Preciosa
Ranma estaba estirado en el tejado de la casa de los Tendo, con los brazos debajo de la cabeza y una cara de estar estirando su mente. Nunca se le había dado bien pensar.
Recordaba la pequeña charla que Kasumi le había dado en la mañana. La hermana mayor de los Tendo se le había acercado algo preocupada por un suceso que se había dado durante toda la semana.
-Flash back-
-¿Que ocurre Kasumi?-Preguntó al ver que estaban solos en la cocina y encima de la mesa se encontraba un bento que pertenecía a su prometida.
-Ranma, estoy un poco preocupada. ¿No has notado algo raro en Akane?
-¿Algo raro? Esa marimacho siempre es extraña-Dijo camuflando su preocupación por la joven de cabellos azabaches.
-No hace falta que hagas eso Ranma-Dijo la mayor algo seria-¿Te has fijado en algo extraño últimamente?
-¿A que te refieres?
Kasumi señaló el bento-Akane-chan lleva una semana entera sin tocar sus bentos. ¿Sabes si come algo aparte en la escuela?
Ranma quedó algo sorprendido, pues no se había fijado en ello. Kasumi levantó la tapa del bento mostrando la comida perfectamente colocada e intacta.
El chico de la trenza se puso a pensar en si había notado algo pero durante las comidas normalmente era acosado por Ukyo con sus deliciosos okonomiyakis y a veces aparecía también Shampoo, ocasionando que no pudiera estar pendiente de su prometida.
Se mordió el labio algo curioso.
-No lo sé, Kasumi, pero lo averiguaré
-Gracias Ranma
<<<<<
El chico miraba como pasaban las nubes mientras pensaba en su prometida. Había pasado un tiempo ya de la boda fallida, pero su relación con Akane no había mejorado demasiado. La joven ya no le pegaba y eso su cabeza lo alegraba inmensamente pero extrañaba ver sus ojos enfadados y aunque a veces la insultaba ella ya no respondía de la misma manera. Se limitaba a bajar la cabeza y huir del lugar, encerrándose en su seguro cuarto durante un par de horas.
Ni siquiera cuando sus auto proclamadas prometidas le coqueteaban e intentaban besarle ella no lo golpeaba, solo se mantenía al margen.
Ranma extrañaba su ira, su enfado y sus constantes discusiones. ¿Quien le iba a decir que extrañaría eso de Akane? Ellos no tenían muy buena conexión si no era mediante sus peleas, donde veía sus preciosos ojos chocolate y sus labios con aquel mohín de enfado.
Si solo pudiera ser sincero y decirle todo lo que sentía por ella. Pero su boca siempre acababa diciéndole todo lo contrario de lo que en verdad sentía. No podía dejar que ella supiera lo mucho que le importaba, lo hermosa que se veía a sus ojos y lo mucho que deseaba besarla.
Aquel odiado día...en el que ella dio su vida por él, convirtiéndose en muñeca ante sus ojos...Él pensó que moriría, que nunca volvería a verla sonreír, nunca volvería a ver aquella pasión en sus ojos castaños, sus movimientos mientras practicaba artes marciales...Aquel rostro amable cuando la conoció como mujer y los comprometieron sin su consentimiento.
Aun recordaba aquel amargo sentimiento cuando la tuvo entre sus brazos, inerte, sin respirar,...solo como un peso muerto mientras su piel palidecía sin que él pudiera hacer nada por ella...Si solo hubiera tardado un poco más, unos segundos más y ella hubiera...
NO
Movió su rostro para disipar aquellos pensamientos de su cabeza y se concentró en lo que le había dicho Kasumi. Si las sospechas de la castaña eran ciertas, Akane llevaba una semana sin comer...¿Por que lo haría?
Él lo iba a descubrir o no se llama Ranma Saotome.
<<<<<
Akane despertó con el sonido de su alarma y sus huesos crujieron cuando se puso en pie y empezó a buscar su uniforme para empezar otra jornada lectiva.
Se tomó unos instantes para mirarse en el espejo que había puesto en su cuarto. Sus manos pasaron por su estomago y la curvatura de sus pechos, descendiendo hasta dejar sus manos a cada lado de sus piernas. Su fina ropa interior de color rojo se apegaba a sus curvas y la joven suspirando se puso el uniforme.
Su cabeza era un lío y suspiró cuando su barriga sonó por el hambre que tenía.
Masculló algo en voz baja y salió del cuarto. Se encontró con su hermana Nabiki quien le dio una mirada enigmática pero no dijo nada. La mediana de las hermanas ya iba a la universidad y Akane no pudo evitar observar su corta falda de color vino y su top ajustado que marcaba todos sus atributos. Tampoco dijo nada y bajó a desayunar con el resto de su familia.
-Akane-chan, deberías comer algo más-Dijo Kasumi con voz suave cuando la pequeña se levantó, dando las gracias por los alimentos. Su cuenco de arroz y el resto de su desayuno estaban a medio comer, cosa que no paso desapercibido por su hermana mayor y cierto chico con trenza.
-Tengo algo de prisa, Kasumi-Dijo Akane y se apresuró a levantarse y tomar su cartera.
La familia volteó a ver a la azabache y Ranma se apresuró a devorar su desayuno para alcanzar a su prometida.
-Ranma, olvidáis los bentos¡¡-Dijo Kasumi mientras el chico se colocaba los zapatos para alcanzar a su prometida que ya había salido de la casa.
-Gracias
Ranma tomó los dos bentos y los guardó en su cartera, corriendo para alcanzar a su prometida que ya iba a unas calles de distancia.
-Akane, espera¡¡
<<<
La mañana pasó con la normalidad esperada de los días de la escuela. Ranma mandó a volar a todos los pretendientes de su prometida y culminó el golpe con un puñetazo en cara de un pesado Kuno que intentó tocar a Akane.
Durante las clases el chico de la trenza no paró de mirar a Akane, controlando lo que hacía o si veía que comía algo, pero la chica se mantuvo quieta, apuntando cosas en su libreta y moviendo un lápiz entre sus finos dedos.
"¿Que le pasará a Akane? Esta tan extraña últimamente....No probó casi bocado en el desayuno y estamos a punto de ir al descanso....Tengo que averiguar si es cierto lo que decía Kasumi, tengo su bento, así que puedo interceptarla para comer con ella y ver si es verdad todo..."
Mientras el chico pensaba en su plan, Ukyo sonreía mientras miraba al chico de sus sueños. Al sonar el timbre se apresuró a ir junto a su amado.
-Ran-chan¡¡Vamos a comer juntos-Dijo con una sonrisa-Te he hecho la mezcla que tanto de gusta de okonomiyaki
-U-chan...perdona, pero...
La chica de la espátula no se rindió fácilmente y lo abrazó, tirando de él. Ranma intentó deshacerse de ella para ir junto a su prometida para asegurarse de que comiese algo pero al voltear a su asiento, la azabache no estaba.
"¿Donde se metió?"
-Ran-chan!!
-Esta bien, U-chan
Sin poder evitarlo se fue a comer con su amiga, confiando en poder encontrar a su prometida.
<<<<
Ranma salió del Furinkan con el rostro enfadado por no poder encontrarse con Akane. Había aguantado todo lo posible con Ukyo pero la chica no lo dejaba en paz, cosa que a Ranma le podía los pelos de punta. Nunca se imaginó que su amiga de la infancia fuera tan lapa. Lo podía entender de Shampoo pero no Ukyo...
Durante todo el almuerzo no pudo encontrar a Akane y durante la clase de educación física no pudo evitar estar pendiente de ella, pues su rostro estaba algo pálido y notaba sus pasos algo inestables. Las chicas estaban haciendo equilibrios mientras los chicos hacían largos.
Su fino oído pudo escuchar las conversaciones entre su prometida y sus amigas, que al parecer también estaban preocupadas por la palidez del rostro de Akane.
Gracias a sus excelentes reflejos (Y que estaba más pendiente de ella que de otra cosa) pudo ver como Akane tropezaba al hacer un equilibrio y caía al suelo. Corrió todo lo que sus piernas pudieron dar y logró atraparla antes que rozase el suelo.
-Akane!!
Ranma respiró con fuerza mientras recuperaba el aliento. Sus brazos la rodeaban sin posibilidad de que ella escapase. A pesar de que hacía bastante que no la tomaba en brazos la notó ligera, mucho más de lo que recordaba. Buscó su rostro y la encontró sorprendida, su rostro pálido enfatizaba aún más su fino sonrojo.
-¿Estas..bien?-Preguntó preocupado.
-ah....si...
Aun preocupado la bajo y vio como tardaba en recuperar el equilibrio. Sus amigas se acercaron preocupadas y con una orden de la profesora la llevaron de vuelva al edificio.
<<<
El artista marcial todavía estaba preocupado por los acontecimientos ocurridos con su prometida. Desde lo dicho por Kasumi se había dado cuenta de que su prometida se veía más delgada que de costumbre, más pálida y hacía mucho que no la veía practicar sus katas y entrenamientos diarios en el dojo.
No supo como no se había dado cuenta antes de ello, pues si Kasumi tenía razón sus comportamientos extraños llevaban ocurriendo durante una semana.
Volvió al dojo sin la compañía de su prometida, pues al parecer había saludo antes y no se había molestado en esperarle. Él intentó salir detrás de ella pero de nuevo Ukyo había interceptado su paso invitándolo a cenar en su restaurante, cosa que el chico intento evitar por todos los medios. Se sentía incomodo por tanta atención por parte de la chica de la espátula y en un momento que ella estaba distraída, consiguió librarse de ella.
<<<<
-Que raro que busques mi ayuda, cuñadito
Decidió que si alguien podía saber algo de Akane y descubrir que le pasaba a la azabache era su hermana Nabiki. Para nadie era un secreto que Nabiki espiaba a su hermana menor para sacarle fotos o conseguir alguna prenda de ella para sacar ganancias de ella.
El chico sacó de su camisa china un fajo de billetes. No tenía mucho dinero pero sabía que si quería conseguir algo, ese era el único método.
-¿No me digas que por fin vas a comprar mi edición coleccionista de "Akane al desnudo"?-Dijo la chica con una sonrisa, viendo como el rostro del muchacho se ponía rojo.
-¿Q-q-ue dices? NO-Dijo el chico muy nervioso y sonrojado-Solo necesito información...Algo le pasa a Akane y no sé que es..
Nabiki cerró la boca y dejo de sonreír. Se levantó de su cama donde estaba sentada y volvió con una caja. De ella sacó unas instantáneas.
-Te he dicho que no quiero fotos-Dijo Ranma inmediatamente
-No es eso-Dijo una seria Nabiki que hizo que Ranma silenciase al momento. Era extraño ver a la Tendo con ese semblante serio-Yo también he notado algo extraño en Akane, para que mentir.
-¿Que quieres decir? ¿Akane te dijo algo?
-¿Ella? Hace años que no me cuenta nada
-¿Entonces?
-Tranquilo cuñadito-Le tendió las fotos
Ranma las tomó algo confundido y abrió los ojos como platos cuando las vio. Notaba la mirada de Nabiki pero no le dio importancia alguna.
Las fotos eran de Akane pero no era la chica que Ranma conocía. Sin duda se las había tomado desde la ventana de su cuarto, pues la chica nunca miraba a la cámara.
Los ojos del chico recorrieron las formas de la chica que se encontraba en ropa interior. Una ropa que no había visto nunca. Fino encaje de color azul cubría sus pechos llenos y redondos y unas igual de finas braguitas cubrían sus pompas redondas.
Pero su barriga estaba planita, con los huesecillos de la cadera algo marcados y si seguía subiendo por sus caderas podía notar la forma de sus costillas.
Las bonitas piernas que siempre caracterizaron a su linda prometida ahora parecían dos finos palitroques que no le gustaban un pelo al chico de la trenza.
Su boca se abrió sin llegar a decir nada.
-¿Entiendes ahora?-Dijo Nabiki
-¿Cuando ....las tomaste?
-El domingo pasado
Ranma dejó caer las fotos y salió corriendo del cuarto de Nabiki. Tenía que encontrar a Akane y decirle un par de cosas a su tonta prometida. ¿Como podía haber hecho aquello?
"Parece que Akane lleva sin comer varios días, por las noches hace algo, investigué y al parecer se está echando algo para reducir centímetros. Ha comprado ropa nueva y parece que quiere dejar al artes...."
Ranma chirriaba los dientes aguantando su enfado. No podía creer aquello de Akane. Abrió con fuerza la puerta de su cuarto pero no encontró a nadie. Recordando lo que dijo Nabiki empezó a escudriñar en los cajones de Akane. No encontró nada y bufando molesto fue al armario.
Se sonrojó cuando encontró varias pantaletas de encaje que tenían pinta de ser muy finas. Sonrojado por sus pensamientos tomó una y la guardó en su bolsillo.
Recorrió la casa entera en busca de la chica pero no la encontró. Solo le quedaba un sitio por mirar y sin importarle poco lo que podía ocurrir, entró al baño, encontrando a la chica de espaldas, frotándose los brazos.
-Ra....ra.....-Akane soltó el jabón y por poco no resbala en el piso-¿Que...haces aquí?
-Akane, tenemos que hablar
-No...puede ser luego?
-Akane, ya lo sé todo
-¿Eh?
Ranma se acercó a la chica que temblaba y estaba roja como un tomate bien maduro. El chico estaba rojo al igual que ella, pues no por nada Akane estaba totalmente desnuda, con restos de jabón tapando las zonas especificas. Pero no podía evitar seguir pensando en ello, necesitaba saber porque.
-Ranma...sal...
-No lo haré
-¡Per...vertido!!!-Gritó la chica pero Ranma fue más rápido y la tomó en brazos. La miró a esos ojos chocolate y sus ojos empezaron a viajar por su cuerpo, notando que lo que las fotos de Nabiki mostraba no tenía nada que ver con la realidad. Los huesecillos se notaban aún más.
-¿Que significa esto, Akane?-Preguntó con un deje de enfado
-¿Eh?
Sus grandes manos rodearon su cintura y acarició su barriga.
-¿Que haces!!?
-¿Cuanto llevas sin comer?
-¿Que?
Ranma la abrazó con fuerza. No podía evitarlo. Estaba preocupado y no podía evitar sentirse enfadado porque ella le hubiera ocultado aquello.
-No me mientas Akane, dime que ocurre
-Ranma...
-Sé que has dejado de comer, que intentas adelgazar...
-¿Como....?
-¿Y que es eso de que quieres dejar las artes marciales?
-Yo...
-No voy dejar que lo dejes!!-Dijo enfadado-¿Por que estas haciendo eso?
-Es que....yo....yu....tu...u...
-¿Es por otro?-Los celos lo carcomían.
Akane se quedó callada. Estaba muy avergonzada en estos momentos, estaba desnuda, pegada al cuerpo atlético de su prometido, que no dejaba de abrazarla y de rozar su cuerpo con sus dedos. ¿Que podía hacer? ¿Que le podía decir a su celoso prometido?
Ranma interpretó su silencio como un si y no pudo seguir pensando. Tomó a Akane y cubrió su boca con hambre, uno de sus brazos rodeó su fina cintura y apretó una de sus turgentes nalgas.
Akane gimió por la acción del chico y no pudo evitar buscar apoyo en aquellos fuertes hombros, clavando sus dedos en su camisa roja.
La boca del chico se sentía suave y fuerte sobre sus labios. Siempre había soñado lo que sería besar a Ranma pero aquello no igualaba sus fantasías. Era mil veces mejor.
Ranma se apretó contra ella, sintiendo su ropa húmeda en contacto con la piel mojada de Akane. Sus labios se movían suavemente pero a la vez con fuerza sobre los finos de ella, dulces y con un sabor único. SU sabor.
Había soñado durante todos esos años con besar a su prometida. No por obligación ni por su compromiso, si no un beso de verdad, un beso que salía de ellos. Para él no había otra que Akane, ella lo había enamorado con su sencillez y la posibilidad de que ella estuviera haciendo aquello por otro lo mataba a la vez que quería machacar con sus propias manos a aquel que osase separarlo de su prometida.
Se separó de su dulce boca con pesar para poder ambos recuperar la respiración.
Ranma la observó con la respiración pesada, buscaba en su rostro algún indicio de rechazo por su parte pero sus ojos estaban dilatados y su boca abierta solo le daba paso a otro beso.
-Akane...-Gimió el chico con sus manos aún en los glúteos femeninos. En aquellos momentos imaginaba el gran mazo de madera de la chica impactando en su cabeza por su dueña por su atrevimiento. Pero la chica emitió un dulce gemido que hizo que el chico volviera a apretar aquella piel.
Ranma se apartó un poco y fue bajando el rostro por su fino cuello, pasando sus labios por todo él, llegando a sus llenos y turgentes pechos, coronados por unos pezones tiesos y que Ranma quería llevarse a la boca. Eso hizo, haciendo que ella volviera a emitir aquellos dulces gemidos. El chico no pudo evitar "alegrarse" por las reacciones de la chica de sus sueños y la premió succionando aquel dulce pezón derecho.
Maldecía los momentos en que había insultado a su prometida llamándola "pechos planos", ¿Como podía decir aquello? Sus pechos no eran los más grandes, pero él no necesitaba pechos grandes. Los de Akane eran preciosos y lo excitaban como ningún otro par de pechos podrían hacer.
Plantó un beso en su barriga y la acarició con cuidado. Su rostro se marcó por su enfado al ver sus huesos marcados. A él siempre le habían gustado las curvas de su prometida.
-Dime porque te has hecho esto, Akane...
La chica no podía hablar y el chico no era caracterizado por su paciencia.
La tomó de los hombros y la miró a los ojos. Akane notó su seriedad y también la parte inferior de su cuerpo, que se rozaba demasiado "alegre" contra ella.
-¿Que...?
-Dímelo ya, Akane!!
Akane cerró sus ojos con fuerza.
-!!Por ti¡¡-Gritó y se apretó contra la pared del baño-Siempre....siempre dices que soy fea...gorda y que no soy femenina..tus...tus otras prometidas son mucho más bonitas, saben cocinar....pueden cuidar de ti...-Ranma estaba atónito de lo que estaba escuchando-Después de ....la boda...pensé que si me volvía más bonita...cambiaba mi look y me volvía más femenina.., bueno quizá...
-Tonta!!!-Dijo abrazándola con fuerza. Ranma quería llorar y las lagrimas se acumulaban en sus ojos sin salir todavía-Como puedes ser....
-Oye!!!Baka!!
-Akane!!-Le dio un hondo beso en los labios-Como pudiste hacer tal estupidez!!!
La joven de los Tendo quedó con la boca semiabierta, sin poder decir nada.
-Akane....nunca pensé que mi comportamiento pudiera hacerte....ohhh dios...soy tan tonto...
Ranma acarició suavemente su espalda mientras pensaba en todo lo que había dicho su prometida. Akane...esa boba había hecho todo aquello por él, por su estupidez y por no ser totalmente sincero con ella....Había dejado de comer y quien sabe que mas solo por sus palabras hirientes....Se maldijo a si mismo y su estupidez...
Volvió a abrazarla con fuerza.
-Perdóname, por ser un estúpido...lo siento...Akane...yo...-Maldijo su tartamudez-No sé me dan bien las palabras...yo...nunca pensé que eso fuera a pasar...nunca quise decir aquellas cosas......
no eran ciertas de verdad...-Akane se le quedó mirando como sin creérselo-Yo nunca he pensado que tú....tú...fueras....fea...
-¿Lo...dices enserio?-Preguntó ella de repente tímida.
-Bueno....si...verás...-Se rascó la nuca nervioso. Era su oportunidad-Akane...yo...yo..siempre quise...es decir...tu,...-Akane arqueó una ceja-Siempre he...querido decirte...yo siempre he dicho lo contrario de lo que opino de ti....y...
"Lo contrario" pensó Akane. Lo contrario de fea era bonita....lo contrario de gorda era....lo contrario de te odio era....
TE AMO
Su rostro comenzó a calentarse y las lagrimas comenzaron a salir sin poder evitarlo.
Ranma se asustó-A...akane...¿Por que lloras ahora?
-Yo....Ranma....
-Perdona por todo....
Akane saltó a sus brazos con fuerza y lo abrazó. Ranma se quedó estático ante la reacción de su prometida, notando cada pequeña curva de su curvilíneo cuerpo contra el suyo.
Correspondió a su abrazo con fuerza, no podía evitarlo, por fin la tenía entre sus brazos.
Ranma levantó su rostro para mirar sus bonitos ojos y centro su mirada en sus rosados labios y la besó de nuevo, con dulzura.
Esta vez ella le correspondió y rodeó su musculoso cuello con sus brazos. Por fin sus sueños se hacían realidad.
Lo ultimo que notó fue que Ranma la tomaba en brazos y la llevaba a su cuarto, donde cerró la puerta con el pie. La dejó en la cama y fue a la puerta para ponerle el seguro, por si acaso uno de los inquilinos de la familia Tendo se les ocurría entrar a molestar.
Por nada quería que les interrumpieran ahora.
Volvió enseguida a la cama donde su prometida lo esperaba. Aprovecho aquel momento para sacarse la camisa china y los pantalones que estaban bastante mojados por el momento en la ducha.
Rodeó a su prometida y ambos se recostaron en la cama.
Las manos exploraron sin miedo, los labio se buscaron y Ranma por fin descubrió todos los rincones de su prometida así como ella descubrió los suyos.
<<<<
-Ranma...
-¿Hum?
Akane se apretó contra el pecho de su prometido y dejó un beso en aquel pectoral trabajado antes de sonreír. Él la abrazó más cerca de sí y le acarició una de sus piernas que estaba sobre su cuerpo.
-¿Enserio piensas que soy bonita?
Ranma buscó su rostro y la miro de manera seria. Después de haber hecho dos veces el amor no pensaba que su prometida tuviera dudas aún sobre lo que sentía por ella. La besó con hambre un par de veces.
-Preciosa
-¿Eh?
-Pienso que eres preciosa-Dijo algo avergonzado-Pero quiero que vuelvas a comer y a ser la misma Akane de la que me enamoré
Akane se quedó callada mientras el sonrojo recorría toda su cara.
-No pensé que....fueras tan romántico...-Dijo algo risueña, acariciando su pecho.
-Me cuesta un poco....pero no quiero más mentiras entre nosotros
-Yo tampoco
Ambos se sonrieron.
Akane lo besó de manera dulce pues le dolían un poco los labios de tantos besos.
-¿Por que sigues dentro de mi?-Preguntó sintiendo el potente miembro del chico aun entre sus piernas. No le molestaba pero quería preguntarlo de todos modos.
-No quiero salir de ti todavía
-Esta bien
Ranma mordisqueó su cuello.
-Te amo Akane
-Yo también, Ranma
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro