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Capítulo 7

Te extrañé

Desperté un poco perdida, estaba en mi cuarto, pero había algo diferente, un gruñido me dio la respuesta, no estaba sola, tenía a mi lado un Dylan profundamente dormido, que me aplastaba el cuerpo, su calor corporal estaba haciendo transpirar el mío, convirtiéndome en una chica sudada nada agradable.

Fui separando poco a poco sus brazos y sus pies de mi cuerpo rezando para que no se despertara.

Ante de salir de la cama estuve unos minutos contemplando al chico que últimamente me tenía en vela, tenía el ceño fruncido como si estuviera teniendo un mal sueño, le pase el dedo por la cara e inmediatamente su rostro volvió a verse relajado. Tenía el pelo más alborotado de lo habitual y los labios entreabiertos por dondo le salía el aire alternando con algunos ronquidos.

Mis necesidades fisiológicas me sacaron de mi ensoñación mandándome directo al baño.
Después de estar aseada y más fresca, fui a la cocina, pero antes comprobé que Dylan seguía dormido.

Suerte que era domingo y que ninguno tenía que trabajar porque si no, Dylan tendría que dar unas cuantas explicaciones a su jefe por la tardanza, porque la última vez que comprobé el reloj eran las 10 y media de la mañana.
Me preparé un café y me senté en uno de los sillones del porche. Que habrá llevado a Dylan a tomar tanto era la pregunta que rondaba en mi cabeza desde la noche anterior .
Hace años no lo veía así de borracho, desde la última vez que discutieron en su casa, exactamente 3 años que la señora Miller, su mamá, decidió que ya tenía suficiente de los maltratos de su marido y lo corrió de casa amenazándolo con denunciarlo si volvía.

Ése día recuerdo que Dylan pasó por casa y nos tomamos un botella de tequila celebrando, al otro día teníamos una resaca de los demonios pero había valido la pena, Dylan era un poco más libre de los demonios que lo perseguían desde niño y yo era extremadamente feliz por él.
Así que no entendía el porqué de su descontrol de ayer con la bebida.

-Hola -me saludo un adormecido Dylan sentándose en un sillón a mi lado en el porche.

-Hola, como te sientes, te duele la cabeza- le pregunté

-Un poco- dijo mientras se pasaba los dedos por los mechones de pelo intentando acomodarlo, era un gesto que hacia cuando estaba nervioso

-Junio, yo lo siento-comenzó dudoso

-Que sientes exactamente Dylan- lo rete

-Todo, haber desaparecido durante estos días, que hayas tenido que cargar conmigo ayer borracho-dijo mirándome a la cara por primea vez desde que se había sentado

-Haberme vomitado los zapatos-le seguí la lista de cosas a perdonar

-Ah, supongo que lo siento por eso también- me dijo con una risita

-Si tu ríete, pero fue asqueroso- le reclame con la sonrisa formándose en mi boca

-Te extrañé Junio- dijo después de un largo silencio donde ambos estábamos contemplando la nada.

-Yo también te extrañe Dylan

Y lo dije enserio, alejando la parte lujuriosa que sentía por Dylan, él era mi lugar seguro, mi puerto y durante estos días alejados me sentía un poco perdida, sin rumbo, no sabía cuánto lo extrañaba hasta que lo vi hoy acostado en mi cama durmiendo como un bebito.

Habían pasados los días y no hablamos acerca del beso, o de los besos si quería ser precisa, era un tema tabú, no se nombraba, pero estaba siempre acechando, envolviéndonos como una sombra, creando una tensión entre ambos que se podía cortar con un cuchillo, pero que habíamos podido disolver con algún comentario jocoso.

Sabía que en algún momento teníamos que hablarlo, pero por el momento todo estaba marchando sobre ruedas, así que para que complicar las cosas.

Volvimos a nuestra rutina, por la mañana pasaba por su trabajo a recoger mi café con mi nota y algunas tardes quedábamos y otras yo salía con Adam, quien me ayudaba a mantener mis pies sobre la tierra y no pensar en Dylan con pensamientos más allá que no fueran de amistad.

Adam por su parte ya había pasado la barrera de las miradas y en una de las noches que salimos me robó un beso, y sé que me odio por este pensamiento, pero no me recorrió esa electricidad que tuve cuando Dylan me besó, pero aun así era agradable y la pasaba bien con él. Sabía que estaba mal, pero peor estaba andar sintiéndose cosas por Dylan, ¿verdad ?

Ya hoy era viernes y había quedado con Adam para la inauguración de una discoteca a uno 40 minutos del pueblo. No me hacía especial alegría pero después de una semana estresante me iba a servir para distraerme un poco.

Pasé a buscar mi café y sonreí con la frase que lo acompañaba "comienza el día con una sonrisa y veras lo divertido que es ir desentonando con la humanidad", sonrisa que me acompaño por el resto del día. Cuando ya se estaba acercando la hora del cierre, entró Laura con una sonrisa en su rostro.

Hola chica- saludé - parecen siglos desde la última vez que estuviste aquí

- No seas exagerada Abril- sonrió- ya sabes trabajo y más trabajo.

- Y como te va con el jefazo

- Mejor- contestó con la cabeza gacha

- Mmm, ahí hay algo que no me estas contando- dije mirándole directo a los ojos, y cuando bajo la vista supe que había dado en el clavo- cuéntame

-Pues, nada, el otro día me besó - dijo en susurros

-¿Qué te besó?, cuenta, ahora no te vengas con tapujos

-La última vez que salimos juntas, él estaba en el club también y cuando me vio hablando con un muchacho me arrastró a su oficina furioso

-Furioso por qué?

-Eso mismo quería saber yo, y me dijo que era una desfachatez que yo anduviera ligando en mi centro de trabajo, y yo le dije que no estaba en horario labor además que mi trabajo no era en el club y que a él no le interesaba lo que yo hacía con mi vida, después de eso fue más cortante conmigo, hasta que el otro día explotó cuando yo le estaba llevando la contraria en la forma de poner unos cubiertos y me besó

-Oh dios, le gustas a tu jefe

-Eso creo - dijo con un deje de esperanza.

-Pero aquí la pregunta es, ¿te gusta a ti?

-No se abril, tengo la cabeza echa un lio, mira aquí te dejo el dinero del último libro que me lleve. - dijo poniéndomelo sobre el escritorio

-No te llevas otro

-No, otro día paso con más tiempo y busco alguno que me guste, hoy me toca limpieza general en casa y estoy atrasada

-Vale, nos vemos en estos días entonces.

Otra más con la cabeza echa un lio por culpa de un hombre, estará eso de moda.
A las 10 pm ya estaba lista, quien me vio hoy en la librería con mis pantalones gastados y una camiseta verde y me ve ahora no me reconoce, tenía puesto una blusa negra que caí de un hombro, con unos pantalones ajustados que me abrazaba todas mis curvas junto a unas plataformas negras, una trenza un poco desecha y un maquillaje elaborado que le daba más profundidad a mis ojos y me los hacia ver más claros.

Cuando llegamos a la discoteca ya estaba a rebosar, la música era buena, así que después de pedir unas bebidas arrastre a Adam a la pista.
Había pasado una hora y ya no aguantaba más las ganas de ir al baño , salí rumbo a este y me pare en la larga fila de espera, estaba entretenida mirando la gente bailar cuando me encontré a Dylan quien sostenía a una rubia despampanante en un vestido rojo, quise seguir de largo y aparentar que no los había visto pero me fue imposible cuando los ojos verdes de Dylan se posaron en los míos, desvié mi camino hacia ellos y saludé.

-Hola Dylan. - mire a la chica a su lado- y tú eres?

-Amanda-dijo con voz chillona, Dylan intervino y nos presentó, parecía un poco nervioso, yo nunca lo había visto con sus ligues, siempre procuraba que no coincidiéramos cuando andaba en busca de una nueva conquista

-Que te trae por aquí, Junio- me preguntó

-Vine con Adam- vi como su mirada se ensombreció un poco y me sentí un poquito mejor, que estuviera molesto por Adam era bueno, porque mi cuerpo bullía de los celos por la chillona de Amanda, puse un stop a mis pensamientos, no podía sentir celos, bueno los amigos se celaban, estaba bien celar a un amigo, ¿verdad?

-Es bueno haberte visto Dylan- me giré hacia Amanda y murmure un placer poco convincente

-Ya te vas

-Sip, iba camino al baño cuando te vi, así que ahora realmente necesito ir, que tengas una buena noche- salí casi corriendo de allí, pero no lo suficiente rápido porque la mano de Dylan me sostuvo el brazo

-Junio espera- me busco con la mirada- estas bien?

-Sip, todo bien, nos vemos en casa-le di un beso en la mejilla y seguí mi camino al baño.

Puto Dylan, tantos lugares y tenía que estar aquí, y con la rubia de pacotillas que parecía sacada de una revista.
Dios, creo que te estás pasando.

**************************************Hola chic@s, espero les esté gustando la historia , comenten y así sabré 🤗 se que somos pocos pero espero su apoyo ...
Bss



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