Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1 - Regreso al hogar.



Elisabeth acababa de dejar el tren, se dirigía hacia su pueblo natal, tras 7 largos años en la ciudad intentando encontrar algo que la llenase, ahora volvía con las manos vacías al hogar. Estaba cansada de deambular de un lado para otro, estaba cansada de viajar con su cámara fotográfica haciendo fotos de un lado para otro, deseaba volver a casa, donde tenía tan buenos recuerdos sobre el pasado, donde aún podía recordar a un hermoso niño que tan bellos recuerdos traía a su mente....



William, a pesar de su terrible estado seguía siendo el mismo chico despreocupado y alegre de siempre, todos en el pueblo le tenían gran estima, y siempre ayudaban a éste gentil chico a poner pan en su mesa, este chico siempre tenía alguna chapuza que arreglar. A pesar de su deformado rostro, el chico seguía siendo hermoso, ya que seguía siendo amable y bueno con todos. Aun podía recordar a aquella hermosa chica, aquella chica que había cambiado su vida cuando eran niños, ella siempre había sido la chica que podía marcar la diferencia, pero desde que él había sufrido el accidente, se sentía desgraciado por estar deforme y feo, sentía que nadie en el mundo podía amarle por ser un monstruo deforme.

Paseaba cuidaba de las ovejas que su vecino Juan tenía, ya que este estaba enfermo y no había podido sacarlas a pasear, cuando de pronto visualizó a una hermosa joven, la chica caminaba por el sendero abriéndose paso entre las ovejas, traía consigo una enorme bolsa de viaje y le colgaba del cuello una cámara fotográfica, fue en ese momento cuando William no pudo evitar recordar el pasado...

Una hermosa niña de no más de 7 años de edad, jugaba con la cámara fotográfica de su papá haciendo como la que tomaba fotografías, poco a poco William se acercó a la niña silencioso y curioso por saber por qué hacía aquello...

- Es la cámara de mi papá. - le decía la niña al darse cuenta de su presencia. - ¡cuando sea mayor tomaré muchas fotos!

Aun recordaba como ella se había marchado del pueblo apenas unas semanas antes del accidente, recordaba como su corazón había dolido cuando ella se marchó, incapaz de confesarle sus sentimientos por ella...

William no pudo seguir pensando en ella, porque la joven acababa de visualizarlo, y justo en ese momento la chica había echo un gesto de desagrado al ver el rostro del chico, tras darse la vuelta apenado continuó su camino junto a las ovejas, mientras la chica le miraba confusa, parecía que en aquel momento acababa de darse cuenta de algo... aquel chico le parecía familiar... pero no podía ser él...

Minutos más tarde la chica llegaba a casa, tras abrazar con fuerza a sus hermanos menores, y dejar sus bolsas de viaje en el suelo caminó hacia su madre para luego abrazarla con fuerza tal y como había hecho con sus hermanos...

- Madre... ¿Y padre? Me gustaría preguntarle algo...- añadía la joven varios minutos más tarde, haciendo que su madre la mirase desconcertada.

- Padre está enfermo, al parecer comió algo en mal estado, William tuvo que ir a sacar a las ovejas por el.- decía su madre mientras Elisabeth sentía que desfallecía... "William" su madre había dicho "William" no podía ser él... él siempre había dicho que iría a la ciudad y se convertiría en un famoso doctor... ¿qué razón había para que él se hubiese quedado?

- ¿William?.- preguntó la joven incapaz de quedarse callada, necesitaba saber si era él, si su madre estaba hablando del mismo William que ella recordaba.

- Sí, William, el hijo del molinero. - Le aseguró su madre, dando por seguro que era él, William, el chico del que había estado enamorada durante tanto tiempo en el pasado, el primer chico que había abierto su corazón, que había sabido tocarlo de una forma que solo él sabía.- después de lo que pasó, él siempre está dispuesto a ayudar a todos en el pueblo, ya le conoces.


Mientras tanto Adam se encontraba en su taberna, acababa de abrir las puertas y ahora limpiaba la barra en espera de nuevos clientes...

- Adam.- saludó el comisario mientras se sentaba sobre uno de los banquetes de la barra.- sírveme un café, necesito despertarme...- decía el hombre mientras se quitaba el sombrero y lo dejaba sobre la barra. - Tú hermano va calle abajo, el pobre Juan ha caído enfermo...- añadía el hombre, admirando como Adam preparaba el café y lo miraba con cara de pocos amigos, sabía perfectamente que el sherift siempre solía molestarlo con comentarios agradables sobre su hermano, intentando hacerle ver que su hermano era una persona de buen corazón que solo había intentado salvarle la vida, pero el odiaba a su hermano, lo detestaba más que nada en el mundo, su hermano siempre le quitó a las personas que más le importaban, siempre le quitó el amor de las personas que amaba, y por eso siempre lo odiaría.

- Aquí está su café.- Le ofreció mientras ponía la taza sobre la barra, para luego limpiar sus manos con un paño y seguir limpiando el bar, para mantener su mente ocupada, no soportaba la idea de visualizar al bueno de su hermano en sus pensamientos.

- He oído que la hija mayor de Juan ha regresado al pueblo, la joven Lisy ha regresado a casa.- ante aquel comentario Adam levantó la vista y la puso de lleno en el comisario, aquella noticia le traía buenos recuerdos... recuerdos de su niñez....- Creo que tú siempre estuviste enamorado de ella....

Pero Adam ya no le escuchaba, no podía oírle, sus pensamientos se encontraban en un lugar lejano, se encontraba en otro tiempo, en el tiempo en el que todo eran risas para unos niños...

Un pequeño Adam peleaba con unos compañeros de clase, mientras estos le comparaban con su hermano y se burlaban de él...

- ¿Por qué eres tan tonto Adam? ¿Por qué no puedes ser como tu hermano William?.- decía uno de ellos mientras le empujaba.

- Eso Adam, ¿Por qué tienes que existir quitándole a tu hermano el cariño de tu madre?.- le seguía otro tirándolo al suelo.

- Eres un perdedor Adam, nunca sacarás buenas notas, William siempre será mejor que tú, siempre será mejor que tú en todo... solo eres un segundón...- proseguía el primero mientras se reía del chico el cual había empezado a derramar algunas lágrimas...

- ¡Dejadle en paz!.- intervino una chica con mirada desafiante, haciendo que los chicos la mirasen directamente...

- Elisabeth...- decía el primer chico, mientras la miraba sin comprender como ella podía interesarse por tremenda escoria.- ¿Cómo puede importarte un segundón? ¿un despojo? El chico que realmente vale la pena es su hermano, no esta escoria.

- Cuida tus palabras Steve, o le diré a tu padre que a noche fuiste a la granja de los Felcher.- le amenazó la chica mientras se agachaba para ayudar a levantarse al pobre Adam

- Te has salvado esta vez "Escoria"...- y dicho esto el primer chico y su banda de matones desaparecieron de vista.

- ¿Estás bien?.- Preguntó la chica intentando sacudir el polvo de su uniforme, pero en ese momento Adam la empujó y se apartó de ella.

- ¡No necesito tu ayuda!.- y dicho esto desapareció de vista.

- Ella... ha regresado.-'Dijo sin poder creer lo que decía...


A la mañana siguiente William despertó temprano, Juan aún no se había recuperado, y debía volver a pasear a las ovejas, necesitaban alimentarse de pasto y nutrientes de las montañas, debía volver a pasearlas temprano, pero al llegar al establo... ya había alguien alimentando a las ovejas... en ese momento supo que ella había regresado...

- Elisasbeth.- susurró el chico al visualizar a la joven acariciando a una de las ovejas de su padre, en ese momento la chica se dio la vuelta al sentir que alguien la había nombrado, y tan pronto como lo hizo se dio cuenta de que no había sido una buena idea, el chico deforme del día anterior se encontraba tras ella... pero... ¿cómo sabía el su nombre? Y entonces lo recordó "Padre está enfermo, al parecer comió algo en mal estado, William tuvo que ir a sacar a las ovejas por el"

Tan pronto como notó la mirada de repulsión de ella, se sintió el hombre más desgraciado del mundo, deseó haber muerto en aquel incendio, deseo haber muerto él en lugar de su madre... Cuando estuvo dispuesto a marcharse...

- William...- Elisabeth le había reconocido... ¿Cómo podía ella haberlo hecho ante aquella mascara monstruosa?, Elisabeth se acercaba sigilosamente a él, despacio, y casi sin darse cuenta de que lo hacía. - ¿Qué... te ha sucedido?.- preguntó a escasos pasos de él, mientras levantaba la mano para tocar el rostro del joven, pero el chico se apartó de ella, esquivando su mano. Para luego mirarla asustado...- William...- pero el chico no le respondía el chico tan solo se quedó allí mirándola con agonía, haciendo que la chica sintiese todo el dolor que el chico estaba sintiendo en aquel momento... y entonces algo increíble pasó, ella sonrió, con una enorme y reconfortable sonrisa. - Me alegro de verte.- y dicho esto se abalanzó contra el chico abrazándolo fuertemente.- Creí que no volvería a verte, pensé que te habías marchado a la ciudad.

Aquella noche Elisabeth no podía dormir, tras levantarse observó cómo sus padres tomaban una sandía bajo la luna, mientras reían juntos...

- Padre... ¿ya estás mejor?.- preguntaba la chica mientras se dirigía hacia el y le abrazaba.

- Si hija mía, ya estoy mucho mejor, mañana podré alimentar yo a las ovejas, gracias por ocuparte de ello hoy. Tengo entendido que te encontraste con William.. Proseguía el padre de la chica mientras recuperaba la compostura y daba otro bocado a la sandía.

- Está tan apuesto como siempre... ¿no crees?.- preguntaba su madre sonriente.

- Madre... ¿qué le ha pasado en su rostro?.- preguntaba la chica curiosa mientras sentía como su padre la miraba con agonía.

- No solo en su cara, la mitad de su cuerpo está quemado. - le informó su padre... - fue por el accidente, justo después de irte tú... el molino se quemó... solo Adam y William salieron ilesos, bueno... ilesos... William quemó la mitad de su cuerpo para salvar a su hermano, pero no pudo hacer nada por su madre...

- Él siempre fue esa clase de persona... siempre habría echo cualquier cosa por su hermano, aunque Adam nunca quería verlo...- recordaba la chica con melancolía...

Elisabeth se encontraba en el estanque junto a William, ambos miraban hacia los matorrales donde croaban las ranas, aquel cantar ante el silencio de la noche era tan especial para ambos, era la primera noche que pasaba junto a él, la primera noche que William le permitía quedarse junto a él, William siempre estaba ayudando al resto, siempre estaba demasiado ocupado como para darse cuenta de cuanto le amaba, tras mirar a William el chico sonreía mientras abría la mano y dejaba salir una hermosa luciérnaga, la luciérnaga voló hacia Elisabeth para luego seguir subiendo hacia arriba, Elisabeth miró la luciérnaga con la boca abierta para luego mirar a William el cual había vuelto su mirada hacia las ranas muerto de vergüenza...

- ha valido la pena haber sufrido para cazarla, solo por ver tu sonrisa...- confesaba el chico mientras sentía como Elisabeth le miraba radiante

- ¿Qué haces con el?.- preguntaba una voz tras ellos, se trataba de Adam, que al ver a su única amiga junto a su hermano había sentido un gran dolor en su corazón, su hermano siempre le quitaba todo, su hermano siempre se llevaba todos los méritos, todas las buenas palabras, y ahora que el tenía una amiga, a alguien que elogiaba sus triunfos, a alguien que le decía buenas palabras ahora también su hermano volvía a quitárselo... - ¿Por qué siempre me tienes que quitar todo? - le espetaba el chico a su hermano mientras se abalanzaba sobre el y comenzaba a golpearle.

- Basta... basta...- gritaba Elisabeth mientras intentaba separarlos, mientras intentaba apartar a Adam de William.

- Aunque siempre pienses lo contrario... ¡yo nunca he hecho nada! Eres tu el que no sabe aprovechar lo que tiene, eres tú el que hace que la gente se aleje de ti... tienes que comportarte mejor con la gente que te rodea... y entonces ellos te querrán...- le espetaba su hermano mientras intentaba librarse de debajo de su hermano.

- Deja de mentir, tu siempre te crees mejor que yo... siempre... - y entonces sucedió, Adam golpeó a su hermano fuertemente en la cara para luego gritar.- Te odioooo.- y salir corriendo llevándose consigo de la mano a Elisabeth.

Recordaba cómo ni siquiera había podido ayudar a William, como no había podido ayudarle a limpiar sus heridas, William siempre había estado tan alejada de ella, William siempre había sido algo tan inalcanzable...

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro