos y había llamado la atención de Xavier Zimej y muchos chicos dentro de su nueva casa.
Pero lo que ella desconocía era que un pelirrojo de tercer año la había observado desde la mesa de Gryffindor con atención. Ninguno sabía lo que el tiempo les tenía preparado a todos ellos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro