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Cap 31: "Reconciliación"

POV ELLIE

Scott trataba de calmar mis emociones, ya que no podía parar de llorar. Mi padre fue golpeado por esos guerreros enmascarados y no pude evitar llorar al verlo así, además que las hormonas no me ayudan en nada en estos momentos. Veía como Allison le curaba las heridas a nuestro papá mientras Scott me abrazaba y me secaba las lagrimas, pero era casi imposible y mientras que el me consolaba empezó a explicarle a papá sobre los enmascarados.

- Era como si sus ojos fueran brillantes como luciérnagas - decía Scott mientras me secaba las lagrimas - y era como si estuvieran haciendo un ritual para ver hasta el alma.

- Eso es lo que buscan - murmuró papá y frunció el ceño cuando Allison paso el algodón con alcohol sobre la herida.

- Si, eso fue lo que nos hicieron - dijo Allison.

- Pero solo lo hicieron con los hombres lobo - replicó Scott. ambos estábamos sentados enfrente del escritorio de mi papá.

- No, es todo lo sobrenatural porque también le sucedió a Lydia - respondió Allison.

- Entonces, ¿quién era el hombre que buscaban en Japón? - pregunto Isaac.

Scott me paso un pañuelo y yo lo tome para secar mi rostro. Ahora estaba más calmada y relajada mientras escuchaba con atención la conversación.

- Un komicho. Un jefe yakuza - respondió papá - fue mi primer negocio de armas. Solo tenía 18 años y se suponía que iba a ser un simple intercambio excepto porque Gerard omitió el pequeño detalle de que los compradores eran yakuza. Quería ver si podía adaptarme a la situación. Probar mi habilidad de improvisar - o probar su habilidad de supervivencia. Maldito Gerard - En cuanto se el sol se puso fue como se materializaron de entre la sombras -  - tenían espadas, no eran curvas como las catanas pero eran rectas de acero negro, como ninjatos.

- ¿Qué querían? - pregunto Allison.

- Llegar al Kumicho - hizo una pequeña pausa, como si estuviera recordando lo sucedido cuando el tenía 18 años - cortaron cada cosa vivía que encontraron en su camino.

- ¿Lo marcaron como lo hicieron con nosotros? - pregunto Isaac.

- No exactamente - respondió papá.

- ¿Qué era el? - pregunto Scott, entre lo asombrado y asustado.

- No lo sé pero algunos si lo saben - papá miro a cada uno de nosotros y concentro su mirada a mi por más tiempo antes de mirar a Scott - hubo algunos otros que sobrevivieron a esa noche. Uno de ellos era un hombre llamado Katashi, lo llamaban dedo de plata debido a una prótesis inusual. Y parecía que se estaba preparando para acabar con todos ellos el solo - hizo una pausa - he sabido que katashi estaría en el país un tiempo. Ayer pasé el día localizándolo.

- Parecen que quiere que no lo encuentren - dijo Isaac apuntando a las heridas que tiene mi papá.

- No, creo que no.

- ¿Crees que sabe lo que son? ¿O lo que quieren? - le pregunte a papá.

- Quizás.

- ¿Qué pasa si no quiere hablar? - pregunto Allison.

Papá se levanto de la silla, caminando por la oficina.

- ¿Y si ni siquiera te recuerda? - le pregunte a papá.

- Recordará esto - observe como papá tomaba una caja que estaba sobre el escritorio y la abrió, dejando ver una mascara como la de esos guerreros, pero está tenía una parte desecha, como si una bala hubiera logrado hacerla en pedazos - se que no lo maté y no creo que ustedes puedan hacerlo pero lo frené lo suficiente para que pudiéramos salir de ahí.

Scott se acerco a papá y con mucho cuidado tomo un pedazo de la mascara para observarlo.

- ¿Qué había detrás de la mascara? - pregunto Scott mientras analizaba el trozo de mascara que tenía en su mano.

- Oscuridad, absoluta oscuridad.

En ese entonces sentí un dolor punzante en mi parte baja de m vientre, como una contracción... ¡Oh mierda! Esto duele demasiado.

- ¿Estás bien? - me pregunto Isaac al oler mis emociones.

- Si, es solo una "pequeña" contracción - suspire y lleve una mano a mi vientre acariciándola - creo que mejor me voy para el loft.

Todos me miraron con preocupación mientras yo me levantaba de la silla con ayuda de Scott.

- ¿Quieres que te acompañe? - pregunto Scott y yo negué con la cabeza.

- Hija, yo creo que debes dejar que Scott te acompañe - mire a mi padre quien se acerco a mi con pasos titubeantes y miro mi enorme vientre - lo mejor es que vayas con alguien, no queremos que algo te pase a ti o... a mis nietos.

¡Dijo nietos! Dios mío el los acepta.

Con la emoción palpitando en mi piel abrazo a mi papá y el corresponde el abrazo.

- Gracias papá - susurre - me alegra tanto que ya los aceptes.

- Perdóname hija - dijo papá con la voz quebrada.

- He sido un mal padre por dejarte sola en esto, eres mi hija se supone que debo ayudarte, aconsejarte y cuidarte en está maravillosa etapa de tu vida...

- Nunca es tarde papá - le interrumpí y le regale una enorme sonrisa mientras me aguantaba el dolor - te perdono papá, no sabes lo feliz que me haces.

- Vuelve a casa - me suplico con la mirada y yo baje la mirada.

- No puedo papá - dije mientras lo miraba - ahora estoy viviendo con Derek y el me ha cuidado bien.

- No estoy muy seguro...

- Papá ahora debo irme, hablaremos en otra ocasión del asunto - mire a los chicos con una mirada amenazante - ya están advertidos, quiero el loft limpio - los tres asintieron con la cabeza y sin más salgo de ahí.

Camino rápidamente hacia mi Camaro pero me detengo al escuchar los pasos de Scott venir a mi dirección.

- Deja que te acompañe.

- No Scott, estaré bien no te preocupes - trate de tranquilizarlo con una sonrisa.

- Ellie estando esos guerreros oscuros por ahí, sueltos, es muy arriesgado para mis sobrinos.

Abrí la boca para hablar pero una contracción vino y gemí. Scott rápidamente corrió hacia mi y me toco el hombro con preocupación.

- Iremos ahora mismo al hospital - dijo con severidad.

- No Scott, solo fue una patadita - me aguanté el dolor y puse cara de perrito mojado - solo iré a casa y me comeré un pote entero de nutella.

Scott no pareció muy convencido.

- ¿Estás segura? - me pregunto y yo asentí.

- Si tranquilo - abrí rápidamente la puerta del auto y me subí en el sin esperar respuesta de Scott.

Maneje hacia el loft pero al venirme otra contracción muy fuerte cambie de rumbo hacia el hospital. Llamé a Derek una y otra vez mientras manejaba pero el no contestaba causando que yo me frustre más aún y comience a llorar.

Estaba muy asustada, no sabía que me esta pasando. Nose si voy a estar punto de parear o no, pero me precopa que no allá roto la fuente.

Al llegar al hospital corro adentró y subo al ascensor para ir al piso en donde trabaja m tía Melissa. Al llegar voy donde esta la recepción pero paro al ver a Stiles hablando con mi tía Melissa. Stiles tiene cara de preocupación, miedo, agotamiento, como si no hubiera dormido en un buen tiempo. Ambos comienzan a caminar y yo les sigo preocupada.

Ellos entran en una habitación y yo con titubeo entro al lugar y veo a Stiles sentado en una camilla y ambos concentran sus ojos en mi.

- ¿Qué haces aquí cariño? - me pregunto mi tía preocupada.

- ¿Qué le pasa a Stiles? - le conteste con otra pregunta y sus ojos reflejaron tristeza y lastima.

- Ellie - me llama Stiles y yo voy hacia el, quien me sorprende con un abrazo - que bueno que apareciste, no quiero estar solo.

Sentí la tristeza invadirme por completo y trate de olvidar este dolor que siento en la parte baja de mi vientre. Stiles corta con el abrazo pero me toma de la mano para que no me alejé de el y yo sentí como mis ojos se cristalizaban pero no permití soltar ni una sola lagrima, mi hermano me necesita y yo estaré ahí para el.

Mi tía se puso al lado de nosotros con unas hojas que apoyó sobre una de las mesas que usan para apoyar los alimentos de los pacientes, sacó una pluma y miro a Stiles con atención.

- Bien Stiles, ¿qué es lo que te ha pasado últimamente? ¿Qué te ha hecho venir aquí? - pregunto mi tía preocupada por Stiles, era como una preocupación de madre - háblame de tus síntomas.

- Perdidas de conocimiento pero no por mucho tiempo - mi tía comenzó a escribir lo que tienes le iba diciendo - y caminar dormido, aunque solía hacerlo mucho desde pequeño. También sufría mucho de ansiedad.

- ¿Ataques de pánico? - pregunto mi tía a Stiles.

- Si, un par - Stiles suspiro - y temporalmente perdí la capacidad de leer pero eso podría haber sido más que ver por aquel árbol mágico gigante y eso del sacrificio humano.

Sonreí con al recordar todo eso, pero luego la borre al recordar a la muy perra de Jennifer, menos mal que ella ahora está ardiendo en el infierno la maldita bruja psicópata.

- Si, recuerdo vagamente algo sobre eso - respondió mi tía con una sonrisa - ¿Cuántas horas consigues dormir?

- Ocho.

- ¿Por noche?

- Por los últimos tres días - ambas miramos a Stiles con asombro. Esto es mucho peor de lo que pensaba y creo que mi tía Melissa piensa lo mismo - definitivamente han sido ocho.

Mi tía se levanto de su asiento y se dirigió hacia otra mesa.

- ¿Te has estado sintiendo irritado? - volvió a preguntar.

- Si, posiblemente hasta el punto de homicidio.

¿Que? Oh no, esto es muy malo.

- ¿Incapacidad de concentrarse?

- No, las anfetaminas no funcionan.

- ¿Comportamiento impulsivo? - escuche el sonidos de unas llaves y vi a mi tía abrir una pequeña puerta de una caja.

- ¿Más de lo usual? Creo que no sabría decir.

- ¿Sueños vividos durante el día? - mi tía lleno una jeringa con una sustancia.

- Bien, creo que todo lo anterior - dijo Stiles y mi tía se volteo para vernos con la jeringa preparada.

- ¿Sabes lo qué es?- le pregunte preocupada por Stiles.

- Eso creo - me respondió mi tía.

- ¿Qué es? - pregunto Siles.

- ¿Confías en mí? - le dijo mi tía en respuesta.

- Cuando no sostienes una jeringa - dijo serio y ambas reímos.

- Es midazolam, un sedante - dijo ella y le clavo con suavidad la jeringa en su brazo.

- ¿Por qué me diste un sedante? - pregunto Stiles y me sorprendió que su voz sonara resentida.

-Porque Stiles, eres un oven con una profunda falta de sueño. Necesitas descanso y lo necesitas ya - mi tía recostó a recostar a Stiles, empujándolo de los hombros hasta que su espalda toco la camilla - acuéstate.

Stiles me miro con ojos suplicantes.

- No te iras ¿verdad? - me pregunto asustado y yo le sonreí para tranquilizarlo.

- Nunca - le asegure y el sonrió.

Antes de que Stiles quedara profundamente dormido alzo su mano libre hacia mi tía y ella la tomo.

- Gracias, mamá...  - dijo antes de caer bajo el sedante.

- ¿Ahora me dirás que estas haciendo aquí? - me pregunto mi tía.

- Tengo contracciones en este precisó instante - la mire con preocupación - ¿crees que ya sea hora?

- No cariño aún no estas lista para parir a mis dos angelitos - sonrío con ternura y yo suspire aliviada.

- Menos mal, me estaba comenzando a preocupar que fuera a dar a luz y que Derek no me contesta el teléfono.

- Debe estar ocupado cariño y ahora y tengo que volver al trabajo. Si Stiles despierta llámame - asentí con la cabeza y ella se fue de la habitación.

Me pregunto que estará haciendo Derek en estos momentos para no contestar mis llamadas...




















 







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