13 Calidez Y Confianza
"¡Te amo, cariño!
Y sí, es excelente, cariño.
Te necesito para calentar mis solitarias noches.
Te amo, cariño.Confía en mí cuando te lo digo."
Can't Take My Eyes Off You - Muse's Version
Toda una noche pensando aún en las posibilidades y tratando de buscar algo que justifique todo lo que pasó. Pensaba que tal vez no podía ser mentira lo que JungKook dijo e hizo. ¿Cómo podía haber mentido así tan naturalmente? Es decir, su primera vez juntos se sintió completamente genuina y real. Eso debería significar algo, ¿no? Comenzaba a creer que no se podía borrar algo como eso, que JungKook no podía haber sido tan cabrón para engañarlo cuando desnudó su cuerpo y alma. Pero no encontraba la explicación sensata y le estaba dando demasiadas vueltas.
Esta era la primera vez que se salta una clase porque no tiene ánimos de escuchar la palabrería de su profesor. Simplemente tomó su mochila, la guardó en su casillero y buscó un lugar apartado y solitario que le fuese de ayuda para despejar su mente. Aún tiene ante sus recuerdos el rostro de JungKook del día de ayer cuando le estaba dando los girasoles. Se arrepintió cuando llegó a su casa y sólo se encerró en su habitación pese a que Rosé le llamó varias veces. Para cuando bajó en busca de algo de comida, vio el ramo en uno de los jarrones de la estancia con el pequeño peluche a un costado. Sólo le invadió una profunda melancolía y decidió no desechar el ramo.
Tenía mucho tiempo para pensar en ello mientras estuviera en completa soledad.
— ¿Park JiMin?
Genial. Su primera vez saltándose una clase y lo descubren.
— ¿Sí?—se giró temeroso.
Se encontró con la sonrisa suave del profesor Jung y unos ojos acusadores, pero que a la vez se burlaban de él. Sintió alivio por eso.
— ¿No tienes clase?—preguntó y se sentó a un lado de él.
—Em... sí—respondió con un hilo de voz.
— ¿Y estaba aburrida?—preguntó mirando hacia el cielo. Él también tenía sus cosas en las cuales pensar— ¿O estás esperando a JungKook?
Al instante JiMin sintió una fuerte punzada en su pecho y sus ojos se llenaron en automático de lágrimas. Sólo pudo bajar la mirada para que su profesor no notara lo que estaba sucediendo. Pero HoSeok, pese a que su corazón ha estado débil en estos días, no dejaba de ser observador (chismoso), por eso se dio cuenta de que algo andaba mal con ellos. Siempre estaban juntos y ahora cada uno andaba por su lado y con los ojos llenos de tristeza.
— ¿Qué pasó?—preguntó HoSeok después de un suspiro largo.
—Terminamos—musitó.
— ¿Qué?—abrió los ojos en grande— ¿Por qué?
No quería hablar de eso, no sin quebrarse en llanto otra vez. Pero también necesitaba hablar con alguien que no fuese su madre o TaeHyung. Y el profesor Jung siempre fue bueno escuchando, además de excelente consejero.
—Él me mintió... y no sé por qué lo hizo.
— ¿Perdona?—inquirió sorprendido.
JiMin se armó de valor, pero aun así sus ojos se llenaron de lágrimas. Le contó tal cual MinGyu le dijo las cosas y que ha pasado una semana larga desde entonces. Le confesó qué tanto dolía en su pecho y que a veces no se soportaba a sí mismo, porque pese a todo, pese a que se sentía como una segunda opción, todavía tenía sentimientos fuertes por él. Su corazón todavía latía por él.
—No, no—negó HoSeok enseguida después de que JiMin terminó de contar—Es mentira que quería vengarse...
—Pero MinGyu dijo...
—Pues no le creas—insistió y lo tomó de una manito—Él es un chico arrogante, petulante y muy egocéntrico. Cree que el mundo gira a su alrededor porque la mayoría de chicos lo persiguen. Y me parece que ese fue el problema con JungKook.
— ¿A qué se refiere con eso?—lo miró con atención.
—Te puedo asegurar que JungKook no buscaba vengarse—habló con seriedad—Porque fui yo quien le sugirió que te diera esos regalos a ti. Él no tenía ni la más mínima idea de qué hacer. MinGyu fue grosero con él al rechazarlo. Yo lo vi todo, desde que se levantó de su pupitre, hasta que volvió derrotado y con los ojos tristes.
—Me sigo sintiendo como una segunda opción—dijo el rubio con sus ojos llenos de lágrimas.
—Pues no lo eres, JiMin—alzó una mano para acariciarle la mejilla—Bien, voy a aceptar que quizá no debí sugerirle darte esos regalos ya que estaban destinados para MinGyu, y te juro que en ese momento en mi cabeza funcionaba—le hizo un pequeño puchero—Pero ya no se puede cambiar, y el punto que debería interesarte aquí es que, Jeon JungKook, se enamoró de ti, y lo hizo como un loco. Yo no me equivoco cuando veo situaciones como estas. Por eso lo envié hacia a ti. Yo sabía que él necesitaba un pequeño empujón para darse cuenta de quien podía quererlo realmente.
Los ojos de JiMin se volvieron a llenar de lágrimas, porque aun cuando estaba lastimado por lo que pasó, deseaba con todas sus fuerzas que fuese una mentira y que los sentimientos de JungKook fuesen genuinos. Ahora no sabía cómo acomodar las ideas en su cabeza. No sabía si sería bueno salir corriendo a buscarlo o esperar a que vuelva a aparecer con un ramo de girasoles. Ahora se siente culpable de haberlo rechazado tanto y tan despectivamente. Sólo espera que no se haya rendido, porque entonces todo estará perdido.
—Cuando se acerque a ti deberías escucharlo y confía en sus palabras—le dijo HoSeok con una sonrisa.
—Bien—asintió.
—Ya no llores—pidió con dulzura—Todo se va a solucionar. Ya lo verás.
HoSeok también se decía esas palabras a sí mismo, pues desde ese día que peleó con YoonGi, no han hablado para solucionar las diferencias. Estaba comenzando a creer que quizá el compromiso llegaría su fin prematuro, y aun así cargaba con su anillo de compromiso, pues la esperanza, aunque es agotadora, también es intensa.
Fue inevitable que los ojos de JiMin se posaran sobre ese lindo diamante en el dedo anular izquierdo de su profesor, mismo que no había visto en días anteriores y estaba seguro de que era reciente.
— ¿Se va a casar?—preguntó curioso y secando las lágrimas de sus ojos.
Chisme es chisme.
—Sí—musitó con una media sonrisa que enseguida se desvaneció—Bueno... eso creo.
—No entiendo—lo miró con confusión.
—Te voy a contar un secreto—susurró y lo tomó de las manos—Desde hace poco más de un año me enamoré del hombre de mis sueños—contó y suspiró—Al principio estaba asustado, incluso cuando me dio este anillo lo estaba. Porque nuestra relación no sería bien vista por los demás.
— ¿Y por qué no lo sería?
—Pues porque mi prometido es... el director Min—confesó y sus mejillas se ruborizaron.
A JiMin le tomó varios segundos poder procesar esa información y, cuando por fin lo hizo, esbozó una amplia sonrisa emocionada.
—Esto es como un romcom—expresó entusiasmado—El guapo director se ha enamorado del bonito profesor de literatura—dio un pequeño chillido de emoción—Sinceramente, usted es perfecto para el director Min. No como todas las profesoras que andan detrás de él... la profesora Kang es casada—expresó con una mueca.
—Lo sé—rodó los ojos—Siempre estoy observando cómo va detrás de él cada vez que tiene oportunidad. Pero no me ha dado motivos para desconfiar. YoonGi tiene mucha responsabilidad afectiva y respeta mi lugar.
—Quizá pero... considero correcto que todos sepan sobre lo que tienen, así van a dejar de acosarlo.
—Es un poco complicado—hizo una mueca—Presiento que nadie va a aprobarlo.
— ¿Los pueden despedir?—preguntó preocupado.
—Pues investigué un poco... y no, no pueden despedirnos a no ser que los padres de familia presenten quejas.
—Sólo podrían hacerlo si faltan al código de ética y moral, lo cual ni siquiera están haciendo.
HoSeok lo miró con una ceja arriba y con una expresión divertida. Nunca pensó que hablar de esto con alguien le haría bastante bien, ni mucho menos que ese alguien fuese su alumno. Sin imaginarse, había encontrado amigos en sus alumnos quienes parecían más sabios que él. Ahora ya no importaba que en la preparatoria nunca pudo tener un amigo de verdad.
—Creo que lo consideré demasiado tarde—expresó con desánimo—Me preocupaba que pudiera perder su puesto, pero en mi caso pensé que yo podía arriesgarme por los dos. Sin embargo... puede que ya no importe.
— ¿Por qué lo dice?—lo miró con un puchero.
—Peleamos hacía ya varios días por esta misma situación—expresó con melancolía y suspiró—Él quería que se lo dijéramos a todos en vista de que vamos a casarnos. Pero yo no quise. Ahora no me habla, ni siquiera me mira y tengo la impresión de que... ya no habrá boda.
JiMin tomó la mano de su profesor y la sostuvo como él lo hizo hacía unos instantes. Él siempre iba por todos lados escuchando a sus alumnos, pero ahora necesitaba que alguien lo escuchara y le diera un poco de apoyo. Siente que se lo debe, después de todo, por él, JungKook se acercó y le dio inicio a todo. De lo contrario, habría terminado la preparatoria sin haber obtenido ni un "hola" de su parte.
—Debería arriesgarse—sugirió y le sonrió—Usted me aconsejó que escuche a JungKook. Ahora yo le aconsejo que lo busque e intente charlar con él... y también debe decirles a todos que van a casarse. Hasta yo estoy fastidiado de que la profesora Kang esté detrás del director Min todo el tiempo. Se nota que el pobre está harto de eso. Dele un poco de consuelo.
—No lo sé—bajó la mirada—Él es muy orgulloso y... tengo miedo de que me rechace.
— ¿Prefiere quedarse con la duda?—lo miró burlón.
— ¿Y tú?—lo retó.
—Voy a escuchar lo que tenga para decirme—aseguró.
—Entonces me acercaré a él—sonrió.
— ¿Me va a invitar a su boda?—lo miró sugestivo.
HoSeok soltó una carcajada y miró su anillo de compromiso con la esperanza de todo. Tenía miedo aún, pero debía admitir que su alumno poseía la razón. Si no se acerca a él nunca lo sabrá y es posible que no quiera ceder. Porque él es así. Y le gusta demasiado esa personalidad suya.
—Claro que sí—sonrió radiante—Tú y JungKook deben ir.
—Bien—asintió.
Estrecharon sus manos y sonrieron al tiempo que sentían una ligereza en sus espaldas. Bien dicen que el dolor no es eterno, pero aún persistía la incertidumbre de saber qué pasará después.
—Mira qué rápido se hace tarde—dijo HoSeok viendo su reloj—Tengo que dar mi siguiente clase.
—Gracias—el rubio se apresuró a decir—Creo que ahora estoy viendo las cosas desde otro ángulo.
—Me alegra haberte ayudado—le sonrió con suavidad y se puso de pie, pero antes de marcharse recordó algo importante—Por cierto... detención, mañana sábado, a la una de la tarde Y si no quieres que sea doble... entra a clase—advirtió y se marchó.
Por un momento, JiMin pensó que se habría librado del castigo por saltarse inofensivamente una clase, pero ni siquiera chismear con él lo salvó de sus responsabilidades. Al menos ya no se siente tan miserable como antes.
Había una pequeña chispa de esperanza en su interior y ahora, después de haber estado huyendo, está ansioso de ver a JungKook de nuevo.
Cuando entró a la cafetería lo buscó y estaba seguro de que su cabellera oscura era inconfundible, pero no lo vio por ningún lado. Ni siquiera EunWoo. Y mientras esperaba su turno para servirse comida, recordó que no lo vio en la entrada ni tampoco cerca de su salón. Eso le hizo entrar en pánico.
¿Qué posibilidad habría de que se hubiese rendido? ¿Será que ya lo había dado todo y ahora... simplemente lo dejará así? Era viernes, el último día de la semana que asiste a la escuela y no tiene ganas de estar un fin de semana en su habitación en espera de saber qué sucederá.
Dejó salir un suspiro y se sentó frente a su mejor amigo con peor desánimo que en la mañana. Quiso preguntarle por JungKook, pero no se atrevió, él sólo lo miró con melancolía preguntándose qué podía hacer para ayudarlo.
Hubo ruido de fondo que JiMin no escuchó por estar ocupado en sus pensamientos. Murmullos se prolongaron alrededor y todos miraron en su dirección, pero lo que sucedió después fue una completa sorpresa que aceleró su corazón.
—Atención, todos—escuchó una voz a través de un micrófono que conocía perfectamente—Voy a cantarle una canción al amor de mi vida.
JiMin alzó la mirada... y entonces lo vio... parado sobre una mesa y con un micrófono en la mano. A sus oídos llegó una melodía suave y tranquila que conocía perfectamente, porque pertenecía a su película favorita.
JungKook decidió que debía apostar el todo por el nada y ahora le cantaba Can't Take My Eyes Off You a JiMin frente a toda la escuela. Empezó lento y mirándolo fijamente, rezando para que no se marchara, para que esta vez sí lo escuchara. Cuando la melodía cambió de ritmo saltó de la mesa, manteniendo su vocal a la perfección.
EunWoo venía detrás de JungKook cargando la bocina de donde provenía la pista y lo hacía sonriendo como si fuese parte del acto. TaeHyung intentó contener la carcajada mientras sacaba su celular para grabarlo. Esto era material para sus futuros hijos.
Y mientras todos miraban, incluyendo a los profesores, JiMin estaba paralizado en su lugar mirando únicamente a JungKook y escuchando atentamente la letra de la canción. Se la sabía de memoria, pero justo ahora era como aprender algo nuevo. Y por alguna razón pensaba que encajaba a la perfección, porque cada letra era como un ruego desesperado por que todo esto terminara.
"Te necesito para calentar mis solitarias noches"
Se estremeció con ese verso, sobre todo porque la suplica desbordó por sus bellos ojos oscuros.
"Te amo, cariño. Confía en mí cuando te lo digo"
Inconscientemente JiMin llevó una mano a su pecho. ¿Era posible que JungKook lo amaba de verdad?
"Oh, cariño. No me destruyas, te lo ruego"
Suspiró inconscientemente porque la voz de JungKook era armoniosa, era una delicia, todo un deleite para sus oídos. Era perfecta.
Y a medida que cantaba cada verso, se acercaba lentamente hacia donde está el único chico que era capaz de incitarlo a cometer locuras aunque no se lo pidiera directamente. Estaba muy consciente de que tendría un regaño después de esto, pero valdría toda la pena si JiMin cede aunque sea un poco.
"Oh, lindo cariño. Ahora que te he encontrado, quédate. Y déjame amarte... Cariño, déjame amarte"
Para ese último verso había llegado hasta él y se hincó con él corazón en la mano y con la esperanza en su pecho. Esta vez JiMin no lo miraba despectivamente ni con recelo ni tampoco con rechazo. Sus ojitos estaban cristalizados, pero llenos de ilusión y algo más... algo como la alegría y el alivio.
Todos en la cafetería se quedaron en completo silencio siendo testigos de algo completamente único, algo que no cualquiera se atrevería a hacer, ya que estaba en contra del reglamento. Pero a JungKook no le importó en lo absoluto.
—Por favor, déjame amarte y confía en mí—le dijo en un tono bajo para que sólo él lo escuchara.
JiMin estaba aturdido y olvidó por completo que toda la escuela estaba a su alrededor. Incluso el profesor Jung había presenciado de principio a fin el pequeño espectáculo y no podía evitar sonreír en grande, sin darse cuenta de que el director Min no lo perdía de vista ni por equivocación.
JungKook sintió la tensión al ver que JiMin no reaccionaba y que sólo lo veía. Para cuando quiso ponerse de pie y disculparse, él también lo había hecho y en cuestión de segundos lo tenía aferrado a su cintura como si su vida dependiera de ello. Lo abrazó de vuelta, incluso con más fuerza que él y apoyó su barbilla sobre su cabellera rubia.
Ambos volvieron a la realidad cuando se escucharon aplausos y gritos eufóricos que festejaban la reconciliación de la pareja. No tenían ni la más mínima idea de qué sucedió, incluso algunos no los conocían, pero era seguro que después sabrán sus nombres.
Después de un largo abrazo, JungKook lo tomó de la mano para salir de ahí y se dirigió a la salida de la cafetería, pero una vista felina los detuvo de su cometido.
—Jeon JungKook—habló con seriedad y con sus manos atrás.
— ¿Sí, director Min?—preguntó nervioso.
—Detención, mañana sábado, a la una de la tarde—sentenció fingiendo que no se había conmovido por su anterior actuación.
—Ahí estaré—asintió enseguida.
JiMin recibió una mirada del director Min y pensó que le agregaría más horas a su castigo, sin embargo y con sorpresa, lo vio alzar sutilmente una comisura de su labio.
Le estaba sonriendo.
Después se marchó sin decir ni una sola palabra, con esa seriedad intimidante que lo caracterizada. Pero sonrió al pensar que hay alguien que lo tiene tan enamorado que le pidió matrimonio.
—Yo también tengo detención el sábado—le dijo JiMin con entusiasmo.
JungKook lo miró y sonrió complacido al ver que el brillo de sus ojos había vuelto. Y sólo en ese momento sintió el agotamiento de no haber dormido en toda la noche y haberse saltado las primeras clases para aprenderse correctamente la letra de esa canción. Pero si JiMin lo sostenía de la mano como lo hacía justo ahora, entonces el cansancio desaparecía completamente.
— ¿Lo ves? La vida nos quiere juntos—le coqueteó con una sonrisa y lo jaló de la mano para ir a un lugar más privado.
JiMin sólo sonrió y se dejó llevar, no sólo por la mano de JungKook, también por el sentimiento de confianza que le generaba.
El ánimo en la cafetería se apagó después de que el director Min pusiera orden. No había nadie que se atreviera a decirle que no o siquiera retarlo, porque esa mirada de felino paralizaba a cualquiera. Sin embargo, había alguien que no se intimidaba y contrario a eso le hacía derretirse. El problema es que no es el único. Sus compañeras profesoras también suspiraban y temblaban cada vez que el director Min ejercía su autoridad.
HoSeok se sintió feliz por JiMin, pero ahora quizá debía hacer algo antes de que el tiempo se haya terminado. Desde el otro lado de la cafetería vio cómo YoonGi avanzaba en la fila para tomar su comida y cómo la profesora Kang y otras profesoras le ofrecían de la comida que prepararon especialmente para él.
Muchas veces se enfrentó a eso y estaba bien, pero ahora siente un nudo en su estómago, y sobre todo, lleva un anillo en su dedo anular izquierdo que acredita que es completamente suyo.
Y esas mujeres acosadoras deberían saberlo.
No sabe exactamente de dónde vino tanto poder y valentía, pero para cuando fue consciente, ya estaba frete a él y bajo la mirada curiosa de sus colegas.
—Te traje comida, cielo—le dijo con el mismo tono dulce que ocupa cuando están solos.
No sólo las profesoras se quedaron con estupor, alumnos que estaban cerca miraron la escena impactados. Pero YoonGi estaba hiperventilando. De pronto toda la sangre quiso subir a sus mejillas, sin embargo, siempre fue bueno disimulando sus emociones con ese semblante neutro.
Aunque, sin poder evitarlo, mostró una amplia sonrisa.
—Creí que te habías olvidado de eso, cariño—empleó un tono meloso.
Si alguien no hubiese estado detrás de la profesora Kang, seguramente habría caído de espaldas al suelo, al igual que sus compañeras y los alumnos que aún miraban atentos. Algunos murmuraron y otros sonrieron, porque creyeron fielmente que ese par hacía una linda pareja.
Se veían perfectos juntos, sobre todo por la forma en que el director Min estaba mirando al profesor de literatura.
—Para nada—negó HoSeok con una sonrisa más amplia— ¿Vas conmigo?
—Claro—asintió con una sonrisa más grande.
Estaban seguros de que la noticia de su relación se esparciría incluso más rápido que una plaga, pero ya ni siquiera les importaba. Quizá no había sido la forma correcta de gritarle al mundo lo que tenían, pero al menos HoSeok sentía alivio y mucha satisfacción de salir de la cafetería al lado del hombre que ama, lejos de sus seguidoras obstinadas y fastidiosas.
Lamento la tardanza, pero estuve un poco atareada debido a que mi mamá sigue enferma.
Me tuve que traer la computadora al trabajo para poderles actualizar jsjsjs
Esto se está yendo :(
A lo mejor en la noche les subo otro capítulo más :)
El siguiente tiene detalles de la reconciliación :) jsjs
Espero que les haya gustado. No se olviden de votar y comentar.
Las tkm!!!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro