Capítulo 29: La Júpiter
Cuando Sasuke entró por el dormitorio de su capitán, observó claramente que éste estaba realmente ocupado observando unos planos de una nave de grandes dimensiones. Al acercarse, apenas le costó trabajo reconocer aquello. Él había trabajado muchos años allí, conocía cada centímetro, cada cable de esa nave.
‒ ¿Qué haces con los planos de la Júpiter? – preguntó Sasuke algo confuso.
‒ Estudiar.
‒ ¿Estudiar... qué? – preguntó de nuevo sin saber muy bien por dónde iba su capitán.
‒ Estudiar la forma de entrar sin que me descubran y hacerme con el control de la nave.
‒ ¿Quieres secuestrar la Júpiter?
‒ Y tanto, es mi nave y voy a recuperarla.
‒ ¿Sabes cuánta tripulación tiene esa nave? Empezando por el hecho de que sería casi imposible que nadie te viera; además, muchos de ellos ahora te considerarían un traidor.
‒ Y, por eso mismo, sólo quiero llegar al panel de control antes de que todos se nos echen encima.
‒ El panel de control... – susurró Sasuke observando la zona en el mapa. Esa zona era la más complicada de alcanzar – quieres poner los datos de Kepler en pantalla, ¿no es así? – preguntó.
‒ Exacto. Empezaremos desvelando lo que ocurre en Kepler desde abajo, poco a poco. Si los altos mandos no nos hacen caso y quieren evitar que la información salga a la luz, empecemos por una nave. Hoy sólo verán la información unos cientos, mañana serán otros cientos... haremos una revolución desde abajo, empezaremos a cambiar las opiniones de la gente de a pie para que se subleven internamente. Ni siquiera la Federación puede mantener dos frentes abiertos, uno contra los traidores y una revolución interna.
Sasuke pensó en ese plan. No era malo empezar a volver la opinión pública en su contra, aunque era bastante costoso y no sería fácil entrar en una nave de la Federación sin ser detectados.
‒ Quitando el hecho de que no sé cómo nos acercaremos a la Júpiter sin que nos detecten, supongamos que conseguimos acercarnos... habría que entrar y la nave está herméticamente cerrada, las únicas formas de entrar son dos: teleportándote al interior, lo cual supone que alguien desde dentro debe controlar ese teletransportador y que salten las alarmas de la Júpiter para avisarte o, que se abrieran las compuertas de las naves y ahí deberías entrar con una nave, puesto que está abierto al espacio, lo que quiere decir...
‒ Que no hay oxígeno ni agentes que permitan la vida humana hasta que se cierren las compuertas y se habilite de nuevo el sistema de vida humana.
‒ Exacto. Aunque... podría haber una forma aunque es un poco descabellada.
‒ Estoy abierto a sugerencias.
‒ Cuando la Júpiter repuesta combustible. Debería acercarse a alguna de las grandes ciudades y permanecer en puerto hasta que repueste. La Júpiter es demasiado grande, tarda horas en repostar, es el tiempo libre que se suele dar a la tripulación para que vayan a hacer compras o disfrutar en las ciudades. Lo que quiere decir que hay menos gente por los pasillos también, pero la seguridad suele ser mayor por parte de los robots y posiblemente habrán designado un nuevo androide después de mi partida, él siempre estará allí.
‒ Pero podríamos entrar en la nave.
‒ Sería relativamente más fácil que intentar abordar en el espacio. Sobre todo porque puedo acercarme más a la nave y si pudiera ir a esta zona de aquí, hay un panel externo desde el que yo mismo podría conectarme a su red interna. Podría activar el teletransportador para ti, desactivar alarmas, pero... posiblemente el otro androide me descubriría. Vendría a por mí o trataría de sacarme del sistema. Empezaría a comprobar todos mis movimientos para descubrir lo que estoy haciendo o qué oculto.
‒ Entonces sabría que estás activando el teletransportador y vendrían a por mí.
‒ Sí, eso es seguro. Pero, podría activar muchas otras funciones para intentar camuflar el transportador. Aun así, irían a comprobarlo.
‒ Saldría rápido de la sala del transportador.
‒ Hay una opción para llegar desde la sala hasta el panel de control pero tiene sus problemas también. Hay pasadizos tras los paneles principales, los respiraderos, nadie accede a ellos, al menos humanos o androides, pero hay robots de menor tamaño que se ocupan de su mantenimiento y limpieza, los usan para ir de un lado a otro de la nave también. Te considerarían un intruso al momento en cuanto te vieran allí.
‒ ¿Me dispararían?
‒ Sus armas no son potentes – comentó Sasuke – se ocupan de matar pequeños insectos, ratas quizá si hubieran, cosas así, no podrían matarte, pero sus armas te harían algo de daño y, desde luego, avisarían a toda la tropa, darían la voz de alarma de que estás allí.
‒ ¿Y cómo los esquivo?
‒ No puedes, están por toda la nave escondidos en esos conductos. Podría desactivarlos pero cantaría mucho que hay alguien por ahí, aunque... si desactivo absolutamente todo, podrían considerarlo como un simple apagón de todo, como si quisiera llegar a otro punto mucho más comprometido. Si intentase atacar quizá a sus propulsores o a su motor, todos sus esfuerzos se centrarían en intentar neutralizarme para que no atacase esos puntos y no se fijarían en un conducto o en las máquinas limpiadoras desactivadas, pero esto sólo es una hipótesis que podría no ocurrir. En todo caso, podría darte algo de ventaja.
‒ No es un plan para dos personas, ¿verdad?
‒ Dos personas sería casi imposible, para un humano como tú y un androide como yo, empieza a ser algo viable pero... necesitaríamos más gente. En la sala de control debería haber más de una persona, así que al llegar allí, tendrías problemas para controlar a ambos. Necesitarías un compañero más, a ser posible un androide. Para el resto del plan, distracciones no vendrían nada mal para que toda la nave apartase los ojos de esos compartimentos y no supieran que vamos a la sala de control.
‒ ¿Crees que nos ayudarían tu familia y mi padre?
‒ No lo sé. Pero sí sé una cosa: una revolución desde dentro es también una de las ideas que Izuna barajaba emplear. Quizá habría que contarle el plan y ver si querrían colaborar.
***
Tanto Izuna, Madara como Itachi revisaban ese plan mientras observaban los planos de la Júpiter. Minato, en cambio, mantenía el silencio a cierta distancia de la nave. A él no le hacía falta ver ese plano, fue capitán en la Júpiter tantos años que se sabía esa nave al dedillo, sabía perfectamente de lo que hablaban pese a no mirar el plano.
‒ ¿Es viable? – preguntó Izuna hacia Minato. Todos le observaron en cuanto Izuna hizo alusión a él.
‒ Es un buen plan pero no creo que un solo androide pueda sabotear toda la nave teniendo en cuenta que habrá otro androide allí cortando el fuego que vayamos creando. Irá arreglando errores y tratando de cerrar el control externo – comentó Minato.
‒ No podemos acercarnos dos androides a la nave para acceder a su conexión. Sería arriesgado además estar juntos, por si pillasen a uno de ellos – comentó Madara.
‒ Podemos causarle algún daño estructural a la Júpiter, algo no grave que les obligue a ir antes a la ciudad, llamarían a androides y robots para su reparación, podría acercarme a la nave y entrar en su sistema aprovechando que hay más como yo por los alrededores, les costaría identificarme y además, desde la oficina donde se suministra el combustible hay ordenadores. Podrías tú, por ejemplo, acceder a la red de la Júpiter desde esa oficina mediante el programa de suministro de combustible – comentó Itachi dando otra idea para ese plan.
‒ Es un buen plan – comentó Madara analizando la situación.
Izuna revisaba todavía los planos y entonces, tomó uno de los lápices del bote de su lado para poder escribir.
‒ Vale, ¿qué tal esto? Madara irá a la oficina de suministro de gasolina para abrir el tanque de la Júpiter y desde ahí accedes a su sistema. Itachi, irás con el equipo de androides de reparación. Creo que desde nuestra nave, podría colarme en la red central portuaria para mandar a la Júpiter a la dársena que elijamos para su reparación. Desviaría el resto de naves a otras dársenas para reservar el número que digamos a la Júpiter. Así todo sabríamos a qué oficina o dársena acudir. Minato, Naruto y Sasuke se colaran por los conductos y llevarán ese vídeo al panel de control. En cuanto lo pongáis, salís de allí echando leches. Ahora la idea es... ¿Dónde está la Júpiter en este momento? – comentó Izuna.
¡Dañarla lo justo! Eso era lo que debían hacer y para ello, usarían los cazas rápidos, atacar brevemente y largarse antes de que la Júpiter se defendiera.
‒ Puedo buscarla – comentó Itachi – y Deidara pilota bien, podríamos ir nosotros dos a buscarla y emboscarla. Luego, sería ver la ciudad más cercana a su cuadrante donde repostaría y repararía.
‒ Debería no estar lejos – comentó Naruto – nos estaban siguiendo tras la orden de desertores, posiblemente andarán por el cuadrante donde nos encontrasteis.
‒ Iré al planeta Vergary y me conectaré en sus satélites – comentó Itachi – ellos seguro que saben dónde está si es que aún anda en el cuadrante. Su tecnología es de lo mejor en cuanto a rastreo. Id preparando lo que necesitéis. Deidara y yo partiremos ahora mismo y os avisaré por radio interna cuando la localice para daros tiempo a que lleguéis a la ciudad.
‒ De acuerdo. Pongámonos en marcha. Ataquemos la Júpiter y recuperémosla – comentó Izuna.
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