YoonGi bebía café con tranquilidad en la comodidad de su hogar, tan tranquilo. Hace mucho que no experimentaba esta paz, tan cálida y relajante...

Unas pequeñas risas extrañas le hicieron abrir los ojos, pues los había cerrado para poder experimentar mejor el sabor del café mañanero. Dejó la taza en la mesa y se levantó, caminó hacia la sala, donde Jungkook estaba sentado en el sofá. Miró con cuidado como éste sonreía y soltaba pequeñas carcajadas.

─Eso es, necesitan más amor ─ murmuró Jungkook, parecía estar disfrutando de lo que estaba leyendo en su teléfono.

YoonGi se mostró curioso al verlo así.

─Oh Taehyung, YoonGi hyung te va a azotar tan duro que no podrás caminar ─ la risilla que soltó Jungkook sonó tan malévola que hizo que YoonGi se estremeciera.

Frunció el entrecejo y caminó hasta ponerse detrás de Jungkook, el cual no se había dado cuenta de la cercanía del mayor.

─Ahora si te voy a golpear Jungkook ─ del susto, Jungkook aventó su teléfono, escuchándose un ruido seco.

─ ¡Hyung! ─

─Hyung mis bolas, ¡Ya deja ese maldito Wattpad! ─

─ ¡Jamás! ─

Y Jungkook se levantó, tomando su celular y salió corriendo. Pero no sin antes gritar algo que tal vez lo condenaría a muerte.

─ ¡El Taegi es real! ─

YoonGi se puso rojo de coraje y vergüenza al escuchar eso. Wattpad le estaba jodiendo su vida.