Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

• CAPÍTULO 15 •

_______________________

15. El encanto de Fred.
________________________

Desde que llegaron a Hogwarts, Fred y George Weasley sin duda se habían convertido en los chicos más populares de la escuela. Y eso lo habían conseguido gracias a su sentido del humor, carisma y  habilidad inigualable de hacer travesuras y meterse en problemas. En el pleno sentido de la palabra, todos amaban a los rebeldes y ellos no eran la excepción, el hecho de ser gemelos los hacía más atractivos a los ojos de todos.

Ellos ya no eran los desconocidos demonios que llegaron hace cuatro años, en el paso de los años habían logrado conquistarlos a todos, pero de maneras distintas; se habían ganado la amistad de los chicos, el amor de las chicas y eran el dolor de cabeza de la mayoría de los maestros. Eso sin duda alguna los convertía en los más populares de la escuela.

Habían crecido, su apariencia había mejorado y ya no eran unos simples chiquillos, eran atractivos, fuertes, hábiles en la magia y creación de travesuras y parte del equipo de Quidditch de Gryffindor. Eso sin duda era algo que hacía caer a la mayoría de las estudiantes de Hogwarts.

Lo único que los diferenciaba era el tono de sus ojos, mientras George los tenía de un celeste claro, Fred los tenía de un azul intenso.

La verdad es que todos querían mantenerse cerca de ellos, fuera el motivo que fuera, estar cerca de los gemelos era tener diversión asegurada. George era mucho más aplicado en los estudios, Fred era mucho más liberal y eso no le preocupaba mucho, el primero era más cariñoso con su madre, el segundo era más independiente, George era más demostrativo, Fred era algo más reservado a la hora de expresar sus reales emociones.

— ¿Qué creen que es lo que pasa realmente con lo de la cámara de los secretos? ¿Realmente creen que es Malfoy o Harry el heredero? Podría ser cualquier persona. — murmuró Alicia mientras se encontraban afuera del camerino, ya que en unos momentos iban a practicar Quidditch.

— ¡Ya estoy harto con el tema de la cámara de los secretos! — bufó George. — ¡Enserio! ¡Hay temas más importantes de los que hablar! Con Fred tenemos muchas más ideas para este año en lo que son los Sortilegios y esto nos ha impedido surgir.

— ¿Sortilegios? ¿Qué sortilegios? — preguntó Angelina Johnson. — No sabía nada de eso, ustedes no me habían contado nada.

— Pues se supone que nadie lo sabía Angie. — repuso Fred, su hermano a veces era incapaz de guardar secretos, por lo que le dió una mirada enojada.

— ¿¡Podemos ir ya a entrenar!? — les increpó Oliver al ver que no se movían y que solamente estaban allí conversando — les recuerdo que sólo tenemos una hora y media disponible. — habló molesto.

Ellos intercambiaron una mirada risueña, ya que Oliver solamente pensaba en entrenar y en ganar el campeonato de ese año.

— Podríamos hacer algo interesante luego del entrenamiento. —sugirió George — nadie tiene clase.

— ¡Sí, eso sería divertido! ¿Pero qué cosa?

— Pues ya veremos. — respondió y todos tomaron las escobas para dirigirse al campo de Quidditch.

Los chicos del equipo de Gryffindor se llevaban bastante bien en lo que al deporte se implicaba, todos se habían hecho amigos y tenían una relación muy cercana. Por lo que siempre solían celebrar juntos y organizarse muy bien a la hora de las competiciones y partidos con su rival más fuerte que era Slytherin.

Fred era un muy buen golpeador, cuando se presentó en las audiciones junto a su hermano, ninguno había podido dar con la talla de ellos. Sin duda Wood no titubeó ni n segundo a la hora de reclutarlos, ya que hasta ahora eran los mejores golpeadores entre los cuatro equipos. El entrenamiento de ese día había sido supervisado por Madame Hooch, ya que con todo lo que estaba pasando, no era posible que practicarán sin supervisión de un profesor, luego de la hora correspondiente todos se fueron a dar un baño para marcharse de inmediato a la sala común.

Una vez allí, se reunieron con Lee Jordan que era el mejor amigo de los chicos. Alicia, Angelina y los gemelos eran un grupo de amigos bastante cohesionado, siempre se contaban lo que les pasaba y trataban de apoyarse mutuamente, últimamente ambas chicas se hallaban bastante angustiadas con lo que estaba sucediendo en el castillo, sobre todo por Alicia–que era nacida de muggles– por lo que todos ellos trataban de tener un cuidado especial con ella, ya que no querían que fuera atacada por la bestia, que ya había atacado a varias personas. Todos lograron reunirse en uno de los salones de la sala común para que no todos tuvieran acceso a sus conversaciones.

— ¿Quién creen que fue quien le desvarató el cuarto a Harry Potter? — cuestionó Angelina. — de verdad que esto ya da miedo.

— La verdad sí, eso me hace colocarme nerviosa, siento que poco a poco la bestia viene por mí. — susurró Alicia. — no quiero que me pase algo, mis padres se preocuparían mucho.

— No dejaremos que nada te pase Allie, somos tus amigos y estamos para protegerte. — sonrió Fred.

— ¡Ya, no se pongan sentimentales! — rió Lee. — ¿No creo que nos hayamos encerrado aquí para hablar otra vez de esta situación? Eso sí que sería aburrido.

— ¿Qué propones? — le preguntó Fred.

— Pues propongo que juguemos a algo divertido. — murmuró con una sonrisa instalada en el rostro.

— ¡Mira Jordan! Si es uno de esos jueguitos de beber alcohol y quitarte la ropa cuando pierdes de inmediato te digo que no. — le frenó Angelina.

— ¡Pensé que dirías que sí! No te sabía tan recatada Johnson!— le respondió ganándose un puñetazo en el brazo que provocó las risas de todos. — ¡Ay, no te pongas idiota! ¡Qué mal carácter!

— A las chicas no se les molesta de esa manera Lee, ya lo sabes. — le recalcó Fred.

Angelina no fue capaz de dejar de mirarle y sonreírle por haberla defendido.

— ¡Mira Johnson, ya tienes novio! — se carcajeó Jordan y a esas risas se unió Alicia, ya que sabía que su amiga estaba enamorada de Fred desde que lo había conocido.

George vió que esta reunión comenzaría a agitarse si es que entraban en alguna discusión o desacuerdo, por lo que decidió interrumpir.

— ¡Chicos, chicos! — gritó. — No se desesperen, ni se coloquen a discutir, tengo una buena idea ¿Por qué no jugamos a verdad o reto?

Todos sabían lo incisivo que solía ser George a la hora de preguntar cosas, realmente privadas y personales. También sabían que sus retos eran bastante difíciles, como cuando retó a Lee a subir al sauce boxeador y casi le cuesta la expulsión del colegio.

— ¡Ay no! — mencionó Alicia. — te pasas con las preguntas que haces, no tienes límites.

— ¿Acaso huelo miedo? Montón de gallinas, Godric estaría revolcándose en su tumba al verlos. — les molestó, y fue tanto que los chicos terminaron por aceptarlo.

— Lee, la primera pregunta es para tí. — dijo y colocó cara de maldad. — ¿Verdad o reto?

Lee le echó una mirada fea, jamás volvería a decir que sí a un reto de George. Por lo que prefería que todos supieran sus más íntimos secretos antes de aceptar las temerarias acciones de George.

— Si tuvieras que elegir con quien repoblar el planeta, después de un apocalipsis ¿Con qué chica sería? ¿Y porqué, obviamente?

Todos estallaron el carcajadas ya que el pelirrojo jamás defraudaba, los hacía reír demasiado y las horas de risas jugando a esa tontería eran impagables.

El moreno comenzó a pensar seriamente su respuesta hasta que la dijo.

— Creo que Maya Harvard, es demasiado sexy y me divertiría mucho con ella repoblando el planeta la verdad de las cosas, de hecho ya lo estoy imaginando. — cerró los ojos e hizo unos gestos algo obcenos.

— Iugh, Lee ¿Enserio compartirías cama con esa serpiente? — le rebatió Angelina. —eso sería caer bajo y sería alta traición.

— ¡Pues esa es mi respuesta y te la bancas!¡Además no compartiría cama con ella, lo haríamos en los matorrales post apocalípticos!

— Bien, bien ya entendimos. — es tu turno Angelina ¿Verdad o reto?

La chica se sintió nerviosa, ya que realmente le incomodaban las preguntas del pelirrojo.

— Creo que prefiero un reto, esta vez, veo que tus preguntas el día de hoy están demasiado sublevadas y no quiero exponerme de esa forma. — agregó.

— Bien, te reto a que vayas a la sala de al lado y prepares café para todos. — se rió George, ya que sabía que Angelina detestaba que la trataran como a una sirvienta. — todos tenemos frío y hambre, así que cafés y galletas para todos.

— ¿Crees que soy tu criada? ¡Dame algo más!

— Bueno es eso o te reto a besar de lengua a Alicia. — le desafió, por lo que la morena tuvo que ponerse de pie a regañadientes e ir a lo que el pelirrojo le había impuesto unos momentos antes. Cuando ella volvió con todo, el juego se retomó y ella y George intercambiaron una mirada.

— ¿Hermanito? ¿Tu turno? ¿Verdad o reto? — dijo George enarcando una ceja.

Honestamente a Fred no le apetecía nada el hecho de revelar sus secretos delante de todos. Una cosa es que fuera un bromista y que se riera de todo, pero eso no quería decir que no gustara de la privacidad o de mantener algunas cosas en secreto. Su gemelo era la persona a la que mayor confianza le tenía, puesto que prácticamente sabían todo el uno del otro, pero no le gustaba la idea de que Lee, Alicia o Angelina supieran más allá de lo que él estaba dispuesto a contar y menos por un tonto juego.

— Quiero un reto. — dijo con firmeza, ya que al ser tan temerario, no le interesaba hacer lo que fuera que George le asignara para realizar.

Su gemelo enarcó las cejas como haciendo ademán de pensar, pero ya tenía más que claro lo que demandaría hacer.

— Freddie, te reto...— hizo una pausa para generar suspenso. — te reto que beses a Angelina. — declaró reprimiendo las risas.

Fred abrió los ojos con mucha sorpresa, no entendía el porqué su hermano le daba ese desafío, sabiendo que podía hacer cualquier cosa más divertida, tonta o peligrosa.

— ¿Es enserio? —volvió a preguntar para asegurarse que no se tratara de una broma.

—Lo es. — asintió George, ante la mirada expectante de todos, ya que tanto Lee y Alicia estaban emocionados. — A menos que no te creas capaz de saciar mi creatividad esta noche.

— ¡Ay Fred! Es sólo un beso, nadie va a enfadarse o estresarse por algo así. Además que ustedes dos harían una pareja estupenda. — anunció la otra chica. — O eso pienso yo. — rió.

Fred miró a Amgelina y le habló.

— ¿Tú estás de acuerdo con eso?

Ella se encogió de hombros y fingió desinterés.

— Creo que no hay nada de malo. — recalcó, pero no pudo reprimir la sonrisa que se formó en su rostro.

Fred se acercó a ella y puso su cara frente a la de ella. No se podía decir que estaba nervioso, tampoco asustado ya que no era a la primera chica que besaba. Pero sentía que era una situación algo forzada. La observó a los ojos y después juntó sus labios en los de ella, depositando un beso fugaz, tan sólo había sido un roce de labios.

Se volvió a sentar y le dió un sorbo al vaso de jugo que tenía en frente. Sus compañeros se rieron y Angelina no pudo evitar intercambiar otra mirada con George. Porque había sido ella quien había incitado al pelirrojo a que jugaran a eso para poder hacer ese reto. Angelina le había confesado hace mucho tiempo los sentimientos que tenía por su hermano y le había solicitado una pequeña ayuda ya que sola no se atrevía, por lo que en ese momento se hallaba tremendamente agradecida.

El encanto de Fred había hecho presa en ella desde hace mucho y esta había sido su solución para acercarse al rebelde pelirrojo de Gryffindor. Lo decidió ya que sentía que él no le era totalmente indiferente, le hablaba siempre, reían de chistes y compartían muchas cosas en común.

Pero lamentablemente toda la emoción recientemente vivida, fue empañada por la repentina aparición de Percy, que en ese momento no preguntó que era lo que estaba sucediendo, sólo se abocó a mirar a sus hermanos.

— Ha ocurrido algo malo, es Ginny. — murmuró totalmente afectado, algo que Percy jamás solía demostrar.

— ¿Qué le sucedió a Ginny? — preguntó Fred alarmado, mientras se colocaba de pie de inmediato.

— Se la han llevado a la cámara de los secretos, Dumbledore nos necesita en la oficina. — dijo de manera apesadumbrada.

Fred y George intercambiaron una mirada, hasta allí había durado la diversión.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro