Nightmare

Un gemido audible se escapó de tus labios al sentir cierta dureza siendo resfregada en tu trasero.
Volteaste en el colchón, quedando frente al rostro de quien estaba cometiendo esta acción.

¿Q-qué haces?.- Murmuraste con la voz algo entrecortada.

Él no respondió, simplemente tomó de la muñeca tu mano y las llevó debajo de las frazadas, guiándola hasta su intimidad, dejándola reposar allí.

¿Eso responde a tu pregunta?, porque si no lo hace, me atrevo a respondértela yo mismo; Estoy demasiado caliente.- Confesó en un susurro, dejándote algo aturdida por unos segundos.

Sonreiste de costado.

Pero que chico más sucio.- Negaste en seña de desaprobación.- Pero dime, ¿En qué exactamente quieres que te ayude?-.

Móntame.- Pidió.

Mm mm.- Emitiste un sonido proveniente de tu garganta, negándote a su petición.- ¿Donde quedaron tus modales, Kookie?.- Preguntaste, sugiriendo de forma indirecta a que ruegue por su pedido.

Hara, lo necesito. Por favor.-Sonreiste al notar el tono de frustración con el cual te había suplicando.

Inmediatamente quitaste tu mano de su intimidad sacándole un gruñido. Apartaste las frazadas hacia un costado y te posicionaste arriba suyo, moviendo de vez en cuando tus caderas para crear más fricción.

Te acercaste a su rostro y sin más que esperar uniste tus labios con los de él, creando un beso sucio, demasiado mojado.

Tus manos vagaron hasta el borde de su sudadera, cuando lograste sujetarla firmemente te separaste de sus labios y comenzaste a subirla hasta quitársela.

Tu boca hizo contacto con su cuello, succionando y dejando varias marcas en este, sacándole leves gemidos a Jungkook. Pasaste tus labios desde su pecho agitado, hasta llegar a sus boxers y quitarlos con tus dientes.

Tomaste en tus manos su pene y pasaste saliva por todo el tronco y glande de este, para luego guiarlo hasta tu intimidad y hundirte en él.

Bebé, por favor muévete.- Obedeciste a las palabras del castaño y comenzaste a mover tus caderas en círculos y de arriba hacia abajo.

Él llevó una de sus manos hasta tu clítoris y comenzó a masajear aquella zona, haciéndote casi lloriquear de placer.

Sus caderas comenzaron a moverse desde la parte de abajo, permitiéndose ir aún más profundo, dejándote al borde de tu orgasmo.

¡Hara! ¡Despierta!.- Te levantaste de golpe al oír su grito.- ¿Te encuentras bien?.- Te interrogó.

S-si... Bueno..Yo... Tuve una pesadilla y...- Intentaste seguir contando lo sucedido, pero él se adelantó posando su dedo índice en tus labios.

¿Has tenido un sueño caliente conmigo?.- Preguntó a lo que sentiste, sonrojándote ligeramente.- Entonces de ninguna manera pudo ser una pesadilla, es más, ¿Te parece si te ayudo a realizar tu sueño?.- Sonrió de forma pícara.

Me disculpo por los errores ortográficos
✌