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Insecure
---¿Acaso te diste cuenta como te observaba?--- Emitiste una cara de mal gusto.
Te habías estado quejando todo el rato desde que habían llegado de aquel restaurante, donde fueron a cenar y una de las empleadas no se esmeraba ni un poquito para disimular su mirada voraz fijada en tu novio.
---No, no me dí cuenta. ¿Sabes por qué? Porque estaba concentrado en nuestra cena, y principalmente en ti.--- Jungkook te rodeó con sus brazo, dejando su cabeza apoyada en tu hombro para proporcionarte varios besos en ese sector.
Ladeaste un poco la cabeza hacia un costado, dejándole mejor comodidad al chico y más accesibilidad de esa parte. Cerraste levemente tus ojos, sintiendo los labios húmedos de Jungkook bajar hasta tus claviculas y ascender hasta tu lóbulo para seguir la linea de tu mandíbula, y así llegar de una vez a tus rojizos labios.
Aceleró el beso, tomándote de manera dominante la cintura y apegarte a su cuerpo. Entre sus dientes encerró tu labio inferior, para adentrar su lengua a tu boca y enredarla con la tuya, creando así una batalla que, por supuesto, ganó él cuando sentiste subir sus manos hasta la cremayera del vestido que llevabas puesto.
Bajó lentamente el cierre, rozando las yemas de sus dedos fríos contra tu piel cálida. Cuando la tela estuvo lo suficientemente abierta, por tus hombros cayeron las tiras que se encontraban sustentas allí. El vestido quedó entre tus caderas cuando Jungkook las tomó y te cargó, llevándote hacia la habitación.
Se sentó al borde de la cama y te colocó arriba de su regazo, dejando que tus fluidos mojaran parte de la tela que escondía su dura erección.
---Quiero que me montes, YoungMi. ¿Harás eso por mí, hmm?--- Su aliento caliente más su masculina voz ahogada creaban espasmos en tu vagina.---¿Dejarás entrar este venoso y grueso pene en tu coño estrecho?--- Jadeó contra tu oído, mordiendo el lóbulo.
Comenzó a arrastrar la tela hacia abajo, pero antes de que pudiera seguir bajándola, lo detuviste en sin dejar pasar el vestido más abajo de tu trasero. Él te observó confundido, buscando respuesta en tu mirada, pero sólo bajaste tu cabeza algo apenada.
---Hey, ¿Qué es lo que sucede, cariño?--- Y como por obra de magia, su voz gruesa de hace unos segundos, había cambiado a una dulce y suave.
Levantó tu mentón y te hizo mirarlo. Sonrió con algo de ternura y se acercó para dejarte un beso en la frente. ¿Cómo podía ser tan excitante y enternecedor al mismo tiempo?
---A-anteriormente... He tenido problemas... De autoestima. Y-yo...--- La aterciopelada risa del azabache te hizo callar.
---¿Rollitos? ¿Cicatrices? ¿Estrías?--- Bajaste la mirada y te sonrojaste levemente al oír la última palabra. Lo que te había estado molestando todo este tiempo.--- Cualquier cosa que sea no me importa, porque es parte de ti y toda tú, para mí, es perfecta.--- Ambas manos se apoyaron en tus mejillas, para acercar su rostro y dejar un corto pero cálido beso en tus belfos.
Siguió con su acción de quitar el vestido, esta vez sin interrupciones, dejando tu cuerpo al intemperie desde la cintura hacia abajo. Sonrió impresionado cuando se dio cuenta que no llevaba bragas.
---Chica sucia.
Desprendiste su camisa, despojándolo de ella mientras que él quitaba sus jeans negros junto a sus Calvin Klein. Lo llevaste más al centro de la cama, acostándolo, mientras te removías sobre su polla erguida.
---A-ah... Métela, joder.--- Pidió, sintiendo el dolor insoportable en su miembro.---- Fóllame de una vez, YoungMi. Has que derrame mi semen dentro de ti.
Soltó un gemido alto cuando te hundiste en su pene y comenzaste a proporcionar movimientos circulares, desesperándolo.
Sus dedos se incrustaron a tus caderas, ayudando a subir y bajar repetidas veces, mientras oían el ruido de sus pieles chocar y gemidos suyos hacer eco entre las paredes de la habitación.
---¡Mierda, Jeon!--- Arqueaste la espalda al sentir sus largos y fríos dedos estimular tu clítoris de sobremanera.
Quitó sus dígitos de allí y los metió de prepo en tu boca, haciéndote atragantar un poco. Los chupaste tal y como él quería, probando tu esencia.
Colocó su mano en tu nuca para atraerte a él de forma brusca y besarte con necesidad. Arqueó su cabeza para darle más profundidad al beso y dejar que su miembro bucal explore cada rincón de tu boca.
Volviste más toscos tus movimientos, con ayuda de él, cuando ambos orgasmos se acercaban y eran un manojo de jadeos entre sus labios.
---¡Carajo! Tómalo, cariño.--- Se vació dentro de ti con esa última estocada, haciéndote llegar a ti también en cuanto rozó contra tu punto dulce.
-Pedido.
Espero que te haya gustado, dulzura💜
Me disculpo por los errores ortográficos
✌
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