Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

26

Visit

---Vamos, sólo será una visita. Ellos han estado pidiéndome que fuéramos cada vez que tenían oportunidad de hacerlo.--- Siguió insistiendo, como lo había estado haciendo hace más de media hora.

---Sé que quieren esa visita desde hace tiempo, pero tengo demaciado por hacer aún; Los exámenes de mañana no sé harán solos.--- Explicaste, por octava vez desde que comenzó a suplicar.

---Será lo último que te pida en mucho tiempo.--- Entrelazó sus dedos y su labio inferior sobresalió, rogando porque aceptaras. ¿Y cómo no hacerlo teniéndolo de esa manera frente a ti?

En tan sólo cuestión de segundos se encontraban dentro de su auto, en camino a la empresa de los chicos. Apoyaste tu cabeza contra la ventana y no fue hasta ese momento que el pensamiento de cruzarte con Jungkook llegó a tu mente, dejando que una sensación de disgusto recorra por todo tu ser y se instale en tu estómago.

---Relájate, los chicos son agradables.--- Comentó Jackson, con una sonrisa cálida en su rostro, mientras posaba su mano en tu muslo, en acción de calmarte. Desde luego que aquello no funcionó.

Sabías cómo se sentía estar entre los chicos, el pelinegro te los había presentado un par de veces, diciendo que eras una amiga cercana. Claramente no era así, existía una relación entre él y tú, una morbosa, viciosa, de pura lujuria y deseo, pecaminosa. Los demás miembros le creyeron y te integraron al instante, como si hubieras estado toda la vida con ellos y fueras parte de el grupo. Desde ahí venía tu seguridad de que ellos creaban un ambiente bastante cálido, aunque claramente Jackson no estaba al tanto de todo aquello, ni lo estaría.

Cuando aparcó, te dio una mirada de completa emoción. Después todo, había estado esperando por esta visita durante semanas, tenía mucho que no se veía con los chicos, especialmente Namjoon, quien tuvo la idea, y por supuesto, con el que mejor se llevaba por cuestión de haberse conocido antes. Desabrochó su cinturón de seguridad y bajó, seguido de ti.

Entrelazó su mano con la tuya y ambos se adentraron al edificio, el castaño cruzaba una que otra mirada o palabras con los de seguridad, pues ya lo conocían, mientras que tú observabas todo detalladamente. Si bien habías estado con los chicos, había sido en un ambiente más personal, pero jamás en la empresa.

---¡Wang, por fin te dignas a venir!--- El grito gutural de Namjoon te hizo dar un pequeño saltito en tu lugar, además de acelerar al máximo tu ritmo cardíaco.

---También me alegra verte, Kim.--- Ambos estrecharon sus manos y el moreno dirigió su vista hacia ti, sorprendiéndose al instante. Emitiste una pequeña reverencia y le sonreiste algo nerviosa, a lo que él devolvió el gesto, extrañado.

---Los chicos nos están esperando en la sala.--- Les informó y comenzó su recorrido hacia su dichoso destino, con ustedes dos por detrás. Apretaste más la mano de tu novio y sentiste flaquear ante cada paso que dabas con las piernas hechas gelatinas.

Namjoon abrió la puerta para dejarlos pasar primero y los seis chicos se levantaron de sus respectivos lugares para saludar. No hace falta decir que todos quedaron estupefactos ante tu presencia allí, pues nadie se imaginaría que fueras la novia del castaño, mucho menos Jungkook, quien permanecía más serio de lo normal. O tal vez esa era su aura actual, hacía tanto tiempo que habías dejado de tener todo rastro de contacto con él, que casi olvidabas el efecto que causaba en ti con tan sólo una mirada.

---¡YangMi! Te ves preciosa, ¿Por qué no volviste a visitarnos? Creímos que habías salido de la ciudad. Incluso Jungkook te buscó por todas partes, sin obtener rastros tuyos.--- Comentó Jin, con algo de reproche en su voz, y sentiste ahogarte con tu propia saliva en ese mismo instante que también recibías una mirada confusa por parte de Jackson.

---Así es. Cuéntanos de qué o quién te escondías, YangMi.--- La voz dura de Jungkook enfatizando tu nombre te hizo marear por un instante. Levantaste la mirada hasta él y éste se encontraba con sus brazos apoyados en el respaldar del sillón y una pierna sobre la otra, observando cada parte de tu cuerpo disimuladamente.

Tus mejillas se calentaron al divisar unos cuantos pares de ojos esperando por tu respuesta, incluso el castaño a tu lado, a quien le parecía desconocida toda esta situación.

---Y-yo... Sólo... Pasó el tiempo y... mis estudios... ustedes...--- Incapaz de formar una oración coherente, comenzaste a abanicar tu rostro con tus manos.
---¿Podría pasar al baño?--- Pediste, deseando con todas tus fuerzas salir de aquella situación embarazosa.

---Claro. Jungkook, acompáñala.--- Namjoon asintió y le hizo una mueca al menor, pensando que sería el más indicado, por su vieja "amistad". Algo resignada, le diste una última mirada a tu novio para seguirle a Jeon.

Ibas detrás del pelinegro, observando su caminar, hasta en eso se veía jodidamente bien. Éste dobló en uno de los pasillos y apresuraste tu paso antes de perderlo, siendo sorprendida en la curva. Ajustó su agarre firme en tu antebrazo y te jaló a la habitación que yacía detrás suyo.

---¿Me extrañaste, amor?--- Estrelló tu cuerpo contra la grisácea puerta recién cerrada y atrancada.---Porque yo sí, joder, no sabes cuánto.

---J-jungkook... No deberí--- Sus labios húmedos se sellaron contra la piel expuesta de tu cuello, subiendo hasta tu lóbulo. Soltaste un suspiro y te perdiste en medio de una oración.

---¿Cómo folla Jackson? ¿Te gusta cuando te lo hace, mhhm?--- Su aliento cálido te mandó ondas electrónicas por toda la espina dorsal. Su muslo separó lo suficientemente tus piernas, posándolo sobre tu calor.---Mira lo que tenemos aquí...--- Movilizó su rodilla en círculos, sintiendo tu humedad mojar sus jeans.---¿Sientes eso, ah? Estás empapada. ¿Eso te he causado? De seguro mueres por un toque, ¿No es así, amor?--- Deslizó sus grandes manos por debajo de tu blusa, masajeando tus senos erectos por arriba del brasier.

---J-joder... Sí.--- Jadeaste de manera lasciva, frunciendo el ceño por las emociones del momento. Y no mentías, tu interior ardía como el mismísimo infierno y tu entrada no paraba de expulsar fluidos, todo a causa del azabache.

En un acto apresurado, Jungkook arrebató la tela de tu torso, dejándote en brasier, el cual también te quitó. Su cálida cavidad bucal envolvió uno de tus senos, mientras masajeaba y apretujaba el otro, pero con su mano.

Sus labios fueron ascendiendo hasta la delicada piel de tu cuello, dejando rastros de saliva y mordidas, que les llevaría un buen tiempo curarse por completo. Sus mejillas se ahuecaron cuando comenzó a succionar la piel tersa de tu cerviz.

---Esto es para que recuerdes a quien le perteneces.--- Susurró contra tu cuello, causándote más escalofríos aún.

Su mano izquierda se deslizó a tu nuca, tomándola bruscamente, acercó su rostro de facciones duras al tuyo y estampó ambos labios, uniéndolos en un beso tosco. Su lengua juguetona enredó a la tuya en una guerra que, por supuesto, él ganó. Giraste tu cabeza, profundizando el beso y jadeaste en medio de este cuando la rodilla de Jungkook se removió entre tus piernas, simulando una embestida.

Se separó del beso, únicamente unido por un fino hilo de saliva, que se cortó cayendo por la comisura de tus labios, siendo recogida por su lengua.

---Dime, YangMi. Dime lo que quieres.--- Dio otra "embestida" con su muslo y tu cabeza recayó contra la puerta, mordiendo tu labio inferior y gruñendo. Sus dedos tatuados acariciaban tu piel temblorosa, bajando hasta llegar a la parte inferior de tu torso y hacer a un lado la tela tus bragas.

Masajeó circularmente tu clítoris de manera lenta y tortuosa para ti, quitándote suspiros y pequeños jadeos, pues no podían hacer tanto ruido, ya que cualquiera podría oirlos al pasar por aquella habitación que parecía ser de Seokjin, por el decorado de alpacas y fotografías suyas.

---¿Quieres que te toque así?--- Aumentó los movimientos en tu feminidad, lanzándote una mirada que desbordaba placer.---¿O así?--- Bajó su pierna y sus dígitos siguieron un sendero hasta tu empapada entrada, embarrando sus dedos de tus fluidos al instante. Jugueteó con sus dedos en tu centro, observando divertido tu expresión de frustración.

---Mierda, Jeon. ¡Fóllame con tus dedos de una vez!--- Susurraste, exaltada. La desesperación de no poder hablar más fuerte que eso era demaciada.

Los dedos del pelinegro se introducían de a poco, acoplándose al interior. Comenzó a movilizarlos despacio, sin apuro, mientras tanto, sentías morir por tener que retener todo lo que causaba Jungkook con sus habilidosas manos.

---Gime. Quiero que gimas para que todos oigan, para que todos se enteren quien es tu maldito dueño.--- Ordenó, con su voz afectada y aumentó sus movimientos al ver que tratabas de resistirte.

Varios gemidos ahogados se escaparon por accidente de tu boca, aunque querías darle el gusto por completo, no podías. No mientras se encontraran en la empresa y todos los que trabajaban allí los oyeran.

Sus rodillas se estamparon contra el suelo y quitó ambos dedos de tu interior, haciéndote sentir vacía. Apoyó sus grandes manos en el interior de tus muslos, separándolos más. Su aliento chocaba contra tu vagina palpitante y dejó un beso húmedo en esta.

---¡A-ah!, carajo, Jungkook.

Pasó su lengua desde tu entrada hasta tu clitorís, llevándose a la boca gran parte de tus jugos. Fijó su mirada en la tuya, dejándose ver jodidamente bien desde allí abajo con su pelo revoloteado y sus mejillas ligeramente rosadas, antes de comenzar a succionar más de tus fluidos. Sentías cómo su lengua se movía de forma circular por arriba de tu centro, haciéndote expulsar más líquidos, que eran tomados por su cavidad bucal.

Tus manos bajaron hacia su cabeza, enrollado tus dedos en su negrino cabello, tirando levemente de estos y a veces ayudando con los movimientos, lo que hacía esbozar pequeñas sonrisas a Jungkook, sabiendo que no podías resistirte ante él y sus maniobras morbosas.

---Jungkook, ¿Podrías... ¡Ah!, eso... Joder.--- Un gemido gutural salió de lo más profundo de tu garganta cuando su húmeda lengua se encontraba cogiéndote como si no hubiera un mañana.

Tu respiración se aceleró y el chico tuvo que tomar de tus caderas para inmovilizarlas, pues él sabía que estabas a punto de correrte. Por ello, aumentó sus embestidas y succiones hasta que un cálido y agrio líquido llenó su boca, chorreándole por sus comisuras. Su manzana de Adán hizo un leve movimiento cuando logró tragar todo de una y limpió lo que quedaba en sus labios con el puño de su chaqueta.

Volvió a pararse, con la respiración agitada, al igual que la tuya, y se apegó a ti, volviendo a sellar sus labios, esta vez en un beso menos acelerado, por la falta de oxígeno, y más dulce.

---Saldré primero y luego tú, ¿De acuerdo?--- Propuso, alistando un poco su cabello, y asentiste, acomodando tu ropa para luego moverte de la puerta.

---Se me olvidaba...--- Sacó una tarjeta de su bolsillo, entregándotela.---Te quiero en ese lugar a las ocho, ¿Oíste? Sé puntual, amor.--- Te dio un guiño antes de salir como si nada.

_Jeongguksam



a_

-Pedido.

No me deja etiquetarte, pero aún así, espero que te guste.💜

Dulzuras, disculpen mi inactividad, ya he dicho en varias ocasiones que estoy sin inspiración, pero estoy tratando de terminar de escribir sus pedidos y que todos queden bien.💜

Me disculpo por los errores ortográficos

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro