—Bienvenido a casa, bebé —murmura con esa voz tan profunda y de tono cansado que siempre suele usar con los demás.

Tras oír la puerta abrirse, sabe que su esposo al fin está de regreso. Sin embargo, no es hasta que pasan unos segundos, cuando recién levanta la mirada de sus apuntes.

El menor no le había respondido y eso solo significaba una cosa.

Mientras ahora oye la puerta del baño cerrarse, camina hasta la cocina y enciende la hornalla para comenzar a preparar algo rápido y ligero. Minutos después, en la cafetera ya humea el café y en dos tazones se encuentra servida la comida.

Ahora, es momento de ir por una toalla.

Sin preocuparse por pedir permiso, entra al baño que siempre se encuentra sin seguro y corre las mamparas para cerrar el grifo del agua y envolver aquel menudo cuerpo con la esponjosa tela.

Aún salen algunos hipidos del menor, pero Yoongi no tarda en llenar su rostro de besos mientras seca su cuerpo y cabello.

Una vez listo, lo lleva al cuarto, lo viste con su pijama, lo envuelve con una manta y lo carga para llevarlo a la sala donde espera la comida. Ambos ocupan el único sillón individual que tienen –Jimin sentado entre las piernas del mayor– y Yoongi le acerca su tazón para que se alimente.

—H-Hoy tiré abajo la sección de enlatados —comienza a hablar el rubio, sorbiendo una cucharada de sopa —. Tae Tae… se culpó cuando el jefe llegó. P-Por mi culpa le quitaron un día de salario —vuelve a sollozar apenas.  

—Son cosas que pasan, amor —Yoongi besa su cuello y lo arropa más mientras bebe su café.

—¡P-Pero por mi culpa!

—No creo que a Taehyung le molestara, sino no te hubiera protegido de tu jefe.

­—¡T-También soy un mata planetas!

—Amor… —el mayor contiene su risa sabiendo que eso solo logrará entristecer más a su sensible esposo —. No eres nada de eso.

—S-Siempre que tengo un mal día, tardó media hora en la ducha. Estoy seguro de que el esp-pejo sigue empañado. ¡Apenas ayer pagamos las expensas y en un día me acabaré el agua caliente! —llora más, sorbiendo la sopa al mismo tiempo que sorbe por la nariz para que sus mocos no se escurran.

—Pues ¿te cuento un secreto?

El menor suelta un hipido y asiente, mirándolo con ojos tristes.

—Me gusta ir al baño luego de tus duchas de media hora. Porque el papel higiénico se humedece tanto que parecen toallitas húmedas cuando lo uso. Mi trasero nunca se sentirá más cuidado que en esos días —confiesa, secando dulcemente las lágrimas del menor.

En ese momento, una dulce carcajada comienza a resonar y es cuando Yoongi sabe que al fin pudo lograr levantarle un poco el ánimo a su hombre.

Besa su hombro con dulzura y susurra un «termina tu sopa» antes de reposar su cabeza en el hombro del otro y acariciar ese terso cuello con su nariz.

—Y-Yonnie… —habla una vez más el rubio.

—¿Qué, bebé?

—N-No quiero más s-sopa.

—¿Por qué si la hice con todo mi amor —puchereó el mayor, volviendo a entristecer al rubio.

—L-Lo siwnto... pero... es que… L-La sopa... ¡está salada...! —y un nuevo llanto vuelve a nacer.

............

Les cuento un secreto?? 👀

Lo del papel sí me pasó 😂 Un día mi madre estuvo como media hora en la ducha y cuando yo entré el papel estaba super suavecito :v Me sentí como un bebé.

Gracias por darle amor a esto~ 💜

NG&MXN