Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

11

-Y ahí estaba yo, con la casita derrumbándose bajo mis pies -Varios niños miraban con ojos expectantes a Mirabel mientras contaba su historia

Ella esperaba a Julio en el puente del río hasta que él terminara su trabajo, y en el tiempo en el que estuvo ahí, los niños que la conocían bien se acercaron para escuchar cualquier cosa que ella quisiera contarles

-Y cuando caiste ¿Tu novio no te atrapó? -Cecilia adoraba los romances, eso era algo que todo el pueblo tenía claro

-Yo no tengo novio -El primer chico que se le vino a la mente con tan solo escuchar esa palabra fue obviamente Julio, así que se limito a negar ese hecho

-¿Y el chico Hernández? -Hubo un tiempo en que las preguntas de Cecilia le parecían diviertas, más que nada cuando eran hechas para avergonzar a Camilo, sin embargó ahora eran contra ella

-Yo solo me encargo de mantenerla con vida -Todos los niños dieron un paso hacia atrás por el susto- Siento la demora, no quería llegar sudado y me di una ducha rápida - Su cabello aún húmedo respaldaba su historia

-Mi hermano también se baña antes de ver a su novia -Julio no era muy fan de Cecilia cuando ella decidía abrir la boca para decir algo- Aunque también lo hace después de que ella se vaya de la casa

-Cecilia se buena niña y dile eso a tus padres, no a mí -Mirabel tardo un rato en averiguar porque el hermano de Cecilia se bañaba antes y después de ver a su novia, cuando lo hizo su rostro enrojeció- Te tardaste -Julio rodó los ojos ante el lento procesamiento de palabras que tenía la chica

-Bueno las historias tendrán que ser para otro día -Mirabel se despidió de los niños con un gran gesto de manos

-Procuren no hacer nada que ella haría -Julio señaló a la Madrigal junto a él, ella le dió un codazo en respuesta

Todos los niñitos que anteriormente rodeaban a Mirabel se fueron corriendo en dirección a la placita del pueblo para jugar, dejándolos solos a mitad del puente sin que nadie pudiera perturbar su charla

-Baja de ahí, te caerás -Le advirtió cuando la vio subirse sobre la baranda del puente para bailar con al son de la música que se oía a lo lejos

-Oh vamos, no seas un amargado -Ella seguido bailando en ese puente, no era nada diferente de lo usual, podía hacerlo hasta con los ojos cerrados

-Solo no quiero tener que cargarte hasta tu casa por qué te lastimaste una rodilla -La seguía por debajo de la baranda para prevenir un accidente que, conociendo a Mirabel sería así- Otra vez

-No voy a..-Sus pies se atoraron entre ellos, simple torpeza por parte suya

-¡Maldición, Mirabel! -Dío un gran paso hacia el frente con los brazos extendidos listo para atraparla

-Creo que me quedé sin aire -La caída fue dura pero habría sido peor de no ser por el cuerpo de Julio que se interponía entre ella y el suelo

-Ahg -Apenas un sonido de dolor pudo salir de sus labios, los codos de Mirabel se habían clavado en su abdomen y seguían ahí aún cuando ella parecía haber reaccionado

-¿Estás bien? -No se movía todavía, un extraño deseo de estar pegada a él le impedía hacerlo

-Quitate -Alcanzo a decir sufriendo por la falta de oxígeno en sus pulmones

-Si, si perdón -No tenía la intención de lastimarlo más- Auch

-¿Estás bien? -Ignorando su malestar alzó su cabeza tan pronto como escucho la queja de Mirabel

-El tobillo, me duele si lo muevo -Julio se sentó para inspeccionar de mejor manera el estado de su lesión

-No está roto por suerte -Deslizaba sus dedos con cuidado de no lastimarla- Solo te lo torciste, ven aquí te llevaré con tu madre -Se dió la vuelta ofreciéndose a cargarla en su espalda

-Gracias -Se sujeto a él con pena, sus manos rodearon su cuello y se dejó llevar por todo el camino de forma lenta para evitar otra caída

-Lamento lo de esta mañana, no quería hacerte sentir mal -Ya estaban a mitad de camino a la casita, ese día Julieta no estaba en su puesto en el pueblo- ¿Te gustó?

-¿Que cosa? -Su sangre subió hasta sus mejillas

-La casita ¿Te gustó? -Ella se relajó, dejo caer el rostro sobre el hombro del chico que la cargaba, con una gran sonrisa dibujada en sus labios

-Bastante, no creo que exista cosa más fantástica -No podía ver su rostro pero si sus orejas que pronto se tornaron rojas, lo había avergonzado

-Y sobre lo otro de esta mañana.. -Lo interrumpió antes de que continuará con algo tan incómodo

-No, no -Casi se le cayeron los lentes por negar tan rápido- No fue nada no tienes porque..

-Queria besarte -Solto tan rápido y sorpresivo como una bomba- En verdad quería hacerlo

Su cuerpo se tenso, sin ningún otro pensamiento más que Julio declarando algo tan impactante con una voz tan firme y llena de confianza

Antes de que sus labios pudieran formular alguna palabra, de pronto desde el centro de la casa Madrigal se elevó una enorme y majestuosa palmera con alguien en la cima

-¡Isabela! -Grito de pronto la abuela por el susto, no por nada más

-¡Lo siento abuela! -Se reía en lo alto, luego bajo la mirada y los vio llegando a la entrada de su hogar- ¡Mamá, Mirabel y su novio llegaron!

-Mi niña -Se asomó desde la puerta Julieta- ¿Pero que te paso? -Detras de ella se veía como la palmera descendía levemente hasta caber dentro de una gran maceta

-Es hija de Agustín -Pepa apareció cargando a Toñito dormido en sus brazos- ¿En verdad necesitas preguntar?

-Lo siento, trate de atraparla pero termino lastimada igualmente -Julio se disculpo de antemano cuando la madre de Mirabel le indicaba por dónde pasar

-No te apures, mi esposo se lastimaba todo el tiempo, bueno aún lo hace -Recorrio una silla para que dejara ahí a Mirabel- Incluso venía conmigo por una sola cortada de papel

-Me imagino que en ese entonces el señor Agustín ya estaba enamorado de usted -Julieta se rio mientras preparaba algo rápido para curar a su hija

-Y no te equivocas -Sacudio la harina de sus manos- Me propuso matrimonio con una pierna rota

-Y años más tarde su hija menor casi se rompe una -Julio se recargo en la barra de la cocina, viendo cómo la herida de Mirabel y su dolor se esfumaban tan pronto como le dió una mordida a lo que su madre ofrecía

-Pero mijo, mira nada más -Julieta abrió los ojos sorprendida cuando inspeccionó los brazos de Julio

-Ah rayos -Junto las cejas cuando vio los grandes raspones que tenía por consecuencia de haber salvado a Mirabel de aquella caída- Gracias -Le dijo a Julieta cuando a él también lo curo

-Niños, niños -Nego con la cabeza- Tengan más cuidado

-Si, una vez más lo siento -Estaba caminando a la salida- Iré con Jiménez para que repare la camisa antes de que mi madre me regañe, hasta luego

Mirabel tenía aún comida en la boca y no pudo despedirse, su madre se burló en silencio al verla intentar pasar toda la comida rápidamente sin éxito

-Te vas a ahogar si haces eso -Palmeo su espalda con cuidado

Fuera de la cocina Isabela solo repetía >>Mirabü tiene novio<< una y otra vez burlándose de su hermanita

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro