Epílogo:
Dos años después:
¡Se respiraba paz! Durante años, pensó que jamás regresaría a su hogar, a esa casa entre viñedos en los distritos alejados de la ciudad, esa casa que una vez fue quemada y ahora, gracias a su hijo y los androides, habían conseguido reconstruir. Las viñas eran jóvenes, no darían vino hasta dentro de unos años, pero Minato se sentía en casa de nuevo.
La tumba de su mujer la habían arreglado y podía visitarla todos los días en la parte trasera de su jardín. Las flores favoritas de Kushina estaban plantadas a su alrededor dando una fragancia única.
Su hijo salía constantemente en la Júpiter junto a Sasuke. Con la nueva Federación abriendose camino, necesitaban más alianzas que nunca y recorrían sin descanso la galaxia en busca de ellas.
¿Qué ocurrió con Itachi? Minato se giró para verle sentado en la terraza. Él que siempre quiso ser pacifista por fin podía cumplir su sueño. Se dedicaba a los viñedos, a pasear por el terreno, a arreglar el jardín o la casa. A veces practicaba artes marciales en el dojo por entrenar y sobre todo, velaba por su seguridad. ¡Dos solitarios en un mundo nuevo! Eso es lo que Minato veía. Mientras Deidara regresó a su planeta a poner todo en orden y gobernar, Itachi se quedó allí sabiendo que un rey y un androide jamás podrían estar juntos.
En cuanto a Izuna... iba en una nave también, en una de las confederadas ayudando a repararla. Viajaba mucho pero ese no era el problema, sino sus recuerdos. Cuando regresó de aquella nave, tras ser rescatados, ni Madara ni Izuna tenían ya sus recuerdos. Volver a resetearlos para eliminar su parte androide fue una tarea complicada que le llevó a Gaara unos meses, ahora, habían recuperado su parte humana pero no los recuerdos de su vida pasada, lo que fue un momento doloroso para Minato y desde luego, aún arrastraba. Llevaba dos años sin verlo porque Izuna no le recordaba.
‒ Hoy lloverá – dijo Itachi sentado en su sillón mientras leía un libro.
‒ Seguramente. En unos días volverá la Júpiter.
‒ También volverá la nave insignia. Podríamos invitar a Madara y a Izuna a cenar.
‒ ¿Crees que eso servirá? – preguntó Minato.
‒ Para sus recuerdos no creo, pero quizá... es una opción para que no sigan alejándose. Naruto y Sasuke siguen buscando una manera de encontrar sus recuerdos. Ya lo sabes. Todo tiene que estar en alguna base de datos de los Maikan. Los encontrarán. En algún momento encontrarán alguna de sus bases y podrán recuperarlos.
‒ Eso espero. ¿Y tú? ¿Cuándo te irás al planeta de Deidara?
‒ Cuando Izuna recupere sus recuerdos y regrese aquí contigo para cuidarte y protegerte.
‒ Yo puedo cuidarme solo.
‒ Ya. Pero Deidara y yo no podremos estar juntos.
‒ Eso no lo sabrás hasta que no llegues allí. Tendríais que hablar del tema. Pilla una nave y lárgate allí con él. Enserio.
‒ Lo hablaremos en la cena, sólo si Izuna decidiera quedarse aquí.
‒ Eso será casi imposible de lograr.
‒ Ya veremos. Puedo ser muy persuasivo y soy su nieto favorito, te lo aseguro – le guiñó un ojo Itachi.
‒ Ya claro... no se acuerda de ti.
‒ No se acuerda, pero sabe que somos familia.
***
‒ Y así es como acaba nuestra película – sonrió Naruto terminando de cerrar el guión.
Su madre, todavía en coma no sería capaz jamás se ser consciente de esa lectura, pero Naruto quería creer que sí había podido escucharle y que sentía que estaba allí con ella en ese hospital.
‒ Ya sé, ya sé... te preguntarás como acaba la historia de Itachi y Deidara – sonrió Naruto viendo entonces a su novio apoyado en el marco de la puerta - ¿Tú que crees que pasará en la siguiente película? – preguntó Naruto hacia Sasuke.
‒ No lo sé, quiero ser optimista, yo quiero creer que Itachi conseguirá que Izuna deje la nave confederada y tenga un nuevo objetivo, proteger a Minato, así que se quedará en el viñedo aunque sin sus recuerdos. Quiero pensar también que irá a ese planeta y tratará de solventar ese problema entre el amor de un androide y un rey, espero que acaben juntos. En cuanto a Izuna... seguro que Naruto, con lo cabezón que es, conseguirá junto a su tripulación encontrar esos datos e insertar los recuerdos de nuevo a Izuna para que su padre pueda tener una vida feliz, la que no había podido tener tras la muerte de su esposa. Al menos eso es lo que quiero imaginarme yo. Pero dependerá de los guionistas, ya sabes... harán muchos capítulos hasta llegar ahí y darán vueltas a la trama.
‒ Si, ya conozco a los guionistas.
‒ ¿Vamos a cenar? - preguntó Sasuke.
‒ Sí. Mañana nos vemos, mamá.
Naruto se levantó, le dio un beso en la frente y salió de la habitación para ir con su novio a cenar. Ser actor era una profesión complicada pero la disfrutaba y más con Sasuke a su lado. Esas películas tendrían éxito y si acababan haciendo una serie, mucho más, estaba convencido de ello. En cuanto a su madre, él también quería ser optimista y pensar que en algún momento, despertaría.
Fin
Notas importantes: para el próximo mes iniciará la segunda parte del fic "Secretos sexuales". Llamado "Secretos sexuales: Las Vegas". Lo podréis encontrar como un libro a parte del primero. Un saludo.
Notas sobre éste capítulo: El epílogo, final de la historia hace referencia a la primera parte, fic titulado "Nunca lo imaginé". Allí se narra el estado de Kushina y se ve que todo esto pertenecía a las películas y series que graban, por lo tanto, el final queda abierto puesto que en ese mismo libro tanto Sasuke como Naruto hablan de que los productores seguirían sacando temporadas. Por mi parte, el final queda aquí. No se harán más partes de esta historia, por lo que al igual que Sasuke, se deja a la imaginación del lector lo que creáis que habría pasado en esa última temporada. Espero os haya gustado.
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